domingo, 27 de mayo de 2012

FANEQUE (AGAETE)

Topónimo aborigen con el que se conoce la montaña, punta o risco situado entre el barranco de Guayedra y el barranco del Risco, que se yergue imponente sobre el mar de poniente alcanzando los 1.007 metros en su cima, como queriendo reclamar su imposible independencia del macizo de Tamadaba.
El imponente Faneque (fotosaereasdecanarias-com)
Puede guardar alguna relación con la voz "alfaneque" con la que es conocida una variedad de halcón africano (falco biarmicus), de color blanquecino con pintas pardas y tarsos amarillentos que anida en los riscos.
La cima de Faneque (senderistasgrancanaria-blogspot)
Lo que sí esta acreditado toponímicamente es que la grandiosidad de este risco ha marcado todo el territorio a distintos accidentes geográficos, desde el Lomo de Faneque que conforma su nexo con el pinar de Tamadaba y así salvar las hoyas de Los Burros y de Arriba, y el tajo del Risco de la Furnia.

El vértigo de Faneque (rastatun-blogspot)
Y al pie del Risco de Faneque, cuando toca el nivel del mar, al norte dejará una abrupta costa expuesta a los vientos dominantes que es conocida como Faneroquito, y al sur protegida de los vientos la naturaleza ha construido una pequeña cala volcánica de arenas negras que es identificada como Playa de Faneroque, que algunos llaman también playa de Faneque, otros playa de Tamadaba, y otros hay que la llaman el "Guguy de Agaete", por su parecido con las conocidas calas del macizo aldeano. 
  
Playa Fanoreque (senderistasgrancanaria-blogspot)
Alcanzar la cima del Risco de Faneque no es tarea fácil, dependerá del tiempo y del viento por la gran dificultad del camino desde Tamadaba que resulta agravada con tiempos adversos.

Vista meridional de Faneque (elpatioagaete-es)
Algo parecido ocurre con la Playa de Faneroque aunque esté muy próximo a la playa del Risco, pues según los senderistas el único acceso por tierra es descendiendo a la base de Faneque, por la punta denominada La Laja del Risco, saliente marino que hace que la playa quede casi incomunicada en marea alta.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

FAGAJESTO (GÁLDAR)

Actualización: 31-agosto-2016.
Topónimo aborigen. Caserío situado entre la Montaña Gorda y Lomo el Palo, las casas-cueva del lugar se dispersan por las laderas, entre fértiles tierras de cultivo y remansos para el ganado.

Fotografía: Nacho González
El caserío principal se sitúa en el entorno de un viejo camino pastoril ascendente hacia Lomo del Palo, donde un día alguien situó una “cruz" que es un referente toponímico.

Muy próximo a este lugar, existe un pequeño accidente geográfico de origen volcánico conocido con el nombre de Calderilla de Fagajesto, situado entre las distintas lomas descendentes y que conforma un paisaje impresionante.

Cruz de Fagajesto
El topónimo situado dentro del antiguo lugar aborigen de Facarcas o Facaracas, dominado por el barranco homónimo conocido en la actualidad como Barranco Hondo, es mencionado muy tempranamente cuando Gonzalo de Quintana, hijo del conquistador Juan de Soria, solicita del Cabildo el 7 de septiembre de 1543 la confirmación de tierras dadas a su padre manifestando los males que aquejaron a la población por aquellos tiempos:

«...  digo que Juan de Soria mi señor padre que aya gloria, conquistador que fue de los primeros que conquistaron esta ysla, le fue hecho merçed de çiertas tierras de sequero y unas cuevas que son en Fagagesto termino de Agaldar en que puede aver setenta hanegas poco mas o menos, las quales dichas tierras e cuevas avemos tenido e poseydo paçificamente en haz y en paz de quarenta años a esta parte poco mas o menos, e porque gora despues del falleçimiento de nuestro padre y madre mis hermanos e yo avemos buscado los titulos dellas e no los hallamos e crehemos que es ansi que en el tiempo de pestilençia en dos vezes que nuestra casa fue tocada del mal de que convino quemarse caxas e ropas y escripturas e alli se perdieron

Hondo o Calderilla (Álvaro Monzón)
[...] de las dichas tierras e cuevas que an por linderos de la una parte los Riscos de la Montaña Gorda e por otra parte tierras que fueron dadas a Dieo de Narvaez Regidor desta ysla e por la otra parte el barrando de la Rehoya... » (RONQUILLO RUBIO et AZNAR VALLEJO, 1998, p. 149).

