jueves, 9 de agosto de 2012

PINEDA, CRUZ DE (ARUCAS)

Actualización: 2014/01/30 
Topónimo con el que se conoce un barrio situado entre El Cardonal al norte, y, Los Parrales y El Hinojal al sur, situado junto a la carretera de Arucas a Bañaderos (GC-330), asentamiento que nació junto al Camino Real de la Ciudad a Gáldar, que viniendo de Trasmontaña llega a Bañaderos.

El topónimo tiene su origen en los hechos históricos acaecidos en marzo de 1556, que giraron en torno al asesinato del Alcalde Mayor y Coronel de las villas de Gáldar y Guía Hernando de Pineda por Bernardino de Carvajal.
Panorámica (Eliú Pérez)


Sobre él nos cuenta Agustín Millares Torres en la Colección de documentos para la Historia de Canarias que legara al Museo Canario que «Pocos, sin embargo, son los conocedores del origen de tal denominación que obedece a que en dicho lugar "dicen que mataron al dicho Pineda fué junto a la montaña de Arucas que es de la parte del dicho barranco de Moya, dos leguas poco más o menos". Origen de tal suceso, que por la calidad de las personas que en él intervinieron debió tener, en los días de su ocurrencia, una enorme resonancia, fueron las divergencias existentes entre Bernardino de Carvajal y Hernando de Pineda, ambos avecindados y propietarios en Galdar, donde era Alcalde el segundo, las que llegaron a revestir verdaderos caracteres de odiosidad recíproca, que tuvieron triste desenlace en el encuentro junto a la montaña de Arúcas, estando de camino para Galdar el dicho Hernando de Pineda».

Nos introduce el historiador en un escenario de enfrentamientos de la sociedad del siglo XVI donde privilegios, poderes y riquezas serán las razones que motivarán los grandes odios entre dos influyentes personajes, uno Bernardino de Carvajal descendiente directo de Fernando de Guanarteme «Rey y Señor que fué desta Ysla de Canária, Conquistador de ella y de las Yslas de Tenerife y la Palma o a lo menos una de las principales personas por quien las dichas Islas se ganaron y redujeron a la Corona Real»; y otro Hernando de Pineda, sobrino recién arribado a la isla para convertirse en el administrador de los bienes de su tío Gerónimo de Pineda, casado a su vez con otra descendiente del Guanarteme.

Acequia (Eliú Pérez)

Además de los enfrentamientos por la posición, se infiere el conflicto de quienes ya estantes en la isla rechazan la ambición de poder del recién llegado, y que además conformará con sus tierras la divisoria de los territorios jurisdiccionales de las villas de Gáldar y Guía en las márgenes del barranco de Guía, una larga historia en la que es necesario profundizar para conocer de las circunstancias.

Los viejos estantes en el norte de la Isla son los descendientes de un hidalgo extremeño llamado Miguel de Trejo Carvajal que se había casado con Margarita de Guanarteme, hija de Fernando de Guanarteme. Del matrimonio nació Bernardino de Carvajal, quien se casó con Melchora de San Juan y tuvieron por hijos a Miguel de Trejo, Alonso de Carvajal, Francisco de Carvajal, Elvira de Malueños y Maigarida Fernandez de Carvajal.

Gerónimo de Pineda que había instituido por testamento la fundación del Vínculo de Bienes de la Hoya de Pineda en Gáldar, al fallecer en 1543 se convierte en poseedor de los bienes su viuda  María de Bethencourt, hija de Maciot de Bethencourt y Luisa Fernández de Guanarteme, que antes de ser bautizada era la infanta Thenesoya Vidina, sobrina del Guanarteme. Se trata de la princesa que Maciot de Bethencourt de Lanzarote raptara en el Bañadero "encandilado por su rutilante belleza rubia", a quien tuvo que devolver a Gran Canaria por las amenazas del Guanarteme.

Cantonera (Fedac)

La arribada a la isla de Hernando de Pineda para ayudar a la viuda de su tío, convirtiéndose en el administrador de sus bienes, sería el inicio de un fulgurante ascenso social que le permitiría casarse con Mariana Díaz de la Mota, hija de Gonzalo de Aguilar, adquirir varios cargos que concluirían con su nombramiento como alcalde de la villa de Gáldar por el gobernador Rodrigo Manrique, posición que le habilitaría para iniciar un continuo hostigamiento a los descendientes del Guanarteme, afectando incluso a la fijación de tributos de los que estaban exentos por su condición.

