Actualización: 2013/06/01
Topónimo con el que se
conoce en la actualidad un pequeño tramo de la carretera Puerto-Tamaraceite
(GC-340), situado sobre los Lomos de
Guanarteme, al sur de este barrio, al norte de El Cardón y al poniente de La
Minilla. Es uno de esos topónimos nacidos en el siglo XIX y ya moribundo
por la propia expansión urbana del municipio, por lo que puede llegar a
desaparecer subsumido por la prevalencia de los nombres de las muy modernas
urbanizaciones.
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Panorámica (laestrellaquenosguia-com) |
Algunos investigadores han
estimado que su origen puede estar en la propiedad de las tierras donde se
ubica, desde la teoría que pertenecían a la familia teldense de los "Chil".
Aún teniendo relación con los Chil, no obedece a la propiedad de sus tierras en
el lugar, sino a una de las tantas iniciativas que tuviera el siempre recordado
médico, historiador y antropólogo Dr. Gregorio Chil y Naranjo, nacido en Telde
en 1831 y fallecido en Las Palmas de GC en 1901.
Habían quedado atrás los
años en que el Dr. Chil fue requerido por el Ayuntamiento de Las Palmas para
definir las actuaciones contra la "fiebre amarilla", que llevaron al
establecimiento de un control sanitario del Puerto de La Luz, tanto sobre las
personas que arribaban, como sobre aquellos obreros que trabajaban en las carboneras,
salazones y estibas que residían en los pagos de La Isleta y Guanarteme,
este último de la jurisdicción del Ayuntamiento de San Lorenzo que llegaba
hasta la cuenca del entonces barranco de su nombre, después conocido como barranco de La Ballena. Habilitaron
hasta doce camas desplazadas del Hospital de San Martín en el desvencijado
Mesón de Doña Rosarito, intentando así que el posible foco infeccioso no
llegara a la Ciudad.
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Dr. Gregorio Chil (El Museo Canario) |
Superados estos tiempos de
enorme preocupación, el Dr. Chil participaba en la "Sociedad Económica de
Amigos del País", primero como vocal y después como presidente, unas veces
estudiando los efectos de la aparición de la anilina para el negocio de la
grana o "cochinilla", otras presentando iniciativas como la traída de
una mariposa de la seda que se alimentaba de tártagos, u otras como cuando
propuso la compra de un inmueble en Telde donde se localizaron vestigios
aborígenes en el subsuelo, con la intención de seguir en las investigaciones. De
esta última, al final tuvo que optar por llevarse los huesos y cerámicas encontrados
a su casa en la "calle del Colegio". Su inquietud era enorme y no
dudaba en plantear todo aquello que fuera de interés para la ciudad, la isla y
el archipiélago.
Fue así como planteó otra
iniciativa más: «El proyecto de abrir un
camino por la parte alta de la vega de Santa Catalina en los Arenales, parece que
es ya cosa formal. Según tenemos entendido, se ha formado con este objeto una
suscricion á cuyo frente se halla el doctor D. Gregorio Chil, que es el que ha
iniciado el pensamiento. Cuéntase ya con muchos suscritores y con el auxilio
que han ofrecido muchos labradores de sus bestias. El trazado principiará en
breve, después de Ia cual dará principio sin tardanza la obra» (OMNIBUS, 09- jul-1862).
El pequeño camino de
tierra aplanada se inició, pero según se avanzaba junto a la ladera precisaba
de obras de contención para lo que no había dinero después de cuatro años: «A esto podemos todavía añadir el beneficio
que con la prolongación se proporcionarla, sirviendo de base, y creando la
necesidad de llevar á cabo el proyecto de mejorar el paseo que saliendo de la
carretera, por encima del castillo de
Mata, sigue dominando toda la vega mayor de Triana, hasta descender por el de
Santa Catalina; proyecto que tuvo muy adelantado nuestro particular amigo
el Dr. D. Gregorio Chil, y que no sabemos por que lo dejó de llevar á efecto,
contando con los recursos que tenia á su disposición, según le oímos en aquel
tiempo» (EL PAÍS, 24-feb-1865).
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Recreación Camino de Chil sobre ortofoto de 1962 (Ortofoto IDE Gran Canaria) |
Por lo que se cuenta,
debieron dejarlo sólo, pues la nueva burguesía adinerada no vería negocio en
una vía, que aún siendo importante, no habilitaba nuevo suelo urbano para ganar
dinero al discurrir por la ladera de San
Antonio, con elevado coste por precisar muros de contención a ambos lados
para aterrazar el terreno, y además porque arriba de la ladera las tierras de Las Rehoyas de Tamaraceite correspondían
a la jurisdicción del Ayuntamiento de San Lorenzo.
Buena relación tenía su tío
y mentor que financió sus estudios el canónigo Gregorio Chil y Morales, quien
acudía a la celebración a la solemne función religiosa de su fiesta mayor,
después de una noche de fuegos pirotécnicos (EL PAÍS, 01-ago-1865); no la tenían los munícipes de la capital que
andaban a la greña, tanto por las tierras de los lomos como por el llano de
Guanarteme que podían aportar suculentos negocios inmobiliarios.
