Topónimo que hace referencia a los terrenos calcáreos del lugar donde se encuentra un caserío, muy próximo al moderno barrio de Los Giles. Fue muy conocido en la antigüedad, pues se encontraba en el trazado del Camino Real a Gáldar. Este camino arrancaba en la Plaza Real de la Ciudad, atravesaba el puente para subir por el risco de San Francisco, junto al Castillo del Rey o de San Francisco, y llegaba por Las Rehoyas hasta Tamaraceite.
En este lugar se desdoblaba en dos: uno seguía en dirección al centro-norte de la isla, por la Divisoria, San José del Álamo y Teror; y otro en dirección norte, por Jacomar, Cuevas Blancas y Tenoya, donde volvía a desdoblarse, aproximadamente en la Dehesa de Arucas después de pasar por el Portichuelo, en uno que llevaba a Arucas, Firgas y Moya, y otro que, por Trasmontaña, Cruz de Pineda, Bañaderos, San Andrés, San Felipe y Guía, llevaba hasta Gáldar.
Detalle de los Caminos Reales en la cartografía de Ossavari de 1806 (el punteado rojo es sobrepuesto para destacarlos) |
La extensión de los territorios denominados con este topónimo era mucho mayor a la actual, según las descripciones documentales en las que se nombran. El 23 de febrero de 1551, Pedro Ximénez Casasola y Juan de Ribera piden a la Audiencia que se les asignen cien fanegas de tierras en Tamarazaite, que lindaban con el caminillo de atajo a Tenoya que iba hacia las Cuevas Blancas, que son hacia la parte del mar y, por la otra parte, lindaban con el barranquillo de Jacomar. Dicen que las querían para «… sembrar e aprovechar en pan y desmontar los cardones y leñas...».
La progresiva colonización de las tierras obligará a sus nuevos propietarios a incorporar los topónimos que van surgiendo. El 21 de abril de 1671, los Herederos del Capitán Bartolomé de Muxica Lezcano y Ambrosia Serrate de Figueroa, vecinos que habían sido de esta isla, dan su consentimiento para que se puedan vender sus posesiones, entre las que se encontraba «… una suerte grande de tierras de labradío en Tamarasaite, en la Cruz del Ovejero, otra suerte denominada Los Guirres, en el Cardonal de Tamarasaite que llaman Cuevas Blancas, lindaban con los Cercados de Guillén de Ayala, a la pared a dar al Llano del Mar...». En su contorno se plantará después la Hierba de Guinea para alimentar a los animales que creará los nuevos topónimos de Guinea.
Era (Fedac) |
Más tarde, sigue siendo mencionado en documentos de propiedad, como la escritura de 8 de abril de 1763 de Juan González Travieso, Familiar del Santo Oficio de la Inquisición, y Ana Suárez Fleitas, que dicen tener una fanega y cinco celemines de una «Suerte labradía denominada “Cuevas Blancas” en San Lorenzo», municipio que desapareción en 1936 por orden gubernativa.
Con posterioridad, el camino fue condenado a desaparecer cuando el ingeniero Juan de León y Castillo redactó el proyecto de la carretera de Las Palmas a Guía, e incluyó, en el tercer tramo, el túnel que se llamó del Machicao y el puente sobre el barranco de Tenoya, obras ejecutadas por el diputado Antonio Matos y Moreno, padre del que fuera ministro Leopoldo Matos. Se adjudicaron por el precio de 1.679.000 reales de vellón y se iniciaron a partir del 15 de febrero de 1864.
Túnel de Machicao o de Tenoya |
Tras la terminación del puente de Tenoya y del túnel del Machicao, entonces el de mayor longitud de la isla con ciento veinte metros de longitud y catorce metros de altura, el tradicional trazado del camino real fue olvidado por el uso de la nueva carretera del Norte, quedando este lugar de Cuevas Blancas algo olvidado en medio de La Cazuela y la Atalaya de Guinea, lugar donde en la segunda mitad del siglo XX nacería el barrio de Los Giles.
Al poniente de Cuevas Blancas, existen unas tierras cuyo antiguo topónimo ha perdurado como Finca del Jediondo, hacienda de quince fanegas y diez celemines que perteneció al vínculo de Jerónimo de Pineda, que las describía así en escritura de 3 de mayo de 1543: «Hacienda en Tenoya dividida en dos partes denominada El Hornillo y la Ladera del Hediondo con dos casas terreras y veinticuatro días de agua con sus noches del Heredamiento de Tenoya».
Aunque existe otro árbol también llamado vulgarmente de esta forma, por su ubicación parece más probable que este fitotopónimo corresponda con la antigua existencia en el lugar del lirio hediondo o amarillo (Iris pseudacorus), planta herbácea perenne de la familia de las Iridáceas, parecida al lirio cárdeno o cultivado, pero de mayor talla, hojas más verdosas y flores intensamente amarillas, con un tallo vegetativo que es un rizoma subterráneo de crecimiento horizontal.
Las hojas son planas y estrechamente triangulares, partiendo del mismo rizoma, y los frutos son cápsulas alargadas que contienen abundantes semillas, algo carnosas cuando jóvenes, y de color anaranjado o parduzco. Forma parte de la vegetación palustre, viviendo entre las eneas, carrizos, etc. en las proximidades o vertientes de los barrancos, y se localiza en la Macaronesia y cuenca mediterránea. El rizoma contiene sustancias vomitivas y purgantes.
Al poniente de Cuevas Blancas, existen unas tierras cuyo antiguo topónimo ha perdurado como Finca del Jediondo, hacienda de quince fanegas y diez celemines que perteneció al vínculo de Jerónimo de Pineda, que las describía así en escritura de 3 de mayo de 1543: «Hacienda en Tenoya dividida en dos partes denominada El Hornillo y la Ladera del Hediondo con dos casas terreras y veinticuatro días de agua con sus noches del Heredamiento de Tenoya».
Aunque existe otro árbol también llamado vulgarmente de esta forma, por su ubicación parece más probable que este fitotopónimo corresponda con la antigua existencia en el lugar del lirio hediondo o amarillo (Iris pseudacorus), planta herbácea perenne de la familia de las Iridáceas, parecida al lirio cárdeno o cultivado, pero de mayor talla, hojas más verdosas y flores intensamente amarillas, con un tallo vegetativo que es un rizoma subterráneo de crecimiento horizontal.
Las hojas son planas y estrechamente triangulares, partiendo del mismo rizoma, y los frutos son cápsulas alargadas que contienen abundantes semillas, algo carnosas cuando jóvenes, y de color anaranjado o parduzco. Forma parte de la vegetación palustre, viviendo entre las eneas, carrizos, etc. en las proximidades o vertientes de los barrancos, y se localiza en la Macaronesia y cuenca mediterránea. El rizoma contiene sustancias vomitivas y purgantes.
Localización (Espacios Naturales Gran Canaria) |
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