domingo, 2 de junio de 2013

PAMBASO, EL (LAS PALMAS DE GC)

Actualización 25-jul-2016.
Topónimo con el que se conoce la zona situada al pie del Risco de San Nicolás en la margen norte del barranco Guiniguada hasta sus límites con la actual calle Primero de Mayo. Se presupone que en el lugar pudo haber existido un asentamiento aborigen:

«... cabe destacar el resultado positivo de las prospecciones efectuadas en el Pambaso y las áreas limítrofes, pues en los terrenos colindantes a una vivienda del último tercio del siglo XVI, se observaron algunos materiales muy revueltos, cuya ascendencia cultural podría indicarnos la presencia de un sitio arqueológico en las cercanías, aunque tal vez destruido. Entre los restos había conchas de moluscos, cerámica elaborada a mano, otros fragmentos a torno y lascas de obsidiana.» (BATISTA, HERNÁNDEZ et INGLOTT, 2000, p. 1006).


Fotografía de 1960 (Fedac)
El primer asentamiento castellano que daría lugar a la fundación de la Ciudad fue en sus proximidades, por lo que sería abandonado por los aborígenes canarios desde el primer desembarco. A partir de la Conquista en el lugar se localizaban importantes huertas que son reconocidas con este antiguo topónimo de cuyo origen nada se ha escrito.

«En los márgenes del Barranco de la ciudad se ubicaron gran parte de las huertas y cercados más feraces, enclavados en los alrededores de la calle Herrería, del Toril, Pambaso, ermita de San Roque y el barrio de El Terrero. En todos ellos predominan las huertas acompañadas o no por viviendas, aunque todas estas áreas tuvieron un desigual reparto dentro de los arrendamientos a lo largo de1 siglo XVII.

[...] Esta zona era muy importante para la ciudad, pues a través de ella llegaban las diversas acequias de agua potable y se ubicaba gran parte de los molinos harineros de abastecimiento, siendo notables los tres pertenecientes desde los años treinta del Seiscientos a Miguel de Collado San Martín, el cual además de estos bienes, era propietarios de la huerta nombrada de “El Almácigo”, con una casa y media hora de agua, y el cercado de "Pambaso" (QUINTANA ANDRÉS, 1998, p. 356-357).


Fotografía de 1890 (Luis Ojeda Pérez - Fedac)

Aparece mencionado documentalmente desde el siglo XV:
«La llamada huerta de "El Medio" se encontraba en el camino al Pambaso, junto a otras del licenciado Carvajal y de Miguel de Collado. Pertenecía a la dotación dada al Cabildo Catedral por el obispo Juan de Frías el 20 de octubre de 1484 mediante testamento otorgado en Sevilla. El 1 de agosto de 1587 fueron entregadas a censo perpetuo por 39.015 maravedís de renta anual al deán Juan Villalta. Ya en 1680, agotado el plazo del censo enfitéutico, se venden a Luis de Armas por dos vidas y 19.320 maravedís de renta » (IBÍDEM, p. 358).

Cita la misma fuente en sus notas a pie de página  un contrato de 15 de abril de 1631  por el cual

«Manuel de Collado Sanmartín da a Gonzalo Lorenzo, oficial de pedrero, un cercado en Pambaso, con sus casas, por seis años y obligación de echar estiércol durante ese tiempo y plantar diversas cantidades de árboles frutales». (IBÍDEM, p. 348).


Fotografía de 1900 (Jordao Da Luz Perestrello Fedac)

Antes de seguir avanzando en otras noticias que del lugar se conocen, intentamos aproximarnos al origen del topónimo. Se tiene una referencia documental a un antiguo segundo apellido Pambaço, que aparece en el legajo 1355 de la Inquisición del Archivo Histórico Nacional, citado por la fuente que refiere una causa relacionada con América:

«Veamos el caso de las pruebas de doña María Giraldo, mujer del capitán Simón Ley Grave, que aspiraba a una familiatura en Cartagena de Indias. Él descendía de un belga de Amberes que se instaló en Gran Canaria, y casó con la hija de un francés también asentado en la isla. Por su parte no había problemas, pero ella, que nació en Indias, descendía por vía paterna de un flamenco de Amberes y por la materna de un sevillano y de Inés Rodríguez, de Gran Canaria, por quien vendrían las complicaciones. Tanto su madre como otros tres hermanos pasaron con sus abuelos matemos a Indias, instalándose en Cartagena. Un testigo afirmó que Inés Rodríguez no era limpia, pues descendía de los Pambaços, al ser hija de Gonzalo Rodríguez Pambaço » (ANAYA HERNÁNDEZ, 2009, p. 106).

Fotografía de 1909 (Ceferino Rocafort Fedac)
No encontrándose rastro documental de la existencia del apellido Pambaço o Pambaso, podría considerarse que no sea un apellido, y se trate de un mote dado a Gonzalo Rodríguez. Esta hipótesis puede sustentarse en una expresión de un calificativo del léxico de las islas, que podría elevarse a mote y con grandes posibilidades de tener un origen común al topónimo.

