Según la Guía Informativa de Tunte, el nombre de este lugar que hoy rotula una calle del casco de San Bartolomé de Tirajana, se debe al difícil camino que se tenía que recorrer cada vez que se trasladaba a un difunto desde algunos de los diversos pueblos hasta el cementerio de Tunte, y surgió de la exclamación «¡un verdadero calvario!» de los lugareños, pues era el único existente en aquella época.
El acceso al pueblo del cortejo fúnebre dependía de la procedencia del difunto. Si se trataba de los pueblos de La Montaña, Hoya Grande, Hoya de Tunte, Taidía o Los Sitios, la entrada era por la parte Sur de la villa.
Calle Calvario (Google earth) |
Si por el contrario, venían de Risco Blanco, Perera, La Culata, La Plata, Cercados de Araña y Ayacata lo hacían por el Norte. En ambos casos existía un pequeño descansillo y una cruz donde se depositaba el ataúd, lugar conocido popularmente como «descansadero de los muertos». En la isla nos econtramos distintos topónimos que de forma parecida hacen alusión a estas obligadas paradas que en ocasiones se debian a la necesidad de esperar a la llegada del cura para acompañar el entierro.
Descansadero de los muertos (psicothanatos-blogspot) |
En este punto se esperaba la llegada del párroco, que lo hacia cinco o diez minutos antes del entierro portando los elementos del rito cristiano: la cruz, los cirios, el incienso y el agua bendecida. El cura recibía oficialmente al cortejo y juntos se trasladaban en procesión hasta la iglesia, donde se procedía al responso o rezo, y al posterior traslado al cementerio.
Localización (Guía Informativa de Tunte) |
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