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viernes, 28 de octubre de 2016

CAÑADÓN/ES, EL/LOS (AGÜIMES Y OTROS)

Así como el topónimo genérico ‘cañada’ es habitual en todas las islas, en singular  y plural ‘cañadón’ y ‘cañadones’ lo encontramos exclusivamente en Gran Canaria, y todos ellos en la considerada por los estudiosos ‘isla vieja’ de los tiempos geológicos, de manera aproximada la mitad suroeste, mucho más afectada por la erosión.
 
Los Cañadones en Agüimes (Rafael Peñate Navarro)
En la entrada a este blog de los topónimos genéricos, ya anotábamos que ‘cañada’ señala la presencia de un barranco pequeño, estrecho si se refiere al relieve, que es la acepción más usada en Canarias; pero también puede significar “lugar de paso de ganado” en el pastoreo, marcando la diferencia del académico significado del DRAE «Espacio de tierra entre dos alturas poco distantes entre sí».

En cuanto a la voz ‘cañadón’, que pudiera entenderse aumentativo de la anterior, el DRAE nos ofrece tres acepciones descriptivas usadas en distintos lugares. La primera recogida, al uso en Andalucía y Cuba, es «Cañada honda». La segunda al uso en Argentina, Bolivia y Paraguay «Cauce antiguo y profundo entre dos lomas o sierras». Y la última en Uruguay, puede ser una variante de la anterior con agua «Hondonada en forma de amplio cauce, con riberas altas, por la que circula una pequeña corriente de agua».

No parece que ninguna de las tres se aproximan a los ‘cañadones’ que en la isla encontramos, y quizás lo sea por el encogimiento de los cauces por el tamaño de la isla. Aquí en la isla, porque lo fueran con toda probabilidad originados por grandes barranqueras de aguas en fuertes descensos en laderas dejando a ambos lados a su paso ‘puntones’ o rocas compactadas que resistieron a la erosión.

Cañadón de Tasarte (Google Earth)
Sí hay que entenderlos como viejos cauces de escorrentías o vertientes, venidos a menos por el descenso progresivo en siglos de la pluviometría, y si bien en tiempos de lluvias pueden llevar hilos de agua, a partir de su relativa desecación se convirtieron en lugares de paso de ganado por su accesibilidad, dado que  no llegaron a constituir ‘caideros’ formados en las caídas de agua en vertical, con la única excepción del Cañadón de Tasarte que puede llegar confundir en el inicio de su caída vertical de los 1.300 msnm., si bien el topónimo lo recibe cuando lo forma en la cota de los 1.000 msnm. Todos ellos en los tiempos actuales son rutas habituales de los senderistas por su espectacularidad y belleza.

Panorámica del Cañadón de la Chapa (Google Earth)
Encontramos en la isla los siguientes topónimos ordenados por municipios, entre ellos algunos derivados del primario. AGÜIMES: Los Cañadones; ALDEA DE SAN NICOLÁS: Blanquizal del Cañadón, Cañadón de Tasarte, El Cañadón, Los Cañadones y Filos de los Cañadones; SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA: Alto del Cañadón, Cañadón de la Baranda, Cañadón de la Meseta, Cañadón de la Manzanilla, Cañadón del Jierro, Cañadón Sombrío, El Cañadón y Los Cañadones; TEJEDA: Cañadón de la Chapa, El Cañadón, Los Cañadones y Montaña de los Cañadones.

Vertientes del Cañadón de la Chapa (Yeray Santana)
Su localización es posible en los mapas que insertamos por las referencias próximas conocidas, y así los encontramos con una fisiografía con las formas más caprichosas que la naturaleza pueda crear. Desde la Montaña que lleva tal nombre en Tejeda cuyas laderas están formadas por cañadones, muy cerca de la Presa de las Niñas, que constituye todo un enigma entender como pudo erosionarse de tal forma cuando no cabe comprender como pudo acumular agua en su cumbre que originara tal erosión, pero con total seguridad alguna explicación geológica tendrá.

También Los Cañadones aldeanos, entre Vallehermoso y Guguy, donde se pueden contemplar los mecanismos erosivos de los siglos, conformando la alineación de filos, cañadones y rodaderas en dirección naciente-poniente, donde sólo este lugar recibió el topónimo si bien otras muchas escorrentías de Vallehermoso y Guguy podrían haber sido candidatos a ser reconocidos como tales porque horadaron igualmente el relieve.

Los Cañadones y el Filo en Aldea de San Nicolás (cibermaruja)
Otros muchos no ofrecen mayores complejidades de entendimiento, pues los encontramos en el cauce medio alto de un barranco, como lo pueden ser los tirajaneros de la Baranda, la Manzanilla y la Meseta, cerca de Montaña Negra, Los Bailaderos en el Pinar de Tirajana, y del Risco Blanco, respectivamente. 

