martes, 22 de mayo de 2012

DEHESA DE TAMARA, LA (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Con este topónimo era conocido desde los primeros años de la Conquista un amplio territorio de realengo, autorizado por la Corona para obtención de rentas para los Propios del Cabildo General, situado en los altos al Sur de Guía, que primero por su dependencia administrativa se llamó Dehesa de Tamara-Gáldar, luego perdió el nombre de Gáldar, y en la actualidad sólo queda el topónimo de La Dehesa limitado a un territorio muy reducido, y en el extremo Sur el diminutivo de La Dehesilla.

Esta evolución del topónimo es producto del crecimiento poblacional y de los nuevos asentamientos rurales que la fueron restringiendo espacialmente desde los primeros años de la Conquista hasta la subasta pública de la propiedad en el siglo XIX, con una definida localización en las márgenes de la carretera de Guía a Moya, en el entorno superior de la ermita de San Juan.

Molino (Fedac)
Los límites antiguos son imprecisos, no se conocen con exactitud, pero las distintas fuentes estiman que su superficie era muy grande, aunque ya los primeros repartimientos fueron acotando su primitivo límite con los repartimientos de Carnedeagua, Ingenio Blanco, San Juan, El Gallego, Calabozo, Paso María de los Santos, Ábalos, etc.

De los beneficiados con esas tierras, no todos eran conquistadores, pues se incluye a las familias genovesas que financiaron la conquista, como los Riverol, Carrasco o Sopranis, que recibieron tierras en lo que en esa época se denominaba Tierras Blancas. Uno de los primeros documentos que hablan de este topónimo es de 1503, cuando el Gobernador de Gran Canaria denuncia a Batista de Riverol por exceder sus propiedades el valor de 200 mil maravedíes. La real cédula de los Reyes Católicos, que se pregonó en Gran Canaria el 14 de junio de 1498, prohibía a todos los extranjeros tener propiedades de valor superior a la cantidad citada.

En la denuncia se acusa a Batista de Riverol de tener «… una fuente y un pedazo de la Dehesa de Gáldar, que posee sin titulo justo, sino que no estando gobernador en la isla hizo un convite a los labradores y a un escribano y dejáronle más un
pedazo de la dehesa, que valdrá con la dicha fuente quinientos ducados de renta...».
Estanque y cantonera (Fedac)

También el conquistador Sancho de Vargas y Machuca recibe repartos en Tierras Blancas. Por su testamento hecho en Tenerife el 21 de marzo de 1509, se conoce que poseía «… una suerte de tierra en Tamara-Gáldar, con el cuarto de las aguas que le corresponde y la mitad de las cañas que están en la ladera de Batista de Riverol…».

Igualmente, quedaron fuera de la propiedad concejil unas tierras que ocupaban ochenta y cuatro fanegas y siete celemines, que antes de la privatización de la Dehesa ya formaban un «Cortijo labradío y “arrifes” denominado “La Dehesilla” con cuatro horas de agua del Heredamiento del Palmital», y que, en escritura de 29 de enero de 1704, declaraban los hermanos Francisco Golfos de la Puerta, Licenciado, Canónigo de la Catedral y Juez Subdelegado del Tribunal de la Sta. Cruzada, y Petronila Golfos de la Puerta, viuda del Capitán Francisco Espinosa Montero.
Cueva, alpendre y poceta (Fedac)
En los remates de la subasta de las tierras, que seguían siendo de los «propios» del Cabildo General, restaban sesenta y seis fanegas. Era frecuente que los rematadores en los arrendamientos cediesen luego el remate a otra persona.

Así, en 1714, Vicente Romero Jaraquemada lo cede al capitán Juan Manuel de Matos; en 1719, el capitán Francisco Martínez de Escobar a Luis González; en 1720, el capitán Matos al Capitán Diego Gritón; en 1724, Juan de Quintana lo comparte con Bartolomé Verde Aguilar; y en 1796, José Padrón Castrillo lo cede a José Almeida. Un trasiego de rematadores que lo hacen por cuenta de otros.
Estanque (Fedac)
La renta de pago al Cabildo se fija en numerario y se paga durante la primera mitad del siglo XVIII en un solo plazo; posteriormente, se hace por tercios. Cuando los «propios» del Cabildo General pasan a los Ayuntamientos Constitucionales en el siglo XIX, se subastan las sesenta y seis fanegas por el Ayuntamiento de Guía en 1837 con la justificación de no haber cobrado nada de los «censos». Son adjudicadas a los siguientes rematadores: Antonio Ariñez Martínez, Sebastián García Bolaños, Hipólito Godoy, Juan Herrera Martín, Vicente Padrón Miranda y Felipe Suárez Valdés.

Privatizada la Dehesa, los asentamientos poblacionales se multiplican y quedan para el recuerdo de esta toponimia los referidos de La Dehesa y La Dehesilla.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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