martes, 21 de agosto de 2012

ROQUE, SAN (LAS PALMAS DE GC)

Actualización: 13-mar-2016
Topónimo de unos de los barrios que formaban los antiguos Riscos de la Ciudad que tomaba su nombre de la advocación de la ermita del lugar. La riqueza natural del barranco Guiniguada, que influyó de forma decisiva en la fundación de la Ciudad, propició que antes de la Conquista fuera también un lugar elegido por los aborígenes para su asentamiento.

En el entorno de San Roque, en el lugar conocido como Albiturria hay algunas cuevas naturales en un solapón que posiblemente constituyeron un hábitat troglodita antiguo, pero de las que su reutilización posterior hizo desaparecer todos los vestigios.

Panorámica (rosagrancan-blogspot)
Era también un lugar estratégico tanto para conquistados como para conquistadores, pues facilitaba la comunicación entre la franja costera y el interior de la isla a través de la cuenca del barranco Guiniguada. Abreu y Galindo dice que fue en el Real de Las Palmas junto a San Roque, donde se construyó por Pedro de Vera el primer ingenio de azúcar que hubo en la isla después de haber traído de la Isla de Madeira la caña de azúcar, así como cultivadores y refinadores portugueses para fomentar su cultivo y transformación en la isla.

Este hagio-topónimo se debe a la advocación de la ermita a san Roque «nacido en Montpellier  en 1350, marchó a Italia, donde asistió a los apestados, a quienes curaba haciendo la señal de la cruz (...) En Canarias la veneración a san Roque es muy temprana, pues se remonta a los comienzos de la sociedad colonial surgida tras la conquista del Archipiélago (...) en 1506 se introdujo en las Islas la peste, lo que explica el recurso a un santo antipestífero; basta con recordar la fundación de la ermita de San Roque en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que ya contaba con cofradía propia en 1527 » (ALEMÁN RUIZ, E.: "San Roque", La Huella y la Senda, Sta. Cruz de Tenerife, 2003).

Yacimiento de Albiturria (Patrinet)
Se cree que a comienzos del siglo XVI ya estaba construida la ermita bajo la advocación de san Roque, que sería reconstruida a finales del siglo XVIII. En torno a la misma comienza a surgir el asentamiento de la población desplazada del barrio de Vegueta.

También desde los primeros tiempos, el aprovechamiento de la energía hidráulica favorece la aparición de los primeros molinos como lo manifiesta el 14 de febrero de 1558 «... el liçenciado Diego Fermosilla del Corro besa las manos de vuestras señorias y digo que en el Prral que tengo en esta çibdad junto a San Roque tengo e poseo para hazer un molino, dello se sguira utilidad a la çibdad ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Después de 1599, tras el incendio y destrucción de las fortificaciones por los holandeses de Van der Does, se inició esta importante transformación en la trama urbana de la Ciudad. Su reconstrucción se caracterizó por el desplazamiento de la población humilde y artesana a zonas marginales, los llamados "riscos", para que los potentados y grupos de estratos altos ampliasen sus casonas y palacios.

Estanque (Fedac)
Además la inundación del barranco Guiniguada en 1615 arrasó con las heredades de su alrededor y con las construcciones aledañas a su cauce.

El agua del barranco fue útil para el consumo humano y animal, y para generar la fuerza suficiente para mover los molinos, y su utilización es históricamente inseparable de este lugar. A su paso por el barranco el agua movió primero los ingenios azucareros, después los molinos bataneros y también los molinos harineros. Y tras generar la fuerza hidráulica para ello, esas mismas aguas eran usadas para el riego de las fértiles tierras y bancales del lugar, con cultivos de hortalizas, frutales, etc., y para las huertas de Triana Vegueta.

En torno a las acequias reconstruidas se potencian los molinos harineros que darán trabajo a esta población y que crean topónimos desaparecidos que guardan relación con esta actividad. Ermita, molinos y la casa del Peso de la Harina serán referencias que aparecerán en distintos documentos para saber del lugar.

