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viernes, 25 de noviembre de 2016

NIÑA, LUGAR Y PRESA DEL CAIDERO DE LA (ARTENARA Y TEJEDA)

El topónimo primigenio del Caidero de la Niña nos remonta a las tristes historias que se mantienen en la tradición oral que pasaron de abuelos a padres y de padres a hijos, donde lo fundamental fue que una niña se despeñó y murió en el caidero situado en la banda sur del Barranco de los Juncos, en la jurisdicción de Tejeda, un no recordado día de un mes y un año que con muchas probabilidades pudiera corresponder al siglo XIX.
 
El Caidero de la Niña (Google Earth)
Eran tiempos en que estas trágicas noticias no aparecían en los medios de comunicación, no porque no fueran importantes o carentes del sentimiento humano, sencillamente porque en aquellos tiempos en que aconteció el accidente, no existían los medios escritos de comunicación social, o simplemente porque fue conocida sólo en el ámbito de la población de La Aldea, que es el asentamiento humano más próximo a ese caidero del Barranco de los Juncos, a unos escasos cuatro kilómetros y medio del Barrio histórico aldeano.

Es el cauce de este barranco el que conforma la demarcación jurisdiccional de los municipios de Artenara y Tejeda, ambos colindantes al poniente con el municipio de la Aldea de San Nicolás, el primero aproximadamente en la junta del tributario Barranco Salado, y el segundo algo más abajo, al pie del Morro del Salado.


Localización "Cruz de la Peña" (IDE Gran Canaria)
Muy vagas son las referencias que se tienen, y las que quedan de la tradición oral nos la cuenta el amigo y Cronista de la Aldea, Francisco Suárez Moreno: «Dicen que estaba por allí una niña de algún pastor y un carnero le dio un topazo y la tiró por aquel salto o caidero que a partir de ahí tomó el nombre. Frente a ese caidero hay una peña que se descubre cuando baja el nivel del agua de la presa donde hasta los años setenta creo veíamos la Cruz de la Niña en dicha peña. El topónimo de ‘Cruz de la Peña’ que es la cruz de la niña muerta y así le llamábamos La Peña de La Cruz y era una marca de la altura del agua de la presa, que se decía ya el agua llegó o tapó La Cruz».

No debe confundirse esta cruz con la conocida de Nicolás Álamo León, que se encuentra en los escarpes de la banda de Artenara. La cartografía del IDE la sitúa aguas arriba de la junta del Barranco de Tejeda con el Barranco de Siberio, junto a la vertiente sur del primero según puede apreciarse en el detalle a gran escala que se inserta.
 
Banda de Tejeda de la presa (Kateřina Zajíčková)
Algo más de un cuarto siglo después, los aldeanos recibían el 14 de febrero de 1927, con ilusión y esperanzados, al Ministro de Gracia y Justicia Galo Ponte Escartín, quien llegaba en el vapor ‘La Palma’, procedente del puerto de La Luz. La noticia de su llegada había movilizado a toda la Aldea, pues estaba en juego la propiedad de las tierras que venían trabajando como “colonos” desde los tiempos de la conquista. En ellas sus antepasados que un día llegaron allí para asentarse en el lugar, abuelos de abuelos de los que ahora labraban y cosechaban, quienes reivindicaban la propiedad de las tierras y buscaban el amparo de la justicia social.

Ese día de san Valentín, el ministro convocó a las comisiones de las dos partes, propietarios y colonos a bordo del vapor para iniciar la discusión y cuya crónica de lo acontecido encontramos en la nota oficial del ministerio publicado por el Diario de Las Palmas de cuatro días después.

«Mostráronse las dos partes, capitaneadas cada una por un sacerdote, muy intransigentes, insistiendo los propietarios en que los colonos cultivasen las tierras a medias y los colonos en adquirir el dominio pleno mediante determinada indemnización a los propietarios. El Ministro obtuvo, por fin, que las dos partes aceptasen la siguiente conclusión:

Localización del Caidero de la Niña (IDE Gran Canaria)
“Conceder un plazo para que los colonos, incluso los que han sido desahuciados, adquieran los terrenos que cultivan de los propietarios, para quienes será obligatoria la venta en el precio y demás condiciones que se establezcan. El Estado anticipará a los colonos lo que se convenga. Pasado ese plazo, los propietarios serán reconocidos dueños sin que los colonos que no lo hayan utilizado tengan derecho alguno”. 
Comenzó luego la discusión sobre cual sería el precio que debieran pagar los colonos y quien en caso de no haber acuerdo entre propietarios y colonos habría de fijarlo. Desde luego se advirtió en los propietarios una tendencia a obtener un precio que sumarían no millones de pesetas, sino de duros, lo cual fué rechazado en absoluto por el Ministro, conviniéndose entonces en que hoy se reunirían las dos comisiones con el Ministro en el “Hotel Metropole” para tratar de llegar a un acuerdo definitivo. 
En la reunión de hoy después de ratificar las dos representaciones su conformidad con la base acordada anteayer y de aceptar que la solución se consignase en un Decreto Ley de la Presidencia del Consejo de Ministros». 
La gran expectación por la llegada de Galo Ponte (Teodoro Maisch - Fedac)
Despejados los mayores obstáculos, la disposición a la venta de la tierra por parte de los propietarios, así como el arbitraje del precio y la financiación de la compra por el Estado, la ilusión de siglos comenzaba a tocarse por los aldeanos para acceder con dignidad a las tierras que venían cultivando como colonos. Dulce sabor amargo, pues a continuación vendría el esfuerzo continuado para hacer frente al pago de las tierras. Pero el cultivo de las tierras demandaba aguas para su riego, más aún cuando se intentaba su cultivo de forma intensiva para poder hacer frente al compromiso de pago y el sostenimiento de la familia.

