Mostrando entradas con la etiqueta Valleseco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Valleseco. Mostrar todas las entradas

viernes, 2 de diciembre de 2016

VIÑÁTIGO/S, EL (V. DE SAN MATEO, AGAETE, VALLESECO Y MOYA)

Topónimo que localizamos en la Vega de San Mateo, al sur de La Lechucilla y Los Roquetes, entre Camaretas al poniente y con la jurisdicción de Valsequillo, donde se localizan los Llanos de los Suárezde los González  y de los Rivero, y, el Llano de la Casilla.

En Agaete, lo encontramos al sur de Los Cabucos, en las fuertes vertientes que dan hacia poniente al Andén de los Trigueros y que se encuentran entre la carretera Fagagesto-Juncalillo (GC-070) y de la Carretera de los Pérez, lugar entre las cuencas del Barranco de Los Cabucos y del Barranco de la Montaña. Y en Valleseco, al naciente del Lomo de la Palma, muy cerca de los límites de Valleseco con Teror, al naciente en La Gambuesa del alto de la Cuesta del Muelle. Había un topónimo ya desaparecido en Teror, en el Heredamiento del Chorrillo. Curiosamente el acceso al lugar es llamado Camino de Viñático, usando la variante del término.

Igual variante localizamos en Moya, donde el lugar de Viñático lo encontramos al naciente de La Josefa, muy cerca de la carretera de Moya- Fontanales (GC-075), al sur de Carretería y al norte de Estebanejo, en los altos de las vertientes de poniente del Barranco de Azuaje.

Viñátigo (lostilos.villademoya.es)
Todos los topónimos vivos y los muchos otros desaparecidos guardan estrecha relación con el viñátigo (Persea indica) es una «especie característica de los bosques de laurisilva. Es endémica de los archipiélagos macaronésicos, estando presente en todas las islas de las Azores, en Madeira y Canarias. Se trata de un árbol de hasta 20 m, que se puede diferenciar por sus hojas lanceoladas, de color verde claro pero que se vuelven rojizas al envejecer, sin glándulas. Los frutos son elipsoides, de unos 2 cm y adquieren un color negro-azulado al madurar» (FLORADECANARIAS-COM).

En los primeros tiempos se consideró por su parecido que era una variedad del Laurel (Laurus novocanariensis), de la misma familia de las Lauraceae, y quizás influenciado por las vagas noticias del Laurel de Indias (Ficus microcarpa), de la familia de las Moraceae, de donde se inventarió como ‘índica’.


Lugar de Viñátigos en V. San Mateo (santisanrod)
Pero este endemismo era muy abundante en las islas en el tiempo de la conquista, ocupando los suelos preferentemente húmedos, en las umbrías y márgenes de barrancos, pero su explotación maderera por su calidad y la propia roturación de las tierras húmedas, prácticamente han contribuido a su práctica desaparición en Gran Canaria quedando pequeños relictos.

Del topónimo de la Vega de San Mateo junto al Barranco de La Lechuzilla, encontramos su mención en los repartimientos, en la descripción de las tierras que pedía Alexio de Belandia, el 21 de agosto de 1549, solicitante que dio origen al topónimo de Biliandria situado al suroeste de Viñátigos, refiriéndonos de otros topónimos próximos que han llegado a nuestros días.

Lugar de Viñásticos V. de San Mateo (Google Earth)
«… suplico me hagan merçed de un pedaço de tierras que es en el termino del Gamonal en la hoyada desde el portezuelo asomante a las camaretas y a la cañada de los viñaticos y por aquella misma hazera sobre la mano derecha del barranco a dar a una tierra albariza blanca que va a dar al camino de Tirahana e de la otra banda del linda contra el Risco de Tintiniguada e a dar abaxo a la montaña Bermeja e donde esta un pino en que podra aver çient fanegadas de tierras y mas» (RONQUILLO RUBIO et AZNAR VALLEJO, 1998, p. 484).

En la prehistoria de las islas el viñátigo, que no es voz aborigen como a continuación se dice, tuvo muchas utilidades para los aborígenes, tanto en la fabricación del ‘banot’ como arma, por su gran fortaleza.

