Actualización 13-feb-2016
Santa María de Guía
Santa María de Guía
Topónimo con el que se conoce un
antiguo caserío y una montaña situados entre Tres
Cruces y Bascamao, al naciente de la
carretera de Guía a Montaña
Alta (GC-070).
Casa cueva (Fedac) |
Tenemos serias dudas en relación con el origen, dado que pudiera
tratarse de un fito-topónimo, relacionado con una planta, o de un
antro-topónimo, relacionado con algún personaje de nuestra historia.
En relación con el primer caso, el topónimo pudiera tener su origen en la existencia de algún frutal, que como bien dice el epíteto, mantiene su color verde incluso en el período de maduración, como sucede con la «uva verdeja» o el «higo verdejo», cultivos que se dieron tras la Conquista, epíteto que también también se da al árbol de esa fruta, teníéndose la certeza de que el cultivo de los viñedos fue introducido desde la Madeira portuguesa, al igual que la caña de azúcar.
«...Los nombres "gual" y "verdello", aplicados a dos variedades de uva blanca en Canarias, son de importación portuguesa. "Gual" responde a una variedad de viña que no he podido identificar con ninguna de las cultivadas en España. "Verdello", en castellamo "verdejo" o" verdal", es una variedad de la una "Vitis vinifera L.", posiblemente la catalogada bajo el término "orchidea".
Ambas variedades, al parecer, se presentan algo cambiadas con respecto a sus características peninsulares, a causa del medio geográfico. El cultivo de la uva "gual" es normal; el del "verdello" tiende a desaparecer, aunque aun se cultiva abundantemente en Igueste de Candelaria..». (REGULO PÉREZ, J.:, "«Gual» y «Verdello», dos portuguesismos vitícolas en el español de Canarias", Revista de Historia nº 72, 1945).
Era (Fedac) |
Pudiera ser un
antro-topónimo, pero no se ha localizado ningún conquistador o colono que tenga
relación con esta zona geográfica, salvo que se tratara de alguna de las
propiedades de la familia Verde Aguilar de Gáldar, que tuvo muchas posesiones
en el norte de la isla.
Si está
documentado con posterioridad a la conquista la estancia en Guía de Rodrigo
Verdejo casado con Águeda Gómez, hija de Cristóbal Gómez de Fregenal, hermano
de Juan y Alonso Gómez de Fregenal, hijos del judeo-converso Juan Gómez
Castrillo, que tomaron por segundo apellido su lugar de nacimiento Fregenal de la Sierra (Badajoz) cuando se establecieron
en Canarias en los primeros años del Quinientos. Hay que considerar que a
Alonso Gómez de Fregenal se le atribuye ser el origen del topónimo Cuevas del Fregenal situado unos kilómetros más abajo del
pago de Verdejo.
Hijos de este
matrimonio formado por Rodrigo Verdejo y Águeda Gómez son al menos: «Luis Verdejo, casado con Águeda
González; Constanza Castrillo, dotada por su madre y hermano para casarse con
Cosme de Orihuela en 1577, dato que nos indica que Rodrigo era difunto en esa
fecha; y Ana Gómez Verdejo por quien sigue la línea» (HERNÁNDEZ BAUTISTA, F. Y GARCÍA
TORRES, J.R.: “Apellidos Ojeda y Castrillo. Origen en Gran Canaria -1ª parte”, Revista Digital Cuarto de Apero, 13-02-2016).
Su estancia en Guía nos la acredita la Partida de Bautismo Guía, Libro 1 -
Folio 21 Vto - Año 1577 "En
16 de marzo de 1577 años yo Hernando Alonso beneficiado de Guía bauticé a Ana,
hija de Rodrigo Verdejo y Águeda Gómez su mujer legítima; fueron sus padrinos
Francisco de Riberol y Catalina Rengifa de Vargas su mujer y les hice las
amonestaciones contenidas del Santo Concilio Tridentino en fe de lo cual lo
firmé de my nombre. Hernando Alonso." (op. cit.).
El topónimo es ya conocido en el siglo XVII y se menciona en fuentes documentales, como el testamento del Capitán Juan de Matos y su mujer María González realizado el 26 de julio de 1680, quienes incluyen entre los bienes vinculados de su mayorazgo ciento treinta y nueve fanegas y siete celemines de un «Cortijo de tierra con varias cuevas denominado “Verdejo”», que en el momento de su división el 11 de noviembre de 1872 es valorado en 218.700 reales de vellón, cortijo que tiene una gran extensión como puede apreciarse.
Naciente (Fedac) |
Este cortijo fue uno de los implicados en la
roturación ilegal de tierras junto a la Montaña
de Doramas, en la que participan jornaleros residentes en los pagos de:
«… Lomo del Guzano,
Pabón, las Rosas, etc., nombres que corresponden a otros tantos cortijos
pertenecientes a los mayorazgos de Osorio, Matos, etc. Finalmente, hemos de
señalar que este proceso “organizado” de roturación y la causa que contra sus
autores se sigue, se inserta en el contexto del clima de conflictividad que se
produce en Guía, especialmente en sus “altos”, a fines del siglo XVIII y que
alcanza su máxima expresión en el levantamiento de la noche del 15 de febrero
de 1799 en contra de la limitación de ciertos usos comunales en la Montaña de
Doramas…» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y
eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas
de GC, 1987).