Paradójicamente, el Barranco de los Juncos por temporadas traía demasiada agua que terminaba en el mar, que en muchas ocasiones cuando las lluvias eran torrenciales en la Caldera de Tejeda, al valle llegaba un aluvión que desbordaba el cauce natural inundando los terrenos de cultivos en ambas márgenes, perdiéndose las cosechas y dejando anegado todo el territorio. Ello condicionaba la vida de los aldeanos, pues para volver a plantar, antes deberían bajar las aguas, secarse las tierras, volverlas a roturar, reconstruir las acequias y aperos de labranza.

Construyendo la presa en may-1951
 (recogida por Jaime González Gonzálvez en su blog)
Y aunque se tuviera dinero para hacerlo, que no se tenía por los nuevos propietarios viejos colonos, que seguían pagando sus compromisos, la familia tenía que alimentarse y supervivir con salud para afrontar el mayor esfuerzo, pues todos tenían que apechugar. Esta situación de calamidad pública tras las lluvias torrenciales y la magua por que la preciada agua llegara al mar, cuando era muy necesaria para el duro, largo y seco estío del verano, que en la Aldea comienza y termina un mes antes y después de la estación. Lo habían intentado elevando el agua de las entrañas de la tierra, con molinos de vientos, incluso ayudados por los motores que les ofrecía Mr. Leacock, pero también el gasoil costaba mucho.

Por las tardes se reunían en la casa del pueblo, o en el bar de la esquina, y hablaban entre ellos de la posibilidad de juntarse los cultivadores para construir una ‘represa’, que frenara los aluviones y retuviera el agua para los fuertes veranos, y así constituyeron una Comunidad de Regantes con el objetivo se construcción. Las cosechas del tomate podían aumentar y asociándose en cooperativas incluso pensaban en mandar el tomate ‘pa fuera’. Pero para mayor desgracia, en julio de 1936 aconteció el golpe de Estado, aquel que unos llamaron el ‘alzamiento nacional’ que dio lugar a la Guerra Civil, que estableció distancias entre unos y otros por cuestiones ideológicas.

Terminada la guerra en 1939, cuando ninguna ‘autoridad’ venida a más, les requería con la obligación de ‘salvar a la Patria’, comenzaban de nuevo a recordar de aquellos intereses de la Comunidad de Regantes para obtener el agua para las tierras, y reaparecía de nuevo el eterno problema de los dineros. Alguno de ellos comentó que 1940 el gobierno había creado la Obra Sindical de Colonización, con la finalidad de ayudar al campo porque el País necesitaría tener lo que consume porque los demás países no querían ayudar a España porque era una ‘dictadura’ ─sistema económico conocido como autarquía─ y que habían construido un pozo en Ciudad Real para el regadío.

«… También en 1940, pero el 25 de noviembre, se dicta la Ley sobre Colonización de Interés Local por lo cual se auxiliaban y financiaban proyectos encaminados a la realización de mejoras tanto a nivel privado como municipal. Una de las provincias donde se realizaron más actuaciones será Ciudad Real, con la apertura de pozos para transformar tierras de secano en regadío o se construyó por medio de la Obra Sindical de colonización durante 1941, el primer grupo sindical en Daimiel con 400 productores que construyeron un pozo que permitió implantar una amplia zona de regadío» (ALMARCHA NUÑEZ-HERRADOR, M.E. (1997). Arquitectura y urbanismo rural durante el período de la autarquía en Castilla-La Mancha, Tesis Doctoral Universidad Complutense. Cuenca: Ed.  Universidad de Castilla-La Mancha, p. 197). 
Fotografía de 1965 (Günter Kunkel - Fedac)
Conocida esta posibilidad los cultivadores aldeanos, y realizados los estudios previos de considerar que el mejor lugar para la construcción de la presa era algo más abajo del Caidero de la Niña, que se recordaba con aquella cruz que sus padres pastores de Tejeda allí colocaron en memoria y recuerdo de su hija, dado que allí el Barranco de los Juncos conformaba un estrecho cañadón, entre altas vertientes, deciden movilizar al alcalde que era además, el Jefe Local de la Falange.

El alcalde logró que el ingeniero Verástegui enviado por la Obra Sindical visitara la Aldea en enero de 1942 para conocer del lugar, hacer un proyecto y presupuestarlo. Meses después y habiéndose informado el alcalde con el gobierno civil de las facilidades de financiación y de los pasos siguientes, obtuvo también el compromiso de asistencia de gestores sindicales, convocando a todos los interesados de la Comunidad de Regantes para el domingo 27 de septiembre de 1942.

«El acto, sencillo pero de enorme trascendencia, se inició con unas palabras del alcalde, que es a la vez Presidente de aquel Organismo, quien hizo, con palabras cálidas, la presentación de las jerarquías sindicales que a continuación se iban a dirigir a los aldeanos, exhortandoles a que tuvieran fé y disciplina, y sobre todo, una gran confianza en los hombres de la Falange que interesadamente se acercaban a ellos para prestarles toda clase de ayuda y colaboración en la gran empresa que ha de reportar extraordinarios beneficios a la cultura de la Aldea. 

 Vista desde la cabecera (caminosdecanarias.blogspot-com)
Después habló el Vice-secretario de Ordenación Social, quien se extendió sobre la necesidad de la construcción de la mencionada presa, para la que el Estado prestara su máximo apoyo económico, refiriéndose a la ineludible necesidad en que se encuentra la Hermandad de Labradores y Ganaderos de la Aldea de San Nicolás ─la primera constituida en la isla— de acoger en su seno al grupo de Colonización que se forme, trabajando con todo entusiasmo e interés por el feliz logro de las aspiraciones de los interesados en la construcción de la presa. 
Terminó explicando los anhelos de la Falange en lo que al campo se refiere, que están justificados en la esencia misma de sus postulados, haciendo mención al punto 18 de la norma programática del Partido que afecta a los problemas agrícolas» (FALANGE, 30-septiembre-1942). 
Algunos de los asistentes sabían que aquello eran las típicas peroratas de los ‘falangistas’, pero tocaba tragar sapos si con ello obtenían las ‘perritas’ para la construcción de la presa que tanto ansiaban. Y aun así, a los aldeanos les iba a costar poner diez de cada cien pesetas invertidas.  Luego el entendido en la materia que había venido de Las Palmas, empezó a dar más detalles y aquello empezaba a tener algo más de sustancia.

