En la antigüedad era habitual llamar a los alrededores de pueblos y villas «tabaybal», que no lo era necesariamente porque en el lugar se diera la "tabaiba dulce", pues más bien se debía a la calificación de no estar protegido por las Ordenanzas, y así obtener licencia para su aprovechamiento.
Tabaiba dulce (Rincones del Atlántico) |
La Ordenanza del Cabildo General de 1531 establecía:
«Otrosy que ninguna persona arranque árbol de quajo ni de rrdiz sy no fuere granadillo so pena que el que lo contrario fiziere cayga en pena de por cada árbol que de quajo o de rraiz arrancare dozientos maravedís por cada pie de árbol que ansy arrancare e que la cibdad no pueda dar licencia a nynguna persona para que en nynguna parte dt. esta ysla se puedan arrancar los dichos árboles de raiz (...) y esta hordenancas no se entiende en tabayba ny figuera de ynfierno ny en el dicho granadillo » (MORALES
PADRÓN, F.: Ordenanzas del Consejo de Gran
Canaria (1531), Sevilla, 1974).
Inflorescencia de la tabaiba dulce
(floradecanarias-com)
|
Se entiende así que esta excepción del «tabaybal» que podía arrancarse generaría un especial interés en calificar las tierras solicitadas como de «tabaybas» o «tabaybales» que con el paso de los siglos generarán un sinfín de topónimos, muchos por ese interés por el asentamiento en las tierras solicitadas o para su roturación.
Pero en la isla perviven distintos topónimos relacionados con la existencia de tabaibas, por lo que pueden llamarse fito-topónimos que responden a dicha planta, veces asociados a un accidente geográfico o no, en ocasiones bajo el nombre de "de las Tabaibas", o también "Tabaiba dulde" y otros derivados, en singular y en plural.
A lo largo de los siglos el propio topónimo en ocasiones ha ido mutando hasta nuestros días.
A lo largo de los siglos el propio topónimo en ocasiones ha ido mutando hasta nuestros días.
- Andén de Las Tabaibas en Aldea de San Nicolás, Tejeda
- Degollada de las Tabaibas en Aldea de San Nicolá
- Finca Las Tabaibas en Valleseco
- Hoya de las Tabaibas en Agaete, Las Palmas de GG, Valleseco,
- Lomo de las Tabaibas en Mogán, S. Bartolomé de T.
- Mesa de la Tabaiba en San Bartolomé de T.
- Montaña de las Tabaibas en San Bartolomé de T., Telde,
- Montaña de las Tabaibas Dulces en Sta. Lucía de T.
- Montañeta de las Tabaibas en San Bartolomé de T.
- Puntón de la Tabaiba en San Bartolomé de T.
- Teso de las Tabaibas en la Vega de San Mateo
- Las Tabaibas Dulces en San Bartolomé de T.
Veamos la localización y las noticias históricas que tenemos de uno de estos topónimos en el municipio que parece ser donde más se anotan, que puede guarde relación con su mayor extensión.
TABAIBAS, LOMO DE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)
Al igual que otros topónimos similares, recibe su nombre de la abundancia de tabaibas, siendo la más conocida en Canarias la Tabaiba Dulce (Euphorbia balsamifera), que crece en todas las Islas, a veces formando densos matorrales monoespecíficos.
Al igual que otros topónimos similares, recibe su nombre de la abundancia de tabaibas, siendo la más conocida en Canarias la Tabaiba Dulce (Euphorbia balsamifera), que crece en todas las Islas, a veces formando densos matorrales monoespecíficos.
«Su látex, la “leche de tabaiba”, no es corrosivo como
el del resto de las tabaibas, de ahí el epíteto dulce
. Antiguamente se empleó, hervido o crudo, como goma de mascar
y para destetar a los baifos. También se usó para calmar catarros,
disolviéndola en aceite y aplicándola en forma de cataplasma sobre el
pecho. Tanta importancia tuvo antaño que, en el Sur de Tenerife, llegó a
venderse cuajada en forma de quesitos. Los ejemplares viejos suelen
presentar numerosas cicatrices en el tallo y las ramas, recuerdo de las
incisiones practicadas para extraer la leche (SÁNCHEZ PINTO, L.: "Las euforbias de Canarias", Revista Rincones del Atlántico, nº 2, 2004).
Acequia (Fedac) |
Existen otras variedades de tabaiba, como la morisca que en Gran Canaria es muy abundante en el piso basal, desarrollándose también en zonas más altas que llegan hasta el pinar; la amarga
(Euphorbia broussonetii) que es endémica de las Islas occidentales; la tolda
(Euphorbia aphylla)
es endémica de Gran Canaria,
bastante común en la costa
norte; en La Gomera crecen tres especies exclusivas (Euphorbia
berthelotii, Euphorbia lambi y Euphorbia bravoana); la majorera o roja (Euphorbia atropurpurea), y de
monte, adelfa o filga (Euphorbia longifolia).
Con este fito-topónimo se conoce el lomo que iniciándose en La Cogolla, tiene al naciente el cauce del barranco de Fataga, separándolo de su tributario el barranco de Los Vicentes que está a su poniente, siendo por tanto el intefluvio de los mismos hasta su confluencia en las Cuevas de Merentagas.
Montaña de las Tabaibas (historiacastilloromeral-blogspot) |
Está dentro de un amplio y antiguo territorio de usos pastoriles y ocupaciones ilegales de tierras de realengos, con muchos topónimos que han perdurado en el tiempo.
En los deslindes de tierras de baldíos que se iniciaron por el Cabildo General de Gran Canaria el 26 de mayo de 1706, en presencia del escribano Pedro Alejandro de Medina, del Alcalde de Tirajana Alférez Francisco Sánchez, Balvoa y de los deslindadores Francisco Suárez y Antonio de Quintana, se detectaron ocupaciones clandestinas en las tierras entonces denominadas de los Tabaibales (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).
