Topónimo aborigen con el que se conoce a un antiguo asentamiento poblacional al poniente del término municipal de Las Palmas de GC, que constituye uno de los barrios más populosos que ha experimentado un fuerte crecimiento demográfico sostenido desde el último cuarto del pasado siglo XX.
Centro histórico (Google earth) |
En cuanto al origen del topónimo esta voz o término aborigen viene de «palmeral», por derivar del nombre guanche del bereber alusivo a palmero macho y no a palmeras datileras «... Tamaraceite con ár. támra "dátil", de fonetismo, estructura formal o sentido distintos, podemos deducir que no son "semitismos" del guanche, sino formas derivadas del tronco común semitocamita» (ÁLVAREZ DELGADO, J.: "¿Semitismos en el guanche de Canarias?", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 1, 1955). Otras fuentes apuntan que su significado podría ser «paso entre palmeras», si bien etimológicamente no dan la raiz del origen.
Si está claro que el término «támara» tiene para esta isla el primer significado de «Fruto de la palmera» (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico
de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), y es generalmente aceptado que los aborígenes canarios llamaban a la isla «Tamarán».
Támaras, también conocidas por "támbaras" |
Una explicación próxima a estos significados es la descripción que hace Agustín Millares de una incursión de Juan Rejón en 1480: «… Su deseo, pues, de adelantar la empresa, y de señalar su vuelta al poder con alguna brillante victoria, le determinó a disponer sus tropas para una excursión en los llanos de Tamaraceite, donde se extendía un extenso palmar, lugar de recreo y propiedad del Guanarteme, por cuya circunstancia era con frecuencia y furtivamente visitado de los canarios…» (MILLARES TORRES, A.,
Historia de la Gran Canaria, Las
Palmas de GC, 1997).
Desde 1476 se data la existencia de este cantón gobernado por un guanarteme o rey llamado Adeun, época en la que el lugar representa un agrupamiento poblacional eminentemente agrícola y pastoril que explotaba las tierras de su vega, comprendida entre el sector noroccidental de Los Lomos de Guanarteme o Montañas de Las Palmas y La Isleta, entre los barrancos de Guiniguada y de Tenoya, con poblados costeros y de enlace con la zona central de la isla, localizando su cabecera en las proximidades de La Montañeta.
Panorámica de 1925 (F. Baena - Fedac) |
Durante la colonización, las crónicas hablan de capturas de ganado y productos agrícolas, y de la existencia de grandes palmerales: «… 500 hombres con hachas trajeron de este pago 60.000 palmitos…» y «… toda la isla es un jardín, toda poblada de Palmas, porque de un lugar que llaman Tamaraceite quitamos mas de sesenta mil palmitos y de otras partes infinitas y de todo Telde y Arucas…».
El desarrollo de la conquista, durante el siglo XV, tuvo un inmediato reflejo espacial. Entre las estrategias de acoso a la población aborigen, los conquistadores quemaban las superficies arboladas, práctica empleada habitualmente en la Reconquista de la España peninsular con objeto de evitar emboscadas. Existe constancia documental de esta circunstancia en la cuenca de Tamaraceite.
Panorámica s. XX (tamaraceite-blogspot) |
Aunque no se conocen los repartimientos que Pedro de Vera (1485-1489) en el lugar, más aún cuando pueden confundirse con los ubicados como de San Lorenzo, por otras referencias posteriores se conocen algunos. En la data solicitada el 16 de octubre de 1551 el escribano público García Osorio dice:
«...que yo ove e conpre de los herederos de Gonçalo de Segura hermano de la sangre ocho hanegadas de tierra que le heran dadas en el Repartimiento de Tamaraseyte que son como pasamos el barranco de Tamaraseyte desta parte de la montañeta bermeja aca hazia el dicho barranco de Tamaraseyte y porque en el dicho Repartimiento y data que se le da dize que se las tome en la parte e lugar que quisiere y ay mas cantidad de tierras pido e suplico a vuestras señorias me hagan merçed de la demaçia que oviere de tierra como dize de barranco a barranco para las poder aprovechar e desmontar...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
«...que yo ove e conpre de los herederos de Gonçalo de Segura hermano de la sangre ocho hanegadas de tierra que le heran dadas en el Repartimiento de Tamaraseyte que son como pasamos el barranco de Tamaraseyte desta parte de la montañeta bermeja aca hazia el dicho barranco de Tamaraseyte y porque en el dicho Repartimiento y data que se le da dize que se las tome en la parte e lugar que quisiere y ay mas cantidad de tierras pido e suplico a vuestras señorias me hagan merçed de la demaçia que oviere de tierra como dize de barranco a barranco para las poder aprovechar e desmontar...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
Otra información nos la aporta la petición que hace el escribano mayor del Cabildo Juan de Ariñez el 20 de marzo de 1552 cuando dice: «...me mandar dar una suerte de tierra que fue dada a Fernando Delias en el primero Repartimiento de Tamaraçayte desde el alberconsillo a la mano yzquierda e tiene por frontera çinquenta pasos al qual se fue desta ysla y es fallesçido y no ay heredero ...».