Entre el grupo anterior no hemos de olvidar el Cañadón de Tasarte que demostró su origen el 21 de diciembre de 2009 cuando las aguas torrenciales caídas en el Blanquizal del Cañadón, entre la Montaña de Los Hornos y la Montaña de Ojeda, en la cota de los 1.400 msnm, motivó un gran aluvión que erosionó y modificó el propio cauce del barranco acentuando un desdibujado cauce y provocando graves incidentes en el barrio de El Palillo. La erosión y destrozos se debieron a la cantidad y fuerza del agua caída, corriendo por una pendiente media del 42% en los 2.300 metros recorridos entre el pueblo y los altos del cantil.
 
Instantánea de 2009 del cauce erosionado del Cañadón de Tasarte (aguasgrancanaria-com)
Más notorios y espectaculares son otros. Ya hemos tratado en otra entrada a este blog dos de los cañadones tirajaneros, muy conocidos por ser el supuesto paso de la prehistoria a la historia de la isla, obligado paso en la trashumancia, y posiblemente los más altos e impresionantes: Cañadón del Jierro y Cañadón Sombrío.

Como ejemplo típico de la espectacularidad paisajística que nos ofrecen los cañadones, tratamos con mayor profusión fotográfica el primero de los citados por orden alfabético, el de Agüimes. Situados al norte de Temisas, muy cerca del barrio en el que encontramos yacimientos arqueológicos de relieve, hemos de destacar la presencia en el lugar de las ruinas de un singular horno para la construcción de tejas del siglo XIX, construido con piedra y barro, revocado en su interior con arcilla roja, que mucha probabilidad de que fuera el proveedor de muchas de las cubiertas a dos aguas de las viviendas del lugar de muy bella factura.
 
Andén Blanco en Los Cañadones (caminosdecanarias.blogpost-com)
Muy cerca de Los Cañadones encontramos el Andén Blanco que debió ser mejorado de forma artesanal en tiempos pasados, así llamado por discurrir sobre el sustrato blanco de los riscos, y el cual habilitó en el pasado la subida al horno de tejas situado en lo alto de Los Cañadones.

A la espectacularidad de los propios cañadones, hay que destacar la gran panorámica que desde lo alto se domina del barrio de Temisas, pudiendo admirarse en su entrada a este blog la belleza de los techos de tejas de las viviendas más antiguas del pago.
 
Los Cañadones de Agüimes (Rafael Peñate Navarro)
La elaboración artesanal de tejas tiene presencia en la isla desde el siglo XVI, tiempos cuando el molde más elemental era la parte delantera del muslo humano, en mayor medida femenino debido al gran número de mujeres que practicaban este oficio, adquiriendo así la forma troncocónica estrecha en la parte superior y estrecha en la inferior para su sujeción en los techos, siempre utilizando arcillas encontradas aquí y con un proceso de cocción en hornos que poco variaron con respeto al horno que aquí encontramos del siglo XIX como ya se ha dicho, salvo su tamaño en relación con las cantidades producidas.

El tamaño de los hornos antiguos vendría limitado precisamente porque la elaboración de las tejas era un oficio complementario al principal de su actividad, normalmente el cultivo de sus tierras, hecho que limitaba el número de tejas elaboradas.
 
Horno de Los Cañadones y Temisas al fondo (Aider Gran Canaria)
La proliferación de los hornos en el XIX viene dada por el aumento de la demanda tanto para edificios públicos como para la arquitectura doméstico, y ello propició aumentar la producción a partir de su preparado en moldes.

«… la cadena operativa se caracterizaba por someter la tierra a un proceso de limpieza y retiro de impurezas (piedras, raíces) a través del cernido o cribado. Posteriormente, se mezclaba con agua y se dejaba esponjar. A la masa obtenida se le añadía arena de barranco o tomada en zonas con calidades propicias para el cocido. La mezcla era amasada utilizando herramientas y aperos de labranza (raspaderas, azadas).
 
Horno de tejas de Los Cañadones (Aider Gran Canaria)
En diversas ocasiones —tal como se hacía hasta pocas décadas atrás— se empleaba una vaca para pisar el barro pues la demanda era tan alta que los alfareros no podían elaborar tanta cantidad de barro sin el empleo de estos medios. Una vez obtenida la masa o pasta, dependiendo de las piezas a elaborar, se seguía un patrón determinado. Por ejemplo, en el caso de las tejas y tejones, se cortaba un trozo de barro y se vertía en estructuras de madera construidas de forma trapezoidal —en el siglo XIX éstas pasaron a ser de hierro—, denominadas gradillas (con diversas medidas según se quisiera realizar tejas, tejones, tejas de pequeño tamaño, etc.).

Detalles del revocado interior del horno (Aider Gran Canaria)
Tras establecer la cantidad de barro formativa de cada pieza se le pasaba el raidero, es decir, un útil de madera cuyo fin es ajustar la vitola o medida de cada pieza a un estándar, eliminando el barro sobrante. Finalmente, la masa a emplear se introducía en moldes de madera individuales, llamados galapos o galápagos, donde ésta tomaba su forma definitiva.