Lugar de Viñátigos Vega de San Mateo (caminosdecanarias.blogspot-com)
«Madera empleada en la confección del ‘banot’. El fragmento incrustado en la vertebra parece proceder del viñátigo/viñático, “elemento fundamental de la antigua laurisilva canaria... Puede alcanzar alturas de 15 a 20 metros, y su madera, muy dura, de color rojo pardo, fue muy apreciada” (Ceballos y Ortuño, op. cit., pp. 94 y 345. Max Steffen señala que en otros tiempos fue objeto de exportación con el nombre de caoba de Canarias, y que la voz vinátigo, nombre vulgar de la Persea indica L., es un portuguesismo. También lo admite Pérez Vidal: la forma portuguesa es vinhático. En el diccionario de E. Pinheiro [n. 50] se cita como árbol de las Azores, nombre que también se da a la madera. Para Ceballos y Ortuño se trata de un árbol “francamente exigente en cuanto a humedad: se localiza siempre en umbrías o fondos de barrancos” (op. y Loc. cit.).

Banot: Fotografía y lámina (Museo Arqueológico de Tenerife)
[n. 50] EDUARDO PINHEIRO: Diccionário da Lingua Portuguesa, Porto, s. a. “Bajo la voz vinhatico se dice que es un árbol de las Azores; madera de ese árbol. Pero se trata de la misma especie presente en la laurisilva canaria y en general en la flora macaronésica”» (DIEGO CUSCOY, 1986, p. 776).

[op. cit. La obra arriba citada por el autor es L. CEBALLO y F. ORTUÑO: Vegetación y flora forestal de las Canarias Occidentales, Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, Madrid, 1931, 465 pp. (El Sabinar, pp 97-98)].

Pero nuestros aborígenes no sólo aprovechaban del viñátigo la dureza de su madera, sus hojas las utilizaban para hacer tintes naturales de color rojo para los textiles de junco.

«Consultados estos textos y las referencias que nos ofrecen los textos antiguos, podemos resumir que los antiguos pobladores de las islas elaboraban tintes con materias primas de origen vegetal, aprovechando las hojas, frutas y bayas, cortezas, raíces y la savia, de sobre todo especies de árboles de la laurisilva, del drago y el pino canario, y de plantas silvestres entre las que se encuentran identificadas los tajinastes (echium), y la hierba pastel.

Hojas y frutos del viñátigo (floradecanarias-com)
Para confirmar las posibilidades tintóreas apuntadas por estos últimos autores tanto para los soportes de origen vegetal como los de origen animal se realizaron pruebas con algunas de las materias primas de origen vegetal citadas, concretamente con: hojas de viñátigo (persea indica), frutos y corteza de acebiño (ilex canariensis), frutos y corteza de faya (myrica faya), corteza de pino (pinus canariensis), raíces de varias de las especies de tajinastes (echium) y hojas de hierba pastel (isatis tinctoria).

Como soporte para confirmar la adherencia y tinción se utilizaron franjas de tejido de junco preparadas para esta composición. […] Las tonalidades que obtuvimos con todos estos materiales varían desde amarillos (faya e hierba pastel), naranjas (faya, viñátigo), rojos (pino, viñátigo), carmines (faya y tajinastes), violetas (faya y tajinastes), tonalidades terrosas (acebiño), verde claro (acebiño e hierba pastel), y, verdes oscuros y azules (hierba pastel)» (HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, 1997, p. 28).

Y como buenos pastores, conocían también de lo venenosa que estas hojas podrían ser para su ganado, conocimientos que quedaron en la cultura pastoril de La Palma, no dudando fuera conocida en las restantes islas donde los aborígenes fueron apreciados y contratados para el pastoreo tras la Conquista.

«… en La Palma, en concreto en la Cumbre Nueva, donde los pastores talaban o cortaban las ramas bajas de los viñátigos (Persea indica), árbol de hojas venenosas, cuyo consumo por el ganado en grandes cantidades, incluso podría ocasionar su muerte … » (NARANJO RODRÍGUEZ, 2006, p. 43).

Ejemplares de viñátigos en Tenerife (lavegadesanmateo-com)
Conquistada la isla, además de conocerse que la corteza fue utilizada como antiséptica de la piel, el viñátigo y otras maderas de la laurisilva ─que se localizaba en el norte de Gran Canaria por su típica mayor humedad propiciada por los vientos Alisios─ eran reservadas por las autoridades para la construcción del interior de las naves, por el elevado interés estratégico de la industria naval en su condición de islas.

