martes, 8 de mayo de 2012

CERERA, LA ARUCAS)

Actualización: 2014/05/15
Topónimo con el que se conoce el asentamiento poblacional al norte del casco urbano de Arucas, situado en la falda meridional de la Montaña de Arucas, en medio del antiguo Tabaibal aruquense. La calle principal de dicho sector lleva su nombre.

Según la Real Academia, cerero/a es la persona que labra o vende la cera. Dada la antigüedad del lugar, en la periferia de la población donde comenzaba lo que era llamado el Tabaibal, aún cuando se especuló si pudiera corresponder a un patronímico por la corrupción del apellido Cirera, cuya única referencia documental es tardía en el siglo XX vinculado a un capellán del Colegio del Sagrado Corazón.
Rincón (Google earth)
La primera referencia que tenemos de una mujer con la profesión de cerera es de Francisca Rodríguez, que es denominada "la siriera" referente al siglo XVII, apareciendo otros nombres de varones vinculados a esta actividad: Matías Rodríguez en 1666, Antonio González en 1668 y Luis Rodríguez en 1684 (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

Con posterioridad se localiza nuevamente a Lucas Rodríguez  "oficial de cerero" actuando como comprador en una venta para regularizar las ocupaciones ilegales de tierras, en la escritura de fecha 10 de abril de1697 donde el Cabildo General le vende una casa que le dieron en dote al casar con Estefanía Macías, y se obliga a pagar 3 reales de vellón.
La calle (Google earth)
Otras fuentes sitúan en el siglo XVIII a Mariquita La Cerera que continuó con el oficio del padre, aunque pudiera tratarse de la misma mujer por el genérico tradicional de este diminutivo femenino. Lo que no ofrece ninguna duda es que de la estancia en el lugar de alguna de estas profesionales surgió el topónimo, que en la actualidad se recuerda dando nombre a la principal calle del lugar.

En la antigüedad la cera procedente de las colmenas o abejeras, incluidas las salvajes, estuvieron muy protegidas en las Ordenanzas de 1531 hasta el extremo que se sancionaba económicamente a los que castraran las colmenas, y se protegían los territorios para que no se establecieran otras nuevas sin el permiso del que las tuviera con anterioridad.
Panal (atodavela-wordpress)
El valor de la cera era alto pues se destinaba a la fabricación de candelas o velas, También se fabricaban con el cebo animal, pero eran más apreciadas las de cera por su mejor aroma. Ya lo dice Francisco Morales Padrón en su introducción a las Ordenanzas de 1531: «Debía ser importante esta ocupación ya que se le dedica una media docena de ordenanzas. Como en el título sevillano se comienza por señalar que la cera y sebo que se usen sean buenos y que el pabilo que empleen sea de lino y no grueso. Al parecer en sus engaños los cereros solían poner sebo dentro y cera por fuera, o diversas capas de ambos productos, malogrando la vela.

Esto se prohíbe y se le dice al candelero que debería labrar la cera según las pragmáticas del reino. La cera amarilla podía ser vendida a 55 maravedís la libra y la blanca a 60, quedando impedidos de vender los cirios y velas a ojo. Se llegaba a fijar hasta cuántas velas o candelas debían de salir de cada libra de sebo: ocho más o menos; pero se les permitía que pudieran sacar hasta 12 ó 16. Cualquier persona podía llevarle al candelero sebo o cera para que le hiciera velas; en tal caso el artesano le cobraba 6 maravedís por cada libra labrada, además de quedarse con la quinta parte de la cera o sebo que se le entregara».

En el siglo XVII se sabe que el presbítero Juan Mateo de Castro tiene posesiones en el Charco del Colmenar dentro de sus capellanías. Dicha zona se sitúa en el lugar conocido en la actualidad como Barreto, antiguo topónimo que guarda relación con los aprovechamientos de las colmenas para la obención de miel y cera. 
Antiguo vehículo de reparto de la fábrica de La Cerera (Fedac)

Es obligado destacar que los sectores urbanos de La Cerera y Barranquillo fueron ambos el lugar de asentamiento de los artesanos en el casco aruquense, que adquirió tamaño poblacional significativo a partir del siglo XIX y continuarían su actividad hasta la primera mitad del siglo XX.