«’tambufo, pambufo’ “gordo y bajo”. En Ten.[erife] he oído también ‘pandufo’ “barrigudo”. Hernández da, para La Palma, ‘pambufo’ “tripudo, mofletudo”; cpr. en Maffiotte ‘pambo’ “boliche grueso” y sub bolicho “boliche, bola pequeña, generalmente de piedra, que usan los chicos en sus juegos; los más gruesos se llaman ‘pambas’ y los pequeños ‘chinchas’”. Hernández, para La Palma, ‘pambufeta’ “comilona”. No creo que estos adjetivos sean ‘guanchismos’» (STEFFEN, 1956, pág. p. 84).
También lo recogen para Gran Canaria los hermanos Millares Cubas: «Pambufo. Gordinflón, regordete. Aplicase principalmente al hombre ventrudo y de corta estatura». (MILLARES CUBAS et MILLARES CUBAS, 1924, p. 128).

Huerto urbano (Adolfo Marrero - La Provincia)
Tanto el mote, el canarismo como el topónimo Pambaso, puede deberse a la composición nominal por un adjetivo pospuesto del "pan baxo" o "pan bajo" que en la antigüedad se elaboraba con harina de calidad inferior y mezclada con restos de harina o esquilmos, los residuos que quedaban después de cernir  la harina, que según algunas referencias tenía forma ovalada. Pudo haber sido este también el origen del plato tradicional mexicano llamado Pambazo,  que guarda cierta similitud con el asturiano "Pan preñao" relleno de chorizo o panceta.

Está documentado que el "pan baxo" lo comían los esclavos y el resto de la clase marginada, pues la clase alta y la intermedia comían el pan "blanco". Ya lo decía el Licenciado Sebastian de Covarruvias «A grande hábre no hay pan malo» (COVARRUVIAS OROZCO, 1674).

Igualmente está documentado que los esclavos negros son abundantes en la isla, y en las proximidades del lugar desarrollan su vida:
«... En Gran Canaria residen en el siglo XVI en las laderas de San Juan, cerrillo de Vegueta, cerro de Santo Domingo y en los alrededores, junto a la iglesia y convento de San Pedro Mártir, orden de predicadores, donde fundan la cofradía del Rosario conjuntamente con blancos de humilde condición, como ocurría en otras zonas de la geografía peninsular.

Fotografía de 1925 (Fernando Baena Fedac)
Ya libres, a veces los invade el mismo espíritu de aventura que al resto de los vecinos isleños: se enrolan en los viajes a Indias, pues gozan de ventaja con respecto a los moriscos, a quienes les estaba prohibido par razones religiosas. Claramente percibimos su significado demográfico en las Islas leyendo al padre José de Sosa, quien nos dice que en 1667 había en Gran Canaria 6.478 negros, criollos o advenedizos, muchos de ellos esclavos, aunque algunos habían accedido a la libertad» (LOBO CABRERA, 1979, p. 37).

Las feraces huertas del Pambaso tuvieron que ser trabajadas por muchos esclavos y libertos. Además, hay muchas referencias documentales al "camino del Pambaso", tantas como las hay al "camino a la casa del Peso de la Harina" que por su proximidad parecen tener un denominador común que se remontan a los primeros años de la Conquista de la isla.

Las huertas del Pambaso que junto con las de los Reyes, Matagatos, San Nicolás, San Lázaro y San Telmo aparecen en el plano de 1883, son las únicas que llegarán a nuestro días, parte de ellas de propiedad pública.


A partir del siglo XIX, los viejos caminos Reales van perdiendo su localización en el casco urbano de la vieja Ciudad, y en las referencias aparece el Callejón de Pambaso, como camino transitado hacia el Risco de San Nicolás. Así nos aparece en un remate de cuatro celemines desamortizados con el reinado de Carlos IV, de un vínculo constituido  por varias compras en 1715. 1747 y 1750, cuya descripción nos acerca a los tiempos pasado:


Fotografía de 1930 (Fedac)
«Cercado y huerta con un día de agua de la Acequia del Rey y casas junto al Callejón de Pambaso, en el barrio San Nicolás. Cofradía de San Telmo». Fue rematada el 7 de marzo de 1804 por 123.455 r.v. por el comprador Domingo Gil Barreda, Capitán de puerto y subteniente de Milicias, quien la vendería el 4 de febrero de 1807 a José Verdugo, Coronel (SUÁREZ GRIMÓN, 1987).

Ya comenzando el siglo XX, conocemos de las buenas condiciones que sigue reuniendo el lugar para todo tipo de especies:
«Asi el castaño, por ejemplo, que vive en las altas regiones de la Isla, baja en algunas localidades hasta las partes cálidas; en Las Palmas, en la Hacienda de Pambaso de Dª Clara de León de Mujica existía uno extraordinaria por su tamaño, pero no daba cosechas» (CHIL Y NARANJO, 1901, p. 50).

Centro de Recursos Ambientales (Ayto. Las Palmas de GC)
Y también a quien correspondía la propiedad de la finca en el primer cuarto del mismo siglo pasado.

«En la vida familiar de Miguel Alonso Jiménez un hito fundamental fue su boda con Dolores Lorenzo Fernández celebrada el 7 de mayo de 1924. Él tenía 37 años y ella 29. El padre de Dolores era dueño de la Finca Pambaso y de otra en La Atalaya, donde la familia se trasladaba durante el verano» (RAMÍREZ MUÑOZ, 2007, p. 3)
 
En los años setenta del pasado siglo se estudió la posibilidad de construcción de un Palacio de Deportes en el lugar que no llegó a prosperar, y ya recientemente el Ayuntamiento ha creado en el lugar el Centro de Recursos Ambientales El Pambaso en el que se han habilitado "huertos urbanos".


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)



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