Actualización
1-abr-2016
Topónimo
aborigen por el que se conoce una de las dos importantes poblaciones que
componían el Telde prehistórico, tal como lo describe el ingeniero de la
Corona.
«Esta
es una ciudad muy pequeña, de trescientos fuegos, situada cerca de un río y a
poca distancia de dos grandes poblaciones antiguas, que en lengua canaria se
llaman Tara, Sendro; las cuales afirman los antiguos (y también se
demuestra así por su ruinas) que eran de grande superficie y llegaban al número
de catorce mil casas. Una parte de ellas, hecha en lo alto, sobre el suelo,
pequeñas, redondas, y con estrechas calles, eran para los pobres; y otra parte,
bajo tierra, labradas con suma industria, como se ha dicho en otro lugar,
eran de los nobles y de los más ricos» (TORRIANI, L.: Descripción de las Islas
Canarias, antes Afortunadas, con el parecer de su fortificaciones, Sta.
Cruz de Tenerife, 1959).
Este
poblado de considerables dimensiones se conformaba por cuevas trogloditas
excavadas en la toba y gran número de casas de piedra con techumbre.
Concretamente en Tara se localiza la cueva del faicán Guanariragua.
El
lomo donde se ubican los yacimientos arqueológicos, muy afectados por la
construcción en el lugar, está situado en la banda sur del barranco
Real de Telde, accediéndose desde la Vía de Circunvalación de
Telde (GC-041), en la rotonda de la Azucarera de San Juan se
enlaza con el Camino del Mayorazgo.
Panorámica del lomo (Patrinet) |
El
descubrimiento y estudio de los yacimientos arqueológicos obedece a la
secuencia de los movimientos de tierras que se han realizado, pues gran parte
del poblado fue sepultado para la construcción en el pasado de bancales para su
aprovechamiento agrícola al tratarse de una loma con suelos en planos
inclinados, que contaban con la abundante agua del barranco Real de
Telde.
En
la ficha arqueológica de PATRINET se concluye que el primer conjunto está
formado por una serie de cuevas artificiales, algunas de ellas de plantas
complejas y de grandes dimensiones distribuidas en la ladera sur del lomo. Han
sido reutilizadas prácticamente sin solución de continuidad desde época
prehispánica hasta la actualidad, por lo que se encuentran muy alteradas.
La
presencia de algunos bancales agrícolas podría estar sellando niveles
arqueológicos intactos o poco alterados, como se ha puesto en evidencia por
medio de hallazgos casuales ocurridos en el pasado. En este conjunto se incluye
la cueva del faycán y la cueva de los guaires.
Cuevas en los bancales (Patrinet) |
Un
segundo grupo situado en la parte alta del lomo de Tara, donde
llaman Los Majanos o El Cascajo, quedó totalmente
oculto por los majanos y bancales agrícolas que se construyeron en el pasado,
quedando al descubierto algunos vestigios al removerse las tierras.
Un
tercer grupo eran cuevas naturales, acondicionadas y modificadas, del que se
obtuvo mucho material en la superficie de los bancales, en la ladera
septentrional del lomo y se les conoce como Cuevas de Malverde.
Y
el último grupo está formado por varios grupos de cuevas artificiales, situadas
en la ladera meridional del lomo de Tara, sobre el barranco
de la Herradura, encontrándose en el extremo meridional del lomo
material arqueológico disperso en superficie.
Para
entender el estado actual de los yacimientos se hace necesario conocer que,
además de las datas de tierras, en el siglo XVII todo el sistema troglodítico
de casas-cueva de Cendro y Tara que no
habían sido sepultados por los bancales, fueron el refugio de pobres de
solemnidad, pequeños propietarios, aparceros, medianeros y marginados sociales,
que conforman el extrarradio de Telde.
Cuevas del barranquillo de La Herradura (Patrinet) |
Las
primeras descripciones de Tara en la transición histórica de
la ocupación por los Repartimientos en Telde, la encontramos en las propias
señas que se dan en las datas (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos
de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998), y nos dicen del entorno en el que
se encontraba el amplio poblado.
● 12 de mayo de 1536, Juan Yanez carpintero pide «… un pedaço de tierras de sequero que
son en el barranco seco de Tara en que podrá aver quarenta hanegadas de
senbradura poco mas o menos las quales dichas tierras lindan de la una parte
del dicho barrnco un lomo y de otro cabo del dicho barranco otro lomo y por la
parte de abaxo un lomo parral de Manuel Lopez y de la otra parte del dicho lomo
tierras de Luisa Mayor hasta alindar con tierras de los menores hijos de
Navarro las quales dichas tierras son montuosas …».