«Muchas partes de los barcos, en concreto las del exterior se hacían de madera de pino canario y la del interior de madera de las variedades de la laurisilva. Entre ellas destacaba el viñátigo y el barbusano, no sólo apreciados por su altura, sino también por la calidad de su madera y su resistencia a la podredumbre del agua» (LOBO CABRERA, SANTANA PÉREZ, et RODRÍGUEZ PADILLA, 2007, p. 106)

El particular hábitat de la laurisilva que ocupaba las zonas húmedas de la isla, y la propia prioridad que se dio para el destino del viñátigo a la industria naval, no impidió que se comerciara con ella para otros usos como se aprecia de la cita del Contrato de 1592-marzo-13, protocolo de Alonso Fernández Saavedra, legajo 802, f. 89 r.:

«Antonio Álvarez, aserrador, vecino de Canaria, se obliga a entregar a Bartolomé Pabón, 4 docenas de tablas de viñátigo y 1 docena de tablones de la misma madera y de palmo y medio de ancho y 12 pies de cumplido, y el tablado ha de ser de 12 pies de cumplido y 2 palmos de ancho, y los tablones de 2 dedos de frente, y por razón de aserrar y cortar y entregar en la Montaña de Doramas, donde las puedan sacar y cargar caballos, por razón de 20 reales por docena de tablas y tablones y tijeras de viñátigo. A cuenta recibe 30 reales. Bartolomé Pabón se obliga a la vez a hacer a Antón Álvarez una rueda de atahona con su dentadura, aspas y carrete por precio de 10 ducados, de palo blanco» (IBÍDEM, p. 258).

El viñátigo y sus frutos (floradecanarias-com)
Debió haber sido grande la tala del viñátigo que ya a comienzos del siglo XIX, se tenía que importar de La Palma su preciada madera que era utilizada para el tallado de imágenes religiosas combinada con el pinsapo, e incluso la reutilización de su madera en el desguace de los barco, de cuyas huellas en el arte tenemos unas singulares referencias documentales de la utilizada por el escultor José Luján Pérez para la elaboración las imágenes del ‘Apostolado’ que adorna el interior del cimborio de la Catedral de Las Palmas, conforme al encargo que le realizara el Cabildo Catedralicio, y que demoró en confeccionar por el agobio que padecía cumpliendo con encargos que le hacían distintas parroquias e iglesias.

«…en su casa, había puesto el Cabildo madera de viñátigo y pinzapo, de la que sin temor á engañarnos, hubo de gastar una buena, parte, cuando se le pidió cuenta de ella » (TEJERA Y DE QUESADA, 1914, p. 81).

Se trata del ‘Apostolado’ cuya pequeña historia empezó cuando el Cabildo consideró eran los adornos que remataran el cimborio, y el 16 de julio de 1798 da poderes al canónigo Zumbado para que contrate con Luján el precio de las estatuas, condicionando que las cabezas, manos y pies sean de madera menos corruptible y los vestidos de lona y los cuerpos de pinsapo del norte.


«El día 24 de dicho mes el Cabildo determinó que fueran dieciséis las imágenes (sic), a saber, los doce Apóstoles y los evangelistas San Marcos y San Lucas. Fue así como Luján se hizo cargo del ‘Apostolado’ y en septiembre de aquel año propone al Cabildo la compra de siete piezas de lona de 44 varas cada una en la tienda de don Francisco Aguilar, y la madera de viñátigo necesaria para las cabezas, manos y pies de las estatuas. (Cabildo, 25 de septiembre de 1798) [Sorprende la aclaración del autor de (sic), ‘copia textual del original’, en cuanto al número de 16 imágenes, pues en su p. 232 da cuenta que se encargaron a Luján 2 ángeles para el “sancta sanctorum de esta catedral”, si bien cuando se pagan se dice “los dos ángeles para el cimborio”].

El Cabildo contestó que se comprara la madera de los barcos varados que estaban en venta, y que si no bastaba con dicha madera, se le avisara al hacedor de La Palma para que enviara el viñátigo necesario. (Cabildo, viernes 28 de septiembre de 1798)» (CAZORLA LEÓN, 1992, p. 230).

