domingo, 29 de julio de 2012

PALMAR, EL (TEROR)

Actualización 8-abr-2016
Topónimo con el que se conoce el barrio situado al pie del Pico de Osorio, entre Los Castillos en los lomos de Riquiánez y Guanchía, debe su denominación a la presencia en la antigüedad de hermosos ejemplares de la palmera canaria (Phoenix canariensis), endemismo oriundo del Archipiélago.

El valle de El Palmar fue uno de los primeros lugares colonizados por los repobladores que se establecen en Teror tras la conquista de la isla, tal y como muestran las abundantes referencias documentales que se remontan al siglo XVI, posiblemente por la proximidad del poblado aborigen de Guanchía.

Las referencias documentales antiguas se refieren a las Huertas de El Palmar, topónimo que se conserva más al norte del actual asentamiento, y en su extensión actual ya abarca el lugar de La Peñita que en la antigüedad es mencionada como Peña Horadada por haberse excavado en ella un santuario.

Ermita de La Peña o La Peñita (Fotografía: Nacho González)
Las primeras noticias que se tienen son de 1530 cuando se le concede a Cristóbal de Vergara un asiento de colmenas en el lugar. Unos años después, el Capitán de Infantería, Conquistador y Regidor Perpetuo de la isla Álvaro Herrera Álvarez, en su testamento de 18 de mayo de 1538 dice tener setenta fanegas de «Tierras de pan llevar en los Granadillares de la Peña Horadada en el Palmar de Cerpa».

El lugar de El Palmar de Teror es el escenario en el siglo XVI que motiva un pleito por los asentamientos de colmenas. Es el pleito del hijo de Cristóbal de Vergara, García de Vergara, con el hijo de Alonso Muñoz, Gonçalo Hernandez Muñoz. El pleito no lo era por la propiedad de las tierras, que siempre estaban documentadas por los títulos que se expidieron por los repartimientos y los posteriores protocolos de los escribanos públicos cuando las mismas se vendían.

En esos tiempos la miel y la cera eran productos muy cotizados, llegándose a regular las medidas que habían de respetarse en las ventas «Otrosy que la dicha miel se venda por las medidas desta ciudad e la cera se pese por las pesas desta ciudad que sean buenas medidas e pesas afinadas por el almotacén e que de otra manera no se puedan vender so pena de perdido …».

Acueducto (Fedac)
La misma Ordenanzas de 1531, dado el interés por los asientos de colmenas, en un lugar determinado donde se supone es en esos tiempos era hábitat más apropiado en gran medida por la floración natural y la buena orientación en la exposición a los vientos dominantes, regulaba las distancias que entre los colmenares se debía respetar:

«Otrosy porque los dichos colmenares tengan buenos pastos e no se hagan daño los unos a los otros se provee e manda que de un colmenar a otro aya distancia de una legua de tres mil pasos e que dentro del dicho término no se pueda dar sitio de colmenar en perjuicio del que primero esto vyere ny nynguna persona pueda poner colmenar dentro del dicho término contra la voluntad del dueño del primer colmenar so pena de seyscientos maravedís e que sea obligado a mudar las colmenas dentro de ocho días después que fuere requerido por el señor del primer colmenar y esta hordenanza se entienda en los colmenares que de aquy adelante se quisiere fazer e poner» (MORALES PADRÓN, F.: Ordenanzas del Consejo de Gran Canaria. 1531, Sevilla, 1974).

Aunque los protagonistas del pleito eran sus hijos, los derechos que se preservaban eran los obtenidos por sus ancestros fallecidos: uno es Cristóbal de Vergara, probable judeo-converso natural de Sevilla, que llegó a ser regidor a inicios del s. XVI, y al otro lado a Alonso Muñoz que puede ser otro colonizador más, vecino de Gáldar, con buena posición dentro de la sociedad galdense. De ambos tenemos documentadas distinta información que hemos ordenado cronológicamente, y entre la que incluye el título por el que adquirieron la propiedad.

1-ene-1500 «En los siguientes años fueron regidores del consistorio Cristóbal Vivas, Juan de Narváez, Nicolás Rodríguez, yerno de Martín de Vera y uno de los que secundó el movimiento de las comunidades en Canarias; Cristóbal de Vergara, Pedro de Peñalosa, Juan de Escobedo, Antón de Serpa, Juan de Maluenda, Luis Cerón, Juan de Çiverio y Cristóbal de Serpa» (LOBO CABRERA, M. Y RIVERO SUAREZ, B.: “Los primeros pobladores de Las Palmas de Gran Canaria”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 37, 1991).

