Actualización
28-mar-2016
Está
situada en la vertiente costera del municipio, lindando con el municipio de
Gáldar, a las faldas de la montaña
Ajódar, popularmente conocida como Montaña
de La Atalaya.
El
origen del topónimo se debe «...
atalaya o el atalayero venía a ser una persona despierta, responsable y
honesta, es decir un hombre apercibido y de mucha confianza, para evitar ser
sobornado, y su función era vigilar la llegada de algún barco enemigo, para lo
cual producía humo quemando leña seca o húmeda, según fuera de día o de noche,
en el lugar donde estuviera apostado, y luego se acercaba a la población más
cercana para comunicar el peligro» (LOBO
CABRERA, M.: "Atalayas en Gran Canaria en el siglo XVI", El Museo Canario, nº 69, 2005).
Iglesia 1950 (Rivero Fedac) |
La
misma fuente nos aporta información sobre el atalayero contratado en los primeros tiempos y
su misión: «...en 1587, se
contrata los servicios de otra persona con el mismo cometido para que se
apostara en la montaña de Gáldar. Así el vecino de Guía Juan Bautista de
Sobranis, y el capitán del lugar Melchor de Aguilar, por aviso que habían
recibido del capitán de la isla, Alvaro de Acosta, de la posibilidad de la
llegada de corsarios enemigos y en especial de Morato Arráez, se les encomienda
que conforme a la costumbre de la isla pongan una persona de confianza por
atalaya y guarda en la montaña de Gáldar, junto a la villa de Guía, para que
asistiera al lugar tanto de noche como de día, con el objetivo de estar atento
a las señas que diera el atalaya de las Isletas, de tal manera que en cuanto
las viera respondiese con su farol y humos para que los vecinos de las villas
de Guía y Gáldar acudieran con sus armas y caballos a la ciudad para ponerse a
las ordenes del capitán general de la isla.
Por
estas razones ambos vecinos contratan los servicios del vecino de Guía Melchor
Alonso, para que sirviera de guarda y atalaya, estando aposentado en su
sitio teniendo tea y leña en el lugar para responder a los avisos y a las
señales que se hicieran desde las Isletas».
Iglesia (guia-doramas-blogspot) |
Ya en
esos tiempos se podía constatar la dualidad "de
la montaña de Gáldar, junto a la villa de Guía" que generó a lo largo de los siglos
numerosos pleitos jurisdiccionales, que se trasladaron incluso a la Caleta de
Arriba o de Soria, alargados posiblemente por la titularidad de las tierras que
se mantuvieron como baldíos del Cabildo General.
Partiendo
del uso como baldíos de los terrenos del pico, el inicio del asentamiento tuvo
lugar por el proceso de ventas de terrenos del estado que se llevó a cabo con
la desamortización de Mendizábal en 1836. No obstante, hubo propiedades
privadas próximas a la misma, que la utilizaban como referente en los
documentos. Antón Zerpa Padilla, Regidor Perpetuo y Escribano de Indias, en su
testamento de 10 de septiembre de 1562, ya decía tener 21 fanegas y 4 celemines
de «Terrenos para pastos en la
Atalaya», y el Coronel del Regimiento de Milicias Provinciales de Guía,
Cristóbal Benítez Rojas, en su testamento de 8 de enero de 1780, al mencionar
la propiedad que había comprado de 3 fanegas y 4 celemines dice «Cercado en la falda de la Atalaya
(Tarazona) con 2 días y 2 noches de agua del Heredamiento del Palmital».
Detalle vista desde el Pico 1950 (Fedac) |
En
1838, el Ayuntamiento de Guía le hizo una venta de 50 fanegas de tierras de
arrifes, a censo reservativo, a Felipe Valdés Merino, y este lo dedicaría a
cultivo de cochinilla, que era el cultivo que en aquellos años comenzaba a dar
ganancias económicas. Según la documentación, además de la cochinilla, el
cultivo que servía como elemento de subsistencia en aquellos momentos era el
millo. Consta también el dato de la existencia de un establecimiento en el que
había un horno para la transformación de la cochinilla.