Encontramos posteriormente una referencia al cortijo en una capellanía de la parroquia de Concepcion de Agaete:

«Tributos y propiedades que a tenido y tiene la fabrica de la yglesia Parroquial de Nra Señora de la Concepon de la Gaete. […] No 11. Tierras de la yglesia y cofradia del santisimo sacramo q. son las del cortijo de fagajesto la juerta de el balle tierras en los llanos de la gaete casas en dho Lugar de Lagaete q’ dio el dho capn alonso ymperial con la pension de dos misas cantadas la una en la ynfra otaba del Corpus y la otra en la ynfra otaba de nra sa de la consepsion» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 212).

Era (Fedac)
Con posterioridad el topónimo queda consolidado y está documentado, como es el caso de una escritura del licenciado y presbítero de Gáldar Juan Verde Aguilar, que en escritura de 5 de septiembre de 1719, dice ser propietario de nueve fanegas de un «Trozo de tierra labradía y “arrifes” con una cueva en la Rehoya y Cruz de Fagajesto» que había comprado.

Todavía quedan en esta zona numerosos pastores que cuidan de sus ovejas, obtienen leche con la que se elaboran quesos artesanales, y trashuman con sus ganados hacia la cumbre en el período estival. Esta zona fue considerada el granero de la isla en los siglos XVIII y XIX por su actividad para el cultivo de cereales.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

FACARACAS, CUEVAS DE (GÁLDAR)

Este topónimo aborigen designa un conjunto de grandes cuevas situadas en el barranco de Gáldar labradas en la toba que, a pesar de su avanzado deterioro, no dejan de manifestar la existencia de amplias estancias comunicadas y vinculadas entre sí.  La tradición sitúa aquí la vivienda de Gumidafe, consorte de la reina Attidamana, según Leonardo Torriani, o Andamana, según Viera y Clavijo, y míticos fundadores del linaje de los Guanartemes.

Una de las cuevas (grantamaran-blogspot)
No obstante, su interés histórico estriba en el hecho de que según algunas opiniones aquí se convocaba el Sabor, especie de consejo que reunía a los guayres o jefes de las distintas tribus o cantones de la isla junto con la jefatura máxima, el Guanarteme o Guadarteme.

Por esto último también se las llama Cuevas del Patronato, aún cuando hay contradiciones de que pudieran tener otros usos por la existencia del considerado "palacio" de los Guanartemes en el lugar que en la actualidad ocupa la iglesia de Gáldar y la propia Cueva Pintada.

Las cuevas (diariocanariasimporta-com)
Coinciden distintos historiadores en considerar que la organización política unificada de la isla surge cuando Gumidafe, en una acción bélica somete a los doce guayres o jefes cantonales de la isla y se instituye como "rey" o autoridad máxima a finales del siglo XIV y por consiguiente antes de la Conquista.

Casado con Andamana según algunas crónicas, mujer de extraordinaria inteligencia, él será llamado como el Caballero de Facaracas, y que tenían su residencia en  este lugar de Gáldar donde se dice celebraban el gran Sabor al que asistían todos los representantes de los distintos cantones o tribus. De esta denominación dada por los cronistas se sostiene la hipótesis de que estas cuevas eran su lugar de residencia.

Lugar de reunión (diariocanariasimporta-com)
No obstante el profesor Juan Álvarez Delgado consideraba que Facaracas estaba en Tifaracás, por sus conclusiones del estudio de la lengua aborigen, considerándolo una voz derivada y vinculada al lugar de ubicación de las cuevas.

Cuando el último guanarteme de la isla, Tenesor Semidán, se bautizó e hizo entrega de su persona a los Reyes Católicos, los castellanos entraron en la ciudad prehispánica. El 25 de julio de 1481 el primer Obispo de Canarias residente, Fray Juan de Frías, celebró la Santa Misa en el propio palacio de los Guanartemes, que fue destruido en el siglo XVIII para dejar paso al templo parroquial bajo el patronazgo del Señor Santiago.

Silos (diariocanariasimporta-com)
Una variante de este topónimo fue aplicada, en determinadas épocas, a la Vega de Gáldar en las márgenes del barranco. Aparece así documentado cuando Juan Verde Aguilar, Licenciado y presbítero de Gáldar, en escritura de 5 de septiembre de 1719, dice ser propietario de treinta fanegas de «Trozo de tierra labradía en la Vega de Facara» que había comprado.

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ESPINO, LOS CERCADOS DE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Este topónimo puede ser un grupo nominal o una locución nominal, en ambos casos una pieza léxica para describir su nombre. En el primer caso, lo sería porque el complemento del nombre "de Espinos" lo fuera de posesión, es decir toponímicamente que el primer poseedor de las tierras tuviera por antropónimo Espino; pero también puede que se tratara de una locución porque el complemento de "de espinos" lo fuera por los elementos que componen la cerca o barda estuviera cubierta de espinos, como medida disuasoria de protección.