La antigua presencia de los antiguos cereros sería compartida por muchos oficios artesanales de los que algunos llegaron a fechas más recientes, como latoneros, herreros, turroneros, etc. que de alguna forma facilitó la instalación en el lugar de La Cerera de una industria de derivados del cacao y pastas alimenticias de renombre que demandaba los cualificados trabajadores que en el lugar eran residentes.

Primeras excavaciones (Patrimonio Gran Canaria)

Pero antes, en la época prehistórica, antes de la conquista de la isla por los castellanos, este viejo lugar del Tabaibal fue de sumo interés para el asentamiento de su población aborigen: «Atendiendo a su ubicación, debió poseer, por un lado una buena visibilidad sobre la laguna existente en el valle de Arucas, y, por otro, un control territorial o por lo menos visual de los espacios geográficos que hoy en día ocupa la ciudad de Arucas, terrenos que presentaban una buenas condiciones para el desarrollo de una agricultura extensiva», tal como recoge el amplio informe de intervención en el Yacimiento Arqueológico de la Cerera (Patrimonio Gran Canaria) aparecido en la edificación de la sede de la Asociación de Vecinos.

Este yacimiento de La Cerera ha sido excavado en dos campañas diferentes. La primera en el año 1995 y la segunda en el 2004, donde se documentan hallazgos de materiales, y del trabajo de campo realizado en el lugar se conoce de abundantes hallazgos en las proximidades, entre los que destaca un fragmento de un posible ídolo de cerámica decorado mediante pintura. Con posterioridad se han realizado las obras necesarias para la apertura de un centro de interpretación. 
El primitivo yacimiento (Patrinet)


De las investigaciones realizadas se identifican dos zonas: «En primer lugar, Zona A, una cueva cuya estructura no parece haber sufrido modificaciones durante el proceso de ocupación, y cuyas dimensiones en la actualidad son de 10 m. de frente, por 6 m. de fondo y unos 4 m. de altura en la entrada, que evidentemente, va descendiendo hacia el interior, colmatándose en torno a los 6 m. de profundidad. No obstante, las dimensiones de la cavidad debieron ser mayores, puesto que una gran parte de su cornisa de entrada, fue cortada durante el proceso de roturación y preparación de la zona exterior para el cultivo, por tanto, estimamos que las dimensiones debieron ser aproximadamente del doble en lo que respecta a su profundidad, si bien el ancho y la altura no debieron variar demasiado.

Esta oquedad natural de conglomerados volcánicos va a presentar una sola sala con una potencia estratigráfica en torno a los 2,50 m. de profundidad, lo que nos permite afirmar que se trataría de uno de los yacimientos en cueva de la isla de Gran Canaria que presenta mayor potencia estratigráfica y que además algunos de los depósitos sedimentarios se encontraban “intactos” o por lo menos sin alteración reciente considerable.
El yacimiento en la actualidad, centro de interpretación (Guerra JC La Provincia)
En segundo lugar, la otra zona -Zona B- que se encuentra al aire libre y que debió formar parte, como hemos comentado, de un poblado de mayores dimensiones que debió incluir al menos esta zona y la cueva anteriormente comentada. No obstante, es difícil plantear sus dimensiones, pues una gran parte de la misma se encontraba bajo los cimientos del edificio y, el resto, está debajo de un gran bancal de tierra similar al existente sobre el yacimiento».

Este asentamiento prehistórico se entiende formaba parte de uno mayor lineal diseminado desde la Hoya de la Campana hasta la Hoya de San Juan, en la falda de la montaña de Arucas y en la banda septentrional del barranco de Arucas, en el que se incluiría el localizado en la Capellanía Grande pendiente de intervención.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

CERCADO GRANDE (INGENIO)

Este topónimo corresponde a un pequeño barrio de Ingenio, al Nordeste del casco urbano. En el siglo XVI en la isla concurrían dos modelos distintos para la definición de las tierras de cultivos, muy vinculados a que el propietario fuera estante o no dentro de sus propiedades, y en función de los usos pastoriles del lugar conforme a las licencias otorgadas, bien lo fueran por el Concejo de la Isla o bien lo fueran por el Señorío Episcopal de Agüimes.