Horno (Fedac)
12-ago-1519 «Venta. Antón Fernández de Santiago a Alonso Muñoz, veinticinco fanegadas en la Montaña de Anriquianes por veinte mil maravedises, 800 maravedises fanegada» (CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: “Cultivos de cereales, viña y huerta en Gran Canaria. 1510-1537”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 12, 1966).

12-ago-1522 «… ante el escribano Cristóbal de San Clemente. Cristóbal de Zerpa, regidor y vecino de la isla, vende a Cristóbal de Vergara, vecino de la isla, 30 fanegadas de sembradura de sequero, encima de las tierras de Juancho de Siverio, difunto, que lindan con tierras de Juan de Narváez, regidor, por la parte de arriba, y por abajo con tierras de la mujer y herederos de Francisco de Mercado, que ahora son de Pedro García, vecino de Armas, y un lomo, arriba, que va a dar a la mitad de la montaña redonda de Terore, y queda enmedio de las dichas tierras una cañada que todo su número es 40 fanegadas de tierra de sembradura.» (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, V.: “Aguas del barranco de Tenoya”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 33, 1987).

9-oct-1525 «… Marcos de Jacomar vende a Cristóbal de Vergara treinta fanegadas cerca de los silos de Arucas, lindando con tierras que van a dar a la montaña de Teror y con el camino que une los dos lugares, sólo cobra a razón de seiscientos sesenta y seis maravedises, pero es que doce de aquellas fanegadas están todavía por desmontar.» (CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: “Cultivos de cereales, viña y huerta en Gran Canaria. 1510-1537”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 12, 1966).

Estanque (Fedac) 
«Cuando se llega a ciento sesenta y seis maravedises, ya son tierras montuosas de helechares o granadillares, como las sesenta fanegadas que Cristóbal de Vergara compró en el término de Teror» (IBIDEM).

24-oct-1526 En el poder otorgado a Francisco Xaymes, en la «… interesante nómina de conquistadores, pobladores y canarios aborígenes la debemos a la indignación y ofensa con que tomaron todos los vecinos de Gáldar la decisión del gobernador de la Isla y su justicia mayor, el noble caballero Martín Fernández Cerón, de crear una alcaldía real para la localidad de Guía, que hasta entonces se hallaba integrada en la de aquélla …» encontramos a Alonso Muñoz (BONNET SUÁREZ, S.F.: “La villa de Gáldar en 1526”, El Museo Canario, núm. 73-74, Enero-Diciembre 1960).

5-jun-1534 «…  ante el Escribano Cristóbal de San Clemente. Bartolomé de Mújica y García de Mújica, hijos de Michel de Mújica, difunto con licencia de su abuela Leonor de Tejera, venden a Cristóbal de Vergara, vecino de Gran Canaria, un pedazo de tierras de sequero de helechales, granadillas y montuosas que fueron dadas a su padre en vecindad y repartimiento en el que puede haber 50 fanegadas de sembradura; linda con tierras de Cristóbal de Vergara y la montaña de Teror; los terrenos que se venden y los de Vergara, constituyen la base del actual cortijo de Ossorio». (CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: “Cultivos de cereales, viña y huerta en Gran Canaria. 1510-1537”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 12, 1966).

Casa y pajero (Patrinet)
El pleito se sustancia ya fallecidos los padres, en una petición que se hace el 24 de septiembre de 1544, cuando Garçia de Vergara solicita al Cabildo General nuevo título, al no encontrarlo el escribano del cabildo Juan de Ariniz: «…. Cristobal de Bergara mi señor padre difunto que sea en gloria a tenido de mas tiempo de diez o doze asños a esta parte un asiento de colmenas en unas tierras suyas en el termino de Terore junto a las tierras que dizen del Palmar del qual por vuestra señoria al dicho tiempo le fu dado titulo e por virtud del lo a tenido e poseydo e agora lo tengo e poseo como su legitimo hijo …»(RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

De la otra parte, Gonçalo Hernandez Muñoz dice «… que a mi noticia es venido como por Garçia de Vergara cautelosamene a pedido titulo de un açiento de colmenas en unas tierras mias que son en el termino de Terore frontero de la Peña Horadada donde ansi mismo yo tengo çiertas colmenas a muchos años como dare nformacion dello, por tanto yo contradigo el dicho açiento que pido por las cauas dichas y por que están en las mismas casas de mi morada y abitacçion do ordinariamente rezido y dándoles titulo querra intentar que yo quite de allí las dichas mil colmenas a que no deva dar lugar vuestra señoria, la qual suplico de no den data alguna del dicho açiento de colmenas al dicho Garçia de Vergara …» (IBIDEM).