Es más explícita la redacción contenida en el documento del Cabildo, viernes 28 de septiembre de 1798:

«Vista la minuta de la madera de viñátigo que hace juicio el escultor don Jose Pérez para cabezas, manos y pies de las estatuas del cimborio y en atención a que hay madera de barcos que se han varado para expenderlas, se acordó se reconozcan y de haberlas aparentes para dicho fin se compre de ellas la porción que sea necesaria y, de no ser suficientes las cuchas, se escriba al hacedor de La Palma remita de la madera de viñátigo el número de piezas en la conformidad que conste de la minuta» (IBÍDEM, p. 233).

Pero como ya se ha dicho arriba, Luján Pérez se encontraba agobiado con la imaginaría de parroquias e iglesias de las islas, y fue ganando algún tiempo, durante el que compró dieciséis varas de lona que fueron pagadas el 13 de marzo de 1800, y volvió a ganar más tiempo, haciéndose rogar, hasta que el Cabildo Catedralicio le requirió y el 21 de marzo de 1801, un año después, Luján comunica la madera que necesita.

«Luján manifiesta el 21 de marzo de 1801 que la madera que necesitaba para sus estatuas era: “Veinte tozas de viñátigo de tres varas de largo y cuarta y media de ancho, dieciséis palos de vara y cuarto de cumplido y una cuarta de grueso en cuadro por ser cada estatua de dos varas y medio de alto” (Libro Obra de la Iglesia 2).»

Apostolado del cimborio de la Catedral de Las Palmas (norlando.blogspot-com)
«Luján empezó el Apostolado en 1804. Y como no había madera suficiente para las estatuas y los canceles de la iglesia, fue enviado a Tenerife el carpintero Cabral (Antonio), para que, siguiendo las normas de Luján, comprara la madera más a propósito y la lona. (Cabildo, jueves 24 de mayo de 1804). Y Luján, mientras hacía su Apostolado, mudó de parecer en lo referente a los vestidos. En vez de hacerlos de lona, le parece mejor tallarlos en madera. Razón por la cual se pone en venta la lona comprada […] Las imágenes comenzaron a ser entregadas, en la segunda mitad de 1806, a los pintores para poderlas colocar en el cimborio.

En el libro Obra de la Iglesia 2 se nos dice:
“Sábado 9 de agosto de 1806: se pagan al maestro pintor Cayetano González por pintar uno de los doce apóstoles 20 pesos”.

“Sábado 16 de agosto de 1806: se pagan al maestro pintor Portugués la pintura de dos apóstoles 40 pesos. (Libro Obra de la Iglesia 2).

“Por 1.500 reales que según recibo de 22 de diciembre de 1808 pagó al maestro pintor Joseph Yanes por su trabajo en los cinco Santos que se colocaron en el cimborio a razón de 20 pesos cada uno”. (Cuentas Mayordomia Fábrica, 1789-1813, fol. 163).

La colocación del Apostolado en el cimborio tuvo lugar en septiembre de 1810» (IBÍDEM, p. 231-232).

Localizaciones históricas (Jardín Botánico Viera y Clavijo)
De las localizaciones históricas del viñátigo inventariadas por el Jardín Botánico Viera y Clavijo, la comparación de las conocidas hasta los años 30 del pasado siglo, con las inventariadas en el siglo actual distan mucho entre sí, y ello después de conocer de las utilidades que se le daban en nuestra prehistoria, las siguientes de nuestra historia, particularmente del primer siglo después de la Conquista, y las residuales siguientes.

Se anota su localización preferente en Los Tilos, de donde encontramos una ficha más descriptiva del viñátigo, con algunas curiosidades relativas a la paloma, a sus parentescos, y aunque pudiera ser reiterativo en parte con lo recogido al principio, resulta obligado para insistir en que se alcen las voces en defensa de su supervivencia cual arma de guerra que fue en el ‘banot’ aborigen:

Paloma Turqué (seo-org)
«Después del til es el árbol de mayor talla de la laurisilva canaria, pudiendo alcanzar los 30 m. de altura. Tronco recto y robusto con corteza gris oscura y fisurada. Hojas oblongo lanceoladas de hasta 20 cm. de longitud, algo coriáceas; cuando envejecen toman un color anaranjado y permanecen sin caer durante un tiempo. Las flores blanquecinas se agrupan en los extremos de las ramas. El fruto es una baya de unos 2 cm. de largo, de color negruzco y brillante cuando maduran, no comestible. Solo la paloma turqué y rabiche son capaces de digerirlos sin notar efectos secundarios. Florece entre marzo y agosto.

