El caserío se encuentra, según el cronista Vicente Hernández Jiménez, a unos centenares de metros del lugar que ocupaba la desaparecida ermita de san José del Álamo, lugar donde la panorámica es diferente, y donde:
«… la impresión para el caminante o viajero procedente de Las Palmas es de sorpresa, de un paisaje un tanto seco y de cara al mar, se pasa a otro más humanizado y alegre de casas blancas. Lo Blanco es un mirador del valle de Teror; si el día está claro la visión de todo el diseminado de la villa terorense con las montañas al fondo, es de las más atractivas de Gran Canaria…».
«… la impresión para el caminante o viajero procedente de Las Palmas es de sorpresa, de un paisaje un tanto seco y de cara al mar, se pasa a otro más humanizado y alegre de casas blancas. Lo Blanco es un mirador del valle de Teror; si el día está claro la visión de todo el diseminado de la villa terorense con las montañas al fondo, es de las más atractivas de Gran Canaria…».
Camino Real a Teror 1893 (Carl Normman Fedac) |
Hay destacar también que a finales del siglo XIX y principios del XX se conocieron composiciones poéticas que de alguna forma identificaban el color blanco con la Virgen: «Blanca paloma volando / Teror dichoso, a ti vino, / Y se posó sobre el Pino / Sin saber cómo ni cuando» y «Blanca paloma que nieve / Risas y peinas por olas, / Al nido ven que te ofrece / Devota la Gran Canaria » (JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: Sucinta historia de la devoción del pueblo canario a Nuestra Señora del
Pino Patrona de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1955).
Una de sus calles principales conserva el trazado y pavimento original de uno de los tramos del antiguo Camino Real de las Palmas a Teror, vía que fue escenario de las cuarenta y cinco ocasiones en las que la Virgen del Pino fue bajada a la capital, desde los años 1607 hasta 1815.
Era en Lo Blanco (Fedac) |
La abreviación del topónimo se produce con el paso de los siglos y, así en el siglo XVII, Miguel Ramos, en su testamento de 18 de febrero de 1681, dice ser propietario de 12 fanegas de «Suerte de tierra labradía denominada “Llano del Prado” en el Lomo de Blanco», fijando en su capellanía una pensión de ciento cincuenta y cinco misas rezadas anuales en la iglesia de Teror con responso sobre su sepultura.
En el siglo siguiente, Diego Sánchez Sarmiento y Antonia de Arencibia, en escritura de 6 de febrero de 1715, dicen tener cuatro fanegas de una «Suerte de tierra en Lo de Blanco». De la utilización del nexo de posesión "de" en ambo casos y con largo espacio de tiempo, se infiere que se trataba de las tierras de un desconocido antropónimo de "Blanco".
En el siglo siguiente, Diego Sánchez Sarmiento y Antonia de Arencibia, en escritura de 6 de febrero de 1715, dicen tener cuatro fanegas de una «Suerte de tierra en Lo de Blanco». De la utilización del nexo de posesión "de" en ambo casos y con largo espacio de tiempo, se infiere que se trataba de las tierras de un desconocido antropónimo de "Blanco".
Localización (Espacios Naturales Gran Canaria) |
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