Aún así, la memoria
colectiva del vecindario reconocía que el mérito de aquella iniciativa, que
consolidó un primer tramo de unos escasos cientos de metros que era conocido
como Paseo
de Chil; continuaba con una apisonada carretera de Chil que se
iba "construyendo" por el simple transitar de carros y algún que otro
coche, alguno de los cuales cayó por el risco; y llegaba hasta los lomos de Guanarteme a través de un camino
de Chil, que salvaba por su trasera meridional la enorme cantidad de
arena de la "playa de La
Cantera" que el viento depositaba en los "lomos de los Ingleses", aproximadamente por las actuales calle García Morato y Avenida de Ansite.
Probablemente por él
llegaban andando hasta "la
Portada" y el primigenio Puerto
de Las Palmas, en la ribera de la Muralla Norte, los que procedían de Tamaraceite a través del barranco de su
nombre, de la "Montaña de los
Cardones" y de los que llegaban del norte hasta los "Bañaderos".
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Panorámica de la Carretera de Chile en 1960 (Fedac) |
Las múltiples gestiones
que realizaron los "leonistas" patronos agrícolas del norte de la
isla ante el Ministro de Gobernación Fernando de León y Castillo, darían fruto
ya estando de embajador en París, y así el Ministerio de Fomento incluye en su
plan de estudio de carreteras para el bienio 1894-1895 la construcción de la
carretera de Puerto de La Luz á Tamaraceite, que es publicado el 2 de agosto de
1894. Alcanzaban así la deseada meta de facilitar el acceso de los productos
agrícolas directamente al Puerto de La Luz.
No hubo reconocimiento del
ayuntamiento a tal denominación. Sería días después del fallecimiento del Dr.
Chil, 3 de julio de 1901, cuando el ayuntamiento le diera su nombre a la calle
donde él vivía, pero no a esta vía debida a su iniciativa: «El Ayuntamiento de Las Palmas ha acordado dar á la calle Colegio el nombre de Doctor Chil» (UNIÓN CONSERVADORA, 10-jul-1901).
Después se supo también que «El Dr. Chil
ha legado al Museo Canario, su hermosa casa habitación en la calle del Colegio
de Las Palmas y otras propiedades cuyo valor asciende á 125.000 pesetas» (LA REGIÓN CANARIA, 11-jul-1901).
Años después una noticia
nos da a conocer el lugar concreto hasta donde llega el llamado camino
de Chil, en las proximidades del topónimo que comentamos, restos de la
noria que pueden ver en la entrada al topónimo de Rugallo en este Blog:
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Vista de los Lomos de Guanarteme(laestrellaquenosguia-com) |
«En la finca que don Manuel Viera posee al final del camino de Chil, de Las Palmas, ocurrió al medio día del
sábado último el siguiente suceso: Existe
en dicha finca, para el riego de la misma una noria, con motor eléctrico, y
como observara un hijo del arrendatario, joven de 16 años, llamado Juan, que el
aparato no funcionaba con la debida regularidad, fué a examinarlo levantando al
efecto la tapa del pozo. En el mismo instante parece ser que le dio vértigo y
cayó al tondo del pozo, donde el joven se debatía para no perecer ahogado.
Una vecina de aquellos alrrededores fué en aquellos mismos instantes a
llenar una lata de agua, pudiendo ver que ésta salía mezclada con arena, lo
cual llamóle la atención dando cuenta de ello a una hermana del joven, llamada
Rosa, la cual no dio importancia a lo que se le manifestara. La vecina, no
obstante, suponiendo que algo anormal acontecía en el fondo de la noria, paró
el motor y observó que estaba quitada la tapa del pozo oyendo a la vez gritos
que salían de aquel. Inmediatamente llamó a los vecinos de aquellos contornos.
Enterado de lo que sucedía el niño Antonio, de 11 años de edad,
hermano del joven Juan, tiróse al fondo del pozo para socorrer a aquel. La
gente allí reunida prestó a ambos hermanos los auxilios necesarios para
salvarlos del apurado trance, lo cual pudo conseguirse con toda felicidad
después de ligeros esfuerzos. A consecuencia del accidente sufrió un
desvanecimiento el joven Juan. Llamado el doctor Jiménez para que reconociera a
ambos jóvenes, no les apreció más que algunas erosiones en las manos» (EL PROGRESO, 03-sep-1914).
En noviembre de 1922 el
Ayuntamiento de Las Palmas descubre la fórmula que no le obliga a llegar a
acuerdos con el vecino Ayuntamiento de San Lorenzo, recurriendo al ahora
potente Cabildo Insular de la isla, que como entidad supramunicipal puede
realizar gran parte de la obra y pide su auxilio económico. Al año siguiente emite
un empréstito para financiar entre otras partidas su participación con el
Cabildo en la obra del Camino de Chil,
y de paso, incluye una partida para la compra del suelo del Cementerio del
Puerto en el Lomo de los Ingleses (BOLETÍN OFICIAL DE CANARIAS, 05-mar-1923).
