Actualización: 2013/07/23
Topónimo con el que se conoce un
barranco, una cañada, un lugar y el morrete que en este último se encuentra,
situado entre el caserío de Jacomar y
el lugar de Las Majadillas en
Tamaraceite, al sur de Los Giles y al
norte de La Galera.
Morrete Negro del Pumpeo (Google earth) |
Para la descripción del entorno en
el que se encuentra el lugar es destacable mencionar que la loma donde se
asienta el actual barrio de Los Giles
alcanza la cota más alta entre las cuencas del barranco de Tenoya y el barranco
de Tamaraceite, y entre ellas discurren dos pequeñas cuencas, al poniente el
barranquillo de Los Gatos tributario
del primero, y siguiendo la dirección sur-este el barranco de Jacomar, que toma después la denominación de barranco del Pumpeo antes de tributar
sus aguas al barranco de Tamaraceite
después de pasar Las Majadillas. El
punto más alta del lomo de Los Giles
alcanza aproximadamente los 300 metros sobre el nivel del mar.
Geológicamente el territorio entre
los dos grandes barrancos se define así: «Los
interfluvios alomados y con pendientes suaves, son fruto de la formación y erosión
del Complejo detrítico de Las Palmas o Formación sedimentaria, y solo se
interrumpen hacia el sur por un relieve culminante residual de litología del
Roque Nublo» (GÓMEZ VILARINO, M.: Desarrollo
de un modelo metodológico para la evaluación de la sostenibilidad ambiental en
la planificación urbanística, Tesis Doctoral UPM, 2010, Inédita).
La específica conformación del sustrato de "Calcisol Pétrico" (acumulación de caliza secundaria con clima árido o semiárido) ha condicionado a la largo de la historia los aprovechamientos de las lomadas así como la escasa presencia de asentamientos poblacionales históricos, el más conocido de Los Giles data de la segunda mitad del siglo XX, situación que puede prorrogarse en los años dado que el área «se ha considerado como el "reservorio" del municipio; el único espacio de dimensión notable que resta en el interior del municipio con cualidades aptas desde todos los puntos de vista para ser urbanizada (...) con el máximo de cualidades ambientales, sociales y de sostenibilidad» (IBÍDEM).
Antigua tarjea o acequia muy rudimentaria y sustrato del territorio (Gómez Villarino M.) |
Esta ausencia de asentamientos
históricos y los aprovechamientos agrícolas que se han dado, a nuestro entender
han marcado notablemente la pervivencia de la toponimia del entorno, dando como
resultado la aparición de nuevos topónimos y el consiguiente olvido de otros,
en un proceso generacional de adaptación de sus señas identitarias.
Si bien los hemos desarrollado más ampliamente en aquellos que cuentan con entradas independientes a este Blog, cabría resumir: de la cultura aborigen tenemos al norte de Los Giles el Lomo y la Cueva de la Furnia, aludiendo en su lengua al gran cantil de 200 metros de altura que cae sobre El Rincón; la presencia prehistórica de "leña santal" y cardones de los que quedan pequeñas colonias, se pasó al cultivo de la "hierba de Guinea" como forraje para los animales que devengaría en el topónimo de Llano de Guinea.
Si bien los hemos desarrollado más ampliamente en aquellos que cuentan con entradas independientes a este Blog, cabría resumir: de la cultura aborigen tenemos al norte de Los Giles el Lomo y la Cueva de la Furnia, aludiendo en su lengua al gran cantil de 200 metros de altura que cae sobre El Rincón; la presencia prehistórica de "leña santal" y cardones de los que quedan pequeñas colonias, se pasó al cultivo de la "hierba de Guinea" como forraje para los animales que devengaría en el topónimo de Llano de Guinea.
En esa sucesión cronológica, la
referencia a esas cercas de piedras que aprovechando el relieve formaban Las Majadillas y dar refugio al ganado,
próximas a las cuevas en las fuertes rampas del barranco donde vivían los
aborígenes canarios.
Las menciones a los antropónimos:
unas más antiguas como Jacomar que da
nombre al barranco y al caserío, de quien sólo tenemos la referencia algo
lejana de Marcos Jacomar, vecino de Arucas que donó bienes a su parroquia en
los primeros años del siglo XVI (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, J.: Historia de la Parroquia de San Juan Bautista de Arucas. 1515-1817,
Sta. Cruz de Tenerife, 2013); o los más modernos Lomos de los Henríquez, familias con ancestros en San Lorenzo y Tamaraceite
desde el siglo XVIII; o los desconocidos Giles
cuyas tierras dieron nombre al nuevo barrio (SANTANA DOMÍNGUEZ, JF.: Los Giles: Notas históricas previas al
Pregón de las Fiestas 2010, municipiodesanlorenzo-com,
17-jun-2010).