Su arribada a la isla comportaría también la inquietud de la gran familia del Guanarteme, pues Thenesoya fue el símbolo de la simbiosis de las dos razas y de su síntesis definitiva, y junto con sus primas las hijas del Guanarteme fueron troncos de una dilatada descendencia, emparentadas con las principales familias de los conquistadores, en todas las islas; era así como otro nieto de Thenesoya, llamado como su abuelo Maciot de Bethencourt con propiedades en Gáldar y amigo de Bernardino de Carvajal, aspiraba a ser el heredero de su tía María, viuda de Gerónimo de Pineda. Era la perfecta endogamia de la época que Hernando de Pineda venía a incomodar.

Algunas crónicas cuentan que el primogénito de Bernardino de Carvajal, Miguel de Trexo, fue muerto por un criado de Hernando de Pineda llamado Luis Pérez, quien fue escondido y embarcado protegido por el Gobernador, y que el padre había jurado venganza de acabar con Hernando de Pineda, a quien dio muerte en este lugar el 16 de febrero de 1556, y alterada la versión que corrió por la que fue condenado a prisión y «sin guardar orden ni tela de juicio, hizo cierto auto o sentencia por el cual declaró al dicho Bernardino de Carvajal por traidor y a todos los que de su linaje descendiesen hasta la cuarta generación, y juntamente con esto mandó que las casas de su morada fuesen asoladas y puestas por tierra, y puestas en ella, un marmol como casas de traidores que hubieran cometido crimen lesa Majestatis cometido contra las personas de Estado de Nuestro Rey y Señor».

Iglesia del barrio (Eliú Pérez)

Meses después los hijos del prisionero Bernardino de Carvajal inician un pleito contra el Gobernador Rodrigo Manrique alegando que «porque el dicho Hernando de Pineda, mostrandose su capital enemigo, dió favor y ayuda a ciertos parientes de su muger mediante lo cual alevosamente mataron a Miguel de Trexo, hijo de dicho Bernardino de Carvajal, y con el dicho favor los dichos matadores no fueron castigados, siguiendo el dicho Bernardino de Carvajal la muerte de su hijo en tela de juicio, y visto que no le alcanzaba, se partió desta Ciudad para la villa de Galdar, donde vivia, y sabido por el dicho Hernando de Pineda, les siguió siendo rogado de muchas personas que no lo hiciese, teniendo como tenia en poco al dicho Bernardino de Carvajal y Maciot de Betancor, su primo, que iban juntos a causa del gran favor que el dicho D. Rodrigo le daba como tal Gobernador juntamente con otras personas principales y poderosas de esta Ysla, y por ello cuando todo rigor de derecho se pudiese ejecutar en el dicho Bernardino de Carvajal pareciendo haber muerto a el dicho Hernando de Pineda, solamente sería la pena del presidio y no la que el dicho Don Rodrigo ha puesto de la nota e infamia al dicho linaje de los Carvajales, por haberlo fecho es digno de muy gran prision y castigo, demas que es obligado a redificar y levantar las dichas casas del dicho Bernardino de Carvajal, con mas todos los daños y pérdidas y menoscabo que por su causa y culpa han padecido y recibido los bienes y hacienda del dicho Bernardino de Carvajal, (...) como a casa de Caballero hijodalgo de solar conocido, fiel y leal vasallo de S. M., sin que en él hubiese caido nota de infamia de traidor ni otra mácula ninguna...».

Sorprende como los hijos de Bernardino de Carvajal reconocen con dignidad que su padre dio muerte a Hernando de Pineda, y que por ello debe cumplir presidio, pero rebaten  y denuncian al Gobernador porque no fue un acto "traidor", sino en defensa propia, y como tal exigen se repongan los bienes y privilegios a la familia Carvajal. De alguna forma asumen que con ello se restituí así la ofensa por la muerte de su hermano por orden de Hernando de Pineda. Acaba el historiador su reseña del documento así: «Según se desprende de lo que puede leerse en el manuscrito fueron absueltos Maciot de Betancor y Bernardino de Carvajal por sentencia que firma el Doctor Messia. (En 1558)».

La placa y cruz en el lugar se cree fue mandada a colocar por alguien de la familia de los Pineda, las cuales crearían el topónimo que da nombre al pago aruquense.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

No hay comentarios:

Publicar un comentario