Elemento propio del bosque de laurisilva, es exigente en cuanto a humedad por lo que generalmente habita en los lugares más umbríos (fondos de barrancos, vaguadas y hoyas). Su madera de color rojo pardo es muy apreciada. Es pariente del aguacate, además de endémica de la Región Macaronésica (Azores, Madeira y Canarias). En Canarias faltan en Lanzarote y Fuerteventura. Ha sido elegido como símbolo vegetal de la isla de La Gomera» (LOSTILOS.VILLADEMOYA-ES).


Localización en la Vega de San Mateo (IDE Gran Canaria)
Localización en Agaete (IDE Gran Canaria)
Localización en Valleseco (IDE Gran Canaria)
Localización en Moya (IDE Gran Canaria)

viernes, 8 de abril de 2016

NAVARRO, CAIDERO (VALLESECO)

El caidero se localiza en el barranco de la Carnicería, en el lugar de La Retamilla situado entre el Maipecillo y el Risco de la Carnicería, discurriendo el barranco entre el Lomo de los Almaderos al naciente y el Lomo de la Retamilla al poniente.
 
El caidero (El Coleccionista de Instantes)
El topónimo tiene su origen en el repartimiento de tierras a favor del criador Juan Navarro, solicitado el 10 de enero de 1550 y diciendo: «… me hagan merçed de un pedaço de tierras que son junto  la Syerra en el barranco de Malsendero do yo moro con mi ganado que lindan por la parte de abaxo con tierras de Pedro Azedo Regidor e por otra parte de Juan de Çiberio Regidor e por otra parte un lomo que viene de tierra de Domingalbarez e por arriba la Syerra aguas vertientes de una parte e otra del dicho barranco de Malsendero en que podrá aver ochenta o çient fanegadas de tierras …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Distintas imágenes del caidero (El Coleccionistas de Instantes)
El barranco de la Carnicería, identificado en el repartimiento como barranco de Malsendero, nombre que dio origen al topónimo de Valsendero por ser un sendero que discurría por relieves de “malpaís”, es un tributario del barranco de Crespo, aguas abajo, barranco del Andén y barranco de la Virgen.

Barranco de la Carnicería aguas arriba (Google Earth)
La disminución progresiva de la pluviometría de las islas con el paso de los siglos y la pérdida de la vegetación arbórea, ha afectado de forma notable a los caudales que formaron los “caideros”, y en el caso de este Caidero Navarro ha dejado viva constancia con la huella de la erosión que las aguas caídas iban produciendo en el risco, contemplándose en el primer plano fotográfico el perfecto “canal” vertical que las abundantes y constantes aguas labraron.
 
Detalle de la erosión en el risco (El Coleccionista de Instantes)
Almádena
El topónimo del Lomo de los Almaderos, pudiera tener su origen en aquellos que tenían por trabajo partir piedras, pues “almaderos” pudiera ser un derivado del “almádena”, «Mazo de hierro con mango largo, para romper piedras» (DRAE), sinónimo del actual “picapedrero”, que posiblemente se hizo necesario para roturar estas tierras rocosas próximas a la Cumbre.

El Licenciado Sebastian de Covarruvias Orozco, quien en 1673 compuso el Tesoro de la lengua castellana, o española …, Parte Segunda, nos daba más detalles del manejo de la almádena al contar de su significado «ALMADENA, la maça de hierro con que parten las piedras, hiriendo sobre las cuñas con que las abren …», descripción que nos remite al duro trabajo de nuestros canteros cuando extraen la piedra para su labrado.