Siguiendo las prácticas y exigencias de la época para con los títulos de repartimientos, ambas partes presentan distintos testigos que hacen testimonio bajo juramento de lo que conocen, de los cuales resumimos aquello que resulta de interés para nuestra pequeña historia.

Casas Camino de La Peña (Google Earth) 
El labrador Tome Hernandez dijo que hacía unos 17 o 18 años que fue a sembrar junto con Alonso Naranjo, quien puso allí ciertas colmenas y que hacía 4 o 5 años Alonso Naranjo dio la mitad y vio que las mismas las poseía Cristobal de Vergara, que compró la otra mitad del asiento, y que conocía que fue heredado por Garçia de Vergara al fallecimiento de su padre.

Comparece también el labrador [Alonso] Naranjo quien dijo que puso las colmenas en unas cuevas que moraba que eran de Gonçalo Hernandez Muñoz o de su padre, que estuvieron dos años, y que Gonçalo Muñoz no quería tenerlas cerca, motivo por el que pidió el consentimiento de Cristobal de Vergara poniéndolas en sus tierras e hizo una “casilla” junto a las colmenas, y que le hizo otras a Cristobal de Vergara vendiéndolo parte de las suyas, conociendo que fallecido, el asiento de colmenas lo tenía Garçia de Vergara.

Otro testigo más es Françisco Franco, que decía que hacía 13 o 14 años vio allí cierta cantidad de colmenas que poseyeron Alonso Naranjo y Cristobal de Vergara y que oyó decir que cuando murió Cristobal de Vergara las poseyó su hijo Garçia de Vergara. También acudió Juan Martin hijo de Antonio Afonso aperador del regidor Zuilo [Ramirez] manifestando que hacía 10 años vio que en las tierras de Bergara sic) había un colmenar de abejas que fue primero de Alonso Naranjo quien vendió parte a Cristobal de Vergara, y que después paso a su hijo Garçia de Velgara (sic) quien compro la parte del colmenar de Alonso Naranjo, y que en todo este tiempo no ha conocido colmenas de Gonçalo Hernandez.

Casas Camino del Lomo (Google Earth)
El 26 de septiembre, Gonçalo Hernandez Muñoz suplica al Cabildo «… me hagan merçed de me dar titulo de un colmenar que esta en unas tierras mias que son en termino de Terore frontero de la Peña Horadada …», quien presenta como testigo a Rodrigo de la Fuente que decía que hacía un mes y medio, que pasando junto a las tierras de Gonçalo Hernandez vio asentadas ciertas colmenas en esas tierras y ue le habían dicho que dichas colmenas eran de Gonçalo Hernandez.

Se presenta también el labrado Françisco Navarro diciendo que las únicas colmenas que había visto eran las de Gonçalo Hernandez, testimonio parecido al realizado por […] de Serrano añadiendo que las había visto desde hacía dos años.

No falta entre tantos testimonios el de Pedro Vaez que se extiende mucho más en su juramento diciendo que había visto que Gonçalo Hernandez ciertas colmenas, que en este año le ayudó a castrar, pero que no se acuerda de cuánto tiempo las tiene allí, pero sí que detrás de estas colmenas había otro colmenar de Cristobal de Vergara, que ahora tenía su hijo Garçia de Vergara, y que se acuerda que al principio se pusieron colmenas en las tierras de Gonçalo Muñoz, padre de su padre por Alonso Naranjo y «… después las propias colmenas puso el dicho Alonso Naranjo de las dichas tierras de Gonçalo Hernandez Muñoz en tierras del dicho Cristobal de Vergara el qual a oydo dezier que las vendio a los dichos Cristobal e Garçia de Vergara…». Por último interviene el labrador portugués Domingos Perez quien dice que conoce que el colmenar de Gonçalo Hernandez lo tiene desde hace seis meses.

