Topónimo aborigen con el que se conoce el barrio más al sur del municipio, en la divisoria con Mogán.
Según Marín de Cubas, recibe su nombre de aquel héroe de quien dice Abreu: «… un valiente canario por capitán, y con el que estaba un hijo del Guanarteme de Telde que pretendía heredar la isla, que había sido elegido por todos los que se revelaron a la cristianización y rendición, y que reprocharon a Fernando Guanarteme, el mal tratamiento que Pedro de Vera había usado y tenido con los canarios, que se habían tornado cristianos…».
Pronto, este «guaire, alto, seco, y prieto de grande esfuerzo» que, según afirma Marín de Cubas, ostentaba hasta entonces el significativo nombre de Tazarte, sería puesto a prueba en el sitio del Bentayga ante las huestes castellanas. Pero no estaba solo.
El faycán de Telde aparece junto a él en una célebre cita en la que increpan al antiguo guanarteme que intentaba convencer a las gentes reunidas allí, según cuenta Viera y Clavijo: «… Todavía Canaria no ha desaparecido del mundo y aquí la tienes toda sobre estos cerros…». Según el historiador, allí se entrevistaron Fernando Guanarteme, Juan Mayor y Rodrigo de Vera con el Guanarteme Tazarte, quien se suicidará antes de caer prisionero en la fortaleza de Fataga.
El topónimo únicamente figura en el mapa de Torriani (1592) como caleta de Tasart. Contrariamente a la historia escrita, dice el cronista aldeano que el nombre con las variantes con s, z, x y f se asemeja mucho al bereber antiguo Tassart, que, traducido, es «molino de piedra». Señala que es significativo que en ese valle se sitúe la montaña de Los Molinos, donde seguramente se extraía material lítico para los molinillos de mano.
Los asentamientos poblacionales están enclavados en el barranco del mismo nombre y ocupan toda su extensión. Consta de un núcleo principal denominado El Palillo y varios caseríos dispersos en ambas márgenes hasta su desembocadura.
Se localiza en el suroeste de la isla, dentro del llamado Macizo del Suroeste, tres de cuyas cordilleras configuran la cuenca del barranco. Por el noreste, el macizo de Inagua-Ojeda forma la cabecera del barranco y completa un ecosistema típico de las zonas de altura media, con varias especies protegidas, tanto animales como vegetales, destacando entre los primeros el pico picapinos y el pinzón azul, y, entre las plantas, el pino canario con una importante población.
Por el margen oeste se enlazan varias cordilleras que separan este barranco de los de Tasartico, Las Aneas y Los Vallecillos, y en las que destaca la montaña de Ajódar, de interés histórico por haberse desarrollado en sus laderas la batalla del mismo nombre, durante la conquista de la isla.
Por el este-sureste se extienden los macizos que limitan con los barrancos de Veneguera y de Los Secos, destacando en ellos la montaña de Los Molinos, donde se localiza el antiquísimo volcán del mismo nombre.
La caleta se sitúa entre el Morro de la Cuevilla al noroeste y la Punta del Agujero al sureste, a unos seis kilómetros al noroeste del puerto de Mogán. Como las otras ensenadas de la banda suroeste de la isla, utilizaban antiguamente el mar como principal medio de comunicación, dado lo accidentado del relieve.
La Mina de Pino Cortado es una mina aún en producción situada donde el barranco desciende con un cauce más ancho. Sus aguas derivan por una acequia subterránea, en la margen izquierda del barranco, hasta el estanque de La Capellanía. Abastecían a los ganados de cabras de esta zona y aún riegan los cultivos agrícolas. Fue construida a finales del siglo XIX por los primeros propietarios del cortijo de La Umbría de Tasarte de 232 hectáreas, tras su privatización en 1873 por desamortización.
Según la fuente consultada (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987), hacia 1903 este cortijo fue adquirido por Juan Quintana Canino, natural de El Toscón de Tejeda, impresionado según la tradición oral por el caudal de agua que arrojaba esta mina en un espacio tan árido como lo es el curso bajo del barranco de Tasarte.
Según Marín de Cubas, recibe su nombre de aquel héroe de quien dice Abreu: «… un valiente canario por capitán, y con el que estaba un hijo del Guanarteme de Telde que pretendía heredar la isla, que había sido elegido por todos los que se revelaron a la cristianización y rendición, y que reprocharon a Fernando Guanarteme, el mal tratamiento que Pedro de Vera había usado y tenido con los canarios, que se habían tornado cristianos…».
Panorámica (gobiernodecanarias-org) |
Pronto, este «guaire, alto, seco, y prieto de grande esfuerzo» que, según afirma Marín de Cubas, ostentaba hasta entonces el significativo nombre de Tazarte, sería puesto a prueba en el sitio del Bentayga ante las huestes castellanas. Pero no estaba solo.
El faycán de Telde aparece junto a él en una célebre cita en la que increpan al antiguo guanarteme que intentaba convencer a las gentes reunidas allí, según cuenta Viera y Clavijo: «… Todavía Canaria no ha desaparecido del mundo y aquí la tienes toda sobre estos cerros…». Según el historiador, allí se entrevistaron Fernando Guanarteme, Juan Mayor y Rodrigo de Vera con el Guanarteme Tazarte, quien se suicidará antes de caer prisionero en la fortaleza de Fataga.
