jueves, 31 de enero de 2013

ALBITURRÍA (LAS PALMAS DE GC)



Actualización: 02-oct-2015
Topónimo con que se conoce el lugar y un pequeño caserío situado en la rampa septentrional del barranco de Guiniguada, rampa sobre la que se asienta el barrio de Lomo Apolinario, que hasta el primer cuarto del siglo XIX perteneció también al mismo propietario.

«Otro será Joaquín Apolinario, quien tan sólo en el bienio 1830-1831 gastó 25.800 rvon. en el llamado Lomo de Albiturría, al que después dio su apellido igualmente, haciéndose con cuatro pequeños fundos que totalizan una extensión de 1,9 fanegada, además de un estanque de 18 varas de largo y 10 de ancho. Sus pertenencias en dicho punto debieron ser considerables, aunque nosotros sólo hayamos podido localizar otras dos compras: una en 1837, consistente en una suerte labrantía con arrifes de más de 2,1 fanegadas de extensión y por la que satisfizo 4.360 rvon» 
(MILLARES CANTERO, A.: "Reflexiones acerca del comercio exterior canario y la burguesía mercantil isleña (1778-1852)", V Coloquio de Historia Canario-Americana, 1982).


Panorámica con el caserío junto a las huertas del Guiniguada (Google earth)
Hasta muy avanzada la segunda mitad del pasado siglo XX, el pequeño asentamiento poblacional podría ser considerado como un auténtico remanso de paz, cercano a la gran Ciudad y emplazado en un lugar próximo a las fincas cultivables en las márgenes del barranco. Probablemente sus primeros modernos residentes fueron los jornaleros que trabajaban en aquellas tierras, que construían sus viviendas respetando la huerta llana y aterrazada para el cultivo.

Probablemente el trazado de la vía de Circunvalación de las Palmas desde la Potabilizadora a Tamaraceite/Túneles de Julio Luengo (GC-003), y más concretamente la construcción del Viaducto sobre el Guiniguada que sobrevuela el pequeño caserío, ha comportado la pérdida de gran parte de su encanto al quedar ubicado como en el abismo del ruidoso tráfico.

El solapón arqueológico (Patrinet)

En las cercanías de este lugar los aborígenes canarios situaron en un lugar elevado lo que pudo haber sido un punto de vigilancia que dominaba el cauce bajo del barranco de Guiniguada, hasta muy cerca de donde se construyó el primer campamento de las tropas de Juan Rejón en 1478.

Según la ficha arqueológica de PATRINET se trata de un solapón de unos cinco metros de largo, por unos dos metros de ancho, acondicionado con un muro de piedra seca de grandes dimensiones, en algunos tramos con doble hilada, que se asemeja a la tipología prehistórica. En el acceso al mismo se localizaron fragmentos dispersos de cerámica. A la derecha de la misma se encuentran otras cuevas, ya desvirtuadas por el alto grado de reutilización.


La cueva reutilizada (Patrinet)
Aguas arriba y muy cercano a un pilar del viaducto, en encontramos el yacimiento arqueológico conocido como Risco del Dragoen la misma rampa y en la margen de poniente-norte del mismo barranco de Guiniguada,  próximo a Lugarejo y Albiturría, de unas ocho cuevas naturales y artificiales de diferentes medidas con aprovechamientos habitacionales y silos, algunas con restos de muro de piedra seca y ubicadas en diferentes solapones. Se aprecia que algunas cuevas han sido reutilizadas en épocas posteriores.

El origen del topónimo se debe al licenciado Domingo Albiturría Orbea, Arcediano de Canarias y Dignidad en la Santa Iglesia Catedral, además de Juez Subdelegado de la Santa Cruzada, quien en su testamento de 28 de agosto y 11 de septiembre de 1692, decía que era propietario por compra de un molino con tierras en el barranco de la Ciudad con cinco días de agua del barranco (SUÁREZ GRIMÓN, 1987).