Picapedreros ¿son los antiguos almaderos?
El 6 de marzo de 1753 el Maestre Escuela y Dignidad de la Catedral José Álvarez Castro incluía entre los bienes de su segundo vínculo el Cortijo de Fuente Fría o de la Retamilla (Valleseco), con ovejas, que había comprado, nombrando sucesora a su sobrina Antonia Alvarez Castro (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 25 de marzo de 2016

CALDERETA, CORTIJO DE LA (VALLESECO)

Situado al sur de la Cogolla de los Picos, entre el Lomito de la Linde al naciente y La Cantera al poniente, en la margen de naciente de la carretera Carretera Glorieta Piletas (Circunvalación LPGC)-Artenara (GC-021), según ascendemos y pasamos de Lanzarote, aproximadamente a partir del kilómetro 25 encontramos el camino rural de acceso al lugar, con dos rampas para ambas direcciones de tráfico.
 
Vista del Cortijo (Cándido Rodríguez Diaz)
Acequia Real (vallesecograncanaria-com)
Los geólogos sostienen que la erupción de esta caldereta dio origen al lomo sobre el que se asienta Valleseco. La llamada históricamente caldereta es geológicamente por una amplia caldera volcánica cuyo territorio bajo está ocupado por las tierras de cultivos típicos de esta zona de la isla (papas, cereales y manzanas) flanqueado todo su perímetro por castaños, olmos y pinares. En el interior se localiza una casa tradicional canaria de finales del siglo XIX con tejado a dos aguas, y por él discurre la acequia Real, que a su paso cuenta con un singular  lavadero de losetas de piedra. Todo el Cortijo de la Caldereta es de gran belleza paisajística, y en cierta forma es una reserva naturaleza por encontrarse oculta a simple vista.

La bondad de las tierras de La Caldereta y sus inmediaciones despertó la codicia de regidores, e inclusive la del mismo escribano del Cabildo General, quienes obtuvieron repartimientos en el lugar (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998), y preservar celosamente no tener intrusos.

El 5 de febrero de 1546 el regidor Juan de Çiberio dice que «… yo tengo un pedaço de tierra que me fue dado en una meseta ençima de las calderetas e la cueva de los Corchos e por que para yo yr a senbrar alla es poca tierra la que yo tengo suplico a vuestras señorias me hagan merçed que pudiere aprovechar en la dicha meseta y en las laderas della me harán merçed de fasta çient fanegadas de tierra que puede hazer quando fuere a fazer my sementera de todo pan …».
 
Vista de las casas (vallesecograncanaria-com)
El 8 de marzo de 1546 el regidor Zoilo Ramírez había solicitado unas sobras cuando decía «... yo tengo titulo por merçed de vuestras señorias se sesenta hanegas en la madre del agua de Terore que lindan de la una parte con tierras de Diego Yanez e de la otra parte el camino del Valle Seco que va a las cuevas de los Corchos el barranco arriba y por las calderetas, e por que ay mas cantidad de tierras del titulo que vuestra señoria me hizo merçed suplico me manden dar las demasias de las dichas tierras debaxo de los linderos conthenidos hasta çinquenta hanegadas de tierras ...»

Fotografía retrospectiva (Fedac)
Tres años después, el 27 de febrero de 1549, es el escribano público Garçia de Ossorio quien solicita «… le hagan dar un pedaço de tierra en que podrá aver ochenta fasta çient hanegadas de sembradura que son el termino de Teror en el barranco arriba junto a unas tierras que por vuestra señoria fueron dadas a un Juan Rodriguez de Trigueros difunto que agora son de sus herederos que lindan con tierras que dizen de las Calderetas  el camino arriba e de arriba hasta dar a las cuevas que dizen de los Corchos …».
 
Lavadero (Fedac)
Días después, el 12 de marzo del mismo año, cuando ya se había pregonado tres veces la solicitud de repartimiento, al ser contradicha por el regidor Zoilo Ramirez, el escribano aclara los lindes de las tierras cuando dice: «… en uno de los cabyldos pasados suplico a vuestas señorias le hiziesen merçed de dar çien hanegadas de tierra montuosa de granadillo y helecho que son en el termino de Teror en el valle Seco debaxo de los lindes declarados en la dicha petiçion y de mas de los dichos linderos; para mas clareza alindan por la banda de abaxo tierras que fueron dadas a Pero Ortiz escribano publico y por el un lado el camyno Real que va a la Syerra y por la banda de arriba la cueva de los corchos y por el otro lado el barranco de Teror que cae en lo solano …».