Vista casco histórico (Google earth) |
Y en otra más que pide el mismo y privilegiado escribano, un mes después, el 20 de abril de1552 donde dice: «... le mandar dar doze hanegadas de tierra que son en Temaraçayte que fueron dadas a Martin Perez el qual se fue desta ysla y es en el primero Repartimiento que se hizo a las çinco suertes primeras del alberconsillo a mano yzquiera y tiene por frontera setenta e dos pasos ...».
Desde los primeros años las peticiones de tierras en considerado centro histórico de Tamaraceite se sucedieron tempranamente. El 14 de octubre de 1552 Antón Gutiérrez Batista pedía «... en Tamaraçeyte dos fanegas e media de tyierra de senbradura de trigo morisquillo poco mas o menos lo que en ella oviere, las quales fanegas son fuera del çercado de Françisco de Medina que lynda de la una parte fuera del dicho çercado del dicho Medina una montañeta e della otra parte un barranquillo que va al atajo del camino que va a Tenoya que en la dicha tierra tress años arro e la e desmontado y entra la mayor parte della debaxo de la dicha montañeta...».
Las escasas palmeras en la presa de los 80 del s. XX (tamaraceite-blogspot) |
Se tienen noticias de que a a finales del siglo XVII se construyó una ermita a la entrada del pueblo, que pudiera ser la de La Mayordomía, que fue reconstruida en este mismo siglo por las inundaciones de 1641 debidas a las crecidas del
barranco de Tamaraceite.
El lugar perteneciendo a la jurisdicción de San Lorenzo, se va conformando como un caserío rural con viviendas de propiedad, como la del Alférez Francisco Hernández Medina y María del Río, que en escritura de 30 de abril de 1677, manifiestan ser propietarios de diecinueve fanegas en cuatro suertes de tierra, con casa de alto y bajo, en el lugar.
También el prestamista Capitán Juan Matos y María González en escritura de 26 de julio de 1680 dicen tener veinticuatro fanegas y once celemines de una «Finca de tierra labradía en Tamaraceite, con casas y un día y una noche de agua del Heredamiento del Dragonal», que en este caso accederían a la propiedad posiblemente por su astucia en los negocios.
Según René Verneau, aquí aparecen las primeras plantaciones de caña de azúcar; también habría que destacar los aprovechamientos comunales cerealeros y pastoriles de la Dehesa de Tamaraceite.
También el prestamista Capitán Juan Matos y María González en escritura de 26 de julio de 1680 dicen tener veinticuatro fanegas y once celemines de una «Finca de tierra labradía en Tamaraceite, con casas y un día y una noche de agua del Heredamiento del Dragonal», que en este caso accederían a la propiedad posiblemente por su astucia en los negocios.
Según René Verneau, aquí aparecen las primeras plantaciones de caña de azúcar; también habría que destacar los aprovechamientos comunales cerealeros y pastoriles de la Dehesa de Tamaraceite.
La nueva parroquia (figliosacrocuore-blogspot) |
En el siglo XVIII continúa con la deforestación de toda esta zona hasta la práctica desaparición de las palmeras. Ya en este siglo, el licenciado, Canónigo de la Catedral y Fiscal del Tribunal de la Sta. Cruzada Esteban Manuel Gómez, en escritura de 6 de febrero de 1718 dice ser propietario de treinta fanegas de «Tierras labradías y “arrifes” en Tamaraceite». Unos pocos años después, en 1735, el obispo de Canarias, Pedro Manuel Dávila y Cárdenes, a través de las Constituciones Sinodales le da una población de 100 vecinos.
Comienza entonces su crecimiento junto al camino Real hacia Gáldar y Teror, donde la viuda del Sargento Mayor Salvador Cayetano Manrique de Lara, Elvira Castillo Olivares, en escritura de 14 de julio de 1755 menciona como de su propiedad, por haberlas comprado, «Tres suertes labradías en Tamaraceite, en lo alto de la “junta” de los caminos de Teror y Arucas».
Subida a La Montañeta (Google earth) |
Y también aparecen documentados topónimos hoy desaparecidos, que hacen referencia a curiosos antro-topónimos, posiblemente vinculados a hijas de los cargos de la milicias cuando el Familiar del Sto. Oficio de la Inquisición Juan González Travieso y Ana Suárez Fleitas, en escritura de 8 de abril de 1763, dicen poseer veinticinco fanegas y ocho celemines de un «Cortijo labradío y “arrifes” denominado “Las Capitanas” en Tamaraceite».
En el siglo XIX las referencias documentales habla de cultivos como el trigo, legumbres, papas y hortalizas, y se empiezan a construir importantes depósitos de agua. A la influencia de la agricultura y de los fenómenos naturales en la degradación del paisaje hay que sumar, desde mucho antes, el sobrepastoreo, ya que los rebaños de Tamaraceite permanecían aquí desde noviembre hasta julio, para después trasladarse a Valleseco o Firgas.
En el siglo XX, la introducción del plátano, del tomate y las nuevas construcciones contribuyen a que estas unidades de paisaje que conforman el espacio estén en continua transformación con un sorprendente crecimiento poblacional donde los diseminados asentamientos tienden a fundirse en una única entidad poblacional, quedando tan solo en el recuerdo de la memoria colectiva muchos de sus topónimos.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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