Yacimiento de Risco del Drago (Juan Gabriel Santiago Casañas)
Fue uno de los grandes propietarios de la Ciudad, que había comprado también 70 fanegadas de un «Cortijo de tierra calma, bodega, lagar y 7 días de agua en el Dragonal», 60 fanegadas del «Cortijo denominado "Hoya de la Paterna y tierras de San Lázaro", en Tamaraceite», pertenecía entonces a la jurisdicción de San  Lorenzo, y la misma cantidad de fanegadas de otro «Cortijo de tierra labradía en la Vega de Arriba»; además de un cercado en la Fuente de Morales y una huerta junto a la ermita de San Roque con su agua.

Su gran patrimonio comprendía distintas casas heredadas de sus padres o compradas en la calle de Los Moriscos, Peregrina, Triana, Monjas Bernardas, San Antonio, Herrería y Pelota, recibiendo censos por 14.000 reales antiguos (21.000 reales de vellón) por la venta de otras cuatro casas.

Estableció en su testamento una pensión de 230 misas rezadas anuales, que serían reducidas a 40 por auto del Obispado de 12 de noviembre de 1793. Nombra como poseedores del patronato a su hermana Inés de Albiturría,  y a sus sobrinos Salvador y Juan de Albiturría, sin facultad para vender los bienes y obligando a fundar cuatro capellanías que serían erigidas el 21 de mayo de 1749, con una renta para cada una de 825 reales antiguos (1.237 reales de vellón) de renta cada una.


Arriba el Lomo Apolinario y abajo Albiturría (Google earth)
Hemos detallado el importante patrimonio de esta fundación, por la importancia que va a tener para la realización de distintas obras civiles y religiosas por uno de sus poseedores, pues después de Joaquín Verdugo y Albiturría que lo posee sobre 1772, llega el mismo a Manuel Verdugo y Albiturría (1749-1816), quien pasará a la historia como el Obispo Verdugo.

Tras su ingresó en el convento de Santo Domingo, realizar sus estudios en Valladolid y Alcalá, doctorado en Valencia, volvió a la isla accediendo a los cargos de racionero de la Catedral, arcediano, provisor y vicario, viéndose de nuevo obligado a trasladarse a Madrid al ser nombrado Ministro del Tribunal de la Rota, hasta que en 1796 es Obispo de Canarias, siendo por tanto el primer canario que accede a dicho cargo.

El padre del obispo fue Joaquín Verdugo de Albiturría, nacido en Trinidad (Cuba), alcaide de la cubeta de Santa Ana de la Muralla de la Ciudad, quien se había casado con su prima hermana Micaela Verdugo Albiturría en la iglesia del Sagrario de la Catedral el 19 de julio de 1746. 


Puente reconstruido en 1929, ya desaparecido, que sustituyó al llamado "Puente Verdugo" o "Puente de Piedra" (Hernández Gil 1935 - Fedac)
Al tomar posesión el obispo del patronato de los "Albiturrías", con la fortuna heredada sufraga la construcción de un Hospital y un Hospicio, además del  Seminario Conciliar, al arreglo de la Plaza de Santa Ana y del Cementerio de la Ciudad. Sus apoyos económicos van más allá de los muros de la Ciudad, aportando recursos a la construcción de distintas parroquias en Agüimes, Valsequillo, Vega de San Mateo, y cruza el mar apoyando las Iglesias de la Concepción y los Remedios en La Laguna, sin olvidar su mecenazgo sobre importantes artistas, entre los que se cuenta Luján Pérez que diseñó el coro de la Catedral que sufragó el Obispo, y sus numerosos retratos.

