Actualización
3-abr-2016
Topónimo
correspondiente al barranco que discurre desde Fontanales hacia
la vertiente norte, aguas abajo recibe aguas del barranco de los Tilos,
para cambiar de nombre en la junta con el barranco
de Los Propios, siendo conocido como barranco de Moya.
Laurel (floradecanarias-com) |
El nombre de barranco del Laurel lo recibe a partir
de la junta de dos grandes barrancos de aguas, aproximadamente en el lugar de La Galería, cuencas que ascienden al
naciente y poniente. Al naciente, posiblemente la de mayor cauce, es el barranco
de la Horcajada que nace en las vertientes septentrionales de la Montaña del Capitán, situada esta al sur
de la Caldera de los Pinos de Gáldar,
y ya muy cerca de Fontanales recibe
las aguas de su tributario el barranco
del Valle que recoge las aguas de distintas escorrentías en la Heredad de Moya, y después de bordear Fontanales por el poniente cerca de las Cuevas Bajas, recibe las aguas de Cañada del Roque y Barranquillo
Escalona que bordea el mismo barrio por el naciente, para más abajo recibir
las aguas de otro tributario, el Barranquillo
del Lomito de las Piedras.
Al poniente, el
otro importante cauce es el barranco del
Cavadero, que nace en tres vertientes septentrionales de La Atalaya en el cortijo del Gusano que se juntan en la Hoya del Cavadero, discurriendo aguas abajo y tras recibir las
aguas de un pequeño tributario a la altura de La Galería, se junta con el barranco
de la Horcajada, como ya se ha dicho antes.
Vista del barranco en 1925 (Teodoro Maisch - Fedac) |
El barranco del Laurel, aguas abajo a la
altura del Lomo de La Laja recibe las
aguas de su tributario el barranco de Los
Tilos, para más abajo después de pasar por el lugar de Los Tilos a partir de la junta donde recibe las aguas del barranco de Los Propios, toma el nombre
de barranco de Moya, aproximadamente
en el vertiente del kilómetro 7 de la carretera de San Juan-Moya (GC-700).
El
topónimo tiene su origen en la Fuente del Laurel que allí
existió desde tiempos remotos, donde también se asentó al borde del barranco un
caserío disperso con el mismo nombre, en las márgenes de la carretera Acceso
a los Tilos (GC-704), en el corazón de lo que fue el famoso bosque
de Doramas, con piso de vegetación conocido como Termocanario
Húmedo o Monteverde, constituido por la Laurisilva y
el Fayal-Brezal.
Estanque cueva (Fedac) |
La mención más
antigua documentada que se tiene del barranco es en el repartimiento solicitado
por el licenciado y regidor Françisco
Perez de Espinosa, del 15 de junio de 1551, cuando al pedir ciento
cincuenta fanegadas las describe «… en
las hoyas de los jingos arriba de la montaña de Doramas desde la cabeçada de un
mogote y lomo rredondo de una vanda y de otra aguas vertientes hasta el barranco do sale el agua del Laureal
y por el otro lado hasta dar al barranco y rraya de la montaña de Doramas las
quales tierras son helechales e granadillares …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las
Palmas de GC, 1998).
El
árbol conocido como laurel (Laurus novocanariensis) es una
especie característica de los bosques de laurisilva. Se trata de un árbol de
hasta veinte metros, que se puede diferenciar por sus hojas lanceoladas, que
poseen glándulas pequeñas en las axilas del raquis o eje y de los nervios
laterales. Los frutos son ovoides, de aproximadamente un centímetro o algo más,
y adquieren un color negro al madurar.
En
los años inmediatos a la Conquista, el reparto de tierras y aguas conllevaba
que los propietarios se organizasen para el aprovechamiento comunal de estas últimas,
implantándose el sistema reinante en la Península, de clara influencia
musulmana, llamado Heredades, con sus dulas o repartos de aguas.
Cantonera (Fedac) |
La Heredad de Moya, al igual que muchas
implantadas en la isla, está ligada al inicio de la presencia castellana y los
repartimientos.
Se cree que se tuvo que
haber constituido entre finales del siglo XV y principios del XVI. Su función,
con un singular vocabulario, está ligada a la custodia de sus nacientes,
llamados ”madrelagua”, que aportaban la ”gruesa” o
caudal del ”macho” o acequia principal, para su posterior
reparto entre los herederos o dueños de un tiempo de reparto, repitiéndose el
mismo o dula cada cierto tiempo.
Las
cantoneras o troneras repartían la gruesa entre los herederos que disponían del
agua en el mismo tiempo. Las tornas tapaban las bocas de reparto.
Lavadero (Fedac) |
Los
pleitos en los inicios del siglo XIX por las aguas del barranco que nacían en
varios manantiales o "remanentes" y que brotaban por
las paredes de su cauce, sentenciaron la propiedad de las mismas a favor de la
Heredad de Moya (MARTÍN SANTIAGO, F.: La heredad de Moya. Pleitos por
las aguas de la Fuente Laurel año de 1802, Infonortedigital.com).
El
pleito tuvo su inicio con la concesión de la data a Cristóbal Vicente Mújica en
el año de 1801, quien, según los testimonios aportados «… sabe el testigo
que don Cristóbal Mujica, vecino de la Ciudad ha hecho una Madre en el centro
del Barranco, en donde nace el Agua del heredamiento de Moya y sacó una acequia
con su Madre del mismo Barranco para regar una Huerta de árboles…».
En el mismo se personan
también influyentes propietarios como partes, argumentando que lo hacían por:
Alpendre (Fedac) |
«…
conseguir que otros les suelten algunas dulas a fin de no perder los frutos, lo
que especialmente se verifica en la costa de la Airaga, y también ocurren
querellas entre los mismos herederos por los frecuentes robos que hacen a
aquellos que carecen de aguas bastante (…) que el agua que conduce el Conde de
Vega Grande a su Hacienda de la costa de la Airaga, es propia suya, (…) y que
don Francisco Valdes solo conduce a su hacienda situada también en la Costa,
las aguas perdidas en tiempo de invierno, y que si conduce algunas en tiempo de
verano son las que adquiere por arrendamiento…».
Y a
pesar de que se sumó al pleito otra heredad cuando se dice «…demanda
puesta por parte de los herederos en el Heredamiento del Palmital de Guía con
los vecinos del lugar de Moya, sobre la pertenencia de las aguas del Laurel y
Manantiales conjunto…», al final la sentencia fue favorable a la Heredad de
Moya.
Caserío (puertaverdearquitectura-blogspot) |
Esta
es la historia que se ha contado de las aguas del heredamiento de este
barranco, y en este caso con final feliz para el común. Pero no es una historia
única o exclusiva, porque el agua era el "oro líquido" de
la isla.
Como
ésta o parecidas, hubieron muchas historias en las que se sucedían los pleitos,
unos tratando de dirimir si eran aguas superficiales o de manantiales, otros si
eran de éste o aquel manantial, otras porque los títulos desaparecieron cuando
Van der Does los quemó o se los llevó; muchos también hubieron porque se
quebraba el agua para que fuera por otra acequia, o porque se bajaban las
tornas para que pasaran más azadas, o simplemente porque unos se creían con más
derecho que otros al "oro líquido".
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria) |
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