Una vez lograda la teja se extraía del molde y se ponía a secar al sol sobre el llamado mantillo o tendedero. Tras el secado —prolongado por varias horas— las tejas se trasladaban hasta el interior del horno, donde el tejero las colocaba con cuidado y con determinada distribución para facilitar su cocción.

Detalle de Los Cañadones de Agüimes (caminosdecanarias.blogspot-com)
Los ladrillos eran elaborados con una pasta similar, vertiéndose el barro dentro de unos moldes —habitualmente dobles—, la cantidad de pasta se ajustaba a la cavidad, se prensaban con las manos y se le pasaba un rayador para su enrasado. Una vez concluidas dichas acciones, se extraía el bloque del molde con un leve golpe y se secaban al sol sobre el mantillo en espera de entrar en el horno de cocción.

Vista de Los Cañadones desde Temisas (Google Earth)
La elaboración de los citados materiales era estacional, predominando las cocciones en los meses de verano cuando los hornos —descubiertos— podían tener un mayor rendimiento. Las tejas solían tener como medida estándar —la denominada en la actualidad teja vieja, antigua o canaria— unos 42 centímetros de largo, por 15-18 de ancho y 7 centímetros de alto (desde la base al arco). El ancho del labio solía ser de 1,5 centímetros y su peso medio, una vez guisada, se situaba en 1,5 kilogramos» (QUINTANA ANDRÉS, JIMÉNEZ MEDINA et ZAMORA MALDONADO, 2014, p. 7).

Localización de Los Cañadones en Agüimes (IDE Gran Canaria)

Localización del Cañadón de Tasarte y del Blanquizal en Aldea de San Nicolás (IDE Gran Canaria)
Localización Los Cañadones y del Filo en Aldea de San Nicolás (IDE Gran Canaria)
Localización Cañadón de la Baranda en S. Bartolomé de Tirajana (IDE (Gran Canaria)
Localización Cañadón de la Manzanilla en S. Bartolomé de Tirajana (IDE (Gran Canaria)
Localización Cañadón de la Meseta en S. Bartolomé de Tirajana (IDE (Gran Canaria)
Localización Cañadón de la Chapa en Tejeda (IDE (Gran Canaria)
Localización Los Cañadones y Montaña de los Cañadones en Tejeda (IDE (Gran Canaria)

miércoles, 30 de marzo de 2016

PAJONALES, SITIO Y BARRANCO DE (AGÜIMES)

Siguiendo la tesis que sostenemos para iguales topónimos de Pajonales en Artenara, Mogán-Tejeda y Sta. Lucía de Tirajana, creemos que el lugar recibió su nombre por la antigua presencia del endemismo canario conocido como "pajonera canaria" (Descurainia millefolia), actualmente residual junto al morro de Pajonales, por su localización preferente en una ecología esencialmente rupícola, en paredes rocosas y laderas inclinadas, si bien se localiza también en terrenos llanos. Se trata de un pequeño arbusto que alcanza hasta un metro de altura, leñoso y ramificado, con hojas en forma de rosetas de color verde-grisáceo, con flores terminales amarillas. Prácticamente desaparecida en Gran Canaria, probablemente por la acción del pastoreo y los cambios ambientales por la pérdida de masa forestal de cinco siglos, tiene mayor presencia en las islas de La Palma, La Gomera y Tenerife.

Panorámica (Infosureste-es)
No debe confundirse con la pajonera de la cumbre, hierba pajonera (Descurainia bourgeauana), de mayor porte, de hojas lineal-lanceoladas y flores de color amarillo intenso, numerosas y dispuestas en densos racimos, presente exclusivamente en el Teide por requerir una ecología de mayor altitud, siendo abundante y dominante en el matorral de alta montaña, junto a otras especies como la retama del Teide (Spartocytisus supranubius) y el rosalito de cumbre (Pterocephalus lasiospermus) (Catálogo Museo de Tenerife).
 
Panorámica (Infosureste-es)
El topónimo se localiza lindando al norte y naciente con la cuenca del barranco de Guayadeque, en el tramo comprendido entre Cueva Bermeja y hasta donde el barranco confluye con su tributario el barranco de Pajonales o barranco del Cabuco, así llamado aguas abajo. Al poniente con Los Corrales y la Montaña de Don Luis, y al sur con Seto del Capitán y Loma Bermeja.

Vista (Infosureste-es)
Como tal fito-topónimo es mencionado en los repartimientos de tierras del siglo XVI, cuando Juan Alemán y Sebastián Aday solicitan el 24 de julio de 1554 una data al Cabildo General, en cuya descripción de linderos identifican otros topónimos próximos que se mantienen vivos y otros ya desaparecidos.