«A continuación el jefe de la Obra Sindical de Colonización dio, lectura a los fundamentos de carácter económico y social en que se basa la misma, haciendo ver a los reunidos la urgente necesidad de una estrecha colaboración entre los mismos, pues ésta es imprescindible para que el Estado nacional-sindicalista, de acuerdo con los proyectos y planos presentados, conceda la correspondiente ayuda económica para la construcción del embalse ‘Caidero de la Niña’, cuyo coste superior a dos millones y medio de pesetas, será financiado por la Obra Sindical de Colonización o bien será gestionado por la misma el oportuno crédito. La citada presa podrá almacenar dos millones veintinueve mil metros cúbicos de agua, con los cuales se conseguirá regar más de mil quinientas hectáreas de terreno, solucionando el problema de la sequía en dicho lugar y convirtiéndolo en una de las zonas más ricas de la isla».
Al final tendrían los aldeanos que aguantar la soflama política del Delegado Sindical Provincial, quien después de repetir con claro acento peninsular mucho de lo dicho, como mandan los mentideros políticos, acabó con una de esas estudiadas grandes frases evangélicas apetecibles para reportar la felicidad humana, como si quisiera pasasen a la posteridad:

"Vuestro sol y la fecundidad de vuestras tierras ─dijo— sí que debe ser envidiada por las gentes de las ciudades, empobrecidas por luchas mezquinas y en un nivel de producción mucho más bajo que el vuestro".

Vista (Juan Ramón R. Sosa)
No olvidó realizar el habitual proselitismo advirtiendo después que la labor de los Sindicatos en la Aldea no se reducía a la realización de la obra, sino que haría llegar a todos los labradores los beneficios de las obras sindicales 18 de Julio, Hogar, Educación y Descanso, etc, y volver a recuperar su estudiado discurso rematándolo para terminar:

"Trabajad con entusiasmo y estad satisfecho de vuestra vida, qué si bien es áspera y con dificultades, es el camino mas seguro para que con la ayuda Del que todo lo puede disfrutéis, cuando os llegue la hora, de una vida mejor, de la vida eterna". 
Algunos vieron que aquello tenía una ramalazo a premonición, de que algunos de los aldeanos regantes allí asistentes, morirían antes de ver terminan la presa. En cualquier caso, ya sabían por su propia historia, que nadie regala nada, y que tarde o temprano tendrían que recurrir a la ayuda ‘Del que todo lo puede’ para subsistir.

Casi cuando se iba a cumplir el año, en agosto de 1943, les avisaron para que fueran a la Ciudad, como si fuera lo mismo que ir del Puerto a Las Palmas, como si no conocieran del polvo y pánico de atravesar el Andén Verde, en una excursión, por llamarle de alguna forma, por aquella mal llamada estrecha carretera de tierra apisonada, y la necesidad de quedarse en alguna fonda, pero era obligado porque tenían que firmar muchos papeles, para empezar el largo trámite y llenarse de paciencia. Pero paciencia y resistencia es algo que no faltó nunca a los aldeanos.

(presasengrancanaria-com)
Pero así arrancó la construcción de la presa en el Caidero de la Niña, que en sí misma era la gran ilusión, pero se convertiría en una auténtica cruz. El 1 de mayo de 1952 visitaba las obras de la presa el Gobernador Martín Freire, acompañado del Inspector provincial de la Falange y de las JONS Suárez Valido, y del Delegado provincial del Frente de Juventudes Díaz Bertrana. En el Cruce le recibieron el Alcalde Ramos León, cura párroco, concejales, consejo local de la Falange y el comandante de puesto de la Guardia Civil. La visita oficial no lo era para inaugurar la presa terminada después de tantos años, solamente por conocer el estado de su construcción:

«trasladándose […] a la presa del Caidero de la Niña donde fué atendido por el ingeniero de Obras Públicas, señor Caballero de Rodas, y personal técnico afecto a la misma, visitando detenidamente las obras en vías de ejecución que calificó de las más importantes que actualmente se realizan en la isla» FALANGE, 2-mayo-1952). 
Pero la visita sirvió para corroborar que si no se ponía más dinero, la presa no se terminaría. De alguna forma influyó el Gobernador Civil en el Cabildo de la isla para que en los presupuestos del siguiente año se acordara anticipar tres millones de pesetas. Pero tan sólo era una financiación circunstancial para avanzar en la presa y construir su canal de riego. La Comunidad de la Presa convocó una Junta el 18 de agosto de 1954 para facultar la negociación de un préstamo a largo plazo con un banco y devolver el anticipo del Cabildo, que deberían avalar los comuneros, todo ello antes de la despedida oficial del gobernador Evaristo Martín Freire.

