Actualización: 2013/06/03
Topónimo con el que se conocía todo el territorio al sur de la Acequia Real o Subacequia de San Juan que habilitó el crecimiento del tejido urbano de Arucas a partir del siglo XIX, que en la actualidad se rememora con el nombre de una de las nuevas calles.
Topónimo con el que se conocía todo el territorio al sur de la Acequia Real o Subacequia de San Juan que habilitó el crecimiento del tejido urbano de Arucas a partir del siglo XIX, que en la actualidad se rememora con el nombre de una de las nuevas calles.
En el primer plano El Mirón en 1890, (Pérez Ojeda L - Fedac -detalle) |
El topónimo tiene su origen en los primeros asentamientos poblaciones en el Lugar de Abajo de Arucas en el siglo XV, cuando el cañavero Juan de Çamora decía que el propietario de la hacienda era Pero Mirón (CABALLERO MUJICA, F.: Pedro Cerón y el Mayorazgo de Arucas, Las Palmas de GC, 1973), siendo por ello conocida por su apellido, a quien la misma fuente atribuye la construcción de la primera ermita bajo la advocación de san Juan Bautista, aproximadamente en el centro geográfico de sus tierras. Antes de conocerse de la testamentaría de Juan de Çamora se apuntaba que el nombre del lugar procedía del altozano basáltico allí existente que desapareció por la extracción de piedra de las canteras.
Siguiendo las costumbres de la antigüedad cada propietario de grandes tierras, por el prestigio social, construye su ermita en sus dominios, y en el lugar de Arucas se conocen tres: una bajo la advocación de san Sebastián, la primigenia ubicada en las proximidades de lo que hoy se conoce por El Terrero, muy próxima al edificio conocido como Teatro Parroquial, que es construida por el albacea Juan Mansel dando cumplimiento al mandato testamentario de Juan de Çamora en las tierras que fueron de éste.
La segunda, dedicada a san Juan Bautista, la construye Mirón en sus tierras, posiblemente en el lugar de la conocida por Capellanía Grande o en El Pino, dentro de sus tierras; y la tercera, de san Pedro construida a sus expensas Juan Mansel, en El Cerrillo junto al ingenio que su suegro Hernando de Santa Gadea había comprado a Tomás Rodriguez de Palenzuela a principios del siglo XVI , donde hoy se conoce por La Goleta.
La segunda, dedicada a san Juan Bautista, la construye Mirón en sus tierras, posiblemente en el lugar de la conocida por Capellanía Grande o en El Pino, dentro de sus tierras; y la tercera, de san Pedro construida a sus expensas Juan Mansel, en El Cerrillo junto al ingenio que su suegro Hernando de Santa Gadea había comprado a Tomás Rodriguez de Palenzuela a principios del siglo XVI , donde hoy se conoce por La Goleta.
La avenida homónima (Google earth) |
La referencia documental de las tierras de Pero Mirón las ofrece el albacea Juan Mansel cuando habla del lugar donde construye la ermita de San Sebastián diciendo: «… ques junto de las tierras que fueron de Pero Mirón, junto del acequia del callejón que va a los yngenios…».
Las mencionadas tierras que fueron de Pere Mirón en el lugar de Abajo ocuparían todo el tabaibal, con los siguientes linderos aproximados: al naciente el actual El Terrero, las antiguas tierras de Juan de Çamora, donde luego parecerían nuevos propietarios que instalaron sus ingenio, el escribano Juan de Ariñez y el gobernador Lope de Sosa; al poniente, con el camino que atravesaba el barranco hacia La Vega, por delante del Matadero Nuevo, hoy Camino del Matadero, donde se iniciaban las tierras del Mayorazgo; al norte, con la Acequia Real o Subacequia de San Juan, que discurre por la trasera de las casas construidas junto a la Calle Real, hoy de León y Castillo, y el Camino Real hacia el lugar de Arriba, hoy calles de Francisco Gourié y La Heredad; y al sur, con el barranco de Arucas.
Las mencionadas tierras que fueron de Pere Mirón en el lugar de Abajo ocuparían todo el tabaibal, con los siguientes linderos aproximados: al naciente el actual El Terrero, las antiguas tierras de Juan de Çamora, donde luego parecerían nuevos propietarios que instalaron sus ingenio, el escribano Juan de Ariñez y el gobernador Lope de Sosa; al poniente, con el camino que atravesaba el barranco hacia La Vega, por delante del Matadero Nuevo, hoy Camino del Matadero, donde se iniciaban las tierras del Mayorazgo; al norte, con la Acequia Real o Subacequia de San Juan, que discurre por la trasera de las casas construidas junto a la Calle Real, hoy de León y Castillo, y el Camino Real hacia el lugar de Arriba, hoy calles de Francisco Gourié y La Heredad; y al sur, con el barranco de Arucas.