«... Juan Aliman e Bastian de Aday besamos las manos de vuestra señoria e le suplicamos nos hagan merçed de çient fanegadas de tierras montuosas que nunca an sydo aprobechadas ni desmontadas que son en la comarca de Aguimes en los Pajonales que dizen que an por linderos el camino que va de Aguimes por Nuestra Señora de las Nieves de la dicha villa que va por Tirahana por la banda de abajo a dar al barranco que dizen de queva blanca y del barranco arriba a dar a la montaña Bermeja e por otro cabo por el lado el barranquillo del Sobradillo do esta el corral de las vacas e por la parte de arriba el llano çercado que dizen el Llano de Cristobal, las quales e pedimos por las aprovechar e desmontar...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
 
Panorámica (Infosureste-es)
En los Pajonales de Agüimes por las condiciones del terreno se sembró durante siglos diversos cereales, principalmente el millo que era llevado a los molinos de viento y agua, abasteciendo a la población durante las épocas de crisis de desabastecimiento, sin olvidar el cultivo del trigo que propició tras la obtención de su harina para la cocción del conocido “pan de Agüimes”.

Corral (Fedac)
Aquí también pastoreaba el ganado de ovejas y cabras, considerándose como lugar preferente por la localización de hierba verde en las tierras próximas al barranco de Guayadeque, que resultaban favorecidas por la humedad ambiental. El pastoreo de trashumancia sustituyó al pastoreo estante que practicó uno de los beneficiados con la data concejil, el llamado Juan Alemán “el Viejo” asentado en Agüimes procedente de Fuerteventura donde tuvo propiedades y cabras por dote, quien en su testamento del 22 de febrero de 1590, ante el escribano Francisco Diaz Peloz, exponía «Yten declaro que a mas de sinquenta años soy casado y velado con Juana Melyan my lygitima muger y con ella resibi dote e casamyento cien cabras que podyan valer por aquel tienpo a dobla cada una que me dio su tio el canonygo Servantes y mas le mandó de ajuar y cosas de casa como sinquenta doblas ...» (HERNÁNDEZ BAUTISTA, F. y GARCÍA TORRES, J.R.: “Ascendencia andaluza y francesa en el señorío de Agüimes. Segunda parte”, Revista Digital Cuarto de Apero).


Pozos gemelos (Fedac)
Del segundo beneficiado con la data Bastián de Aday, poco se conoce y suponemos que era vecino de Telde, probable descendiente de Pedro de Aday o de su hermana Maria de Aday, casado el primero con Leonor de Morales también natural de Fuerteventura y la hermana con Juan Bello, ambos matrimonios estantes en Telde. No es de extrañar que los vínculos familiares de los dos peticionarios con la isla de Fuerteventura y el supuesto conocimiento de las bondades lecheras de la cabra majorera, propiciara el acuerdo para la petición común de ambos al Cabildo General.
 
Alpendre y era (Fedac)
En el lugar encontramos distintos testimonios de interés etnológico, que nos hablan de los aprovechamientos  pasados, tanto hidráulicos con la presencia de pozos gemelos y estanques, eras terminadas con piedras encajadas donde se aventaba el grano, corrales de piedras y alpendres construidos con techos a un agua, de cañas, barro, palos cumbreros, y tejas, así como abrevaderos para los animales.

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 18 de marzo de 2016

MORALES, MESA DE Y BARRANCO DE LA MESA DE (AGÜIMES)

Topónimos que tienen su origen en la petición que el 5 de octubre de 1540 al Cabildo General hace «… Alonso de Morales vezino de Telde besa las manos de vuestras señorías e les suplica que me hagan merçed de un pedaço de tierra de çequero que esta en el camino de Aguimes que tiene por linderos el propio camino de la banda de abaxo e de la banda de arriba corral que fue de vacas e de la otra parte el barranquillo que naçe de la montaña mas alta de hayga e de la otra parte el lomo de la montaña alta derecho a dar al camino de Aguimes por la otra parte de contra Aguimes  que sean poco mas o menos quarenta hanegadas y en esto de mas de hazer limosna reçibire merçed…» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Viejos caminos en la Mesa (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
Los localizamos entre los Pajonales de Agüimes al naciente y el Risco de los Pinos y la Degollada del Canalizo al poniente, encontrando al norte El Campanario e Higueras Canarias, que forman parte de la rampa meridional del barranco de Guayadeque,  y al sur la Orilla del Seto próxima a los caseríos de Temisas. La llamada Mesa de Morales es una elevación del terreno entre los 1.142 y 1.127 metros de altitud, limitada al sur por el cauce del Barranco de su nombre, en un territorio de medianías, con otras pequeñas elevaciones del terreno como los dos El Altillo (1.112 y 1.021 mts) y El Granillar (1.102 mts), entre las que serpentean muchas cañadas y barrancos utilizados para el paso del ganado.

Era (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
La descripción que nos hace el solicitante Alonso de Morales de las tierras de secano que pide, habla de viejos caminos que atravesaban los Pajonales y Los Corrales, refiriendo esta toponimia como “corral que fue de vacas”, y dando señas del “barranquillo que naçe de la montaña mas alta” refiriendo a la Mesa de Morales. En la actualidad es un paraje dominado por tabaibales, con algunos elementos etnográficos de interés como una era en el llano de la Mesa, viejos caminos y algunas casas-cueva en la ladera de la misma, con senderos que son derivaciones del antiguo camino real de la Cruz de Saucillo a las Tirajanas, que conducen por la Cañada del Pino hasta Temisas, salvando así el territorio amojonado sujeto a la fiscalidad del Señorío de Agüimes del Obispado de Canarias, o conectaban directamente con el camino real que llevaba a la villa episcopal.
 