● 12 de junio de 1536, Pedro Velez Valdivieso pide «…
un pedaço de tierras de sequero en esta comarca de Telde en que puede aver treinta
hanegas en senbradura poco mas o menos que a por linderos de la una parte el
camino que va desta cibdad de Telde por el
Arenal de Tara a Valsequillo e por la otra parte el camino que viene de
Valequillo por el Aseña que dizen de Gonzalo Real e va a tener a los Llanos y
por la la vanda de abaxo tierras de Loyra Maior e por la vanda de arriba do se
juntan los dichos dos caminos …».
● 13 de julio de 1536, Luys Afonso pide «… un pedaço
de tierra montuosa que es ençima de Tara
que podrá aver hasta seys hanegas de senbradura que ha por linderos los casarones de Tara y el parral de Manuel Lopez e un risco que va
linde de las cañas de Cristobal Garçia e por otra parte el camino que va de Tara para Valsequillo por la parte de arriba un
barranquillo que sale de las higueras de Cristobal Garçia hasta unas Toscas
blancas que están en el dicho camino que va de Tara …».
● [roto] de junio de 153[roto], Sebastian Ramos y Ximon
Rodriguez piden «… un pedaço de
tierra que es en un lomo que esta sobre el arenal de Tara en que puede aver
sesenta hanegadas poco mas o menos que an por linderos por ambos lados
barranquillos secos e por el cabo de arriba un camino que sale delyngenio de
Pero Barya que va a Valsequillo e partelas por medioi del camino viejo que va a
Valsequillo …».
● 6 de septiembre de 1540, Alonso de Morales pide «… un
pedaço de sequero en el barranco de Telde que a por linderos de la parte de
arriba el camino que va de san Sebastian
para Tara e de la parte de abaxo el callejón
qe va de nuestra señora al Cotigan para el barranco e de la otra vanda el
barranco del agua. E de otra parte cañaveral de los herederos de Cristobal
Garçia …».
El Ídolo de Tara en el Museo Canario (macdubh-blogspot) |
Lógicamente, por la importancia del asentamiento aborigen, el topónimo está
consolidado documentalmente desde el siglo XVI, y un siglo después Roque Chil
en escritura de 17 de abril de 1782, dice ser propietario de un «Trozo
de tierra parte labradía y parte plantada de viña y frutales, bajo de riego, en
Tara».
También Adrián Medina Francia, viudo de Isabel del Toro, en su testamento
de 6 de junio de 1789, dice tener «Pedazo de viña en Tara» que
había comprado y «Tierra con viña en Tara» que había heredado.
El
llamado Ídolo de Tara es una pequeña figura de barro rojo, muy
posiblemente una representación femenina, en la que, junto a su cuello y
esquemático rostro, destacan sus exagerados miembros. Aunque se lo conoce con
el nombre de Ídolo de Tara, no consta que fuera encontrado
en estos yacimientos, aunque sí se sabe con certeza que su procedencia es
grancanaria. Las pequeñas figuras de barro y piedra encontradas en la isla
tienen diversas finalidades: desde la celebración de los ritos de la fecundidad
hasta el culto a los muertos.
En cuanto al significado del topónimo aborigen "Tara" parece
que hay un gran consenso de aproximarlo al sentido que tuvieron "las
pintaderas" para los aborígenes de la isla de Gran Canaria, única
isla donde se han encontrado, aunque sigue abierto el debate sobre el uso que
le daban a las mismas:
Pintaderas (Museo Canario) |
«... Para
Wolfel (1942) las pintaderas eran sellos geométricos de la misma naturaleza que
los registrados en Egipto, Creta y Mesopotamia, lo que junto con otros
testimonios arqueológicos, como las inscripciones, están denunciando las
relaciones del Archipiélago con Oriente.
Su
denominación aborigen podría estar relacionada con el término tarha-tara (Tara
es uno de los poblados aborígenes de Telde), y su significación sería
"señal para el recuerdo" o "rayas en tablas, pared, piedras que
llamaban Tara, y Tarja aquella memoria de lo que significaba" (en Marín y
Cubas). El término beréber tma-tarant significa igualmente escribir. (A. Tovar
discrepa de esta explicación filológica. Vid. Tovar, 1942) ...» (MARTIN DE GUZMÁN, C.: Las
culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984).
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria) |
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