 En el Norte de la isla los documentos públicos entre otros dicen de haciendas, pedazos y suertes de tierras, para aquellas propiedades donde se tienen los cultivos. Por el contrario, en el Sur de la isla, la expresión más habitual que figura en los documentos públicos es la de cercados. Esta distinta forma de llamar a la propiedad agrícola lo es de una parte, porque el propietario no residía de forma permanente en la misma, al margen de que pudiera tener casas en el lugar, y más aún, por hacer constar de forma explícita en la escritura pública de propiedad que el terreno tenía su cerca y barda.

En este caso, la barda no es el arnés de los animales, tienes dos acepciones muy claras: 1) Seto, vallado o tapia que circunda una propiedad; y 2) Cubierta de sarmientos, paja, espinos o broza, que se pone, asegurada con tierra o piedras, sobre las tapias de los corrales, huertas y heredades, para su resguardo.


Protección con cerca y barda
La expresión cercado adquiere por tanto un enorme valor jurídico para defender la propiedad frente a otros pretendientes y para impedir la entrada de ganado en la misma, pues al destinarse a parrales o pan de sembrar, podrían ser el mejor pasto verde en un territorio de secano donde escasea.

En la antigüedad este lugar se confunde con Cercados de Aguatona, como puede desprenderse de distintas escrituras públicas. Entre tantas, una del 2 de Agosto de 1568 que al describir el Cercado de Aguatona dice: “...tres fans. de tierras en el cercado que dicen de Aguatona, que linda dicho cercado por la parte de abajo con el camino real que va de Agüimes a Telde, por la parte de arriba tierras de Hernando Alonso Jorge que fueron del Deán D. Zoilo Ramírez...” y otra de 6 de Diciembre de 1592 por la cual Francisco de la Cruz y Francisco Tovilleja se obligan a guardar los “panes” de la Vega Castaña, cobrando por ello una fanega de grano de cada treinta y siete que se coja: «...la cual Vega es del Barranco de Guayadeque hasta el Draguillo y por abajo los cercados de Aguatona al Ingenio y la acequia real a dar a las casas de Honorado Pelos...» (SÁNCHEZ VALERÓN, R. y MARTÍN SANTIAGO, F.: Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI, Las Palmas de GC).

El lugar contó con numerosos parrales y majuelos, tanto de secano como regadío, en unión de otros cultivos, y con el paso de los siglos el Cercado de Aguatona termina conociéndose como Cercado Grande, y es por ello que los movimientos vecinales siempren asocien el Cercado Grande a Aguatona por su propia historia.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)


lunes, 7 de mayo de 2012

CENDRO (TELDE)

Actualización 1-abr-2016
Topónimo aborigen en ocasiones recogido como Cendro, otras como Sendro y los primeros años de la historia de la isla como Sendero. La descripción de Telde de entonces nos la aporta el ingeniero Leonardo Torriani en 1592, aclarando su traductor la grafía de Send-ro, debidas todas a la distinta interpretación que se hacía de los fonemas de la lengua aborigen.

Poblado de Cendro (Patrinet)
«Esta es una ciudad muy pequeña, de trescientos fuegos, situada cerca de un río y a poca distancia de dos grandes poblaciones antiguas, que en lengua canaria se llaman Tara, Sendro; las cuales afirman los antiguos (y también se demuestra así por su ruinas) que eran de grande superficie y llegaban al número de catorce mil casas. Una parte de ellas, hecha en lo alto, sobre el suelo, pequeñas, redondas, y con estrechas calles, eran para los pobres; y otra parte, bajo tierra, labradas con suma industria, como se ha dicho en otro lugar, eran de los nobles y de los más ricos» (TORRIANI, L.: Descripción de las Islas Canarias, antes Afortunadas, con el parecer de su fortificaciones, Sta. Cruz de Tenerife, 1959).

La obra citada es la traducción del manuscrito realizada por el profesor Alejandro Cioranescu, que incluye la siguiente nota (1) al pie: «Ambos nombres están escritos en capitales en el manuscrito. El nombre de la segunda población había sido escrito primitivamente SEND; después, la misma mano añadió RO entre renglones».

Cuevas trogloditas (Jorge Santana Romero)
Entre las descripciones que se dan en los repartimientos del siglo XVI (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998), encontramos la mención del lugar por su proximidad a las tierras que se piden en uno de ellos y la petición de dos cuevas en el propio lugar. Son los tres que siguen solicitados por vecinos de Telde.