Entre los topónimos desaparecidos,
mencionemos el Lomo Quinque donde hoy se asienta el barrio de
Los Giles; o el barranco de Villaver ahora conocido como barranco del Pumpeo. O aquellos que se han visto alterados, como
las antiguas Caleras que existieron
en este lugar y que dieron lugar a La
Galera.
De los nuevos topónimos surgidos no podemos olvidar el Llano de las Brujas recordando el lugar donde sucedió el falso "aquelarre" donde los violentos de la Guerra Civil asesinaron a un vecino de San Lorenzo, topónimo presente también en Arucas por iguales causas.
Cartografía de 1962 (Cartoteca - IDE Gran Canaria) |
Las diferentes cotas del relieve
obligaron a la construcción de diferentes artilugios hidráulicos para elevar el
agua de riego a las zonas altas, y así surge el topónimo de Los Sifones, que describe el «mecanismo en forma de tubo encorvado que
sirve para sacar líquidos del vaso que los contiene, haciéndolos pasar por un
punto superior a su nivel» (FEDAC). Es una sucesión de topónimos que distintas
generaciones iban memorizando para identificar sus lugares, veces solapando
los más modernos a los más antiguos, facilitado como decíamos al principio por
esa ausencia de asentamientos, y que solo en algunos casos eran conservados en
los documentos acreditativos de la propiedad.
En las primeras décadas del pasado
siglo XX estas amplias tierras fueron aprovechadas para el cultivo de tomates
bajo la iniciativa de uno de los más importantes cosecheros Diego Betancor
Hernández, que también cultivó en su finca de La Minilla. Había adquirido fortuna,
patrimonio y reconocido prestigio en la capital cubana de La Habana, y a su
vuelta como "indiano" invirtió en la adquisición de muchas tierras
tomateras.
El cultivo y exportación del
tomate se había iniciado a finales del siglo XIX y ejercía prácticamente el
monopolio la empresa británica Elder and
Fyffes Cº, pero progresivamente le nacieron competidores en sus propias
entrañas: «Al asociarse, Elder and Fyffes
Ltd. fueron reduciendo el número de competidores, ampliando el control del
negocio con la compra de las empresas que pasaban dificultades. Cuando absorbe
la producción de Ernesto Carlos Jaacks Krüeguer en la Aldea de San Nicolás y de
Miller y Cía. en Mogán, se convirtieron en los dueños casi absolutos de la
exportación. La primera competencia nació desde la propia empresa, George
Spencer Dunn, antiguo empleado de Fyffes, creó una nueva Casa exportadora, que
se añadía a Richard Yeoward, Roberto Mac Garva y los primeros exportadores
canarios que gradualmente se fueron incorporando: Bruno Naranjo, José Castillo,
Diego Betancor, Aquilino Marrero, etc., desde mediados de la primera década del
siglo XX, aunque siempre a la sombra de las casas inglesas.» (REBOLLO
LÓPEZ, M.: El tomate en Gran Canaria.
Cultivo, empresa, aparcería y exportación. 1930-1970, Tesis Doctoral ULPGC,
2012, Inédita).
El lugar del Pumpeo, al fondo el lomo de Los Giles (Google earth) |
A
pesar de lo inapropiado del sustrato, la elección de este lugar para el cultivo
del tomate no era descabellada «El
cultivo de tomates supuso una innovación en el riego, al comprobarse que la
planta aceptaba un cierto grado de salinidad. Durante la primera mitad del
siglo XX abundaron las perforaciones de pozos costeros, donde la intrusión
marina se aprecia por el contenido cloruro sódico del agua. (...) La deficiente calidad del agua disminuye la
producción, pero se compensa con unas cualidades organolépticas especiales en
la fruta. (...) El conocimiento sobre la utilización del “agua picada” para el
cultivo del tomate, estuvo enraizado en el cosechero desde los primeros tiempos
de la exportación. La sabiduría para encontrar un punto medio y no abusar de su
uso, se mantendrá en el secreto de cada uno de ellos, valorando sus efectos
negativos, cuando las tierras sometidas a aguas demasiadas salinas se
recuperaban con dificultad para un nuevo cultivo» (IBÍDEM).