Dos años después el ayuntamiento cierra la compra del solar del nuevo
Cementerio, manifestando el avance de las obras de carreteras cuando manifiesta
«El acceso al nuevo Cementerio será por
la carretera del Puerto a Tamaraceite y por el Paseo de Chil» (GACETA DE TENERIFE, 04-dic-1926).
En 1931 empieza a ser
visible el nuevo "barrio" de
Chil junto a la Carretera del Puerto a Tamaraceite donde se instalan
algunas pequeñas fábricas, entre ellas una de mosaicos. Durante la guerra civil
1936-1939 el Paseo de Chil se
convierte en un espacio logístico para militares y falangistas, donde realizan
tanto sus concentraciones y depósito de vehículos incautados.
Terminada la
guerra civil en 1939 las continuas disputas en cuanto a los límites
jurisdiccionales en los llanos de
Guanarteme fueron suficientes para el municipio de Las Palmas de GC se
anexionara el territorio del municipio de San Lorenzo, justificándose veces en
la pobreza de su ayuntamiento, y otras en el frente-populismo de su
ayuntamiento que remataron los violentos fascistas con un amplio número de
personas desaparecidas. Es en estos tiempos se reactiva la vida económica de la
Ciudad y cobra auge comercial la entonces llamada Carretera de Chil que llega aproximadamente hasta la actual calle
de Franchy Roca.
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Anuncio del Nitrato de Chile en Canarias (Archivos Jaime O'Shanahan- MDC) |
En 1942 el Ayuntamiento
siguiendo los cánones de la propaganda de la dictadura franquista dice de las
mejoras que se realizan en las vías de comunicación «tales como la apertura al público de los caminos vecinales llamado de
los "Andenes", el que enlaza el Paseo de Chil con la carretera del
Puerto la Luz y Tamaraceite» (FALANGE,
01-oct-1942), completando así el trazado desde la intersección con la actual
calle de Alejandro Hidalgo hasta su continuación con la actual calle Olof Palme
que cruza con la entonces Carretera de
Chil, construyendo los muros de contención de las arenas.
Los llamados caminos vecinales de los Andenes eran los accesos a los núcleos altos de población desde el barrio de San Roque, que en la actualidad mantiene tal denominación, hasta los situados más al norte, en la llamada Ciudad Alta.
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Diseño pequeño derl Nitrato |
Al año siguiente es cuando
formalmente se produce la corrupción del nombre de "Chil" por "Chile",
que desconocemos si lo fue debido a la conocida condición de "masón"
del Dr. Chil siguiendo las normas del régimen, o lo fue por la llegada a la
isla del "Nitrato de Chile". Algunos recuerdan que en una de las
paredes de la barriada de Chil, con
visibilidad desde la carretera que soportaba el mayor tránsito agrícola, se
situó uno de los tantos anuncios fijos, construidos con azulejos del
popularmente conocido abono agrícola "Nitrato de Chile". El
"caballero de negro" había sido diseñado por el entonces estudiante
de Arquitectura Adolfo López-Durán Lozano con gran acierto que obtuvo una gran
notoriedad en toda España.
La nueva denominación
aparecía dentro de las propuestas urbanísticas que hacía al ayuntamiento el
oficialista Sindicato de Iniciativas y Turismo: «La gran vía comercial. Otra salida de Las Palmas
al Norte la constituye la llamada carretera
de Chile, del Puerto de la Luz a Tamaraceite, cuyo ensanche debe quedar
definitivamente estudiado, así como las acometidas a ella del Paseo de Chil y de la Gran Vía
Comercial de que tanto se ha hablado, y como complemento su derivación hacia el
Norte, por la Costa del Rincón, de una gran belleza y espectacularidad, con lo
que se completaría la visión de la Playa de las Canteras» (FALANGE, 18-may-1943).
Con el paso de los años y
con el aumento de la construcciones dentro del casco, la calle resultante
tomaría el nombre de Fernando Guanarteme hasta su intercepción con la calle
Covadonga del barrio de Guanarteme, a partir de la cual conserva el nombre de Carretera de Chile.
La antigua barriada de Chile, a la espalda del
Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, soportó una fuerte especulación del
suelo en los últimos quince años en la margen naciente, surgiendo edificios residenciales de nueva planta
donde muchos ya empiezan a conocer el lugar como si fuera parte de Las Ramblas, si bien se mantiene el
topónimo en la denominación de Carretera
de Chile como denominación de calle. Las viejas construcciones de la margen poniente no pueden ser reconstruidas al término de su vida útil para dejar libre la panorámica al mar desde los lomos.
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Localización (Espacios
Naturales de Gran Canaria)
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