Casa de los Tres Picos (elcoleccionistadeinstantes-blogspot)
Es el caso de la escritura de 28 de agosto de 1692 del Licenciado, Arcediano de Canarias, Dignidad en la Catedral y Juez Subdelegado de la Santa Cruzada Domingo Albiturria Orbea, que mencionaba distintas propiedades como un «Molino en el Barranco de la Ciudad y Tierras junto a dicho molino y cinco días de agua del Barranco de la Ciudad, y Huerta junto a la ermita de San Roque con su agua».

También el del testamento de 17 de agosto de 1702 de la viuda de Diego Ponce de León, Magdalena Ángel Alarcon, nombra «La huerta denominada “Matagatos”, junto al camino que conduce a la ermita de San Roque» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

Detalle de 1905 (Da Luz Perestrello - Fedac)
Con el paso de los años, se va poblando el lugar llano y surgen las primeras calles alusivas al oficio del pesado de la harina. Así el Licenciado, Canónigo de la Catedral y Juez Subdelegado del Tribunal de la Santa Cruzada Francisco Golfos de la Puerta y su hermana la viuda del Capitán Francisco Espinosa Montero, Petronila Golfos de la Puerta, en escritura de 29 de enero de 1704 hablan de sus «Casas altas de su habitación en la calle de Peso de la Harina de San Roque».

El lugar era muy apreciado, y además de los anteriores muchos eran los miembros de la clase privilegiada que dice tener propiedades en el lugar. El Capitán, Regidor Perpetuo Decano de la isla y Castellano de los de la Marina Francisco Bravo de Laguna,  en escritura de 25 de febrero de 1775, da más señas de dicha calle cuando dice ser propietario de «Casas de su habitación fabricadas en sitios heredados de sus padres en la calle que sube de la Plaza de la Catedral Peso de la Harina a la ermita de San Roque».

Ermita (rosagrancan-blogspot)
La calle del Peso de la Harina hacia la ermita de San Roque marcaba el inicio del importante camino hacia el centro de la isla: primero, el barranco Seco; después, las proximidades de la Cueva de los Frailes y El Monte; a continuación, la Vega de Debajo de Santa Brígida; posteriormente, la Vega de En medio del Madroñal y, a través de la Vega Vieja Gamonal, se alcanzaba el Camino de Los Silos, que llevaba a la Vega de Arriba de San Mateo, continuaba por Las Lagunetas y Utiaca, para terminar en la Sierra de Tejeda.

Pero no todo eran molinos. Algunos combinan sus huertas de parrales con casas, como el Clérigo presbítero, prebendado de la Catedral y Hacedor de las Rentas Decimales de Tenerife Lucas  Bethencourt Cabrera y su hermano  el Doctor en Sagrados Cánones y Abogado de los Reales Consejos Rafael Bethencourt Cabrera, quienes en escritura de 20 de agosto de 1763 dicen poseer «La huerta de San Roque con tres horas de reloj de agua del Heredamiento de Vegueta y dos casas» y una «Huerta de árboles y parral en el Barranco de la ciudad denominada la Chorrera».

Interior ermita (rosagrancan-blogspot)
Y otros hay que se atreven a producir vinos, como el Capitán de La Laguna Juan Jaquez de Mesa Espínola que en escritura de 19 de julio de 1703, dice tener «Toda la viña, tierra calma, sitios, huerta, casas y lagar en las faldas de los riscos de San Roque».

Con tanto clero y privilegio, mucho oratorio haría falta en el lugar para dar gracias por tantas riquezas. Y alrededor de estas grandes propiedades, los jornaleros y pobres artesanos que trabajaban en ellas o tenían que bajarse a la Ciudad para obtener el sustento de la familia.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


1 comentario:

  1. Podemos comprobar la importancia qué es un momento tras el nacimiento de la primera ciudad tuvieron estos riscos alumbrados por las vocaciones al Santo de la peste San Roque muchas gracias

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