Vista aérea (fotosaereasdecanarias-com)
En octubre de 1958 seguía coleando aún la terminación de la presa, dándose algunos motivos que la venían retrasando. La Comunidad de Regantes se había comprometido a pagar el 10% del coste total, pero los sucesivos incrementos de los presupuestos, ya sus miembros estaban agotados de tanto esfuerzo económico insoportable y solicitaban del Cabildo los asumiera. Después de muchas reuniones, el entonces presidente del Cabildo Matías Vega Guerra obtuvo la aprobación de tal partida como subvención a la Comunidad, y comunicándolo a su presidente Bibiano Sánchez. Pero la Comunidad conocía también de un problema técnico, la necesidad de construir unos ‘coladeros’, para evitar que la tierra arrastrada por las aguas barranco arriba, llegaran a cubrir el embalse. Eran más estudios, más anteproyectos para la aprobación de un proyecto de solución. Cada año de retraso estaba comportando mucho dinero a los cultivadores. Mil fanegadas de tierras, mil familias esperando una solución rápida y definitiva.

Ya habían asumido el coste del canal de riego no incluido en el primer presupuesto, y aunque se conocía desde su principio de que en un cañadón de agua arrastra grandes lodos y tierras, lo callaron para no espantar a los políticos. Como dice el dicho, “No podían abrir el paraguas antes de que empezara a llover”. Pero ya había llegado el momento, pues de lo contrario, sin coladeros, se tendría que dragar todos los años la presa, con un elevadísimo coste. Al final aparecieron los cuartos, el Cabildo se retrató de nuevo, y por fin la Presa del Caidero de la Niña se había cerrado, y al poco, en los días siguientes a la celebración de san José de marzo de 1960, llovió torrencialmente en la Caldera de Tejeda y la presa se llenó por primera vez, y sólo el reboso corría mansamente hacia el mar, sin ocasionar destrozos en las tierras de cultivo. Se había cumplido el sueño deseado.

Imagen otoñal de la presa (caminosdecanarias.blogspot-com)
«Es indescriptible el júbilo que reina en este pueblo de San Nicolás de Tolentino. La Presa Caidero de la Niña, esa obra monumental de la que tantas veces hemos hablado desde estas páginas implorando su cierre; esa obra que sirve de orgullo a este pueblo, ¡se encuentra completamente llena!. Unos quince millones de pesetas que se hubiesen marchado al mar de no haber estado cerrada. Pero lo verdaderamente triste en estos momentos en que vemos un tesoro tan grande a nuestra disposición, sin que nos haya costado nada —tan sólo el desear que lloviera—, es el recuerdo de tantas veces. ¡Quince millones! como nos hemos permitido el lujo de tirar al mar y luego, como en el caso de este año, que se pierda toda una zafra. No vale la pena sacar a relucir las causas de que la Presa no se cerrara mucho tiempo antes ni mencionar este hecho sin precedentes; sólo lo mencionamos con el fin de que sirva de experiencia y recordatorio. Pero al fin importante, la Presa Caldero de la Niña está rebosando y el agua sobrante sigue su curso hasta el mar, después de sumirse por las arenosas y resecas tierras de su cauce, abasteciendo los cientos de pozos que perforan todo el subsuelo de esté pueblo. Inmediatamente se iniciarán los plantíos de maíz y patatas, con los cuales ─si se presentan bien— se compensará las enormes pérdidas ocasionadas por la perdida zafra tomatera» (FALANGE, 25-MAR.1960).
Ya no se veía la cruz que los padres pastores de aquella niña que cayó por el Caidero. Está sumergida en el agua color ‘canela’. Y la felicidad era grande en toda la Aldea. Ese reboso animaría a la construcción de la Presa del Parralillo, y después de la Presa de Siberio.

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 5 de agosto de 2016

ÁMBAR, MONTAÑA, MORRO, PLAYA Y PUNTA DEL (ALDEA DE SAN NICOLÁS, ARTENARA Y TELDE)

El topónimo lo encontramos asociado a una Playa en la Aldea de San Nicolás y otra en Telde, además de una Punta y una Montaña en este último municipio. La Playa del Ámbar en la costa del poniente isleño se encuentra al sur de la Playa de Tasarte, entre la Punta del Agujero y El Pasillo junto a la Punta de la Baja del Gigante. Y la Playa, Punta y Montaña del Ámbar en la costa del naciente de la isla, se encuentran muy cercanos entre sí en el litoral norte de la Península de Gando.

Playa del Ámbar de La Aldea (senderistasgrancanaria-blogspot)
También encontramos el topónimo del Morro del Ámbar, en Artenara muy cerca de la Aldea de San Nicolás, tierra adentro conformando la vertiente norte del Barranco de los Juncos conocido como Barranco de La Aldea, en el cauce de desagüe de la Presa del Caidero de la Niña. Por tanto muy distante de la situación en la que encontramos la aldeana Playa del Ámbar, debido ello al distinto origen del topónimo.

Morro del Ámbar de Artenara (Google Earth)
Los topónimos que encontramos junto al litoral, tanto en La Aldea como en Telde, tienen su origen en el “ámbar gris” que fueron encontrados en las playas como masas excretadas o expulsadas por los cachalotes, y por tanto de origen animal.

El topónimo del Morro del Ámbar, por su situación en el interior de la isla, entendemos deba tener su origen toponímico al ámbar de origen vegetal, pues es resina vegetal fosilizada de coníferas, en mayor cantidad, entre el triásico y el paleoceno (300-65 millones de años aproximadamente). Este tipo de ámbar, como tales fósiles, son muy apreciados por los investigadores que las consideran “cápsulas del tiempo”, pues a través de ellos por contener restos orgánicos atrapados en su interior, puede determinarse la atmósfera, insectos y pequeños vertebrados, hojas y ramas de aquel tiempo.

Detalle de ámbar vegetal con insecto y aire en el interior (mineralescanarios.blogspot-com)
Volvamos a los topónimos relacionados con el “ámbar gris”, pues tiene una importancia notable en la historia de las islas. Conocer como el cachalote da origen a este apreciadísimo ámbar, cuando hablamos del mamífero más enorme de las profundidades del mar, el mayor dentado entre los animales, el cetáceo con el cerebro más grande de todos, como su propio nombre científico reconoce Physeter macrocephalus, puede llegar a sorprendernos.