Las noticias de Pere Mirón se pierden en la historia, y aparecen como propietarios de la hacienda que llaman El Mirón la saga de los Muxica Lezcano, quienes para proteger la integridad de sus tierras y aguas en Arucas instituye el vínculo legal de sus bienes para que ninguno de los herederos lo venda.
Son estantes de la Ciudad y su principal actividad agrícola se concretará en Tenoya de la antigua jurisdicción eclesiástica de la parroquia de Arucas, concretamente en el barranco de Lezcano dando origen a este topónimo. Probablemente temieron la ambición de tierras del Capitán General Pedro Cerón. En 1525 es regidor de Gran Canaria y alcaide del Castillo de La Luz Bernardino de Muxica Lazcano, hijo de Juan de Siberio de Muxica y Catalina Guerra, quien hereda los bienes de Arucas y las más fértiles vegas de esta isla.
Esta propiedad pudo llegar a Catalina Guerra cuando esta en 1514 pleiteó y ganó a su yerno el escribano mayor del Cabildo Juan de Ariñez «... la herencia de su hija Juana de Villafranca, mujer que fue de éste. Este pleito fue visto ante el gobernador Lope de Sosa, quien sentenció a favor de Catalina Guerra, heredera universal de su hija, en lo tocante a la dote y a las joyas y ropas, dejando en· suspenso el pleito sobre la mitad de los bienes multiplicados durante los seis años de matrimonio ...» (AZNAR VALLEJO, E.: Documentos canarios Registro General del Sello (1476-1517), Sta. Cruz de Tenerife, 1981).
Son estantes de la Ciudad y su principal actividad agrícola se concretará en Tenoya de la antigua jurisdicción eclesiástica de la parroquia de Arucas, concretamente en el barranco de Lezcano dando origen a este topónimo. Probablemente temieron la ambición de tierras del Capitán General Pedro Cerón. En 1525 es regidor de Gran Canaria y alcaide del Castillo de La Luz Bernardino de Muxica Lazcano, hijo de Juan de Siberio de Muxica y Catalina Guerra, quien hereda los bienes de Arucas y las más fértiles vegas de esta isla.
Esta propiedad pudo llegar a Catalina Guerra cuando esta en 1514 pleiteó y ganó a su yerno el escribano mayor del Cabildo Juan de Ariñez «... la herencia de su hija Juana de Villafranca, mujer que fue de éste. Este pleito fue visto ante el gobernador Lope de Sosa, quien sentenció a favor de Catalina Guerra, heredera universal de su hija, en lo tocante a la dote y a las joyas y ropas, dejando en· suspenso el pleito sobre la mitad de los bienes multiplicados durante los seis años de matrimonio ...» (AZNAR VALLEJO, E.: Documentos canarios Registro General del Sello (1476-1517), Sta. Cruz de Tenerife, 1981).
Estanque (Patrinet) |
La desaparición de Pere Mirón de la historia aruquense es todo un enigma, aunque es probable que se incorporara como otros a la conquista de Tenerife. Viera y Clavijo, al recoger el poema de Viana referente a los conquistadores que acompañaron a Alonso Fernández de Lugo en la conquista de Tenerife (1493) incluye a Pedro Morón.
No sería descabellado pensar que se fuera a dicha isla, como lo hiciera también Ybonne de Armas de quien desciende Salvador Mateo de Armas, padre de Juan Mateo Trujillo, y abuelo del canónigo Juan Mateo de Castro que dos siglos después aparecerá como propietario de muchas tierras en Arucas y fundando dos Capellanías, una de ellas la Mayor, con muchos bienes en el entorno de la iglesia de San Juan Bautista.
No sería descabellado pensar que se fuera a dicha isla, como lo hiciera también Ybonne de Armas de quien desciende Salvador Mateo de Armas, padre de Juan Mateo Trujillo, y abuelo del canónigo Juan Mateo de Castro que dos siglos después aparecerá como propietario de muchas tierras en Arucas y fundando dos Capellanías, una de ellas la Mayor, con muchos bienes en el entorno de la iglesia de San Juan Bautista.
Existe otra noticia, sin que se pueda precisar si se trata de la misma persona, es una cita de una Provisión Real de 27 de diciembre de 1500, a solicitud de Bartolomé Hernando, de la isla de la Gomera, por la que se da cumplimiento en Mallorca a la orden de libertad de todos los cautivos procedentes de aquella isla, entre los que se incluye a «Pere Miro» (SEVILLANO COLOM, F.: “Los viajes medievales desde Mallorca a Canarias”, Anuario 1972 de Estudios Atlánticos, 1972).