El cabildo resolvió dar «… al dicho Garçia de Ossorio çinquenta hanegadas de tierras de las que pide syn perjuicio de los títulos de los señores Juan de Çiberio e Juan de Ariniz e Zoilo Ramirez e del titulo de Pero Ximenez e de otro terçero e con las condiciones de las tierras de sequero e con que las aproveche dentro del año e dia …».

El contorno de La Caldereta (vallesecograncanaria-com)
Siglos después se documenta y acredita su titularidad dentro del Vínculo de Bienes de Ana Romero Vivero, según testamentaría de 10 de noviembre de 1787, al que se realizaron agregaciones por la misma el 11 de diciembre del mismo año, y por su hermana Jerónima Romero Vivero y por el Capellán Tomás Quevedo Alvarado, indistintamente, el 31 de diciembre de 1788. Se describen las 82 fanegadas como sigue «Cortijo de tierras labradías, "arrifes" y pasto de ganados con casa arruinada y dos manantiales en Calderetas (Valleseco)», nombrando sucesor a su sobrino Isidoro Romero Ceballos, Teniente Capitán de Milicias y Castellano del Fuerte de San Pedro Mártir.
 
Ovejas en La Caldereta (vallesecograncanaria-com)
Al Vínculo de Ana Romero correspondía entre otros bienes, el Cortijo de Meleros, una Hacienda en Madrelagua y otra en El Palmar. En la división del Vínculo el 21 de octubre de 1882, se le asignó un valor al Cortijo de la Caldereta de 28.335 reales de vellón, y se declaraba que «50 ovejas y una vaca», siendo su poseedor José Pablo Romero Matos y su sucesor Pablo Romero Palomino (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

También acredita la posesión de 17 fanegadas y 3 celemines de «Tierras en Las Calderetas de Teror» Luisa Antonia Trujillo Osorio, viuda del Sargento Mayor Alonso Olivares del Castillo, en la fundación de su 2º Patronato el 27 de marzo de 1726.

Localización (IDE Gran Canaria)

sábado, 10 de agosto de 2013

CANCELA, LA (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo con el que se conoce una pequeña zona rústica situado en el pequeño valle situado entre San Lorenzo y El Sardo, por donde discurre el antiguo camino real de Las Palmas a Teror.


El lugar fue propiedad de la familia Ponce de León y la más antigua referencia documental del topónimo data del siglo XVIII. Una primera corresponde al testamento de María Ponce instituyendo un patronato el 9 de mayo de 1741, al que vincula una «Suerte de tierra en la Cancela» en San Lorenzo, de tres fanegas y tres celemines, nombrando heredero a su sobrino José Manuel. La segunda es el testamento de Juliana Ponce de León, quien también instituye su patronato el 20 de agosto de 1749, al que vincula una «Suerte de tierra labradía en la Cruz de la Cancela» de San Lorenzo, de tres fanega, y nombra heredero a su sobrino Francisco Ponce de León.

Vincula igualmente otra «Suerte de tierra labradía y "arrifes " en el Corral de los Carneros», también en San Lorenzo, de una fanegada y tres celemines. La Suerte de la Cruz de la Cancela es vendida el 11 de enero de 1865  por el entonces propietario Juan Ponce Guerra al presbítero Manuel Romero Almeida por 4.500 reales de vellón (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).
 
Antigua cancela de la Mayordomía de Tamaraceite (Teodoro Maisch 1928 - Fedac)

En la nómina de alcaldes que tuvo el desaparecido lugar de San Lorenzo se encuentran los siguientes que pueder guardar consaguinidad con esta familia: José Manuel Ponce de León, 1763-1766; Claudio Ponce de León y Naranjo, 1780, 1788-1792, 1801; el arriba mencionado vendedor Juan Ponce Guerra, 1865-1868; Andrés Ponce y Guerra, 1872-1873; y Juan Bautista Ponce de León, 1898-1902 (municipiodesanlorenzo-com).
 