Conocido es que algunas ostras, en concreto la  familia Pteriidae, un molusco bivalvo de blandas carnes, cuando alguna partícula extraña penetra en su interior, genera alrededor de la misma nácar como fórmula de protección, de forma esférica, simétrica y con un resplandeciente lustre; son las mejores perlas consideradas auténticas gemas o piedras preciosas. De su “bello fruto” el calificativo de “madre perla”.

Cachalote en Canarias (especiesamenazadascanarias.blogspot-com)
El mayor cetáceo, tan arrogante y fuerte de apariencia exterior que lo es, como gran depredador, el tamaño de sus capturas es proporcional a su tamaño y a sus enormes cantidades de alimentos que requiere para su subsistencia y la de sus crías. Su dieta incluye el calamar gigante y el calamar colosal, que captura en el el entorno de los 3.000 metros de profundidad. Pero esta gran voracidad por esa gran fortaleza exterior, convierte su intestino en su mayor debilidad, pues tiene que digerir todo aquello que captura, bueno o malo. La sabiduría de la naturaleza, buscó su remedio, y así también los cachalotes producen el “ámbar gris” como método de defensa frente los componentes de los alimentos ingeridos que puedan dañar su intestino. 

Tal como hace la “madre perla”, cuando a su intestino llegan determinados elementos o compuestos formando parte de su alimentación que son dañinos a su organismo, crea una masa blanda, pegajosa, blanquecina y con un intenso olor fecal, que tiene la función algo así como los protectores intestinales que los humanos tomamos. Esta masa adquiere consistencia y cumple con su misión de protección del intestino, y llegado un momento, el cachalote la expulsa la exterior para ser depositada por las olas en las playas. Con el paso del tiempo y su exposición al ambiente exterior, la convierte en una materia amorfa, voluminosa y su composición orgánica adquiere un enorme cualidad de retención de los olores a medida que cambia de color.

Cachalotes en Canarias (especiesamenazadascanarias.blogspot-com)
Y porqué se encuentran en las islas.
«Prácticamente extinguidos a causa de la industria ballenera, los cachalotes se están hoy recuperando. Gracias a las iniciativas conservacionistas, las Azores son uno de los mejores lugares del mundo para su avistamiento. Esta imagen única muestra un grupo de hembras y sus crías durmiendo en posición vertical en el océano. Las crías acompañan a sus madres durante más diez años. Los cachalotes adultos son mamíferos que baten récords, se sumergen hasta 3.000 metros de profundidad en busca de los calamares y pulpos más grandes, y emiten sonidos considerados entre los más fuertes que una criatura animal puede producir.

Asimismo, los cachalotes son los mamíferos que menos duermen. La observación de ballenas ha adquirido una gran popularidad en todo el mundo. Hoy es una actividad más lucrativa que la caza de ballenas y crea puestos de trabajo en muchos países» (National Geographic España, 04-oct-2012).

Cachalotes descansando cerca de Islas Azores (wildwonders08)
Pero su recuperación en nuestro entorno geográfico, lo es porque seis siglos atrás, allá cuando nuestra prehistoria se funde con nuestra historia, cuando con mayor seguridad su número era inmensamente superior, ya era conocido y apreciado el “ámbar gris”. Era un artículo del comercio imperial en África desde el año 1000 a. de C. Los chinos conocían el “ámbar gris” al que llamaban “el perfume de la baba del dragón”, desde la fantasía que provenía de dragones de mar dormidos en las rocas y babeando en el océano.

También fue utilizado por los egipcios como incienso. Difícil de conservar por su propia composición, se conoce que tanto en Oriente Medio como en Roma fue utilizado para la fabricación de perfumes y en las recetas de la farmacopea. En Asia se empleó como especia en la cocina. Los esclavos negros creían en sus propiedades afrodisíacas. Su nombre proviene del árabe clásico “Ánbar”. El comercio árabe en el siglo X lo situaba en el nivel de cotización del oro, y constituía la más preciada ofrenda que llevaban en la peregrinación a la Meca, la única de su vida.

Ámbar-gris (idoiaminguez-com)
El encuentro de la historia de las islas con el “ámbar gris” penetra en los tiempos de su prehistoria perdida del siglo XV, y se tienen algunas noticias con alusiones al tema. En todo caso, para aproximarnos al interés económico que el ámbar despertó, conozcamos primero de una apropiación que se denunció en noviembre de 1594 en la isla de Lanzarote:

«Mas, entre todas estas famosas donaciones enriqueñas, ninguna quizá debería ser tan memorable, por sus circunstancias, como la que hizo de la vega de Taíche a favor de un tal Gutiérrez, su vasallo. Este hombre había tenido la suerte de hallar en una de las playas de la ribera de Lanzarote una gran pella de ámbar gris que, según la común opinión de aquellos tiempos, se llamó una ballena de ámbar; y como el marqués, que se creía señor absoluto de mar y tierra, se la usurpase violentamente, tuvo modo Gutiérrez de pasar a Madrid, en donde, manifestando el agravio que se le hacía, obtuvo despacho para que el marqués le satisfaciese todo el valor del ámbar. Hízosele este pagamento con la referida vega de Taíche, parte de la dehesa de Ye y del cortijo de Inaguadén con otros territorios. Tanto aprecio se hacía entonces de aquella droga que hoy no se puede oler » (VIERA Y CLAVIJO, 1950, p. 288).

Detalle ampliado de la Playa del Ámbar en Telde (historiadeojosdegarza-blogspot)
Hay que hacer mención a la nota el pie (1) que incluye esta edición de la obra citada dirigida por el Dr. Elias Serra Ràfols que dice:
«Una de las condiciones con que los habitantes de Lanzarote habían prestado juramento de vasallaje al marqués don Agustín de Herrera el primero fue que les quedarían libres las riberas del mar, para que cualquiera pudiese recoger el ámbar, con calidad de presentársele, para que si quisiese, le pagase a tanto por onza».