Los escarpes laterales de la Mesa (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
«Parece ser que el origen de este apellido procede de los tiempos de la Reconquista en los cuales diversos caballeros prestaron sus servicios a reyes y nobles españoles que lucharon contra los musulmanes. La primitiva casa solar la tuvieron en el lugar de Cudreya, en Santander; de aquí pasaron a Soria y fundaron el lugar de Morales, de donde eran Señores pertenecientes a una de las doce casas nobles y troncales de aquella ciudad.

Casa-cueva (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)

Casa-cueva
(lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
En el año 1326 sucedieron una serie de hechos en Soria, durante el transcurso de los cuales fue asesinado don Garci Lasso de la Vega, merino mayor del Rey Alfonso XI y de su Consejo; siendo éste el motivo principal por el que una buena parte de la nobleza local, para evitar el castigo real, huyera del Reino y otros, contando con el favor del Obispo Don Juan de Morales, pasaran a la frontera de Jaén a la guerra contra los moros, entre quienes se encontraban descendientes del linaje Morales.

Este Don Juan era natural de Soria, fue canónigo regular en la Iglesia Colegial de San Pedro; después prior de Osma y el Cabildo de la Santa Iglesia de Jaén en el año 1335 le nombró Obispo de esta ciudad, ocupando este cargo hasta el año 1357.

(…) Procedente de Jaén, se estableció en Córdoba la familia Morales, más conocida como Díaz de Morales, quienes obtuvieron  honores y desempeñaron importantes cargos en la ciudad.

Centrándonos en  Don Alonso Sánchez de Morales,  fue caballero de la noble Casa de los Morales de Córdoba, Conquistador de las Islas Canarias  y Gobernador de la de Fuerteventura. Su llegada al archipiélago tuvo lugar en 1455, con motivo de formar parte de la expedición de los que acompañaron a Doña Inés de las Casas “Peraza”, y Don Diego García de Herrera y Ayala, su marido, a las islas para tomar efectiva posesión del señorío que ostentaban sobre las mismas» (GARCÍA CABRERA, L.: “Morales, un eslabón majorero”, geneacanaria-blogspot.com-es, 10-mar-2013).

Casa-cueva (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
El conocimiento de parte de la amplia descendencia de Alonso Sánchez de Morales, identificado con “el Viejo” para no confundirlo con su hijo homónimo identificado como “el Mozo”, nos la aporta la reconocida fuente bibliografía sobre los conquistadores de las islas.

«SANCHEZ DE MORALES El VIEJO, ALONSO. Miembro del grupo de gente traída por Diego de Herrera e Inés Peraza para la conquista y repoblación de las Islas. Lo hace natural de Córdoba. Cfr. Abreu, op. cit., libro XI, cap. 23.

La vegetación dominante (caminosdecanarias-blogspot-com)
La tradición sólo aporta la noticia de que tuvo una amplísima descendencia a partir de 36 hijos. Es cierto que los apellidos Sánchez y Morales y el desarrollo y propagación de la familia, en todas las Islas, fue importante. Por ello coexistió con homónimos, que serían hijos y nietos, que la pérdida de la documentación primera impide discernir. Éstos serán naturales y vecinos de Fuerteventura. Es, pues, una familia de los denominados de las Islas. No se sabe si su familia procede de un solo matrimonio, ni si es toda legítima.
 
Los serpenteantes barrancos y cañadas (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
Han sido localizados los siguientes hijos: l. Leonor de Morales, c. con Pedro de Aday el Viejo. II. Alonso Sánchez de Morales el Mozo c. con Ana Dumpierres. III. Isabel Sánchez Morales, c. con Rubín Dumpiérrez. IV. ¿Leonor Sánchez Morales?, c. con Diego de Liria. V. Marina de Morales, c. con Martín de Bonilla. VI. Luis Sánchez Morales, c. con Catalina Chemida. VII. Ana Sánchez Morales, c. con Diego Hernández de Vera. Vlll «X», c. con Juan Pícar. IX. Juana Morales, c. con Juan Pérez de las islas y Tristán Báez. X. ¿«x»?, c. con Juan Negrín Xl. Guillén Infante (CEBRIÁN LATASA, J.A.; Diccionario biográfico de Conquistadores de Canarias, Sta. Cruz de Tenerife, 2003).
 