Posiblemente la obra civil más sentida será la construcción del nuevo puente sobre el barranco Guiniguada, que se llamará "Puente Verdugo". «Sólo a partir de 1814 se llevó a cabo la construcción de un puente de sillería capaz de soportar los embates de las turbulentas aguas de arroyada, aunque no tuvo tanta efectividad en amortiguar el impacto de las crecidas sobre la urbe. El puente fue concluido en diciembre de 1815 siendo en su totalidad costeado por obispo de la diócesis -un total de 7.650.000 maravedís- Manuel Verdugo Albiturría (DÉNIZ, 1854). El trazo y robustez le permitieron soportar el paso de los años y de las avenidas hasta su destrucción por la piqueta del progreso a comienzos de los años 70 del siglo XX en las reformas emprendidas en la ciudad con el nuevo plan de carreteras» (QUINTANA ANDRÉS, P.C.: "Las catástrofes naturales y el desarrollo urbano: El aluvión de 1713 y su repercusión en Las Palmas", Revista Vegueta, nº 6, 2001-2002).
Obispo Verdugo (Fedac)

Uno de los grandes debates es el controvertido perfil político del Obispo Verdugo, pues vivió el inicio del siglo XIX, cuando acontece la ocupación francesa, la hegemonía política de Tenerife sobre Gran Canaria, las corrientes proto-liberales que se ocuparán de finiquitar el Antiguo Régimen. Su persona se asocia a la defensa de la gran clase privilegiada que defendía la propiedad privada proveniente del Antiguo Régimen, posiblemente obligado por su linaje, y en sentido opuesto su reconocido impulso como partidario de la abolición de la Inquisición y modificar el pensamiento eclesiástico, añadiendo a ello la posición de su sobrino, que en su condición de gobernador de Gran Canaria, se alineará contra el poder de Tenerife.

«... El análisis de los personajes que intervinieron en los hechos de 1808-1809 quedaría incompleto si no hiciéramos mención a la participación de Manuel Verdugo, obispo de la diócesis de Canaria desde 1796, cuya actitud en el conflicto también tendió a la conciliación con las partes enfrentadas. Esta convicción nace, antes que nada, del notable predominio que el linaje de los Verdugo había alcanzado en el seno de la sociedad grancanaria desde el siglo XVII, sobre todo como beneficiario de las principales prebendas de la Catedral de Canaria.

Pero, en segundo circunstancia familiar determinante, y es que su sobrino, José Verdugo de Albiturría y Da-Pelo, era el Gobernador de Gran Canaria en 1808. Su destitución, arresto y traslado a Santa Cruz por Juan Creagh, cumpliendo las órdenes del Comandante General Carlos O’Donnell, debió colocar al prelado en una posición complicada sin lugar a dudas. Esta circunstancia personal nos lo presentará de manera puntual como aliado de aquéllos que en Gran Canaria se proclaman defensores del viejo sistema de gobierno antiguorregimental. Sin embargo, su trayectoria a largo plazo, antes de acceder a la mitra de Canarias, pero también durante su mandato, nos induce a creer que su manera de pensar se situaba en las proximidades de la nueva ideología liberal ...». RODRÍGUEZ BENÍTEZ, P.J.: "Las convulsiones políticas de 1808 en Canarias y el grupo «protoliberal» de Gran canaria: una interpretación de las estrategias de grupo y el lenguaje político en la crisis del antiguo régimen", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 52, 2006).

La posesión del patronato obligará a la conservación del apellido hasta su división:

«A nuestro juicio, este homónimo y deudo del Prelado debió ser don Manuel Verdugo y Machado. Según el señor Cabrera Cullen, en el despacho de "La Paterna" figuraba otro retrato al óleo representando a don Santiago Verdugo y Albiturría. Corno no existió ningún hermano del señor Obispo que llevara dicho nombre, creemos que se trata del sobrino del Prelado, don Santiago Verdugo-Albiturría y Da Pelo, abuelo del General don Santiago Verdugo y Pestana y padre de don Manuel Verdugo y Machado.

Pilares del viaducto y el caserío (Mingole)

Como puede advertirse, la familia Verdugo, en su rama principal, usó siempre añadido al titular el apellido de Albiturría, costumbre que persistió hasta el primer tercio del siglo XIX; es decir, mientras el disfrute más o menos posible de vínculos precisaba este detalle» (ÁLAMO, N.: "El obispo Verdugo y sus retratos", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 8, 1962).