Y si bien era importante ilustrarnos con este litigio para probar el muy antiguo interés económico que había detrás del “ámbar gris”, hemos de comentar también que ya en 1567, el ámbar ya acaparaba muchos intereses y así cuando la Corona concedió el título de Conde de Lanzarote a Agustín de Herrera y Roxas,  hubo de compensarse los derechos anteriores que tenía concedidos Gonzalo de Saavedra sobre la isla, causa por la que se le otorgaba a éste «… los derechos anexos al dozavo perteneciente a Gonzalo de Saavedra, con todas las rentas, quintos, orchillas, pastos, ámbar, conchas y jurisdicción …» (IBÍDEM, p. 350), pues desde las conquista de la Isla se conoció de su existencia en las costas conejeras.

Playa del Ámbar de La Aldea
(senderistasgrancanaria-blogspot)
Su presencia en las playas de las islas ya era conocida en el siglo XV, e incluso lo refiere el papa Eugenio IV por bula apostólica calendada en 12 de enero de 1435:
«por la que se sabe que el celoso obispo don Fernando Calvetes había convertido en la Gomera y en Gran Canaria a muchos de sus naturales […] dispuso que los vecinos de la diócesis rubicense pagasen diezmos y primicias conforme a las de Sevilla y de Cádiz, pero como nuestras islas producían entonces algunos frutos especiales, tales como orchilla, ámbar que se recogía en las playas, alpister, sangre de drago, conchas marinas, etc.» (DARIAS PADRÓN, RODRÍGUEZ MOURE et BENÍTEZ INGLOTT, 1957, p. 62)

Después de estos viajes de conquista de las islas de Señorío, también se encontró este “tesoro” arrojado por el mar en Fuerteventura, como ya se decía «Y por toda la orilla del mar se halla ámbar de excelente calidad, y algunas veces en gran cantidad» (TORRIANI, 1959, p. 71). Esta riqueza natural quedó de nuevo acreditada y encontrada en las siguientes islas de Señorío según se conquistaban, El Hierro y La Gomera, donde «se cogían en sus playas largas porciones de ámbar».

Y así fue conociéndose el ámbar gris por todas las islas, porque todas están en el Atlántico que nos describe el ingeniero cremonés a finales del siglo XVI:

« Además de una infinita cantidad de peces grandes y pequeños, también hay grandísimas ballenas, de las cuales procede el ámbar. Porque, como casi todas ellas mueren entre ciertos peñascos de tierra firme, en estas islas sólo se halla el ámbar en las playas de Lanzarote, Fuerteventura y Canaria, en pedazos pequeños, de color negro o pardo. En otros tiempos se hallaban pedazos tan grandes, que uno solo, vendido en España al precio de dos escudos la onza, valió treinta mil escudos; y se comprende que, de haberse vendido al precio de doce escudos la onza, como hoy día se vende comúnmente en estas islas, hubiera valido bastante más.

El fondo del mar en algunas partes es arenoso, como entre la ciudad principal de Canaria y su puerto, o entre Lanzarote y la Graciosa. En lo demás, se supone que es limpio, y lleno de árboles que dan la goma de ámbar, y de otras clases de plantas, que dan las habas marinas; cuyas dos cosas constituyen el alimento de las ballenas» (TORRIANI, 1959, p. 259).

Ámbar-gris, mediana maduración (asturnatur-com)
Fue una mercancía tan preciada que dio lugar a multitud de transacciones mercantiles, exportación, pago de rescates de esclavos capturados en la berbería, e incluso regalos en agradecimiento a las gestiones encomendadas: 

«De San Cristóbal de la Laguna (el documento dice San Cristóbal de Tenerife), 27 de marzo de 1590; Juan de Vega vende a Argote de Molina, conde de Lanzarote, una pella de ámbar en 1.500 ducados, recibiendo 1.500 reales de contado, y el resto, en letras […] Las Palmas, 17 de diciembre de 1590; pleito seguido para el cobro de la letra; se dicta mandamiento embargando los 1.500 reales que tenía Juan de Vega, como señal de la venta de la pella de ámbar, quien se opone al embargo alegando que esos reales son suyos por incumplimiento del contrato por parte de Argote, y que además, éste tenía en el puerto de Santa Cruz casas y créditos a su favor» (PALMA CHAGUACEDA, 1973, p. 47).   

«Miércoles 3 de dexembre (1631). En este cabildo se acordó que, atento lo mucho que el señor canónigo Juan Manuel Suárez, canónigo de la santa yglessia de Seuilla, a echo en las cossas que esta santa yglessia, le encomienda así de fábrica como de cabildo que se le invíe vn regalo en correspondençia de su solicitud, y auiéndose botado se acordó que se le ynvíen çinco onzas de ámbar y las compre y envíe el señor mayordomo de fábrica de dinero de la misma fábrica y se le escriua el desseo que el cabildo tiene de seruirle» (TORRE, 1997, p. 537).

Costas de Tasarte contiguas a la Playa del Ámbar (senderistasgrancanaria-blogspot)
Como muestra más de su valor como bien preciado, no olvida mencionar el ámbar el ilustre poeta del siglo XVI Bartolomé Cairasco de Figueroa, y así declama y canta el amor a su tierra Gran Canaria (ALONSO, 1952, p. 371):

Yace del Mar Atlántico en el gremio
de las seis amadriades la Reina,
del árbol coronada más nubífero,
y en torno della, entre peñascos, peina
el cabello y la barba, el que sin premio
la regala con ámbar odorífero,
el aire salutífero,
la regalada pluvia,
las flores blanca y rubia
azul, morada, verde, roja y pálida. …

En 1799 el incansable investigador e historiador José de Viera y Clavijo incluía en su Historia Natural la siguiente descripción.