Cristobal de Ariniz el 12 de junio de 1536 pide «… çinquenta hanegadas  de tierra de sequero en senbradura poco mas o menos que son en esta comarca de Telde en un lomo de tierras que esta desde un majano grande de piedra junto al camino que va desta çibdad a las caleras de la çima por el barranco de Juan de Caçeres aguas vertientes hasta el camino Real que va desta çibdad a la çibdad del Real de Las Palmas y de los lados los casarones de Sendero que esta cerca de las dichas tierras y de otro cabo unos cardones que caen aguas vertientes hazia un valle que sale al malpayz de la Cruz Pequeña que esta en el dicho camino de la çibdad e las dichas tierras son de ençensiales la mayor parte dellas …».

Detalles de las cuevas trogloditas (Jorge Santana Romero)
Gaspar de Çerrada el 3 de octubre de 1553 pide «… una queva que esta en Sendero termino desta çibdad para la adobar e tener para mi servicio … ».

Manuel Hernandez, el 9 de agosto de 1555, pedía se le diera de nuevo el título que se había perdido de «… una queva que es en Sendero que es arriba de la queva de Estevan Cazer e de la queva de Anton Borrero cerca de una queva que abrió Luys Diepa lindero con ella …».

Este antiguo poblado troglodita aborigen, horadado en una ladera de toba volcánica, está formado por un conjunto de cuevas-habitación, realizadas unas veces de forma artificial, y otras aprovechando cuevas de origen volcánico. Han sido reutilizadas por la nueva población hija del mestizaje a partir de finales del s. XV y principios del XVI. Aún hoy, muchas de ellas se siguen utilizando como hogar de los actuales teldenses, dadas sus inmejorables condiciones de habitabilidad.

Detalle de un cueva horadada (Jorge Santana Romero)
Está situado en la antigua carretera Las Palmas-Telde (GC-100), por Jinámar, sobre el antiguo camino Real, junto al ya centenario Puente de los Siete Ojos, muy cerca del yacimiento de Tara, dentro de las antiguas tierras concejiles. En el s. XVII, las casas-cuevas de Cendro y Tara son el refugio de pobres de solemnidad, pequeños propietarios, aparceros, medianeros y marginados sociales, como extrarradio de la ciudad de Telde.

Pero el poblado de Cendro no se limitaba a las cuevas en la ladera naciente del Lomo de Caserones. Su extensión es mayor pues al producirse un derrumbe de unos bancales del Vivero Municipal, al otro lado de la carretera -la zona al pie de la fotografía con vegetación- quedaron en la superficie muros y material arqueológico.

Cueva prehistórica con elementos de la reutilización histórica (Jorge Santana Romero)
El topónimo se incorporó desde el primer momento a los documentos notariales, y en particular en las escrituras del 6 de febrero de 1702, otorgadas por el Cabildo General para vender a los ocupantes clandestinos de las cuevas, como es el caso de Juana González, viuda de Marcos Díaz, mencionándose un sitio en el barrio de Sendro, que linda arriba (detrás) con sitio de Juan Pérez, delante José Fortuna, al lado Ana Rodríguez, de sesenta pies en cuadra y con casa fabricada, por el precio de 3 reales. Las referencias vecinales son las de otros ocupantes que iban regularizando su situación.

También aparece en las escrituras de aprovechamientos concejiles concedidos. Es el caso de la compra de una gran propiedad en las proximidades por parte del Mayorazgo del Buen Suceso, fundado el 3 de mayo de 1788 por Domingo Hernández Naranjo Nieto, que declaraba en su patrimonio setenta y siete fanegas y nueve celemines de un «Cortijo de Gallego con el derecho de huerta para pastar doscientas ovejas con cueva de vivienda y otra para el ganado en el Sendro», refiriéndose la última expresión al derecho de pastoreo sobre Cendro.

Localización (IDE Gran Canaria)



CEBOLLA (ARUCAS)

Cebolla marítima (floradecanarias-com)
En los viejos documentos del Concejo de Gran Canaria, con motivo de la subasta celebrada el 23 de febrero de 1728, aparece por primera vez una compraventa por la cual el vecino de Arucas Antonio Marrero Cardoso adquiere dos sitios, uno en el lugar conocido por la Boca del Barranco y otro en Las Tinochas. El primero lindaba con el frontón que la gente de entonces conocía por «Sevollas», y el segundo, con el lugar llamado «Huérfanos» del Barranco de Tenoya.

