Topónimo con el que se conoce el núcleo de población se encuentra junto a la carretera de El Puerto a Tamaraceite (GC-340).
El origen del topónimo, que lo toma de la finca próxima ya abandonada, no ofrece duda en cuanto a la existencia de perros en el lugar.
El origen del topónimo, que lo toma de la finca próxima ya abandonada, no ofrece duda en cuanto a la existencia de perros en el lugar.
Finca "Las Perreras" (Fedac) |
Resulta significativo y causal, pues no es moderno y aparece en documentos de siglos atrás donde ya se mencionaba el mismo. Este lugar se encuentra aproximadamente en el límite de la antigua Dehesa de Tamaraceite, que ha dejado topónimos en el lugar como La Mayordomía y Los Cuarteles, vinculados al aprovechamiento militar que tuvieron.
Se conoce de la existencia de la ermita de la primera donde pudo haber existido un oratorio-cementerio para uso de los primeros dueños de la finca. Probablemente, asociado a ese oratorio-cementerio o a los propios acuartelamientos, pudo existir también un "osario" que podría justificar la existencia de perros vagabundos en el lugar.
Antiguamente cuando no existían cementerios y las grandes plagas ocasionaban muchos muertos, el "osario" era un lugar destinado a reunir los huesos que se sacaban de las sepulturas, al objeto de volver a enterrar en ellas a los muertos más recientes.
Se conoce de la existencia de la ermita de la primera donde pudo haber existido un oratorio-cementerio para uso de los primeros dueños de la finca. Probablemente, asociado a ese oratorio-cementerio o a los propios acuartelamientos, pudo existir también un "osario" que podría justificar la existencia de perros vagabundos en el lugar.
Antiguamente cuando no existían cementerios y las grandes plagas ocasionaban muchos muertos, el "osario" era un lugar destinado a reunir los huesos que se sacaban de las sepulturas, al objeto de volver a enterrar en ellas a los muertos más recientes.
En cuanto a las referencias documentales de la antigüedad del topónimo, en división de los los bienes vinculados del Mayorazgo de Matos, que fundara en 1680 el Regidor, Capitán y prestamista Juan de Matos fue vendida por su octavo poseedor el Caballero Maestrante de la Real de Sevilla Pedro Matos Matos el 16 de julio de 1840 la siguiente finca «Suerte labradía y “arrifes”, de “secano”, en Las Perreras (Tamaraceite)». La venta se realizó a tres compradores: tres fanegas a Andrés José Navarro, dos a Juan Hernández y una a Manuel de Vega, los tres de San Lorenzo, por el precio de 750, 499 y 240 reales de vellón.
Igualmente en la desamortización de los bienes que fueron del Hospital de San Martín procedentes de una obra pía, aparecen las cuatro fanegas y cinco celemines de la «Hacienda denominada “Las Perreras” en Tamaraceite, bajo de riego, con dos pequeñas casas de labor, estanque, dos higueras, dos palmas y diecisiete tarayes», que salieron a remate el 4 de abril de 1859, siendo vendidas a Vicente Reyes, de Lanzarote el 17 de enero de 1860 por el precio de 55.000 reales de vellón.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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