Barranco de la Mesa (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
Parece probable que la cita que hace Bartolomé Cayrasco en su obra “Templo Militante” de un “Morales” como conquistador de Gran Canaria pueda referirse al antes mencionado Alonso Sánchez de Morales El Viejo. Para llegar al Alonso de Morales que resultó favorecido con la titularidad de estas tierras, hemos de ignorar al hijo Alonso Sánchez Morales El Mozo, pues según la propia fuente citada es «Morador en San Cristóbal [de La Laguna], en la calle del Espíritu Santo. Con casa en el puerto de Santa Cruz. (…) Casó con Ana Dumpierres, hermana de Rubín. No tuvieron hijos». Por su vecindad y año del repartimiento, nos parece pueda tratarse de un desconocido hijo de Leonor de Morales casada con Pedro de Aday el Viejo.

Caminos junto a barranco de la Mesa (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
 «ADAY, PEDRO DE. Morador en Lanzarote, se le conoce al menos una hermana, María de Aday, c. con Juan Bello, que fueron vecinos de Telde. En 1475-1476 rompe con los detentadores del Señorío y hace causa con el grupo de vecinos que elevan solicitud a los Reyes para que tomen la isla de Lanzarote en calidad de realenga. Esto dará origen a la información conocida como Pesquisa de Pérez de Cabilas, llevada a cabo en los años 1476-1477. En 1476 es procesado como deudor al fisco regio del quinto de la presa de una nave portuguesa.

Barranco de la Mesa (caminosdecanarias-blogspot-com)
Conquistador de Gran Canaria, Fray Juan de Abreu Calinda, tomándolo de la tradición pseudocronística local, lo sitúa acompañando a Rejón a Lanzarote, hacia 1479, para pedir ayuda a Diego de Herrera y de paso avenirse con los Herrera Peraza en relación con los sucesos contenidos en la citada pesquisa.

Se avecindó en Telde, donde recibió datas y quedó establecida su familia. Casó con Leonor de Morales, natural de Fuerteventura, hija de Alonso Sánchez de Morales el Viejo. Murió antes de febrero de 15021 La pérdida de los documentos de Lanzarote, Fuerteventura y Telde no nos permiten facilitar más detalles reales. Al menos sus hijos o nietos Luis y Juan Aday, especialistas en la ida a Berbería, y María de Aday, que será barragana del beneficiado de Taoro, Rodrigo de la Vega, pasaron a vivir en Tenerife en calidad de repobladores, recibiendo datas (IBIDEN).

Localización (IDE Gran Canaria)
En la misma jurisdicción del municipio de Agüimes se localiza otro topónimo igual de Mesa de Morales, este situado en la margen septentrional del Barranco de Balos, entre el Lomo de Lucas al naciente, y, Los Colorados y el Tablón del Almácigo al poniente, frente al lugar de Los Letreros. Es como una diminuta "península", entre los cauces del Barranco de las Pilas y del Barranco de los Charquitos allí donde ambos tributan sus aguas al Barranco de Balos.


Goro de Los Colorados (Fedac)
No hemos localizado información histórica sobre el origen del topónimo, ni podemos relacionarlo con el mencionado más arriba Alonso de Morales por no tenerlo documentado. Si habría que comentar que nos encontramos en un lugar con muchos vestigios prehispánicos, destacando el Lomo de los Letreros del que ya nos hemos ocupado en este Blog. Por su proximidad al poniente, si hemos de señalar la existencia de un goro que ha sido reutilizado en época histórica no pudiendo afirmarse que es de factura aborigen.


Localización de la otra Mesa (IDE Gran Canaria)


jueves, 6 de junio de 2013

PORTUGUESAS Y PORTUGUESES, LAS Y LOS (S. BARTOLOMÉ DE T., AGÜIMES y ARTENARA)

Actualización: 2013/07/20
Topónimos, todos expresados en plural y situados en espacios rústicos de las zonas altas y centrales de la isla. Lo localizamos en femenino en Artenara, dentro del territorio de Acusa al norte de Ventanieves, entre la Cruz de Acusa al naciente y la Cruz de María al poniente, el interfluvio entre las cuencas del barranco del Silo y el barranco Oscuro

En género masculino lo encontramos en Agüimes, asociado a un Morro, al poniente de Las Haciendas y al naciente del Tablón de Temisas; y dando nombre a un lugar y asociado a un Puntón en San Bartolomé de Tirajana, al sur del barranco de Soria.
Grabado tradicional portugués (grabadosantiguos-com)

No sorprende encontrar estos antro-topónimos que nos recuerdan la presencia de naturales de Portugal en estos territorios del interior que se mantuvieron como tierras de realengo, o de señoríos en el caso de Agüimes, hasta muy avanzado el siglo XVIII en que se produjeron ocupaciones ilegales para la roturación de las tierras.


Es sabido que durante la conquista de la isla participaron muchos portugueses, que en pago de sus "salarios de guerra" recibieron datas de tierras en los primeros repartimientos, y otros, vinieron con la intención de ganarse la vida. En su gran mayoría procedían de la zona meridional de Portugal, concretamente del Algarbe y del Alentejo.

Es esta primera arribada de portugueses la que facilitará la incorporación de muchos apellidos portugueses a la genealogía canaria, que al igual que muchas voces de su vocabulario mutarán para componer un léxico canario de portuguesismos, y compondrán una amplia nómina de apellidos consolidados como canarios de raíz portuguesa.
 