En los deslindes de tierras de baldíos que se iniciaron por el Cabildo General de Gran Canaria el 26 de mayo de 1706, en presencia del escribano Pedro Alejandro de Medina, del Alcalde de Tirajana Alférez Francisco Sánchez, Balvoa y de los deslindadores Francisco Suárez y Antonio de Quintana, se detectaron ocupaciones clandestinas en las tierras entonces denominadas de los Tabaibales (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).
En la descripción se citan muchos topónimos que han llegado vivos hasta nuestros días y que aclaran aún más el territorio geográficamente. Debajo de sus linderos había tres trozos de montañas.
El primero, las Mesas de Castañales que contenía un Cortijo que gobernaba Pedro de la Cruz y el valle que llaman los Vicentes. Dichas tierras lindaban de orilla a orilla con Gitagana a dar a la Sangre del Hombre, así como Ayagaures y Tederas, llegando la linde al Solapón de Jarra, Mosto de los Juncos, a dar a Montaña Negra, el Pasito Blanco, orilla del Pinal Bentoso, a dar a la Cueva de Juan de Dios.
El primero, las Mesas de Castañales que contenía un Cortijo que gobernaba Pedro de la Cruz y el valle que llaman los Vicentes. Dichas tierras lindaban de orilla a orilla con Gitagana a dar a la Sangre del Hombre, así como Ayagaures y Tederas, llegando la linde al Solapón de Jarra, Mosto de los Juncos, a dar a Montaña Negra, el Pasito Blanco, orilla del Pinal Bentoso, a dar a la Cueva de Juan de Dios.
El segundo, la Montaña de Manzanilla con sus laderas y barrancos que lindaba con la falda de la Solana de Fataga, casillas y vega de Artedara. Y el tercero, la Montaña de Yerba de Huerto hasta la Cabezada de los Lomos de Pedro Afonso.
Estanque (Fedac) |
En Gitagana también había otro pedazo de tierra para labrar que lindaba con el Cascajal de Artedara y Degollada de Gitagana, en cuyos linderos había muchos moradores con hacienda y agua. En los Palmitos se encontraban las tierras que gobernaba Andrés Coruña y que lindaban con la orilla de Ayagaures y de Chinirricán.
En los Lomos de Pedro Afonso había tantas tierras labradías como poseedores en ellas sin que los deslindadores supieran por qué título:
«Los linderos de los Lomos de Pedro Manso iban desde la Cabezada de los Lomos al Tablero, un mojón hecho en el Tablero, por debajo de la Hoya de Naranjo, una Montañeta a la Era Blanca, orilla de Hoya de Pascual, Mesa de Correa al Lance, Barranquillo de la Negra arriba, volviendo a la vista del Barranco de Chinirricán» (Ibídem).
«Los linderos de los Lomos de Pedro Manso iban desde la Cabezada de los Lomos al Tablero, un mojón hecho en el Tablero, por debajo de la Hoya de Naranjo, una Montañeta a la Era Blanca, orilla de Hoya de Pascual, Mesa de Correa al Lance, Barranquillo de la Negra arriba, volviendo a la vista del Barranco de Chinirricán» (Ibídem).
Desde el Paso de Correa hasta el mar, orilla adelante a dar a la Sangre del Hombre y Charco de Maspalomas, también había otro trozo de terreno que se podía cultivar. En la falda de El Palmar y Tabaibales estaban las tierras de Ganiguín, que se extendían desde la Acequia que va para San José hacia el mar y que estaban siendo ocupadas.
Montaña de las Tabaibas (historiacastilloromeral-blogspot) |
Entre estos trozos de tierra estaban la Montaña del Palmar, el Barranco del Ganiguín y Pinales, que eran tierras de realengo en las que había algunas huertas que poseían Francisco de Vargas, Pedro Hernández y la viuda de Domingo Vizcaíno:
«Dichas tierras lindaban por un lado la Cabeza de los Lomos del Tablero, la Montañeta que está por debajo de la Hoya de Naranjo, Era Blanca, Hoya de Pascual, Paso de Correa, orilla abajo a caer al Charco de los Racimos, Barranco de los Acebuches, orilla arriba Solapón de Cazorla, Risco de los Gavilanes, Montaña de Tauro, Lomito abajo al Barranquillo de Andrés al Paso de Peña, Espigón de Guesa Bermeja a la Mesa de Chira, camino que va a los Lomos de la Cabezada» (Ibídem).
Estas tierras, a juicio de los deslindadores, no se debían repartir por ser pinares y montañas de palmeras para pastos de animales y bien común de los pobres.
«Dichas tierras lindaban por un lado la Cabeza de los Lomos del Tablero, la Montañeta que está por debajo de la Hoya de Naranjo, Era Blanca, Hoya de Pascual, Paso de Correa, orilla abajo a caer al Charco de los Racimos, Barranco de los Acebuches, orilla arriba Solapón de Cazorla, Risco de los Gavilanes, Montaña de Tauro, Lomito abajo al Barranquillo de Andrés al Paso de Peña, Espigón de Guesa Bermeja a la Mesa de Chira, camino que va a los Lomos de la Cabezada» (Ibídem).
Estas tierras, a juicio de los deslindadores, no se debían repartir por ser pinares y montañas de palmeras para pastos de animales y bien común de los pobres.
De las descripciones dadas se infiere que el tamaño del territorio conocido en el siglo XVIII como «Tabaibales» era mucho mayor, del actuales relictos toponímicos del Lomo y Puntón de las Tabaibas.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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