sábado, 25 de agosto de 2012

SALTO DEL NEGRO (LAS PALMAS DE GC)

«... suvieron por el valle de Ginamar en busca de los Canarios que se iban entrando en el bosque de olivos salveses o asebuches, y otros arboles, alancearon y mataron a muchos en un valle, que oi llaman la Matanza por esta accion.
 
Vista del barrio en la zona baja (La Provincia)
Un Castellano buscando la cenda a el mar por mas breve y mas cercana que por la parte onde havian venido, iendo a pie con espada y rodela cojio la de mano isquierda por unos collados descubrio los navios, y lanchas que a todas partes acudian a recoger gente, dio en la emboscada del risco de las Carigüelas onde ai grandes agujeros en las toscas, que alli tenian atajado el camino sobre el mar en una eminencia de mas de 400 brazas de onde se arrojo el Castellano, y sobre su rodela a dos braceadas, dicen los Canarios, se fue a su navio;

esta memoria durara muchos siglos, fue mui celebre entre los gentiles señalando el modo y arrojo que tenian ellos por victoriosos e imbencibles a tales hombres, a modo de los Saguntinos, y es llamado alli el salto del Castellano» (ARIAS MARÍN DE CUBAS, T.: Historia de las siete islas de Canaria, Las Palmas de GC, 1986).

Detalle del mapa de Antonio Riviere 1742 (J. Tous)
Este párrafo de la crónica del escritor teldense escrito en el siglo XVII, donde narra un hecho acaecido durante la expedición de 1393 mandada por el capitán Gonzalo Pérez Martel, nos introduce en el origen del antiguo topónimo del Salto del Castellano, que situa en el acantilado de La Laja.

Debió ser su narración y afirmación de que «es llamado alli el salto del Castellano » suficiente argumentación para que Antonio Riviere, aque llegó a las islas en 1740 al frente de un grupo de ingenieros militares, dentro de su trabajo de en levantar más de 70 mapas, planos y dibujos de todas las islas, incluyera en Gran Canaria el topónimo Salto del Castellano.

Detalle del mapa de Tomás López 1780 (J. Tous)
En 1780, cuarenta años después, será Tomás López, académico numerario de la Real Academia de Historia y «geógrafo de los dominios de Su Majestad» quien reseña también en su cartografía de la isla el topónimo, dentro de los Atlas de España y de América.

Cuando el Consejo de Castilla demanda a principios del siglo XIX información sobre el proyecto de creación de tres poblaciones en Mogán, Tasarte y Veneguera destinadas a los "colonos" que soportaban el "hambre de tierras", la Audiencia ordenaba al Cabildo:

Detalle del mapa de Ossavari 1806 (J. Tous)
«...que para la más completa instrucción del Consejo se extenderán a costa de la Ciudad un mapa de la isla con la expresión posible y general de la situación de todos sus Pueblos, montes, montañas y despoblados colocando en cada uno de los sitios a que corresponda los planos ya fomados específicamente en los Valles de Mogán, Tasarte y Veneguera...» (BETHENCOURT MASSIEU, A.: "Un mapa inédito de Gran Canaria: el de José Ossavarry de 1806", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 40, 1994) es cuando José Ossavarry Acosta, colaborador del escultor Luján Pérez, confecciona un nuevo mapa de la isla incluyendo también el antiguo topónimo "Salto del Castellano".

Será en 1838 cuando se incluya por última vez en una mapa de la isla el antiguo topónimo del "Salto del Castellano", y lo hace el naturalista francés es Sabin Berthelot, que ostentaba el consulado de su país en Tenerife, quien por primera vez dibuja junto a la leyenda una punta de mar.

Detalle del mapa de Ossavari 1806 (J. Tous)
En 1849 visita la isla Pascual Madoz (MADOZ, P.: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, 1847), y al describir el camino de Las Palmas a Telde, prácticamente el viejo camino Real del siglo XVI y dice: « De Telde a la ciudad el camino pasa cerca de la cima de Jinámar a lo largo del litoral: varios montes de escorias que se ven a la izquierda, parecen formar parte del mismo sistema volcánico, uniéndose al Pico de Bandama. En fin, cuando se llega al salto del Castellano, una de las rocas más escarpadas de esta costa, se descubre de nuevo la capital y las abrasadas montañas de la Isleta».

Por las referencias que da nos sitúa con grandes probabilidades en el macizo rocoso que en la actualidad es conocido como Punta del Palo, donde está el mirador de Cardoso. Bajo este macizo se construyó el desaparecido Túnel de La Laja, que fue demolido junto con el macizo cuando se amplió la carretera para la construcción de la Autopista del Sur Puerto (Pza. Belén María)-Puerto de Mogán (GC-001).

El Salto del Castellano sobre el viejo Túnel de La Laja
(1900 Da Luz Perestrello - Fedac)
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando las nuevas ideas liberales acaban con el llamado Antiguo Régimen de la Propiedad con las leyes de desamortización, cuando de la cartografía de la isla desaparece el topónimo de "Salto del Castellano" y aparece por vez primera el topónimo "Salto del Negro", no conociéndose por que causas se produce esta variación toponímica, salvo que lo sea por el predominante gris-negro del acantilado de la La Laja que fue excesivamente coloreado en la fotografía de 1900. Así aparece en el mapa del barón Karl Von Fritsch de 1860, que añade una suave anotación junto a la leyenda que no es legible.

Pudiera ser que el barón tomara erróneamente el topónimo de Salto del Negro existente en el barranco de Santos de Tenerife, aguas arriba del puente de Zurita, conocido en dichas fechas porque allí se construían tres represas para remansar las aguas que bajaban impetuosas por el barranco. 

Detalle del mapa de Von Fritsch 1860 (J. Tous)
Unos años después, la vocación historicista de Gregorio Chil y Naranjo, presidente del Museo Canario, parece adoptar una leyenda toponímica de transición cuando incluye en su mapa de 1879 el término "Salto del Caballo".

No se conoce si sabía del mapa realizado por el barón Von Fritsch, pero de alguna forma quiso suavizar la historia del topónimo, convirtiendo al "castellano" en un "caballo".

Detalle del mapa de Chil 1879 (J. Tous)
Cuando nos aproximamos al final del siglo XIX es cuando aparece el mapa de 1896 que realiza especialmente para Las Escuelas el director de la Normal de Maestros de Las Palmas Manuel Pérez y Rodríguez, dedicado por su autor a Fernando de León y Castillo, entonces Senador y Ministro de Ultramar y Gobernación.

Es por tanto la herramienta didáctica que se utilizará en todas las Escuelas e incluye el topónimo que ha llegado a nuestros días de "Salto del Negro"

Detalle del mapa de Las Escuelas 1896 (J. Tous)
De esta forma todos los que aprendían en las Escuelas de Instrucción Pública desde los inicios del siglo XX, ya llamaban al barranco que desaguaba al norte de donde estuvo el desaparecido "Salto del Castellano" como barranco de Salto del Negro, y cuando años después en el Lomo del Cardón se hicieron los primeros asentamientos de población, el caserío era llamado como Salto del Negro.

En el lugar se pierde en la historia el antiguo Camino de Leñas Buenas que se confunde en el Lomo del Cardón junto al hoy desdibujado barranco de Salto del Negro, aquel por donde las bestias bajaban del Lentiscal hacia los ingenios de la Ciudad las cargas de «leña buena, gruesa, que no entre en ella leña seca, ni menuda».



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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