Cultivo de cañaverales

La pérdida de los Libros de Datas por el expolio del almirante holandés Van der Does, y el propio mestizaje de los apellidos, ha dificultado a los investigadores poder llegar a definir el volumen de las datas con que los portugueses resultaron beneficiados en la isla.


«En cuanto a los portugueses que fueron beneficiados en los repartos de tierras efectuados en La Palma y Gran Canaria es muy poca la información que tenemos. Para la primera de las islas sabemos -tras los estudios de la profesora A. Viña- que los conquistadores y hermanos Alvaro y Martín Pérez recibieron en 1501 ocho cahíces cada uno en la lomada de La Galga, o  Alonso González de Abreu que también recibió tierras en un lugar y fecha indeterminados. Lo mismo podemos decir para Gran Canaria. Sabemos que en las partidas bautismales de la parroquia del Sagrario de Las Palmas aparecen un total de 17 portugueses, de los cuales once están casados, seguramente con mujeres de origen lusitano.

Es evidente que en ambos casos tanto el número de repobladores como el de las tierras que recibieron tuvieron que ser mucho más importante que lo que nuestra documentación nos permite comprobar. Si además tenemos en cuenta que en Gran Canaria -como indican los profesores Lobo y Rivero- este grupo se instaló desde muy pronto vinculado a la introducción de la caña de azúcar, no será desproporcionado imaginar que al menos fueron tan beneficiados en los repartimientos como sus paisanos en la isla de Tenerife» (BELLO LEÓN, J.M.: "Los extranjeros en los repartimientos canarios", El Museo Canario, nº 53, 1998). 

Restos de un horno de pez en Inagua (Fedac)

Fue también muy decisiva la participación de los portugueses en los oficios y aprovechamientos que se sucedieron a partir de la conquista. Tanto en el cultivo de la caña de azúcar, como en las técnicas de elaboración de los ingenios azucareros, así como en el cultivo de los viñedos que sustituyeron a los cañaverales.

Fueron igualmente quienes introdujeron las técnicas para la construcción de los hornos para la obtención de la pez o brea destinada al calafateado de las embarcaciones de entonces, hasta el extremo de importar madera de otras islas para abastecer estos hornos dada la gran industria naval que en la isla se desarrollaba auxiliando el tráfico marítimo hacia América.
La  gran influencia portuguesa en las islas de Madeira de donde se trajeron las cañas y los viñedos a Canarias 

La nómina de apellidos portugueses, castellanizados o no, que en Canarias quedó es muy grande, y los de mayor presencia son: «Abrante, Abreu, Acevedo, Acosta, Acuña, Afonso, Aguiar, Amaral, Arbelo (también Albelo y Arvelo), Araña, Arrocha y Arocha, Avero, Bacallado, Báez, Barreto, Bello, Borges, Brito, Camacho, Carballo, Castañeda, Castro, Cejas, Chávez (Chaves), Coello, Concepción, Correa, Corujo, Curbelo, Dávila, Delgado, Déniz, Dévora (Évora), Dorta, Estévez, Fagundo, Fajardo, Falcón, Falero, Fariña, Farías, Farrais, Felipe, Feo, Ferrera, Figueroa, Fleitas, Fontes, Fraga, Fragoso, Fumero, Galván, Govea, Goya (de Goia), Guedes, Henrriquez, Jorge, Leal, Lemes, Lemus, Lima, Luis, Machado, Marante, Marrero, Mascareño, Matos, Mederos, Melo, Méndez, Mendoza, Meneses, Mesa, Mora, Morera, Núñez, Oliva, Olivera, Pacheco, Padrón, Pais, Perdigón, Perera, Perestelo, Pestano y Pestana, Pinto, Portugués, Ramallo, Ramos, Rancel, Ravelo, Rivero, Silva, Silvera, Sosa, Tabares, Tavío, Tejera, Viera y Yanes. A todos esos habría que añadir los Alvares, Cabreira, Dias, Domingues, Fernandes, Gomes, Gonçalves, Hernandes, Lopes, Martins, Peres o Pires, Rodrigues, Soares,...» (GARCÍA-TALAVERA CASAÑAS, F.: "Apellidos canario-portugueses", El Día, 2-mar-2010). 

Restos de un ingenio en Cuba
Los portuguesismos en el léxico canario harían una relación interminable de voces y expresiones verbales generalmente aceptadas: aguaviva, ajeitarse, alongar, arripiar, balde, baña, bocado, corcova, coruja, cumplido, de repente, engodar, entullir, fechillo, ferruge, fonil, garuja, gaveta, geito, hortelana, largo, machucar, magua, maresía, margullar, más nada, más nunca, mestura, millo, mojo, ruin, temoso, tupir, zafado, y un largo etcétera , además del sufijo "ero" para llamar a los árboles frutales, casos como naranjero, limonero, manzanero, nisperero, duraznero, castañero, etc. 