Con respecto al origen del topónimo de Cebolla prácticamente nada se ha podido desvelar. Señalar que en Canarias es conocida como Cebolla albarrana o marítima (Drinia marítima), una planta endémica de Lanzarote y Tenerife que crece en terrenos arenosos cercanos al mar. Es una herbácea perenne con un bulbo muy grande que queda fuera de la tierra y que se parece a una cebolla. Algunas fuentes sostienen que es una variedad de la especie mediterránea (Urginea marítima).

Pudiera concurrir que se trate de un fito-topónimo y que el lugar fuera así conocido porque en sus contornos siglos atrás se localizaran ejemplares de la cebolla marítima, que como se ha dicho tiene su habitat natural en la franja costera, máxime cuando se consideran endémicas de las islas a ambos lados de ésta.

Caleta y veriles (photograncanaria-blogspot)
Este lugar, al que se accede por un veril y que en el propio documento público se reconoce que es un «frontón», se encuentra en la desembocadura del Barranco de La Dehesa, que aguas abajo es llamado Barranquillo de El Caidero, muy cerca de la Finca Experimental del Cabildo Insular de Gran Canaria.
Cuevas de Cebolla (Patrinet)
En el veril existen unas cuevas artificiales donde fue encontrado material lítico pulimentado y tallado como morteros y molinos naviformes que se depositaron en el Museo Canario.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

CAZADORES (TELDE)

Pago situado a 1.300 metros de altitud, en el límite de las medianías con las cumbres de la isla, conocidas en la antigüedad como la Sierra, próximo a la Caldera de los Marteles.

En el entorno se encuentran topónimos que responden perfectamente a su localización; siguiendo el sentido de las agujas del reloj, a partir del Norte tenemos La Asomada, La Degollada, La Montañeta de Cazadores, La Fuente Bermeja, El Roquete, El Laderón, y La Lajita, topónimos todos ellos que se describen por sí mismo.

Esta concurrencia de topónimos descriptivos parecen situarnos en un territorio que en la frontera de los siglos XVII y XVIII, los presumibles ancestrales topónimos de los lugareños cayeron en el olvido, dando paso a este lenguaje toponímico usual en los foráneos al lugar, por su propia función descriptiva que ayuda a su correcta ubicación a los fines deseados.

Casa-cueva (Fedac)
Este pago es un lugar de paso, a mitad de camino, que según algunas fuentes recibe su nombre de ser lugar de «cazadores», en concreto se dice «... se llama así por haber sido en un principio refugio acostumbrado de los cazadores de aquellos parajes, por haber allí muchas cuevas a propósito» (TRAPERO, M.: "Sobre la motivación semántica de la toponimia", Revista Museo Canario, 1995).

Es así que el topónimo está necesariamene con los "cazadores", pero en la antigüedad no lo era con aquellas personas que podrían dedicarse a la caza actividad que no se ejercía ni por oficio, ni por afición, más bien como medio de sustento.

Horno de pan (Fedac)
Parece más correcto que esté vinculado al Regimiento de Milicias de Telde. En el año 1786 en dicho Regimiento se agrupaba una Unidad de Cazadores mandada por el Teniente Pedro Rufiell y por el Subteniente Francisco Calimano, y compuesta por dos sargentos, ocho cabos, y, sesenta y cuatro soldados (MACÍAS MARTÍN, F. Y OTROS: Fuentes militares para el estudio del Antiguo Régimen: el ejemplo de Canarias).

Las funciones de las milicias de Cazadores de Montaña no eran otras que la vigilancia de los montes dentro del contexto de la propiedad concejil de los mismos, velando porque no fueran ocupados ilegalmente, no se roturaran las tierras y se cumplieran las distintas ordenanzas en cuanto a fuego y aprovechamientos. La localización de este pago en la entrada a la Sierra y el propio topónimo sustentan que este era el lugar estratégicamente ideal para el asentamiento de esta Unidad de Cazadores de Montaña.

Probablemente esta unidad de milicias se asentó en el lugar sobre el siglo XVII, pues el topónimo aparece en los documentos públicos en el siguiente, generando ese lenguaje toponímico descriptivo al que hemos aludido más arriba.

