Topónimo
con el que es conocido un barranco y un pequeño caserío situado junto a la
carretera de acceso a Las Cuevas (GC-215) desde el pueblo de Artenara. Dice
el cronista que el topónimo tiene su origen en la contracción del canarismo de Tía Junco, "Cha Junco" expresión muy al uso siglos atrás, si bien no
cita la fuente (LUJÁN HENRÍQUEZ, J.A.: Piedra
lunar -crónicas, La Palmas de GC, 2003).
Barranco (caminosdecanarias-blogspot) |
Del
estudio de la toponimia insular donde localizamos mucho más de un centenar de
pequeños topónimos asociados a distintos antropónimos precedidos de las
expresiones "Cho" y "Cha" que se asocian a nuestro
habla, en todos no se ha producido la contracción con el nombre, pues tal
expresión tiene la consideración de tratamiento o distinción, y los hábitos
toponímicos han respetado su separación del nombre o apellido, probablemente
por dignificarlo.
Charco con juncos en el Charco Azul (caminosdecanarias-blogspot) |
Extendiendo
esta norma no escrita al caso, parece más apropiado entender que su origen se
deba a la contracción de "Charco de
Juncos", pues el topónimo se conserva en singular para el barranco y
en plural para el caserío: barranco de
Chajunco y Chajuncos.
Además de la proximidad de topónimos como barranco del Juncal o Juncalillo, que tienen su origen en el junco común (Juncus acutus L) especie nativa de las islas habitual en los barrancos, para que se remanse el agua formando un charco se hace necesario la presencia de agua relativamente abundante a dicho cauce.
Barranco aguas abajo (Google earth) |
El
mismo cronista menciona el heredamiento del lugar entre «Las heredades más notables del municipio son: Heredad de los Arroyos,
en Las Arvejas; Heredad del Barranco de la Madre en Las Cuevas; Heredad de las
Caraballas en Coruña; Heredad de Chajunco; Heredad de la Huerta Chica; Heredad
de la Fuentecilla, en la Huerta Grande; Heredad de los Manantiales».
Hay que destacar también que dicho cauce es llamado aguas arriba como barranco del Lavadero, que trae sus aguas del lugar de El Lavadero, donde en la actualidad hay una finca con igual nombre en la falda de la montaña de Artenara, a la que antiguamente llamaban la montañeta del Lavadero.
Alpendre-cueva en la Umbría de Chajunco (Fedac) |
El
documento histórico nos lo aporta el mismo cronista al citar el testamento de
Isabel Suárez de 1691 «Y estas misas se
han de decir en la ermita de este lugar de Artenara para que los vecinos las
oigan por no haber misa en estos días y si hubiera curato en algún tiempo estas
mismas las servirá el cura que fuese para siempre en la ermita del señor San
Matías y no habiéndolo los religiosos del convento.
Ítem quiero y es mi voluntad que las tierras que están fuera del cercado del corral de las ovejas que lindan el lomo encima de las cuevas a dar a la montañeta de Las Gamonas y por el otro lado el lomo de Barranco Hondo abajo hasta Lajares del cercado, las cuales dejo y mando a Nuestra Señora de la Concepción de este lugar para que el mayordomo que es o fuera de la iglesia del señor San Matías cuide de ellos y todos los años las atienda y de sus frutos los gaste en menesteres y reparo de Nuestra Señor y del Señor San Juan y el eclesiástico tenga cuidado de ver lo que renten dichas tierras.
Ítem quiero y es mi voluntad que las tierras que están fuera del cercado del corral de las ovejas que lindan el lomo encima de las cuevas a dar a la montañeta de Las Gamonas y por el otro lado el lomo de Barranco Hondo abajo hasta Lajares del cercado, las cuales dejo y mando a Nuestra Señora de la Concepción de este lugar para que el mayordomo que es o fuera de la iglesia del señor San Matías cuide de ellos y todos los años las atienda y de sus frutos los gaste en menesteres y reparo de Nuestra Señor y del Señor San Juan y el eclesiástico tenga cuidado de ver lo que renten dichas tierras.
En azul, situación de Chajunco arriba y El Lavadero abajo (IDE Gran Canaria) |
Ítem mando a Matías Domínguez la cueva del almogarén con el solaponcito
donde comen los bueyes con cargo a que ha de dar al convento de San Antonio por
las misas que se nos dicen los domingos en la ermita del señor San Matías. Ítem
mando a Ana de los Reyes el pedazo de tierras que está en la Montañeta del Lavadero que son las que
comprende el barranquillo de la Cruz y
el del Lavadero todo lo que está comprendido desde las tierras de Salvador
Martín al camino real todo lo que está debajo de dicho camino con cargo a que
se me han de decir cuatro misas rezadas en cada un año en el discurso de cuatro
años y cumplido quedan libres las tierras de dicha pensión » (LUJÁN HENRÍQUEZ, J.A.: Aspectos históricos de Artenara, 1994, Las Palmas de GC).
Lavadero de lana (manosdemimbre-wordpress) |
Parece desprenderse por tanto que es este el naciente del agua
superficial que discurre por el barranco y se remansa formando un charco donde
crecen colonias de juncos.
De la existencia de un antiguo naciente no parece dejar lugar a dudas, pues ahí está también el heredamiento de aguas. En cuanto al topónimo El Lavadero, es difícil entender que en esta cota de altitud se deba a la existencia de los tradicionales lavaderos de ropa junto a manantiales y acequias, máxime cuando la población de Artenara es sabido se concentraba mayormente en la antigua zona de Artevirgo que comprendía de Coruña, Lugarejos y Barranco Hondo de Abajo; menor población se concentraba en el lugar próximo de Las Cuevas.
El arte de lavar la lana (blogdelalana-blogspot) |
La mención de El Lavadero en
el referido testamento de finales del
siglo XVII, nos sitúa en un escenario de una economía local basada en una
agricultura cerealera y ganadería ovina, lechera y lanar. Es este último
aprovechamiento de la lana de ovejas la que pueda aclarar el origen del
topónimo de El Lavadero.
Es conocido que la lana recién esquilada suele presentarse muy sucia por lo que, antes de proseguir con su elaboración, es preciso limpiarla sometiéndola a un lavado previo, sumergiéndola en el agua para que la lana se afofe, se ponga fofa (DRAE: Esponjosa, blanda y de poca consistencia), para que los pelos de la lana dejen paso a los agentes del lavado para eliminar polvo, arena y demás impurezas groseras, empleando aguas que no sean duras ni contenga sales de hierro.
Lavadero de lana en Malpartida de Cáceres (rabiespierre) |
Este aprovechamiento que lejos de Canarias ha podido industrializarse, se
ha mantenido en las islas bajo procesos tradicionales artesanales, los mismos
que los conquistadores castellanos y lusitanos conocieron en sus tierras de
procedencia, donde junto al manantial construían una pequeña balsa que aportaba
agua limpia a los lavaderos en niveles inferiores como se aprecia en la
fotografía de Malpartida de Cáceres, que era utilizado de forma colectiva por
los ganaderos, y en la que se ven también colonias de juncos.
El reboso continuo de las aguas de El Lavadero, aguas abajo permitiría el remanso de éstas en los lugares más llanos formando charcos de juncos que según creo dieron origen al topónimo de barranco de Chajunco y Chajuncos.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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