El apellido es nuevamente localizado en La Gomera y está documentado cuando, el lunes 6 de febrero de 1503, el reverendo Alonso Bibas «prior de la Iglesia de Canaria y comisario de la dicha santa compusyçión» da cuenta a Pedro López de Sevilla «tesorero de la santa compusyçión en el obispado de Canaria», de haber recibido al contado de Fernando Mirón y su mujer 2.070 marevedíes (LADERO QUESADA, MA.: “Trescientos nombres canarios a comienzos del siglo XVI”, Anuario de Estudios Atlánticos, 2004). Debe entenderse que se trata de la misma persona Fernando y Bartolomé Hernando.
Detalle del Mercado en 1925 (Jessen Adolf - Fedac) |
Es precisamente su probable condición de "catalán", extranjero para la Corona de Castilla, la que impide el acaparamiento de propiedades, lo que obligaría a la venta de sus tierras en Arucas, pero más aún « Por una pragmática sanción dada por los Reyes Católicos en Medina del Campo, en 28 de octubre de 1481, se prohibió se impidiera a los vecinos pasar de un lugar a otro y entorpecer los contratos que entre ellos se celebraran. Con eso se trató de suprimir una nueva forma de servidumbre que había venido, solapadamente, a sustituir a las existentes en la Edad Media; pero en Gran Canaria, con el pretexto de poner freno a la marcha de los nuevos pobladores a las islas de Tenerife y La Palma, los retenían y embargaban los bienes en caso de ausencia » (CULLEN DEL CASTILLO, P.: Libro Rojo de Gran Canaria o Gran Libro de Provisiones y Reales Cédulas, Las Palmas de GC, 1947).
La Heredad (rosagrancan.blogspot.com) |
Este mandamiento que obliga a Francisco Mirón a pagar una fuerte cantidad, para la que precisará obtener liquidez, guarda relación con el negocio de la orchilla de La Gomera que enviaba Inés de Peraza a Francisco Mirón en Valencia, que originó un pleito de Francisco de Riberol quien tenía un contrato firmado con la Condesa para el suministro en exclusiva durante siete años (AZNAR VALLEJO, E.: Documentos canarios Registro General del Sello (1476-1517), Sta. Cruz de Tenerife, 1981).
La hacienda de El Mirón va pasando de unos herederos a otros dentro del Vínculo de los Muxica, hasta que las 21 fanegas pasan a posesión de Blanca Moreo del Castillo, viuda de Alonso Múxica Lezcano, quien en escritura de 28 de septiembre de 1720 dice haberlas heredado. En aplicación de las leyes de desamortización avanzado el siglo XIX el vínculo se divide entre su hijo Germán Múxica Aguilar y a su nieto Andrés Bethencourt Múxica.
Ya se había iniciado en 1853 la carretera del Norte en el Castillo de Mata y en el último cuarto de dicho siglo se conocía por donde discurría su trazado al pasar por Arucas. Siete años atrás Germán Mujica ya había vendido a Agustín Quevedo un sitio plantado de tuneras para fabricar casa al precio de 125 pesetas o 500 reales, y adelantándose al final de la carretera en 1864 presenta los planos realizados por el ingeniero Juan de León y Castillo para hacer un Parador de Diligencias en unos terrenos de la hacienda El Mirón que estaba frente a la nueva ermita de San Sebastián, donde hoy es la Plaza de La Constitución, pero con su fallecimiento en 1868 muere también su proyecto.
Construcción de la iglesia en 1920 (Fedac) |
En 1877 los Mujica venden a Manuel Medina Ayala, a Juan González Gonzalez y a Pedro Quevedo Espino, distintos solares en El Mirón por 375, 93'75 y 562'50 pesetas respectivamente, iniciándose paralelamente la alineación de la hoy calle Francisco Gourié donde venderían más solares para el crecimiento de la Villa hacia el sur.
En 1903 la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas toma el acuerdo de «… construir en Mirón la casa de la Heredad…» y tras realizar el proyecto en 1907 acuerda la compra que se protocoliza la compraventa «… otorgada por el propietario de la finca Juan de Bethencourt y Domínguez…» descendiente de los Mujica.
Sorribando las nuevas calles en El Mirón |
La hacienda El Mirón fue reduciéndose progresivamente por el trazado de calles paralelas a la antigua Calle Real, todo ello en el siglo XX. En los inicios de este siglo se construyeron las casas de la calle Francisco Gourié, que acotaba la finca por el norte.
Después se incorporó la primera calle paralela, Alcalde Suárez Franchy, a partir de mediados del siglo, donde llamaban antiguamente «detrás de la plaza»; después, en los setenta, la calle Juan de Bethencourt; y, por último, en los ochenta, la Avenida El Mirón y la calle Agustín Millares. Igualmente en los noventa, terminó de desaparecer dicha finca con la urbanización hacia el poniente, donde hoy llaman Las Vegas y El Matadero.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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