Cadenas (Fedac)
Aparece consolidado cuando el Mayorazgo del Buen Suceso, fundado en el siglo XVIII por Domingo Hernández Naranjo Nieto con el capital que devengó como párroco durante muchos años en América, decía tener en su patrimonio el Cortijo de Cazadores, con una cabida de doscientas sesenta y nueve fanegas, un celemín y medio y cincuenta y dos brazas, propiedades que compró su cuñado por mandato del fundador.

Dado el plano inclinado de las tierras, en el lugar abundaban las «cadenas» o escalonamientos del terreno con la construcción de bancales o muros de piedra seca para su nivelación y mejor aprovechamiento. En ellas se cultivaban almendros, cereales –sobre todo cebada– y frutales, cultivos que de forma generalizada fueron abandonados de forma progresiva.
Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

domingo, 6 de mayo de 2012

CATELA (INGENIO)

Topónimo localizado al Norte del casco de Ingenio. Su origen están en las tierras que fueron del vecino de Telde Duarte Catela, que obtuvo datas de cuevas y de tierras en Telde, concretamente en el Lomo de Catela junto al Valle de Rocha al Sur del Valle de los Nueve.

Se dieron con cierta frencuencia que conquistadores que obtuvieron tierras en Telde, también las obtuvieron en Ingenio, pues al margen de la proximidad de ambos territorios, en el primero eran concedidas por el Cabildo General por ser Telde de su jurisdicción.

Acequia (Fedac)
En el segundo caso de Ingenio la jurisdicción correspondía al Obispado Canariense y Rubicense a quien se le otorgó por los Reyes Católicos el Señorío en pago de su contribución a la conquista de la Isla. También el Cabildo Catredalicio expedía títulos de propiedad de tierras, que precisaron que sus propietarios confirmaran ante el Cabildo General por el conflicto jurisdiccional que sostuvo el Obispo con el Consejo de la isla en cuanto a sus facultades.

La venta de estas tierras la manifiesta el 1 de agosto de 1544 Sancho Martinez de Cadiz cuando pide el título de propiedad al Cabildo General diciendo:

«... digo que yo ove e conpre de Duarte Catela vezino de Telde de veynte hanegadas de tierra que son en el barranco de Aguimes a la vanda de abaxo del camino que va desta çibdad al dicho lugar de Aguimes que an por linderos en la cabeçada de arriba çiertos Sauzes grandes que estan en el dicho barranco dende las cabeçadas de las tierras de Juan Berriel hasta elñ barrando que dizen de las higueras las quales dichas tierras son debaxo de çiertas tierras de particulares que se dizen los Mondragones e de las otras partes lindan con los riscos del barranco el qual las poseyo hasta aora que me las vendio y me dio el titulo que dellas tenia que es este de que hago presentacion y por que yo quiero hazer el benefiçios en las dichas tierras para las aprovechar de parral e de otras heredades e para que con mayor seguridad yo las tenga e posea e por vuestra señoria me hagan nueva merçed de las dichas tierras e me manden dar titulo dellas con que me defienda de quales quier personas que embargarmelas quisieren que en ello haziendo justiçia Reçibire merçed ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).



Algibe (Fedac)
Por lo manifestado por Sancho Martinez, conoce perfectamente que el título expedido por el Cabildo Catredalicio no es suficiente y prefiere confirmar la propiedad que ha comprado con los títulos expedidos por el Cabildo General de la isla.

Las tierras adquiridas por Sancho Martínez, las veinte fanegadas, es una superficie mucho mayor del que ocupa el territorio conocido como Catela en Ingenio, por ello dió lugar a su poniente un nuevo topónimo todavía reconocible con el deformado "Sánchez Martín", el territorio rural situado entre el septentrional barranco de Aguatona y el meridional barranco del Tabuco, que es el arriba mencionado barranco de Agüimes ya que el nombre de Ingenio se documentaría al siguiente siglo.



Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

CATELA, LOMO (TELDE)

Topónimo que localiza en un núcleo de población integrado en el barrio de Las Medianías, al sur del Valle de los Nueve, interfluvio entre el barranco de la Rocha y el barranquillo de Juan Antón.

