Actualización: 13-mar-2016
Topónimo de unos de
los barrios que formaban los antiguos Riscos de la Ciudad que
tomaba su nombre de la advocación de la ermita del lugar. La riqueza natural
del barranco Guiniguada, que influyó de forma decisiva en la
fundación de la Ciudad, propició que antes de la Conquista fuera
también un lugar elegido por los aborígenes para su asentamiento.
En
el entorno de San Roque, en el lugar conocido como Albiturria hay
algunas cuevas naturales en un solapón que posiblemente constituyeron un
hábitat troglodita antiguo, pero de las que su reutilización posterior hizo
desaparecer todos los vestigios.
Panorámica (rosagrancan-blogspot) |
Era también un
lugar estratégico tanto para conquistados como para conquistadores, pues facilitaba
la comunicación entre la franja costera y el interior de la isla a través de la
cuenca del barranco Guiniguada. Abreu y Galindo dice que fue
en el Real de Las Palmas junto a San Roque, donde
se construyó por Pedro de Vera el primer ingenio de azúcar que hubo en la isla
después de haber traído de la Isla de Madeira la caña de azúcar, así como
cultivadores y refinadores portugueses para fomentar su cultivo y
transformación en la isla.
Este
hagio-topónimo se debe a la advocación de la ermita a san Roque «nacido
en Montpellier en 1350, marchó a Italia, donde asistió a los apestados, a
quienes curaba haciendo la señal de la cruz (...) En Canarias la veneración a
san Roque es muy temprana, pues se remonta a los comienzos de la sociedad
colonial surgida tras la conquista del Archipiélago (...) en 1506 se introdujo
en las Islas la peste, lo que explica el recurso a un santo antipestífero;
basta con recordar la fundación de la ermita de San Roque en la ciudad de Las
Palmas de Gran Canaria, que ya contaba con cofradía propia en 1527 » (ALEMÁN
RUIZ, E.: "San Roque", La Huella y la Senda, Sta. Cruz de
Tenerife, 2003).
Yacimiento de Albiturria (Patrinet) |
Se
cree que a comienzos del siglo XVI ya estaba construida la ermita bajo la
advocación de san Roque, que sería reconstruida a finales del siglo XVIII. En
torno a la misma comienza a surgir el asentamiento de la población desplazada
del barrio de Vegueta.
También
desde los primeros tiempos, el aprovechamiento de la energía hidráulica
favorece la aparición de los primeros molinos como lo manifiesta el 14 de
febrero de 1558 «... el liçenciado Diego Fermosilla del Corro besa las
manos de vuestras señorias y digo que en el Prral que tengo en esta çibdad
junto a San Roque tengo e poseo para hazer un molino, dello se sguira utilidad
a la çibdad ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos
de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
Después
de 1599, tras el incendio y destrucción de las fortificaciones por los
holandeses de Van der Does, se inició esta importante
transformación en la trama urbana de la Ciudad. Su reconstrucción
se caracterizó por el desplazamiento de la población humilde y artesana a zonas
marginales, los llamados "riscos", para que los
potentados y grupos de estratos altos ampliasen sus casonas y palacios.
Estanque (Fedac) |
Además
la inundación del barranco Guiniguada en 1615 arrasó con las
heredades de su alrededor y con las construcciones aledañas a su cauce.
El
agua del barranco fue útil para el consumo humano y animal, y para generar la
fuerza suficiente para mover los molinos, y su utilización es históricamente
inseparable de este lugar. A su paso por el barranco el agua movió primero los
ingenios azucareros, después los molinos bataneros y también los molinos
harineros. Y tras generar la fuerza hidráulica para ello, esas mismas aguas
eran usadas para el riego de las fértiles tierras y bancales del lugar, con
cultivos de hortalizas, frutales, etc., y para las huertas de Triana y Vegueta.
En
torno a las acequias reconstruidas se potencian los molinos harineros que darán
trabajo a esta población y que crean topónimos desaparecidos que guardan
relación con esta actividad. Ermita, molinos y la casa del Peso de la
Harina serán referencias que aparecerán en distintos documentos para
saber del lugar.
