jueves, 31 de mayo de 2012

FRÍO, BARRANQUILLO (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo que recibe un barranquillo, situado en la frontera Suroeste de El Brezal  la mayor reserva de monte verde de la isla, que favoreció que los vientos alisios crearan en este lugar el microclima que creó motivó el topónimo, que semánticamente lleva implícito la humedad del lugar, que por sus  condiciones climatológicas y geográficas facilitaron la aparición de manantiales de agua.

Los asentamientos poblaciones en torno al Barranquillo Frío son muy diseminados, todos ellos estaban vinculados a la gran actividad agrícola y ganadera. El acceso al lugar se hace a través de un estrecho camino vecinal que parte de la carretera de Moya a San Juan (GC-700), después de haber pasado El Palmital.

Alpendre (Fedac)
El topónimo aparece tempranamente cuando la demanda de Martín de Vera, hijo del gobernador Pedro de Vera, quien solicitó recompensa por los servicios de su padre a la Conquista, y así se dicta el 18 de enero de 1518 la orden:

«...que dé cumplimiento de justicia a Martín de Vera, vecino de dicha isla. Pide le sean completadas las cuatro caballerías de regadío que le otorgó el rey don Felipe por sus servicios a los Reyes Católicos, ya que el licenciado Juan Ortiz de Zárate, reformador de dicha isla, comenzó a cumplírselas con el agua del Barranco Frío, pero sólo quedaba para cinco suertes. Por ello, solicitó al gobernador Lope de Sosa que le diese el resto en unas fuentezuelas descubiertas por el camino de El Pinar, que sólo se pueden aprovechar donde él tiene las aguas del Barranco Frío, pero no lo quiso hacer, entregándolas a Pedro Hernández, escribano de la reformación, que las solicitó después... » (AZNAR VALLEJO, E. Y OTROS: Documentos canarios Registro General del Sello (1518-1525), Sta. Cruz de Tenerife, 1991).


El topónimo se incorpora a los protocolos notariales como referente, como cuando uno de los mayores propietarios el Alférez Espino Peloz, que años después agregaría sus bienes a la Casa Amoreto, en escritura de 16 de julio de 1701  cuando funda el heredamiento del lugar decía tener once días y sus noches con siete horas de aguas. Los siglos han pasado, ya el barranquillo no es tan frío para poderlo identificar y el agua es escasa, por lo que se han abandonado muchos cultivos.

Estanque (Fedac)

El aprovechamiento de El Brezal como finca recreativa de la burguesía canaria permitió su conservación hasta hoy en día, al igual que los ambientes húmedos de este topónimo, que conformaba un microclima en la zona que fue agradecido por su vegetación.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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