Panorámica del yacimiento arqueológico (Patrinet)
Es importante mencionar la presencia en el lugar de una yacimiento arqueológico, en el formato de caserones y casas cueva como los otros localizados en Telde. Es un conjunto formado por un grupo de cuevas artificiales, algunas de ellas de grandes dimensiones, con una gran explanada delante de las entradas de las mismas, delimitada por muros de piedra. ha sido reutilizado hasta fechas recientes como corral para encerrar ganado.

Algunas sostienen que el topónimo se debe a Duarte Catela, quien aparece como propietario de grandes extensiones de tierra en «… el Valle que dicen de La Rocha…». Así resulta de su solicitud de tierras al Cabildo con fecha 30 de abril de 1539, cuando dice «... yo tengo unas cuevas dentro de mis tierras en el valle que dizen de la Rocha comarca de la dicha çibdad de Telde en las quales he tenido muchos años con paja y he dado a comer en ellas a mis bueyes, e por que yo he puesto un parral debaxo dellas e tengo nesçesidad de labrar una bodega en las dichas cuevas e hazer otros aprovechamientos en ellas para guardar mis panes e la paja y el aparejo ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998). Por otras referencias se conoce que se casó con Juana González con la que tuvo tres hijos, el último en 1534.


Yacimiento arqueológico (Patrinet)

En 1557 aparece como estante en Telde Bastián Catela, que pudiera ser hijo de Duarte Catela, compareciendo como testigo el 15 de septiembre de dicho año en una confirmación de data de tierras de Pedro Gudino.


El topónimo ya aparece documentado en el testamento de Andrés Ortega, Clérigo presbítero, realizado el 2 de agosto de 1602, quien dice ser propietario de un pedazo de tierra de ocho fanegas denominado los Majanos, en la Cabezada del Lomo de la Catela.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

CATALINA, BARRIO DE SANTA (LAS PALMAS DE GC)

Actualización: 2013/07/16
El barrio recibe su nombre de la primitiva ermita edificada por los mallorquines bajo la advocación de esta santa, nombre que luego recibiría también la Fortaleza o Castillo de Santa Catalina, que estaba situado junto al istmo de la península de La Isleta, en la costa Este de la ciudad.
El castillo en 1925 (Teodoro Maisch- Fedac)


«En su origen la ermita de Santa Catalina fue edificada en el siglo XV, junto al litoral en el camino hacia las Isletas. Tras ser incendiada en 1599 por los holandeses en su retirada tras el asalto a la ciudad. Fue posteriormente levantada gracias al patrocinio de la familia Hidalgo en dos ocasiones, 1613y 1723, hacia las afueras de la portada de Triana en el barrio de los Arenales, alejada de su primitivo emplazamiento cercano al mar » (DEL ROSARIO LEÓN, M.T.: "Santa Catalina de Alejandría", La Huella y la Senda, Sta. Cruz de Tenerife, 2003).
Se cree que la primigenia ermita de Santa Catalina estaba situada junto al barranco de su nombre, en la actualidad conocido como Barranquillo Don Zoilo, concretamente en las proximidades del actual Pueblo Canario, donde en la actualidad existe una ermita homónima diseñada por Nestor Martín Fernández de la Torre en 1937 y cuyo proyecto de construcción arquitectónica fue ejecutado por su hermano Miguel dos años después.
Barranco Sta. Catalina en 1900 (Jordao Da Luz Perestrello -Fedac)
Cuando el ataque de la Ciudad por las tropas del almirante holandés Van der Does en 1599, el cuarto intento de desembarco se realizó por este lugar, basándose en la estrategia de que al ser una zona con fuerte oleaje las milicias defensoras no pensaban que se realizaría por aquí, careciendo de defensas, lo que permitió el éxito de las tropas holandesas, permitiendo los alejados cañones del castillo de Santa Catalina que las milicias españolas se refugiaran tras la muralla de la Ciudad.

El castillo fue diseñado por el ingeniero militar Próspero Cazorla como uno de los apoyos principales del Castillo de La Luz, que quedó sepultado durante la construcción  Muelle Frutero Virgen del Pino, actual Base Naval, estimándose por los arqueólogos que puedan quedar los restos de sus cimientos bajo este muelle.

