Topónimo con el que se conoce un lugar situado al norte del casco de Ingenio, muy cerca de La Megía, entre El Pastel y el Lomo Arenas. En cuanto al
origen del topónimo podría estimarse que se deba a la antigua presencia en el
lugar del popularmente llamado "algodonero" (Gossypium herbaceum) « es
una planta originaria del sur de África e introducida en Canarias para su
cultivo y la obtención de algodón, aunque a veces puede encontrase de forma
semisilvestre. Dentro de Malvaceae, se caracteriza por ser un arbusto de hasta
1,7 m, con flores que poseen un epicáliz de tres piezas libres, con 5-13
dientes cerca del ápice y más anchas que largas y pétalos de color amarillo.
Las semillas están revestidas de pelos mucho más largos que ellas (algodón) »
(FLORADECANARIAS-COM).
No obstante, las
referencias documentales del topónimo pueden ser anteriores a los teóricos
conocimientos de los exploradores castellanos y lusitanos sobre las tierras
meridionales africanas, allí donde según la anterior ficha científica pudieron
conocer de esta planta conocida por "algodonero"
(Gossypium herbaceum) para su traída
a Canarias, dado que el descubrimiento del estrecho de Magallanes tuvo lugar en
1522.
Flor del Algodonero (floradecanarias-com) |
«... tres pedaços de tierra de sequero para Remudas de mis aguas que son en la Vega de Aguatona y en que puede aver hasta quarenta hanegas de senbradura poco mas o menos que lindan el de un pedaço con el barranco de Aguatona y con el Albarrada que esta de luengo del camino que va para el yngenio de la dicha Vega y por parte de (dentro) del cercado linda con una casaron de Rocado que esta junto de una tierra que planto Alonso Nuñez y tomando de luengo hasta un Alberconsillo que esta en un vallejuelo y de luengo del dicho albercon hasta otro valle que dizen de los Algodones e los otros dos pedaços son entre mesas de las açequias prinçipales del heredamiento de la dicha vega de Aguatona linderos el albarrada que esta par de las casas de purgo del dicho yngenio e la otra parte un barranquillo que suben a unas tierras que dizen de los lomos e en medio de esta dicha tierra lindan por anbas partes con tierras de los hijos y herederos de Diego de Leon las quales yo las tengo y poseo de mas tienpo de nueve años a esta parte ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
He destacado en negrita determinadas pistas que nos permiten descubrir de una parte, que el solicitante de la data conoce de estas tierras antes de 1529 según afirma, y nos sitúa al lugar que llaman de Los Algodones en un territorio donde lo más destacado es la presencia de agua en superficie, tanto en barrancos y barranquillos como en albercones y acequias que hemos de verlos tal cual lo eran a principios del siglo XVI, es decir, sin argamasas y eran simples construcciones construidas en el lugar con barro y piedra.
Parece
desprenderse por tanto que el origen del topónimo no lo fue por la presencia de
"algodoneros", pues todavía en esas fechas presumiblemente no eran conocidos en la isla a la que fueron traídos.
La mención que se hace de un "casaron"
y otras referencias documentales del lugar a las "acequias de los canarios" nos acerca a las
construcciones prehistóricas anteriores a la Conquista.
«... En una aportación reciente
Morales Padrón (1978) comenta la falta de información, por parte de los
cronistas, acerca de actividades terapéuticas, por lo que apenas tenemos datos
de ciencia médica, si bien se deduce la posesión de ciertos conocimientos
quirúrgicos evidenciados por la práctica de la momificación. En concreto, cita
la descripción de Abreu respecto a "la
curación de heridas mediante juncos machacados (especie de algodón) que impregnaban
de manteca de cabra muy caliente y bien rancia para introducir en las lesiones
y untar el exterior". Morales Padrón (1978) se basa en las fuentes
antiguas "'Le Canarien", Crónicas o Relaciones de la conquista de Gran
Canaria, los cronistas americanos, Abreu Galindo y Torriani (1959) ...». (PÉREZ, P. Y VIEJO FERNÁNDEZ, L.:
"Deducciones de índole paleoterapéutica en el estudio de huesos largos
fracturados de aborígenes canarios", DYNAMIS
Acta Hispánica ad Medicinae Scientiammgtie Historiam Illustrandam, Vol. 7-8, 1987-88).
Pudiera por tanto estimarse la teoría que en un lugar con abundancia
de agua, es habitual en la isla la presencia de abundantes colonias de juncos (Juncus acutus), con los cuales los aborígenes
canarios confeccionaban esa especie de algodón
utilizando la propia expresión del cronista que se esconde bajo el pseudónimo de
Fray Juan Abreu y Galindo (Historia de la
conquista de las siete islas de Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, 1977) cuyo manuscrito narra hechos y noticias anteriores a 1592 según los expertos. Es más probable
por tanto que sea este el origen de este antiguo topónimo. Ha de considerarse igualmente la proximidad de los yacimientos del barranco de Guayadeque en cuyas cuevas se han encontrado muchas de las momias depositadas en el Museo Canario.
«... Los fardos funerarios, o envolturas en piel de las momias, están hechos con cueros de cápridos y óvidos, perfectamente tratados y cosidos con gran esmero. Estas pieles, con que se amortaja al cadáver, en algunos casos, se pueden elevar hasta 15 sudarios superpuestos (número probablemente en relación con la categoría social del personaje). Suelen a su vez atarse en sentido transversal con cuerdas o correas de cuero, formando un paquete totalmente cerrado, que guarda dentro de sí el cadáver momificado.
«... Los fardos funerarios, o envolturas en piel de las momias, están hechos con cueros de cápridos y óvidos, perfectamente tratados y cosidos con gran esmero. Estas pieles, con que se amortaja al cadáver, en algunos casos, se pueden elevar hasta 15 sudarios superpuestos (número probablemente en relación con la categoría social del personaje). Suelen a su vez atarse en sentido transversal con cuerdas o correas de cuero, formando un paquete totalmente cerrado, que guarda dentro de sí el cadáver momificado.
Individuo juvenil de sexo femenino con envoltura funeraria (Museo Canario) |
La momificación, en general deficiente, conserva tan sólo algunas zonas con piel, particularmente en las extremidades. No faltan los ejemplos con tablón funerario, sobre el que descansa la momia ...» (MARTIN DE GUZMÁN, C.: Las culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984).
Al margen del origen del topónimo otras noticias del lugar son de siglos después, el topónimo está consolidado y es mencionado
en distintos documentos públicos, como cuando el 8 de noviembre de 1848 el
Estado vende a Francisco González Sánchez un trozo de tierra de 4 celemines y 3
cuartillos, y el 3 de enero de 1850 a Fortunato de la Cueva 2 fanegadas y 3
celemines, tierras que se había adjudicado y subastó por deudas de
"Tercios" que tuvieron sus propietarios Bartolomé Dávila y Diego Bordón
(SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad
pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo
régimen, Las Palmas de GC, 1987).
« Las tercias reales constituían la participación de la fiscalidad regia en el producto de los tributos en especie (diezmos) recaudados por la Iglesia. Fueron otorgadas a la Corona con carácter perpetuo por el Papa Alejandro VI en 1494 y suponían los dos noveno del diezmo. » (OJEDA CABRERA, M.P.: "Los pagos de las Tercias Reales de Canarias a la Real Hacienda en
el siglo XVII", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 56, 2010).
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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