Garçia de Vergara compareció de nuevo para pedir al Cabildo que no le dieran título de asiento de colmenas a Gonçalo Hernandez porque no pueden haber dos colmenares juntos, y trató de aclarar que lo que determinó el licenciado e inquisidor del obispado Luys de Padilla, en el pleito de su padre Cristobal de Vergara con los hijos de Alonso Muñoz «… es muy diferente de lo que agora se trata es sobre el colmenar y lo que entonces se determino fuese las escrituras …».

Campana de agua entre el millo (Patrinet)
La decisión final del Cabildo vistas todas la contradiciones fue en la práctica dejar todo como estaba antes de las demandas de ambas partes «… no a lugar de dar titulo a los unos ny a los otros del colmenar que piden e que cada uno posea las que tiene e aprovecha su colmenar …». En la práctica la decisión final de cual colmenar subsistiría se dejaba al control de las propias abejas y sus reinas, que podrían declarar la guerra entre sus zánganos o convivir en paz ambas comunidades, y ello siempre que la floración aportara polen suficiente para ambas.

Una década después de estas primeras manifestaciones de vecindad, el 10 de febrero de 1559 Ana García, viuda de maestre Juan, en su testamento declara que ha hecho a su costa una ermita bajo la advocación de la Virgen de Las Nieves en la Peña Horadada y nombra por patrona de la misma a su nieta María de Acusa. Posiblemente se trataba de la cueva anexa a la sacristía de La Peña, pues la mismas ya había sido "horadada" entre 1510 y 1520.

La parte trasera de la imagen está fragmentada, pero se desconoce si se realizó para desprenderla de un retablo y permitir su introducción en algún nicho de pequeño tamaño. No se nombra en los papeles a la Virgen hasta que en 1611 Diego Hernández el Mentado funda una misa «… por el día de Nuestra Señora de las Nieves sobre las tierras… donde dicen el Barranquillo Seco…».

La primera ermita que se construyó como edificación exenta para cobijo de la imagen se realizó por disposición testamentaria de Nicolás de Herrera-Leiva y Medrano, Abogado de los Reales Consejos y Fiscal de la Audiencia de Canarias, quien en 1666 ordenaba en su testamento que como estaba en una cueva se le hiciera una ermita.

Casa de alto y bajo (Patrinet)
Otras referencias toponímicas nos las dan el 26 de julio de 1680 el prestamista Capitán Juan Matos y su mujer María González, quienes al fundar su Mayorazgo dan referencias de la exposición de las tierras al sol según el lado del barranco del Pino en el que están, cuando al describirlas dicen de sus tierras «Finca de tierra labradía y erial de “secano” en la Umbría (Palmar); Finca de tierra labradía y erial de “secano” en las Huertas (Palmar); Trozo de tierra labradía de “secano”».

A finales del siglo XVII, los documentos siguen dando referencias de otros topónimos del lugar que nos aproximan al paisaje de la época;  en el testamento del Canónigo doctoral de la Catedral y Juez Subdelegado del Tribunal de la Sta. Cruzada Juan González Falcón que realiza el 27 de agosto de 1693, nos dice de trece fanegas en cercados y suertes: «Cercado labradío con “arrifes” denominada “Fuente de San Vicente” en el Palmar. Cercado frente al anterior denominado “Cueva Morena” en el Palmar. Suertes de tierra denominadas “Llanos de las Eras” en el Palmar».

Al igual que sucede con otros pagos y lugares del término, el caserío aparece citado en las Constituciones Sinodales del obispo Pedro Dávila y Cárdenas de 1737. Contaba en aquel entonces con un total de sesenta vecinos, aproximadamente unos trescientos estantes. La referencia que se hacía de vecinos se correspondía con el número de casas habitadas por familias bautizadas.

Casas de la Huerta (Google earth)
En la década de 1780, por la persistente necesidad de reparaciones de la antigua construcción de la ermita, los vecinos comenzaron a reunir madera de mayor calidad para proceder a fabricar un recinto mejor, demoliéndose la antigua ermita sobre 1787. La nueva fue fabricada "desde los cimientos" por el pueblo y con las donaciones del mayordomo Diego Ramírez.

Con posterioridad en el siglo XVIII se conocen documentalmente nuevos propietarios, sucesores o compradores, que en las descripciones de las tierras añaden muchos más topónimos de interés en el lugar.

Ya en el siglo XX, el 18 de marzo de 1943, se crea la parroquia que años más tarde determinaría la construcción de una nueva iglesia de mayor tamaño en un lugar con mayor espacio, manteniéndose en pie la antigua ermita en la encrucijada de los antiguos caminos.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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