Al
fallecimiento del padre toman el relevo en el negocio cosechero-exportador los
Hijos de Diego Betancor, que en 1938 ya opera con el mayor número de kilos de
tomates exportados, para años después exportar plátanos y mercancías en general,
ampliando la actividad a la fabricación de virutillas, clavos, serrerías y
envases para su frutos. En 1951 el grupo de empresas era propietaria de muchos terrenos
e inmuebles urbanos, calculándose una plantilla de 2.000 trabajadores, una
cuarta parte fijo y el resto eventuales, una gran flota de camiones y almacenes
de empaquetado por toda la isla.
La
fuerte inmovilización de sus recursos propios, la situación de los mercados por
el encarecimiento de los fletes y la fuerte competencia, drenaron
progresivamente su liquidez, comportando un alto endeudamiento con las entidades
financieras, que abocaría a la quiebra. Es en esos tiempos cuando estas tierras
son arrendadas por el cosechador competidor Juliano Bonny, que había tomado el
relevo como exportador tomatero y especializado en la introducción de los
cultivos en invernaderos: «El apellido
Bonny sucede a Betancor como cosechero más relevante, con posterioridad a la
década de los cincuenta. De origen suizo, Juan Santiago Bonny se estableció en
Gran Canaria en 1865. Su viuda y cuatro de los hijos regresan a Suiza, quedando
en Las Palmas el quinto. Juan Bonny ejerce como ingeniero-relojero, además de
comerciante en joyería y relojería en la calle de Triana. Encontramos
publicidad de esta relojería en la prensa de mediados de la década de 1880.
Invernaderos (Archivo Jaime O´Shanahan - MDC - ULPGC) |
En 1902 nace Juliano Bonny Gómez,
que se declara exportador desde Enero de 1935, dedicándose a la expedición de
tomates a Inglaterra a partir de octubre del mismo año; allí se encontraba
ubicado como asentador su hermano Antonio. La empresa goza de una evolución
rápida, a pesar de la larga tregua del período de la Segunda Guerra Mundial» (ÍBIDEM).
Es
importante conocer de las características de riego en los cultivos de tomate,
así como de los orígenes de aquellos que en los últimos tiempos cultivaban en
el lugar, para llegar a entender donde se sustenta nuestra hipótesis de cómo
pudo surgir en la segunda mitad del siglo XX el topónimo del Pumpeo de esta entrada, única
argumentación lógica que hemos encontrado, y que consideramos guarda estrecha
relación con el cultivo del tomate en este lugar de Los Giles.
No
hemos podido confirmar de la existencia de una galería o mina en el subsuelo
del barranco del Pumpeo dado que en
la actualidad no aflora; sí tenemos el testigo de la gran vegetación del
palmeral que hay en su cauce, concretamente antes de unirse al barranco de Tamaraceite. Es una
evidencia de la existencia de agua en el subsuelo.
Palmeral del barranco (Google earth) |
Es
claro que aunque pudiera que el agua fuera algo "picada", era
necesaria para el cultivo, y la extracción del agua en el cauce del barranco
precisaría su elevación con una bomba hidráulica hasta el estanque en el alto
del lomo de Los Giles, donde pudiera
mezclarse con "agua dulce", a partir del cual se iniciara su
distribución a todas las parcelas cultivadas en niveles inferiores.
Conociendo del origen suizo de los Bonny, país donde la lengua más usada es la alemana, tenemos que el sustantivo alemán "pumpe" tiene el significado de "bomba"; o, la otra alternativa más internacional de su mercado de destino la fruta, donde también el verbo inglés "pump" significa "bombear". Al igual que conocemos como otros muchos barbarismos se han popularizado en el léxico canario, no extrañaría que para los asalariados tomateros del lugar se diera dicha voz para iniciar la acción del bombeo del agua del barranco, o simplemente de la costumbre de decir ¡voy al pumpe-o!.
Conociendo del origen suizo de los Bonny, país donde la lengua más usada es la alemana, tenemos que el sustantivo alemán "pumpe" tiene el significado de "bomba"; o, la otra alternativa más internacional de su mercado de destino la fruta, donde también el verbo inglés "pump" significa "bombear". Al igual que conocemos como otros muchos barbarismos se han popularizado en el léxico canario, no extrañaría que para los asalariados tomateros del lugar se diera dicha voz para iniciar la acción del bombeo del agua del barranco, o simplemente de la costumbre de decir ¡voy al pumpe-o!.
Es
sabido que otros muchos barbarismos se incorporaron al léxico canario, como lo
fueron los anglicanismos: queque,
cherche, naife, chinegua, autodate, pulóver, fotingo, cambullón, bisne, bistec,
flis, piche, tifiar, cúter, monei, guanijai, fos, choni, cachanchán, boliche, ....
Probablemente sea este topónimo uno más de ellos, salvo que encontremos otra
explicación razonada.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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