miércoles, 11 de abril de 2012

ATALAYA, LA (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Actualización 28-mar-2016
Está situada en la vertiente costera del municipio, lindando con el municipio de Gáldar, a las faldas de la montaña Ajódar, popularmente conocida como Montaña de La Atalaya.

 El origen del topónimo se debe «... atalaya o el atalayero venía a ser una persona despierta, responsable y honesta, es decir un hombre apercibido y de mucha confianza, para evitar ser sobornado, y su función era vigilar la llegada de algún barco enemigo, para lo cual producía humo quemando leña seca o húmeda, según fuera de día o de noche, en el lugar donde estuviera apostado, y luego se acercaba a la población más cercana para comunicar el peligro» (LOBO CABRERA, M.: "Atalayas en Gran Canaria en el siglo XVI", El Museo Canario, nº 69, 2005).


Iglesia 1950 (Rivero Fedac)
La misma fuente nos aporta información sobre el atalayero contratado en los primeros tiempos y su misión: «...en 1587, se contrata los servicios de otra persona con el mismo cometido para que se apostara en la montaña de Gáldar. Así el vecino de Guía Juan Bautista de Sobranis, y el capitán del lugar Melchor de Aguilar, por aviso que habían recibido del capitán de la isla, Alvaro de Acosta, de la posibilidad de la llegada de corsarios enemigos y en especial de Morato Arráez, se les encomienda que conforme a la costumbre de la isla pongan una persona de confianza por atalaya y guarda en la montaña de Gáldar, junto a la villa de Guía, para que asistiera al lugar tanto de noche como de día, con el objetivo de estar atento a las señas que diera el atalaya de las Isletas, de tal manera que en cuanto las viera respondiese con su farol y humos para que los vecinos de las villas de Guía y Gáldar acudieran con sus armas y caballos a la ciudad para ponerse a las ordenes del capitán general de la isla.

Por estas razones ambos vecinos contratan los servicios del vecino de Guía Melchor Alonso, para que sirviera de guarda y atalaya, estando aposentado en su sitio teniendo tea y leña en el lugar para responder a los avisos y a las señales que se hicieran desde las Isletas».


Iglesia (guia-doramas-blogspot)
Ya en esos tiempos se podía constatar la dualidad "de la montaña de Gáldar, junto a la villa de Guía" que generó a lo largo de los siglos numerosos pleitos jurisdiccionales, que se trasladaron incluso a la Caleta de Arriba o de Soria, alargados posiblemente por la titularidad de las tierras que se mantuvieron como baldíos del Cabildo General.

Partiendo del uso como baldíos de los terrenos del pico, el inicio del asentamiento tuvo lugar por el proceso de ventas de terrenos del estado que se llevó a cabo con la desamortización de Mendizábal en 1836. No obstante, hubo propiedades privadas próximas a la misma, que la utilizaban como referente en los documentos. Antón Zerpa Padilla, Regidor Perpetuo y Escribano de Indias, en su testamento de 10 de septiembre de 1562, ya decía tener 21 fanegas y 4 celemines de «Terrenos para pastos en la Atalaya», y el Coronel del Regimiento de Milicias Provinciales de Guía, Cristóbal Benítez Rojas, en su testamento de 8 de enero de 1780, al mencionar la propiedad que había comprado de 3 fanegas y 4 celemines dice «Cercado en la falda de la Atalaya (Tarazona) con 2 días y 2 noches de agua del Heredamiento del Palmital».


Detalle vista desde el Pico 1950 (Fedac)
En 1838, el Ayuntamiento de Guía le hizo una venta de 50 fanegas de tierras de arrifes, a censo reservativo, a Felipe Valdés Merino, y este lo dedicaría a cultivo de cochinilla, que era el cultivo que en aquellos años comenzaba a dar ganancias económicas. Según la documentación, además de la cochinilla, el cultivo que servía como elemento de subsistencia en aquellos momentos era el millo. Consta también el dato de la existencia de un establecimiento en el que había un horno para la transformación de la cochinilla.

