miércoles, 27 de junio de 2012

LECHUZA, LA (SAN MATEO)

Actualización 21-mar-2016
Topónimo que corresponde a un caserío situado al poniente del Lomo de los Ingleses al que se accede desde la carretera de San Mateo-Cruz de Tejeda (GC-015), pasando por La Asomada, o bien desde la carretera de San Mateo-Valsequillo (GC0041).

Subida al caserío (Google Earth)
Debe tratarse de un antiguo zoo-topónimo relacionado con la existencia en el lugar de la Lechuza Común, teniéndose noticias documentales en los repartimientos y en los protocolos notariales posteriores, al ser citado en distintos documentos.

La lechuza común (Tyto alba), que es de imaginar que da nombre al barrio, se encuentra preferentemente en zonas abiertas como los campos de cultivo. Se refugia en amplias grietas de barrancos, o bien en espaciosos agujeros de los árboles o en casas de aparejos. Es frecuente que se vean en áreas cercanas a poblaciones, ya que en este entorno pueden lograr numerosas presas.

Lechuza común (Daniel Gutiérrez - biodiversidadvirtual-org)
De color pardo dorado claro, con cara y partes inferiores blancas, la hembra, ligeramente más grisácea, no construye nido, sino que pone los huevos en un montón de "egagrópilas"  llamadas así las bolas que regurgitan o devuelven las aves rapaces, hechas con los restos no digeridos de sus presas: pelos, plumas y huesos. Mientras caza, la lechuza no depende solo de la vista. Por medio de diversos experimentos se ha demostrado que, por su sentido del oído, puede localizar a su presa en la más completa oscuridad.

El topónimo aparece desde los primeros años de la conquista y es mencionado en la data solicitada por Marina Ramírez el 27 de septiembre de 1549 cuando pide al Cabildo:

«... unas tierras que son a do dizen la Lechuza que tienen por linderos por parte de abaxo tierras que fueron de Gonçálo Martyn de Utrera e por el un lado el barranco del Gamonal e por el arriba a dar a la Montaña Bermeja e de la montaña Berrmeja por un lomo abaxo es el lindero del otro lado, e que podra aver çien fanegada de tierras poco mas o menos e en el dicho tienpo el dicho mi marido las tuvo e poseyo como cosa suya hasta que fallesçio con dos cuevas que estan a la parte de abaxo e como el fallesçio despues aca yo no he podido hallar la petiçion en cabildo de como se las dieron...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Casa del Agua (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
Y en otro repartimiento posterior a favor de Pedro Ximenez Casasola, "… escrivano de su magestad e lugarteniente de Juan de Ariniz escribano mayor del cabildo desta isla ...", que el 20 de diciembre de 1549 lindando con tierras de la la anterior manifestaba «... me agan merçed de me mandar dar un pedaço de tierras que son adonde dizen la Lechuza junto a otras que el tiene e posee Marina Ramirez mi suegra lindando de la una parte con las dichas tierras de my suegra e por el un lado el barranco del Gamonal arriba a dar a la montaña Bermeja que esta debaxo de la hoya del Gamonal e son estas tierras yendo al dicho barranco del Gamonal arriba a mano yzquierda e por la otra parte lindan por el lomo alto que desçiende de la montaña Bermeja hazia abaxo a dar sobre las dichas tierras de la dicha my uegra en que podra aver ochenta fanegadas de tierras e lo que oviere debaxo de los dichos linderos ...» (IBIDEM).

Después hay una referencia documental del topónimo muy antigua en el testamento de 27 de septiembre de 1684 de Francisco Navarro Montesdeoca, Licenciado, Presbítero y notario del Tribunal de la Inquisición, donde en los bienes vinculados a su patronato incluye una finca en La Lechuza con la siguiente descripción «Cercado de nueve fanegas de tierra labradía y “arrifes”».
 
Casa rural del siglo XIX (vikingu-es)

Con posterioridad otra del 25 de noviembre de 1717 donde Bartolomé Navarro del Castillo incluye varias fincas en La Lechuza que son: dos fanegas de tierras labradías con noventa y cinco brazas de pared; ocho celemines de suerte de tierra calma y viña, con cincuenta y ocho brazas de pared; huerta de tres celemines con ocho brazas de pared; suerte de tierra de cuatro fanegas donde llaman las Fuentes; y mil reales antiguos que le corresponden en una casa de alto y bajo en el lugar.
Molino La Jurada (Patrinet)
Otras propiedades en La Lechuza de la que se tiene constancia documental sucesiva son una suerte de viña de dos fanegas, y otra suerte plantada de árboles de tres fanegas con casa terrera, granero, cocina y bodega, las cuales aparecen en el testamento de Manuel Francisco Alvarado Navarro del Castillo, Comisario del Santo Oficio de la Inquisición y cura rector de la parroquia de San Bartolomé de Tirajana, fechado el 11 de noviembre de 1736.

A los anteriores bienes vinculados en 1793 por decreto del obispo Tavira se le agrega una suerte de cinco fanegas dejada en 1790 por el presbítero Domingo Navarro del Castillo.

Las dos primeras fincas fueron vendidas como consecuencia de la ley de desamortización, asignando el Cabildo a la Instrucción Pública local dos láminas o inscripciones intransferibles al tres por ciento para que con sus intereses se atendiese a los gastos de escuela y sueldo de los maestros. Y el 10 de octubre de 1866, el estado asigna las cinco fanegas de bienes propios en La Lechuza a los bienes propios del ayuntamiento para la construcción de una escuela.

En este barrio se encuentra uno de los pocos molinos verticales que existieron en la isla, llamado molino de la Jurada, que es accionado por una noria. Construido con piedra y argamasa con techo a un agua, está situado en un camino que sube, atravesando una explotación ganadera abandonada en la margen izquierda del barranco de Camaretas.

Conjunto de casa y alpendre (Fedac)
Tomaba el agua procedente del Corral de los Juncos de la Heredad de La Lechuza. Tuvo dos tipos de turbinas, una horizontal y otra vertical, siendo el tubo de caída redondo; y a la salida del molino tenía una cantonera o caja de reparto que distribuía las aguas al centro y sur de la isla. Molía centeno, cebada, lentejas y millo, y se cobraba la parte proporcional de lo molido por libras, onzas y, al final, por kilos.

Igualmente se conserva una Casa Solariega del siglo XVIII, convertida en hotel rural, que en su reconstrucción ha respetado todos los elementos de la arquitectura tradicional de la zona.

Una lograda combinación de madera y piedra, formas geométricas y cálidos colores naturales, donde el clasicismo estructural se une a la modernidad decorativa y a los detalles interioristas.



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


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