Todo este patrimonio ha permitido a los investigadores afirmar que «la contribución de sangre portuguesa a la conquista y colonización de las Canarias ha sido revalorizada a la luz de las modernas investigaciones, en el campo de la historia y de la lingüística regionales, dando por resultado una acumulación de pruebas en el sentido de que tal aportación fue muy nutrida y no debe en ningún caso ser subestimada» (S.F. BONNET citado por CORBELLÁ, D.: "Estudio de los portuguesismos en el español Canarias. Cuestiones pendientes", Revista de Filología Románica UCM, nº 11-12, 1994-95).


Ortofoto de Las Portuguesas en Artenara (Google earth)
Para acabar de esbozar la amplitud del mestizaje con la cultura portuguesa habido en la isla, valga la manifestación de algunos autores sobre el popular canto de los Aires de Lima que «Su melodía aparece en algunos de los cantos portugueses de la región de los ríos Minho y Limia y de ahí que se ubique su procedencia en este país» (FEDAC: Cultura Tradicional. Cantos y Bailes); se ha descartado toda influencia del Fado portugués sobre la Folía Canaria que tiene sus raíces en la Folía Histórica en su acepción barroca (LOTHAR SIEMENS).

Localización en Artenara (Espacios Naturales de Gran Canaria)
En gran medida la rápida naturalización de los portugueses desde los primeros años en que arribaron a la isla, así como la castellanización de sus antropónimos, fue consecuencia obligada de las circunstancias del momento.

Aún cuando eran apreciados por sus buenos oficios, el acceso a la propiedad de los bienes estaba limitado para los extranjeros a las Coronas de Castilla y Aragón, que sólo con dispensa real podrían acumular bienes por un valor máximo de 200.000 maravedíes, obligándose a ser estantes en la isla. Aún así, se dieron falsas acusaciones ante el Tribunal de la Inquisición para desposeerlos de sus bienes.
Grabado conmemortivo de la restauración  portuguesa

Es obvio que las secuelas de los pleitos entre las Coronas de Castilla y Portugal, unas por la fuerte competencia en el reparto del Atlántico, y otras por la alianza de la Corona lusitana con la "Beltraneja" para impedir la sucesión al trono de Castilla en favor de Isabel, enraizaron determinados rechazos entre la clase privilegiada.

La unidad Ibérica alcanzada en 1580 sería motivo para la rápida naturalización, que terminaría en 1668 con la firma del Tratado de Lisboa por el cual España devuelve a Portugal sus antiguas posesiones y reconoce su independencia.


Además de la desaparición de los libros de Datas en 1599 por el ataque del holandés Van der Does, se ha estimado que aquellos portugueses que accedieron a la posesión de los bienes eludieron de alguna manera acreditar su origen.
Ortofoto del Morro en Agüimes (Google earth)
El ejemplo lo tenemos en la petición de data de un solar para hacer una casa en Telde que dirige el 15 de noviembre de 1538  Juan Baliero; tras haberse pregonado dos veces en la plaza, el vecino Diego de Reyna la contradice manifestando que «n(o) era vezino de esta ysla e que hera portugues estrangero e no casado ni avesyndado e que por no ser casado ni tener hijos e muger no se le devian dar tierras ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


Con todo ello, se conocen por referencias posteriores de linderos en datas que se solicitaban, donde eran mencionados por su condición de portugués. Es el caso de Françisco Hernandez en Telde, o Domingo Pérez y Diego Yanez en Teror. 
Localización en Agüimes (Espacios Naturales de Gran Canaria)

El origen de los topónimos objeto de esta entrada, presumiblemente se corresponde con las siguientes arribadas de portugueses, ya de la Portugal septentrional, que pudieron llegar a la isla hacia finales del siglo XVIII, cuando se realizaban masivas ocupaciones de territorios de realengo en lo que se dio en llamar "hambre de tierras".
Ortofoto del Puntón en San Bartolomé de T. (Google earth)

Aún así, en Artenara se tienen noticias tempranas de la presencia de los hermanos portugueses Juan y Antonio Báez que se asentaron en Acusa, relativamente cerca de donde encontramos el topónimo.

Sin embargo, nos confirma nuestra apreciación que encontremos al sur del Las Portuguesas, el también antro-topónimo de Las Majoreras, que hace referencia a los colectivos de emigrantes que procedentes de Fuerteventura hicieron también ocupaciones masivas que darían lugar al conocido como Motín de 1777 en la comarca suroeste de la isla, como respuesta a la dura aplicación por los Corregidores de la Real Pragmática de 12 de diciembre de 1748, que intentaba preservar las tierras de realengo para el pastoreo (MACÍAS HERNÁNDEZ, A.M.: "El motín de 1777. Su significación socioeconómica en la comarca del suroeste de gran canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 23, 1977).

La conservación de estos topónimos nos permite que recordemos oportunamente la gran aportación que los lusitanos dejaron en estas islas que integraron sus apellidos y sus voces en el más puro de los mestizajes.


Localización en San Bartolomé de Tirajana (Espacios Naturales de Gran Canaria)