Aparece mencionado en el Diccionario Geográfico Estadístico editado por Pedro de Olive en 1865, en el que se lo describe como caserío situado en terrenos de Guía que lo componen once edificaciones de un piso y seis chozas habitadas.

Vista (A.VV. La Piconera)
La descripción realizada por la británica Olivia M. Stone en su visita a Gran Canaria (1885) refleja lo siguiente: «… Es el elemento más llamativo del paisaje y es difícil poder fijar la vista en otra cosa. A sus pies se extienden verdes campos y el mar azul conforma el telón de fondo. En el extremo izquierdo y detrás de nosotros se encuentra otra montaña, una de cuyas faldas baja hacia el mar. La llanura está muy cultivada con cactus de cochinilla, maíz y caña de azúcar, y salpicada con palmeras que parecen centinelas...».

En una certificación del Ayuntamiento el 12 de abril de 1907, se manifiesta el origen del asentamiento diciendo que los terrenos «… los venía poseyendo desde tiempo inmemorial, creyéndose que en virtud de Reales cédulas y Provisiones antiguas se destinaran los terrenos que constituyen esta finca y otros para pasto común y se repartieron los restantes entre los avecindados en esta isla algunos años después de su conquista, sin que estén destinados a ningún servicio público existiendo en una parte de esta finca varias casas y cuevas fabricadas para viviendas de particulares...».

Descamisada en la finca Juanito "El Tomasito" 1970 (Fedac)
La tremenda realidad de este barrio es que aquellas casas construidas a finales del s. XIX y principios del XX que no realizaron el asiento registral de la titularidad, comportan la resolución de expedientes de dominios, en los que se ve incurso el Ayuntamiento, que tendrá que resolver, como mejor pueda, si existen antecedentes en los archivos municipales.

Sin duda, aparte de las numerosas explotaciones agrícolas, la economía complementaria a mitad del siglo XX será el eje del progreso del asentamiento. Los cultivos de cochinilla que aguantan en pequeña escala en las fincas, la pesca en Roque Prieto, el cultivo del millo y otros productos en las huertas familiares, y las dos cabras en la parte de atrás de la casa, permitieron el acceso de sus habitantes a la propiedad del suelo en documentos públicos no registrados por la problemática derivada de la titularidad pública en su día.

Localización (IDEE Instituto Geográfico Nacional)

2 comentarios:

  1. Estimado Humberto: ¿de dónde sale la designación Ajódar para la Montaña de La Atalaya? ¿Existe alguna fuente histórica u oral que lo corrobore? Gracias por su respuesta. Saludos.

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    1. Jonay: Hay una general coincidencia que la voz "ajódar" y "axodar"es aborigen, recogiendo sus distintas referencias bibliográficas de las crónicas de la conquista el profesor DOMINIK JOSEF WÖLFEL en su "Monumenta Linguae Canariae" (1965). Ahora bien, en cuanto a su significado y localización del topónimo el mismo profesor recoge distintas referencias: “una fuerza a su parecer de los canarios la mas fuerte de todas dicha - ” ABREU J 147,149; SEDEÑO-MILLLARES 41; ENTRADA, INF.TREJO-CARVAJAL 217, 221, 228, 231; SOSA J 98; CHIL 1/535, MIL X/228. Y también “la fortaleza de - , que es detras de la Isla.(oeste de la isla) . Es la fortaleza de sitio alto e inexpugnable (hacia la parte del puerto de Tazartico) Castillo J 138, 140 Museo Canario - Archivo Canario III-A-21.
      Los problemas surgen cuando el topónimo viaja en el tiempo de un lugar a otro, de una montaña a la otra, de Tazartico a Gáldar, siendo el común denominador la "montaña" sin que se puede conocer más, y si lo puede ser porque ambas eran auténticas fortalezas naturales de difícil acceso.

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