jueves, 9 de agosto de 2012

PINEDA, HOYA DE (GÁLDAR)

Topónimo con el que se conoce un caserío situado en la ladera meridional de la montaña de Guía y en las rampas del barranco de Anzofé, así como la hoya que se localiza más al sur del caserío entre el Lomo Tirior y el Coronado por donde discurre la frontera jurisdiccional entre los municipios de Gáldar y Guía.

El acceso al lugar se puede realizar desde la carretera de Las Cruces a Caideros (GC-220).  
Fotografía Nacho González
El topónimo tiene su origen en la antigua posesión del Vínculo de Pineda. María de Bethencourt, hija de Maciot de Bethencourt y Luisa Fernández Guanarteme, que antes de ser bautizada era la descendiente de los guanartemes infanta Thenesoya, fundó en 1543 el Vínculo de La Hoya de Pineda, mayorazgo que tomó este nombre por su matrimonio con Jerónimo de Pineda.
Hacienda (infonortedigital)
Un poseedor posterior, el canónigo José Betancourt, construyó en este cortijo en 1759,una pequeña ermita bajo la advocación de San Antonio de Padua. Tras la desamortización en el siglo XIX, la ya desvinculada hacienda fue vendida sucesivamente a varios propietarios.

Hoy constituye un área agrícola y pecuaria tradicional de gran valor paisajístico y etnográfico, con una superficie de cuarenta y ocho hectáreas en cuyo centro se encuentra una gran casa señorial y dependencias anexas.

La techumbre es de dos y tres aguas, con teja del país y levantada con muros de cantería de Gáldar, con una planta en «U», en dos pisos con balconada de madera y balaústres que dan a un patio central. A pesar de que es Monumento Histórico Artístico desde 1985 y Bien de Interés Cultural desde 1988, se encuentra hoy en el más completo y lamentable estado de abandono.
Caserío (Fedac)
El centro locero del caserío aparece por primera vez en el padrón municipal de Guía de 1834 y luego en otros censos posteriores, tanto en Gáldar como en Guía, siempre localizado en esta zona.

Existen muchas similitudes entre las tipologías de las loceras del lugar y las de La Atalaya de Santa Brígida, y es que esta actividad fue traída hacia 1825 por emigrantes de aquel lugar en un momento de crisis y hambrunas que padecía la isla.
Alfarero Nicolás Godoy (Fedac)
Aquella primera familia de loceros de La Atalaya se estableció en la banda de Guía, en las Cuevas del Bujo, y construyó allí el primer horno. Después con el crecimiento demográfico de la zona, se fueron excavando cuevas-vivienda en la banda de Gáldar, donde se desarrollaba la actividad alfarera hasta tiempos recientes.

Allí se conserva un horno de piedra y barro en el que aún se cuecen las piezas elaboradas por la última alfarera Rafaela Santiago Suárez.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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