Aparece
mencionado en el Diccionario
Geográfico Estadístico editado
por Pedro de Olive en 1865, en el que se lo describe como caserío situado en
terrenos de Guía que lo componen once edificaciones de un piso y seis chozas
habitadas.
Vista (A.VV. La Piconera) |
La
descripción realizada por la británica Olivia M. Stone en su visita a Gran
Canaria (1885) refleja lo siguiente: «…
Es el elemento más llamativo del paisaje y es difícil poder fijar la vista en
otra cosa. A sus pies se extienden verdes campos y el mar azul conforma el
telón de fondo. En el extremo izquierdo y detrás de nosotros se encuentra otra
montaña, una de cuyas faldas baja hacia el mar. La llanura está muy cultivada
con cactus de cochinilla, maíz y caña de azúcar, y salpicada con palmeras que
parecen centinelas...».
En una
certificación del Ayuntamiento el 12 de abril de 1907, se manifiesta el origen
del asentamiento diciendo que los terrenos «…
los venía poseyendo desde tiempo inmemorial, creyéndose que en virtud de Reales
cédulas y Provisiones antiguas se destinaran los terrenos que constituyen esta
finca y otros para pasto común y se repartieron los restantes entre los
avecindados en esta isla algunos años después de su conquista, sin que estén
destinados a ningún servicio público existiendo en una parte de esta finca
varias casas y cuevas fabricadas para viviendas de particulares...».
Descamisada en la finca Juanito "El Tomasito" 1970 (Fedac) |
La
tremenda realidad de este barrio es que aquellas casas construidas a finales
del s. XIX y principios del XX que no realizaron el asiento registral de la
titularidad, comportan la resolución de expedientes de dominios, en los que se
ve incurso el Ayuntamiento, que tendrá que resolver, como mejor pueda, si
existen antecedentes en los archivos municipales.
Sin
duda, aparte de las numerosas explotaciones agrícolas, la economía
complementaria a mitad del siglo XX será el eje del progreso del asentamiento.
Los cultivos de cochinilla que aguantan en pequeña escala en las fincas, la
pesca en Roque Prieto, el
cultivo del millo y otros productos en las huertas familiares, y las dos cabras
en la parte de atrás de la casa, permitieron el acceso de sus habitantes a la
propiedad del suelo en documentos públicos no registrados por la problemática
derivada de la titularidad pública en su día.
Localización (IDEE Instituto Geográfico Nacional) |
Estimado Humberto: ¿de dónde sale la designación Ajódar para la Montaña de La Atalaya? ¿Existe alguna fuente histórica u oral que lo corrobore? Gracias por su respuesta. Saludos.
ResponderEliminarJonay: Hay una general coincidencia que la voz "ajódar" y "axodar"es aborigen, recogiendo sus distintas referencias bibliográficas de las crónicas de la conquista el profesor DOMINIK JOSEF WÖLFEL en su "Monumenta Linguae Canariae" (1965). Ahora bien, en cuanto a su significado y localización del topónimo el mismo profesor recoge distintas referencias: “una fuerza a su parecer de los canarios la mas fuerte de todas dicha - ” ABREU J 147,149; SEDEÑO-MILLLARES 41; ENTRADA, INF.TREJO-CARVAJAL 217, 221, 228, 231; SOSA J 98; CHIL 1/535, MIL X/228. Y también “la fortaleza de - , que es detras de la Isla.(oeste de la isla) . Es la fortaleza de sitio alto e inexpugnable (hacia la parte del puerto de Tazartico) Castillo J 138, 140 Museo Canario - Archivo Canario III-A-21.
EliminarLos problemas surgen cuando el topónimo viaja en el tiempo de un lugar a otro, de una montaña a la otra, de Tazartico a Gáldar, siendo el común denominador la "montaña" sin que se puede conocer más, y si lo puede ser porque ambas eran auténticas fortalezas naturales de difícil acceso.