Castillo Santa Catalina 1920 (Fedac)
En la planificación del arquitecto municipal Laureano Arroyo encargada en 1888, cuando programa el sector de Santa Catalina - Las Canteras, que ocupa lo que realmente es el istmo que une a La Isleta con la isla, traza una amplia vía de naciente a poniente, que coincide con la actual Avenida de Mesa y López, diseñando cinco manzanas en cuadrícula en la dirección hacia el Puerto, y ampliando el jardín de Santa Catalina, el actual Parque, y concibe otras plazas arboladas que no se materializaron, incluyendo un paseo ribereño desde la Puntilla hasta Guanarteme, lo que hoy es el Paseo de Las Canteras.

Parque y Muelle en 1904 (Alonso García, J - Fedac)
Años más tarde, al culminar la primera década del siglo XX, todo el sector de Santa Catalina y Las Canteras se hallaba urbanizado y parcialmente edificado de acuerdo con un plan municipal de ensanche, ocupando prácticamente todo el litoral de Las Canteras, en donde había alineadas desde tiempo atrás un cierto número de casas de veraneo, reservando la ribera del puerto para el equipamiento de industrias portuarias.

Desde el Muelle Frutero Virgen del Pino hasta el comienzo del dique del puerto de La Luz, se estableció un cinturón de factorías portuarias en concesiones otorgadas por la Junta de Obras a un alto número de compañías que disponían de muelles o diques, almacenes de carbón, varadero y oficinas como: Wilson Sons y Cía.; Elder, Dempster y Cía.; Elder y Fyffes Ltd.; Woermann Linie; Miller; Blandy Brothersy Cía.; Grand Canary Coaling; Las Palmas Coaling; Cory Brothers; y otros de menor tamaño, como fábricas de hielo o frigoríficos y modestos talleres de carpinteros de ribera.

Muelle carbonero de 1914 (Kurt Herrmann - Fedac)
Todos estos nombres están ligados a la historia mercantil y portuaria de la ciudad. Algunas denominaciones o instalaciones perduran en la actualidad, bien sea la edificación original o el nombre recibido por el nuevo edificio allí construido. Salvo la renovación casi total de las construcciones en la ribera portuaria, por el traslado de la actividad industrial a otras zonas por la reconversión urbana, algunas de las construcciones de la ribera de playa continúan en la actualidad.

Iglesia El Pino 1925 (Fedac)

La primera edificación realizada entre el Castillo de Santa Catalina y la actual Avenida de Mesa y López fue la iglesia del Pino en 1921. En 1932, el ingeniero Antonio Artiles Gutiérrez redactó el proyecto del Muelle Virgen del Pino, lo que hoy es la Base Naval, que arrancaba desde la costa en el inicio del istmo, a la altura del Castillo de Santa Catalina.

Consistía en un muelle en forma de “L”, que habría de proporcionar 800 metros más de línea de atraque, con calado de ocho a nueve metros y una explanada de seis hectáreas para zonas de servicios. Las obras se inician en 1935 y se terminan dos años después. Este debía ser el muelle frutero para los plátanos y tomates, y se había previsto que su coste sería sufragado con un impuesto a estas mercancías. La construcción de este muelle supuso el “enterramiento” del Castillo de Santa Catalina, como se comentó al principio.

Muelle frutero en 1940 (Fedac)
La demolición del castillo fue parcial. Eliminaron la parte superior y dejaron la inferior, donde se instaló la grúa que ponía los prismas de hormigón. Con las piedras de la mitad derruida del castillo se completó el relleno del muelle; la otra mitad se quedó donde estaba, hasta la rasante del muelle frutero (la Explanada de Martinón). El relleno con arena «se hizo con vagonetas remolcadas con la Pepa», la popular locomotora que tras la guerra tiraba de unos tranvías que no disponían de electricidad para funcionar. Los raíles de las vagonetas se cruzaban con los del tranvía.

Mesa y López  Base Naval 1950 (Hernández Gil J - Fedac)

Concluidas las obras e iniciada la Guerra Civil, sin haber recibido ningún barco, el muelle fue confiscado por el Gobierno de Franco para uso del ejército y después convertido en la Base Naval de Canarias.

El antiguo topónimo de Santa Catalina se daba a una amplia zona que comenzaba por el Sur en el barranco de su nombre, hoy conocido por Barranquillo Don Zoilo, que era su frontera natural con el sector de Los Arenales que llegaba hasta la Muralla de Las Palmas, la actual calle Bravo Murillo. En la actualidad este amplio territorio ya urbanizado se definen dos distritos: Alcaravaneras y Santa Catalina.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)