El topónimo únicamente figura en el mapa de Torriani (1592) como caleta de Tasart. Contrariamente a la historia escrita, dice el cronista aldeano que el nombre con las variantes con s, z, x y f se asemeja mucho al bereber antiguo Tassart, que, traducido, es «molino de piedra». Señala que es significativo que en ese valle se sitúe la montaña de Los Molinos, donde seguramente se extraía material lítico para los molinillos de mano.
Yacimiento aborigen del Llano de la Gambuesa (Patrinet) |
Los asentamientos poblacionales están enclavados en el barranco del mismo nombre y ocupan toda su extensión. Consta de un núcleo principal denominado El Palillo y varios caseríos dispersos en ambas márgenes hasta su desembocadura.
Se localiza en el suroeste de la isla, dentro del llamado Macizo del Suroeste, tres de cuyas cordilleras configuran la cuenca del barranco. Por el noreste, el macizo de Inagua-Ojeda forma la cabecera del barranco y completa un ecosistema típico de las zonas de altura media, con varias especies protegidas, tanto animales como vegetales, destacando entre los primeros el pico picapinos y el pinzón azul, y, entre las plantas, el pino canario con una importante población.
Cuarto de aperos (Fedac) |
Por el este-sureste se extienden los macizos que limitan con los barrancos de Veneguera y de Los Secos, destacando en ellos la montaña de Los Molinos, donde se localiza el antiquísimo volcán del mismo nombre.
Era (Fedac) |
La caleta se sitúa entre el Morro de la Cuevilla al noroeste y la Punta del Agujero al sureste, a unos seis kilómetros al noroeste del puerto de Mogán. Como las otras ensenadas de la banda suroeste de la isla, utilizaban antiguamente el mar como principal medio de comunicación, dado lo accidentado del relieve.
La Mina de Pino Cortado es una mina aún en producción situada donde el barranco desciende con un cauce más ancho. Sus aguas derivan por una acequia subterránea, en la margen izquierda del barranco, hasta el estanque de La Capellanía. Abastecían a los ganados de cabras de esta zona y aún riegan los cultivos agrícolas. Fue construida a finales del siglo XIX por los primeros propietarios del cortijo de La Umbría de Tasarte de 232 hectáreas, tras su privatización en 1873 por desamortización.
Secadero de fruta (Fedac) |
Según la fuente consultada (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987), hacia 1903 este cortijo fue adquirido por Juan Quintana Canino, natural de El Toscón de Tejeda, impresionado según la tradición oral por el caudal de agua que arrojaba esta mina en un espacio tan árido como lo es el curso bajo del barranco de Tasarte.
Tasarte fue el eje de la frustrada gran idea del obispo Juan Bautista Servera (1769-1777). Según dice Antonio de Bethencourt Masieu en su trabajo Colonización interior en el suroeste de Gran Canaria a fines del siglo XVIII, hacia 1773 lanzó el proyecto de establecer a las cuatrocientas o más familias ociosas en el suroeste de la isla, entre el barranco de La Aldea, que limitaba con las controvertidas posesiones del marqués de Villanueva del Prado, y el de Arguineguín, frontero a las posesiones del condado de la Vega Grande.
Horno de pan (Fedac) |
Para salvar los pinares en la cuenca baja se establecerían tres nuevas poblaciones en los valles de Mogán, Veneguera y Tasarte. Esta comarca entonces desértica se convertiría en un vergel, transformando a las familias ociosas en «vecinos útiles a sí, a la isla y al estado» como el obispo escribía.
Cada familia recibiría parcelas de regadío y secano, aperos, simientes, etc., a cambio de romperlas y abonar un moderado canon anual. Finalmente, por cuenta de los promotores, se realizarían las obras costosas de captación y conducción de aguas. Como las tierras eran realengas, no habría inconveniente, pues la Hacienda real percibiría el canon.
Apunta el historiador que la única dificultad era el gran desembolso de dinero inicial, desembolso que el obispo paliaría aportando veinticuatro mil pesos de sus rentas a fondo perdido. Esta cuestión suscitó discusiones entre los canónigos, pues se planteaban si era más conveniente destinar esos cuantiosos fondos a promocionar a la población del sur de la isla, o al aumento de parroquias y la adquisición de objetos piadosos para avivar la fe.
Playa (Luis del Rosario - La Provincia) |
Aun cuando el canónigo Jerónimo Roo convenció a sus compañeros para destinar los fondos a la terminación de las obras de la catedral, no fue esa la decisión que impidió que se llevara a cabo la idea, porque incluso el Cabildo General lo solicitó al Consejo de Castilla, quien encomendó al corregidor Eguiluz que visitara esos parajes tan insólitos y alejados para aclarar los límites entre tierras realengas, concejiles y privadas, así como las usurpaciones, evaluando si eran tierras roturables y capaces de regadío.
Almacén de la playa (Fedac) |
Se apunta que la idea no prosperó por la presión ejercida por parte de personas poderosas que se creían perjudicadas, como por ejemplo, Villanueva del Prado en la banda norte del barranco de La Aldea, o José Quintana en Amurga, que interpusieron denuncias en la Audiencia por ver amenazadas sus propiedades.
Posiblemente, si no se hubiera frustrado este plan, la historia económica de los territorios del suroeste de la isla habría sido otra muy distinta a la que ha vivido.
Cascadas de agua de lluvia (Manuel Almeida) |
En el último año Tasarte ha sufrido las consecuencias de su localización bajo los riscos y asentado junto a la cuenca de un barranco homónimo que ha visto variado su curso por la fuerza de los elementos cuando la lluvia cae abundantemente en este lugar de la isla.
Localización Cuenca alta (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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