Es uno de los barrios de la parte más baja de Valleseco, cuyo topónimo es genérico en la isla y puede obedecer a la existencia de algún caserón aborigen en los alrededores, que posiblemente siguió siendo utilizado como vivienda y reformado, perdiéndose su huella.
Había en el lugar varios latifundios con terrenos, dados en régimen de medianías, y casas señoriales de los siglos XVII y XVIII, que aún perduran en la actualidad. Descendiendo hacia El Molinete, se encuentra una casa que guarda las estructuras tradicionales de la casa canaria, una de cuyas habitaciones se convirtió en una pequeña pero encantadora ermita.
Poza de agua (Fedac) |
La ermita de la Virgen de la Silla, que es así como se llama, data del siglo XIX y perteneció a la familia Rodríguez Pérez. La imagen está pintada en un cuadro y refleja a la Virgen María sentada con el niño en su regazo. En ella oían misa los peregrinos que por el camino iban a las fiestas del Pino de Teror. Este era también el lugar por el que se transportaban las mercancías desde Moya y Fontanales, y uno de los lugares por donde se sacaba la madera de los bosques de la montaña de Doramas.
Todo el lugar es una importante zona de paso del camino de mar a cumbre que viene desde Moya y llega a Teror. En el pasado se situaban aquí dos molinos, el Molino del Molinete o el Molino de Abajo, de los que hoy en día quedan vestigios de incalculable valor etnográfico. Quedan también las estructuras hidráulicas para transportar el agua de la Acequia Honda.
Acequia Honda (Fedac) |
Estos molinos, que se movían con la fuerza del agua, se colocaban estratégicamente en las rutas de las acequias y en las zonas de tránsito, ya que además solían tener pequeñas tiendas de víveres. En la parte trasera de este puede observarse la acequia perteneciente a la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, así como los peldaños que le servían al «acequiero» para acceder a ella.
Localización (Espacios Naturales Gran Canaria) |
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