ÁMBAR GRIS.—Sustancia ligera, opaca, grasienta, de color de ceniza, sembrada de manchitas blancas, inflamable, olorosa y medicinal, que el mar suele arrojar a las orillas de algunos países privilegiados y que ha sido uno de los presentes que la naturaleza ha hecho a nuestras islas Canarias en los primeros siglos de su conquista y población. Entre las condiciones con que los vecinos de las cuatro islas menores, prestaban a sus señores el vasallaje, era una que habían de poder recoger el “ámbar” sólo con calidad de que el señor sería preferido en la compra, pagándolo tanto por onza.

[…] También consta de nuestras memorias históricas, que en el año de 1545, encalló en las costas de Gáldar de Canaria una ballena de 35 pies de largo, la cual tenía un pan de cuatro arrobas de ámbar dentro del buche, sobre cuya pertenencia se siguió un pleito en la Real Audiencia. De aquí es que aunque entre los naturalistas, ha sido siempre un gran problema, cual sea el verdadero origen y la naturaleza del “ámbar-gris”, atribuyéndolo unos a los excrementos de ciertas aves que se sustentan de aromas, otros a gomas de algunos árboles; otros a un betún mineral; otros a panales de abejas digeridas por el sol, y alterados por el espíritu salino de los mares, etc.; parece que nuestros paisanos prefirieron la opinión de no ser sino excremento de las ballenas; y por eso para significar una pella de ámbar, no decían sino una ballena de ámbar.

Una escondida Playa del Ámbar en La Aldea, con difíciles accesos (senderistasgrancanaria-blogspot)
En la parte del norte de la isla Graciosa cercana a Lanzarote, hay una pequeña playa que llaman la playa del ámbar a causa de que en ella se solía hallar; y atendiendo el viajero Jorge Glas a la circunstancia de que este ámbar tenía ordinariamente la figura de pera con pezón, se inclinó en su relación de estas islas a la opinión de que cuajaba debajo de aquellas rocas, y que las olas agitadas de las tormentas las arrastraban a la orilla, lo cierto es que han cesado ya semejantes apariciones, y que casi no oímos hablar de ballenas de ámbar en nuestras Canarias; sin embargo parece constante qué el ámbar-gris es producción de un enorme pez cetáceo, llamado “cachalote”; éste en su vientre tiene una bolsa, donde se forman unas bolas, que nadan en un líquido amarillo y fragrante. Algunas de ellas han solido pesar hasta veinte libras, y cuando las arroja a modo de excremento, el mar las bate y las agita como es consiguiente» (VIERA Y CLAVIJO, 1866, Tomo primero, p. 64).

Siglos después ya nos acercábamos más al conocimiento del origen del “ámbar gris”; lo tenemos documentado a finales del siglo XIX, cuando el autor describe los aprovechamientos de la pesca en las islas y dice:
« Hasta poco después de la conquista del país existía y se daba caza al lobo marino, especie de foca, el cual ha desaparecido del Archipiélago, o al menos no se le ve (*)»;

reseñando su llamada a pie de página
«(*) En tiempos pasados solía aparecer en las riberas de estas islas el ámbar gris, cálculo biliario del cachalote phiseter macrocephalus, llamado el tigre del Océano por sus feroces instintos. Llegó á recogerse en tal abundancia esta droga que por ella se pagaba diezmo» (MANRIQUE Y SAAVEDRA, 1873, p. 81).

Mapas de zonas de campañas de estudio santuario de cachalotes
 (WWF - Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario, SECAC)
Con relación al topónimo aldeano de Playa del Ámbar, por situarse el lugar junto al Mar de las Calmas, en el llamado estrecho entre las islas de Tenerife y Gran Canaria donde se hacen muchos avistamientos, puede estimarse que las noticias que contaban que en 1545 se encontró en las costas de Gáldar una ballena que tenía 35 pies, pudiera estar referidas a esta Playa del Ámbar, en virtud del tamaño de la jurisdicción de Gáldar en la antigüedad. Las noticias de las crónicas históricas referidas por Viera y Clavijo, las pudo tomar de alguna de las siguientes fuentes, que a su vez la tomaron de otras desconocidas anteriores:

«Demas de los frutos qe. tengo dicho, hay otro de mas precio y es qe. se halla por la costa de la mar muchas veces ámbar muy fina, qe. según se ha visto es congelo qe. se hace en el vientre de la ballena de unas habas de la mar qe. comen, y esto no pudiéndolo dijerir mueren dello, y así se ha hallado en el ámbar pedazuelos de habas. En el año de 1545 salió en la costa de Gáldar una ballena de mas de 35 pies de largo muerta de opilada, y abierta se sacó della un pan de ámbar qe. tenía mas de cuatro arrobas y muy fino, tan duro, qe. fue menester partirlo con una hacha, y otras veces se han hallado, po. no tan bueno ni en tanta cantidad como este que despide la ballena de suyo, las mas veces negro y blanco» (SEDEÑO, 1936, p. 8).

Andenes de acceso a la Playa del Ámbar de La Aldea, abajo a la derecha (senderistasgrancanaria-blogspot)
«Ademas de los frutos que tengo dichos se cogen en esta isla, hay otro de mayor precio y estimación, y es que se halla muchas veces en las costas del mar, ámbar muy fino, que según hay esperiencia es resina o humor de algunos árboles los cuales dan unas habas que arroja el mar. Este suelen las ballenas comer, sin otro que con sus inquietudes sale a las playas. Del que como la ballena se suele hallar también; como sucedió el año de 1545 que salió en las costas de Galdar una ballena de 35 pies de largo muerta de opilada, y abierta se sacó del vientre un pan de ámbar, que tenia mas de cuatro arrobas del muy fino, y tan duro que fué menester partirlo con una hacha. De esta ballena se sacó cantidad de aceyte. Otras veces se halla, pero no en tanta cantidad ni tan bueno como esto. El que despide la ballena, de suyo las mas veces es negro, y otras veces pardo y blanco; aunque en muchas ocasiones se ha hallado en las riveras y costas muchos pedazos de muy grande valor, estimación y aprecio. (SOSA, 1943, p. 47).