El llamado Camino Real de Teror que pasa por este lugar de La Cancela, era el también usado para los traslados de la Virgen del Pino a la Ciudad, que a su vuelta se iniciaba en las proximidades de la Catedral de Santa Ana, seguía por el Risco de San Nicolás donde conectaba con el camino del Castillo del Rey (hoy de San Francisco), y discurría por los lugares que en la actualidad conocemos como Cruz de Piedra, Lomo Apolinario, La Paterna, Las Tunerillas, Estación Militar, Almatriche, La Cancela, San Lorenzo y Román, y se unía al camino que por el Lomo de la Milagrosa llega a San José del Álamo, Lo Blanco y Miraflor, donde comenzaba el empedrado que llega hasta el Puente del Molino y hasta Teror.
Vista del lugar (Google earth)
La mención que se hace a la Cruz de la Cancela nos acerca a la tradición franciscana de situar una cruz en los cruces de caminos, como aquí ocurre, como también lo fue la "Cruz de Castrillo", hoy conocida como Cruz de Piedra.

En cuanto al término "cancela" para su mejor comprensión hemos de manifestar que su significado ha cambiado con el paso de los siglos. En la actualidad el DRAE  aporta dos acepciones para "cancela",  que etimológicamente viene de "cancel": «1. f. Verja pequeña que se pone en el umbral de algunas casas para reservar el portal o zaguán del libre acceso del público. 2. f. En Andalucía, verja, comúnmente de hierro y muy labrada, que en muchas casas sustituye a la puerta divisoria del portal y el recibimiento o pieza que antecede al patio, de modo que las macetas y otros adornos de este se vean desde la calle».
Antiguo camino real asfaltado (Google earth)

Aunque las influencias andaluzas en Canarias son notables, no es exactamente ese el significado que pudo devengar en topónimo. Si nos aproxima a ello el significado que encontramos en el diccionario de la lengua del siglo XVII:

«CANCEL, la clausura hecha de verjas entrexeridas, o sean de hierro, o sean de palo. Estas defienden la entrada, pero no quitan la vista ni el trato de los dedentro con los defuera, ni impiden el ayre que no cuele la vna parte a otra, las que se ponen en las ventanas, para ver, y no ser vistas las damas, proque a vezes son inuencion de maridos zelosos, se llamaron celogias, en romance. ...» (Tesoro de la lengua castellana, o española, Parte Segunda ..., compuesto por el Licenciado Don Sebastian DE COVARRUVIAS OROZCO, 1673).

Este antiguo significado es bastante explícito y convincente, y al aproximarnos a las tradicionales portadas rústicas de las Islas: «En las rutas principales que comunican el campo con la ciudad o los puertos, especialmente en las inmediaciones a los "caminos reales", encontramos portadas con reminiscencias renacentistas, barrocas o incluso neoclásicas, integradas en el entorno agrícola. Este hecho, intencionadamente, se utiliza como símbolo de realce de las familias que ostentan la propiedad de la explotación, lo que hace que sean elementos genuinos que hoy asumimos como algo que forma parte de nuestra identidad» (ALONSO LÓPEZ, J.M. Y GIBERT BOSCH, D.: Catalogación y Análisis Morfológicos de las Portadas Rústicas del Norte de Tenerife, Sta. Cruz de Tenerife, 2007).

Portada rústica con "cancel" en La Orotava (Alonso López, JM y Gibert Bosch, D)

Pero además, la sustitución de una puerta de madera "ciega" o maciza por una "cancel" respondía también a la voluntad de la propiedad de que "Estas defienden la entrada, pero no quitan la vista ni el trato de los dedentro con los defuera, ni impiden el ayre que no cuele la vna parte a otra", y suponemos lo fuera porque por allí transitaba la imagen "milagrosa de Nuestra Señora", añadiendo un signo de distinción a la familia propietaria de las tierras.

Aprovechemos también esta ocasión para reparar en esa segunda parte del significado de "cancel", donde se nos dice que las "celosías" de nuestros balcones y ventanas tienen su origen etimológico en los "celos" de los maridos que las inventaron.

Además de en otras islas, el topónimo lo encontramos también en el término de Valleseco, al sur de Las Troyanas, donde se da la paradoja de un entorno de sencillos topónimos identificativos en singular como La Cancela, desde El Caserón, La Casilla, La Escuela, La Majadilla, La Meseta hasta La Montañeta, cuyos significados no entrañan mayores averiguaciones.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)