Entre los once vecinos condenados por la
roturación ilegal se encuentra Juan Bernardo Santiago, vecino de Verdejo, y
además José de Vega, Isidro Roque vecino de la Palmilla, Francisco
Martín vecino de los Palmitales, José Antonio Santa María, Baltasar
Mateo vecino del Lomo de
Guzano, Antonio González vecino de las
Rosas, Juan Antonio Almeida
vecino de Pabón, Francisco
Delgado vecino de Lomo Gordo,
Juan Betancor y Juan Reyes vecino del
Palmital. De los once, solo
Isidro Roque estuvo el 6 de enero en la junta de la ermita del Caidero.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
|
Situado en el lomo que conforma la rampa
norte del barranco de
Guiniguada, por donde discurría la antigua carretera del Centro (GC 112 Enlace Lomo Blanco y
Zurbarán) para llegar
hasta lo que hoy conocemos como Tafira Baja.
De este topónimo por su localización su
nombre debió guardar estrecha relación con la uva blanca “verdejo”, o alguna similar
de las traídas de Madeira para su cultivo en estos lugares de la isla
donde de forma primigenia se plantaron.
Muchas son las referencias
históricas que nos hablan del antiguo camino del Centro, de la plantación de
viñedos y de descripciones del territorio que parecen referirse a este lugar, y
tomamos como ejemplo la solicitud de tierras que hicieran los hijos del
escribano mayor del Cabildo Juan de Aríñez el 30 de octubre de 1549.
«…Tomas
de Ariniz e Pedro de Mendoça hijos de Juan de Ariniz escribano mayor que
fue del cabildo [roto] e padre que sea en gloria (…) alindan con un camino que
baxa de Tafira a la Calera que esta esyma de los molinos de Hernan Moro y
va por el dicho lomo y camino un paredón de tiempo de los canarios y el
dicho paredón abaxo hasta debaxo de un tabaybalejo de tabaibas duces que esta
asomante al barranco de esta çibdad y por ençima alinda con un sercado
del dicho nuestro padre que obo plantado de cañas el liçençiado y del otro lado
linda con un barranquillo que desagua de la dicha Tafira a tierras de Anton de
Serpa Regidor que tiene en el dicho barranco e por este barranquillo ba otra
serca de tierras del dicho nuestro padre abaxo asomante al dicho barranco
desta çibdad la qual dicha tierra queremos para hacer una heredad de viña
porque tenemos agua de la que nos perteneçera de Tafira como regar la dicha
heredad …» (RONQUILLO RUBIO, M. y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran
Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
De la existencia de ingenios
y molinos en las inmediaciones del barranco de Guiniguada tenemos el testimonio
de las Ordenanzas de 1531 «Otrosí que los engenios que están en el
barranco de esta cibdad por do pasan las aguas que vienen en esta cibdad
ninguna persona eche en las dichas aguas e acequias o barranco vagaco nynguno
ny estiércol ni otra inmundicia alguna ni eche pescado fresco ni salado ni otra
cosa que hieda ni pueda heder ni corromper las aguas ni lavar ni echar en
remojo las hormas y el que lo contrario hiziere caiga en pena por la primera
vez dos mil maravedís …» (MORALES PADRÓN, F.: Ordenanzas del Concejo
de Gran Canaria (1531), Las Palmas G.C., 1974), así como de la necesidad que
estas instalaciones requerían para generar la fuerza motriz la construcción
de “heridos” preferentemente en planos inclinados del
territorio, como es el lugar que nos ocupa.
No debemos olvidar
que «El Guiniguada llegaba ya a Las Palmas muy cansado y muy
menguado porque quienes tenían partes en sus aguas las iban tomando. Era tal la
flaqueza del río-barranco que carecía de fuerza para mover los molinos de Las
Palmas. La ciudad se quedaba sin agua y sus molinos silenciosos o parados,
porque quienes se aprovechaban de ella eran “personas ricas y favorecidas”» (Ibidem).
Dos
siglos después, el testamento Juana María Bravo Laguna, de 7 de octubre de
1766, incluye entre los bienes vinculados a una pensión de 10 reales anuales
para al Corazón de Jesús en la Iglesia de los Jesuitas, incluye un «Molino
de pan moler denominado "Verdejo" o "La Barranquera"» en
Las Palmas (SUÁREZ GRIMÓN, V. J.: La propiedad pública, vinculada
y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las
Palmas G.C., 1987), que por sus denominaciones, la primera nos identifica el
lugar y la segunda nos dice de una “barranquera” o “atarjea” que de forma
permanente condujera el agua.
Fototeca Mancomunidad de Cabildos (IDE Gran Canaria) |
Dentro del inventario de los
Caminos Reales publicado por el Boletín Oficial de Canarias de febrero y marzo
de 1865, encontramos en la jurisdicción municipal de Las Palmas, el camino de
3ª categoría denominado de "Los
Molinos" que partiendo
del centro de la Ciudad «Llega
hasta el punto que denominan Verdejo».
Ambos asentamientos poblacionales, en la actualidad
se confunden en el territorio al estar ubicados en el mismo lomo y alejados del
núcleo urbano de la Ciudad, a lo largo de la antigua y serpenteante Carretera
del Centro (GC 112 Enlace Lomo Blanco y Zurbarán), que hoy ha perdido entidad
debido a la construcción de otras de nuevo trazado, situándose el Lomo Verdejo en el extremo más oriental del mismo.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria) |
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