jueves, 14 de junio de 2012

HUESAS, MONTAÑA LAS (TELDE)

Actualización 8-may-2016
Topónimo que corresponde a una montaña ubicada al Sudeste de El Caracol Bajo, con el que se conoce también un pequeño barrio asentado al naciente de la misma hasta el borde de la Autopista del Sur (GC-002), a la altura de Las Salinetas.


Huecos exteriores de las cuevas (José Verona)
El topónimo es ya conocido en la antigüedad, como lo manifiesta Miguel Martín el 26 de septiembre de 1543 cuando solicita una data de tierras al Cabildo General: «… me hagan merçed de me dar un pedaço de tierra en que podrá aver veynte hanegadas de tierras poco mas o menos la qual dicha tierra es montuosa que es en el termino de la dicha çibdad de Telde camino de Agando donde dizen la Montañeta de las Guesas e linde con tierras donde dizen los Majanos de (en blanco) para abaxo e por medio de las dichas tierras que va el camino de Agando por medio dellas, para que las pueda desmontar y aprovechar e senbrar en ellas …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


Vista lateral del exterior de las cuevas (José Verona)
Tanto el topónimo de Las Huesas, igual que otros similares en la isla como el Caidero, la Cañada y el  Lomo de las Huesas, y, el Solapón de Los Huesos todos en Mogán, la Degollada de la Huesa, el Alto de las Huesas y Huesa Bermeja en San Bartolomé de Tirajana, el yacimiento de Las Huesas en el barranco Guiniguada, guardan estrecha relación con los hábitos funerarios de los aborígenes canarios y más concreto por la localización de lugares de enterramiento donde eran hallados muchos huesos.

En el caso concreto de este lugar  se trata de un conjunto de cuevas artificiales con dependencias laterales y con una gran explanada exterior labrada en la toba. Algo más alejadas hacia el poniente del grupo principal se encuentran otras dos cuevas artificiales. Se corresponde con el conjunto designado en la carta arqueológica de Telde de 1989 "Cuevas de las Huesas".



Interior de las cuevas (José Verona)

Detalle del labrado de la toba
(José Verona)
El enclave  arqueológico está en lo alto de la montaña, donde se localiza la plataforma de grandes dimensiones y la amplia cueva artificial de quince por cinco metros, orientada al sur,  es de planta de tendencia rectangular y cubierta plana. En su zona frontal presenta cuatro accesos, que recuerdan en gran medida a los de Cuatro Puertas, solo que estos están orientados en la dirección contraria, es decir, mirando al Sur.

En el extremo izquierdo de la plataforma se abre una pequeña oquedad de unos siete metros cuadrados, a la que se accede a través de unos escalones labrados en la toba. A esta gran cueva se asocian otras de menores dimensiones que muestran unas plantas de tendencia circular u oval y alacenas excavadas en sus paredes, y un muro de piedra seca que, según todas las evidencias fue construido después de la Conquista de la isla, posiblemente por los pastores que aprovecharon estos espacios como rediles para los animales.

La tradición oral dice de haberse encontrado en el lugar multitud de "momias", de donde se presupone que se trata de una cueva funeraria, con la particularidad de que se ha excavado artificialmente para destinarla expresamente a sepultura, lo que no suele ser frecuente. Lamentablemente como muchos otros yacimientos se encuentra en estado de medio abandono.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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