Casa de los Tres Picos (elcoleccionistadeinstantes-blogspot) |
Es
el caso de la escritura de 28 de agosto de 1692 del Licenciado, Arcediano de
Canarias, Dignidad en la Catedral y Juez Subdelegado de la Santa Cruzada Domingo
Albiturria Orbea, que mencionaba distintas propiedades como un «Molino
en el Barranco de la Ciudad y Tierras junto a dicho molino y cinco días de agua
del Barranco de la Ciudad, y Huerta junto a la ermita de San Roque con su agua».
También
el del testamento de 17 de agosto de 1702 de la viuda de Diego Ponce de León,
Magdalena Ángel Alarcon, nombra «La huerta denominada “Matagatos”,
junto al camino que conduce a la ermita de San Roque» (SUÁREZ GRIMÓN,
V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria,
en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).
Detalle de 1905 (Da Luz Perestrello - Fedac) |
Con
el paso de los años, se va poblando el lugar llano y surgen las primeras calles
alusivas al oficio del pesado de la harina. Así el Licenciado, Canónigo de la
Catedral y Juez Subdelegado del Tribunal de la Santa Cruzada Francisco Golfos
de la Puerta y su hermana la viuda del Capitán Francisco Espinosa Montero, Petronila
Golfos de la Puerta, en escritura de 29 de enero de 1704 hablan de sus «Casas
altas de su habitación en la calle de Peso de la Harina de San Roque».
El
lugar era muy apreciado, y además de los anteriores muchos eran los miembros de
la clase privilegiada que dice tener propiedades en el lugar. El Capitán,
Regidor Perpetuo Decano de la isla y Castellano de los de la Marina Francisco
Bravo de Laguna, en escritura de 25 de febrero de 1775, da más señas de
dicha calle cuando dice ser propietario de «Casas de su habitación
fabricadas en sitios heredados de sus padres en la calle que sube de la Plaza de
la Catedral Peso de la Harina a la ermita de San Roque».
Ermita (rosagrancan-blogspot) |
La calle
del Peso de la Harina hacia la ermita de San Roque marcaba
el inicio del importante camino hacia el centro de la isla: primero, el barranco
Seco; después, las proximidades de la Cueva de los Frailes y El
Monte; a continuación, la Vega de Debajo de Santa Brígida;
posteriormente, la Vega de En medio del Madroñal y, a través
de la Vega Vieja y Gamonal, se alcanzaba el Camino
de Los Silos, que llevaba a la Vega de Arriba de San Mateo,
continuaba por Las Lagunetas y Utiaca, para
terminar en la Sierra de Tejeda.
Pero
no todo eran molinos. Algunos combinan sus huertas de parrales con casas, como
el Clérigo presbítero, prebendado de la Catedral y Hacedor de las Rentas
Decimales de Tenerife Lucas Bethencourt Cabrera y su hermano el
Doctor en Sagrados Cánones y Abogado de los Reales Consejos Rafael Bethencourt
Cabrera, quienes en escritura de 20 de agosto de 1763 dicen poseer «La
huerta de San Roque con tres horas de reloj de agua del Heredamiento de Vegueta
y dos casas» y una «Huerta de árboles y parral en el Barranco
de la ciudad denominada la Chorrera».
Interior ermita (rosagrancan-blogspot) |
Y
otros hay que se atreven a producir vinos, como el Capitán de La Laguna Juan
Jaquez de Mesa Espínola que en escritura de 19 de julio de 1703, dice
tener «Toda la viña, tierra calma, sitios, huerta, casas y lagar en las
faldas de los riscos de San Roque».
Con
tanto clero y privilegio, mucho oratorio haría falta en el lugar para dar
gracias por tantas riquezas. Y alrededor de estas grandes propiedades, los
jornaleros y pobres artesanos que trabajaban en ellas o tenían que bajarse a la
Ciudad para obtener el sustento de la familia.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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Podemos comprobar la importancia qué es un momento tras el nacimiento de la primera ciudad tuvieron estos riscos alumbrados por las vocaciones al Santo de la peste San Roque muchas gracias
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