La historia siempre nos lega algún curioso paralelismo. Ya en este siglo XXI, el topónimo Albiturría que se debe a los antepasados del Obispo Verdugo que sufragó la construcción del Puente de Piedra sobre el Guiniguada, vuelve a tener estrecha relación con un moderno puente o viaducto que salva las dificultades del mismo barranco aguas arriba, y ensombrece el pequeño caserío.



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

jueves, 24 de enero de 2013

ALBARIANES, LOS (MOGÁN)

Actualización: 2013/04/06
Topónimo con el que se conoce un espacio rural situado junto a la carretera de Pie de la Cuesta a Ayacata (GC-605), muy cerca del Canal del Mulato de la presa homónima, antes de alcanzar la Cruz de San Antonio.


Panorámica (triadu)

Podríamos llegar a considerar que se trata de una antro-topónimo, dado que «A mitad del siglo XVI, en las escrituras de repartimientos, a mediados del siglo XVI, ALBARIANES (Álvaro Yánez) aparece varias veces nombrado como vecino de Moya» (EGEA MOLINA, E.: "Apellidos de antiguos pobladores de la villa de Moya. Siglos XVI-XVIII (y v)", geneacanaria-blogspot-com, 6-abr-2013), pero la pérdida de esta costumbre de contraer los apellidos se perdió con el paso de los siglos y estos lugares permanecieron durante siglos como tierras de realengo.

Es confuso llegar a definir el origen del topónimo, término no incluido en el DRAE; tampoco aparece en el Diccionario Básico de Canarismos (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), ni en el Diccionario Histórico del Español de Canarias (CORRALES ZUMBADO, C. Y CORBELLA DÍAZ, D., Madrid, 2001). La raíz "alba" que precede al término nos aproxima al color "blanco", que al no concurrir que el suelo del lugar sea un sustrato calizo, puede corresponder a un fito-topónimo.



En la actualidad la vegetación dominante es el Pino canario (Pinus canariensis) y pudiera suceder que en tiempos históricos se interpretara que eran Pinos silvestres (Pinus sylvestris), también conocidos vulgarmente como "pinos albar" por esas hojas cortas de color verde azulado que por el efecto de la luz solar producen un apariencia blanquecina.


Vista  (Google earth)
Tampoco podemos sustraernos de los otros topónimos existentes en sus proximidades y reparar en los cercanos Fuente y Lomo del Durazno.  La confusión del durazno con el albaricoque o melocotón suele ser habitual, y el llamado "albarillo" según el DRAE es un «Albaricoquero, variedad del  común, cuyo fruto es de piel y carne casi blancas», variedad que procede de Andalucía según el Diccionario de la Lengua Castellana de 1783.


Detalle toponímico (IDE Gran Canaria)

En este lugar encontramos el yacimiento arqueológico conocido como Casa de Los Albarianes, que en su informe de 1945 el desaparecido comisario de Patrimonio Sebastián Jiménez Sánchez mencionaba la existencia de dos casas aborígenes de factura ciclópea.


Casa de Albarianes (Patrinet)

En la ficha arqueológica que realiza Patrinet más de medio siglo después, el yacimiento está muy alterado pudiendo localizarse una de la estructuras de planta interior cruciforme en dimensiones aproximadas de 7 metros de fondo por 8 de ancho y altura de un metro, junto a un muro de piedra seca de hasta dos metros de ancho.

La edificación está realizada con grandes piedras de barranco, en su mayor parte de cara vista, se utilizó poco ripio, aunque entre los muros interiores y exteriores existe un relleno de piedras más pequeñas, sin que pudieran definirse sus espacios interiores y exteriores por la abundante vegetación que la cubre. Al norte de la estructura se localiza un muro de piedra de tendencia circular, en parte arruinado, al igual que la estructura habitacional que presenta parte de los muros caídos.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)