La obra de Antonio Sedeño se data en 1640 y la de José de Sosa 1678, por tanto coetáneas, quienes las pudieron tomar de otros, entre ellos la perdida de Juan Mateo de Castro de la fábrica parroquial de Arucas, quien a su vez la copió de otros.

Playa del Ámbar de La Aldea (senderistasgrancanaria-blogspot)
El acceso a la aldeana Playa del Ámbar es por senderos y andenes serpenteantes, como caleta escondida por los macizos rocosos erguidos sobre las puntas que penetran en el Mar de las Calmas. Formada de pequeños callaos y de una fina arena gris-negra volcánica, construida por la naturaleza en una pequeña ensenada de los escarpes de un farallón costero, abrigada por las puntas.

De los tres topónimos teldenses, la Punta del Ámbar como extremidad septentrional más penetrante en el mar del brazo de tierra que une la Península de Gando, junto a ella la elevación de la Montaña del Ámbar, que da el abrigo a la Playa del Ámbar formada por arena rubia por los siglos como ensenada curva en la mayor estrechez del brazo de tierra firme hasta llegar a la Puntilla del Palo. Todo el conjunto pertenece al territorio bajo la jurisdicción del Ministerio de Defensa.

Vista aérea de la Playa del Ámbar en la Península de Gando en Telde (@KarlosAlipio)
En 1737 ya aparece documentado el antiguo topónimo y de sus pocas recomendables condiciones para el cultivo, por el «patronato de escuela de Telde, fundado por el Capitán Diego López Montañés, natural de Telde y vecino de Nueva Veracruz (Méjico). Dicho Capitán envió desde Indias 1.300 pesos fuertes para invertir en
"tierras y aguas de vaxo los tres heredamiontes de la ciudad de Telde, menos las tierras de Silva, el Ámbar y Melenara, que estas no siruen",

y sobre ellas se debía fundar renta perpetua para que tuviese efecto la fundación de
"escuela de niños hasta escriuir y contar, juntamente clase de estudios con la perfeccion de toda la gramática en la dicha ciudad de Telde" (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, p. 750).

Vista aérea de la Playa, Montaña y Punta del Ámbar en Telde (@KarlosAlipio)
Dos siglos después encontramos una poética descripción del lugar, en palabras de un observador paisajista que nos dejó melodías inolvidables que forman parte insustituible del tesoro de la música popular canaria:

«Agando, en el Sur; el mar. Por el falso espejuelo del agua, al norte de la península que por aquí cierra la bahía, está la playa del Ámbar Gris. A cosa de un kilómetro, mar adentro, un peñasco levanta su desolación. Escarpado, zahareño, nacido por cimas y quiebras de enormes tabaibas y cerrajales silvestres» (ÁLAMO, 1959, p. 65).

El “ámbar gris”, no es exclusivo de las islas atlánticas, pues se encuentra en las costas bañadas por los océanos que visitan los cachalotes en su larguísimo peregrinar, con preferencia en las costas de África oriental o en países de América Central. Su color va cambiando a medida que va madurando en el tiempo, y el más preciado, caro y escaso es el que logra la maduración completa, cuando va pasando de una tonalidad amarillenta-dorada a una casi blanca.

Ámbar-gris, alta maduración (asturnatur-com)
Es utilizado en perfumería como un fijador de olores y en la descripción de las notas de perfumes. Presenta un olor salado, su principal atributo es su capacidad para “componer” un olor, es decir, juntar sus notas en una sola, integrándolas, mientras que funciona también como un excelente fijador, adhiriéndose a telas y permitiendo que los perfumes duren más. Algunos investigadores afirman que la bacteria “Spirillum physeteris rectilínea” es la responsable del olor agradable.

Noticia del rodaje
(La Falange 18-dic-1954 - Jable)
No hemos de olvidar que fue un cachalote el que inspiró la obra “Moby Dick”, del escritor Herman Melville, que narra cuando el 20 de noviembre de 1820, la tripulación de veinte hombres del barco ballenero “Essex”, avistó un cachalote de veintiséis metros de longitud, de unas ochenta toneladas de peso, el más grande que habían visto hasta esa fecha, con una descomunal cabeza, y con el que vivieron un auténtico infierno.

Y de la celebrada obra, al cine. Pues fue en la Playa de Las Canteras donde se filmó en diciembre de 1954 la secuencia final de la película homónima dirigida por John Huston y protagonizada por Gregory Peck, la mayor producción cinematográfica realizada en las islas hasta aquel tiempo que desplazó a la Isla especialistas del séptimo arte estadounidense. Y en los astilleros de La Luz se construyó la maqueta de la gran ballena blanca.

Valgan nuestros topónimos, la celebrada obra y su película para conocer cómo y porqué durante muchos años, se cazaron cachalotes buscando el ámbar en su interior. Ahora tenemos la fortuna que la legislación ha cambiado, que en distintos lugares su captura es una ilegalidad, que la sociedad lucha por su conservación, y sólo unos escasos pocos soñadores siguen rastreando mares y playas para hacerse ricos en un sólo día.


Localización en La Aldea (IDE Gran Canaria)
Localización en Telde (IDE Gran Canaria)
Localización en Artenara (IDE Gran Canaria)