Se encuentra situado en la parte más antigua de la isla,en la margen de naciente del barranco de Arguineguín, donde el 17 de marzo de 1669 el mayorazgo de Francisco Amoreto Manrique, Capitán, Regidor Perpetuo y Familiar del Santo Oficio, tenía una extensa propiedad de 2.618 fanegas de  tierras de labor, montuosas para pastos de ganado y «arrifes», con casas para los colonos, graneros, pajares, establos y estanques, que generaciones sus descendientes integrarían en el patrimonio del Condado de la Vega Grande. Hay que señala que los descendientes del conquistador Espino Péloz que obtuvieron tierras en los repartimientos emparentarían con esta familia. Concretamente Sebastiana Espino Péloz en el siglo XVIII se casaría con Alonso Muxica Lezcano, hijo de Blanca Moreo del Castillo, de donde se puede llegar a la conclusión de que se trate de un antro-topónimo.

Tampoco ha de ser necesariamente de personas privilegiadas, pues se documentan otros ejemplos, como es el caso del matrimonio de Bartolome Martel y Ana Perez, de Agüimes, que cuando dotan a su hija María Martel en su matrimonio con Juan de Ortega el 18 de septiembre de 1638, ante Diego de Carvajal Guanarteme, incluyen en la relación de bienes «un cercado que dicen de Juana de Espino» (CAMACHO Y PEREZ GALDÓS, G.: "Ascendencia de los Pérez Galdós", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 19, 1973), que aún no siendo el de este lugar, su ejemplo arroja dudas razonables sobre quien pudo ser el titular de este antropónimo que dio origen al topónimo.



Cerca de un estanque y cultivos (Fedac)

En cuanto al nombre de "cercados", es conveniente aclarar porqué las propiedades agrícolas en el Sur de la isla se definen de esta manera en las escrituras públicas. Desde 1511 fueron muchas las datas de tierras, molinos, cuevas y salinas, que continuaron a lo largo del s. XVI, realizadas por el Cabildo General de Gran Canaria de forma elitista entre personas y cargos influyentes como canónigos, escribanos, regidores, alcaldes, etc., que motivan una ocupación clandestina de realengos por los campesinos establecidos en ellas o en sus inmediaciones.

Estas ocupaciones se hacían a sabiendas de que los libros oficiales del Cabildo donde se anotaban las datas desaparecieron durante el saqueo del almirante holandés Pieter van der Does, cuando decide quemar la ciudad y las fortificaciones, para retirarse después a sus barcos con lo expoliado por no haberse pagado el rescate exigido.

Para hacerse con las propiedades de tierras de realengo o concejiles, se dieron muchos casos en que los peticionarios al Cabildo para su «venta a tributo» hacían alegatos basados en las construcciones realizadas por ellos en las mismas, por ejemplo argumentaban que «… por haber levantado en ellas muchas paredes, hecho desmontes y cercas para evitar la entrada de ganados…». Según las fuentes consultadas en las zonas de predominio ganadero, los beneficiarios no podían «correr» ni «penar» los ganados, so pena de su pago por el infractor o los vecinos más cercanos. A fin de evitarlo, los poseedores venían obligados a cercar sus tierras, lo cual llevaban a cabo con cercas o bardas.


Conjunto de casa y alpendre (Fedac)

Esta ocupación continuará a lo largo del s. XVII, sobre todo por el Suroeste de la isla, enfrentados los intereses entre agricultores y ganaderos. Los nuevos propietarios inician la roturación de las tierras y el «cercado» de las mismas, para impedir el acceso de los ganaderos que pastaban su ganado libremente por las tierras de realengo y concejiles.

Esta cultura registral del «cercado» tenía además una finalidad jurídica en la pretensión de defender los derechos de su propiedad ante posibles reclamaciones de terceros, o del propio Cabildo, pues los «visitadores» que comprobaban las ocupaciones clandestinas venían de forma muy ocasional desde la Península por mandamiento real cuando se trataba de tierras de realengos.

Y cuando lo eran en tierras concejiles, se conocía la postura de la Audiencia de no admitir las demandas del Cabildo no documentadas, alegando «… muchos de sus privilegios no puede haser exhivición de los títulos porque desde la intrucción de los olandeses y saqueo que hicieron en el año de quinientos noventa y nuebe le faltan muchos papeles y libros de importancia que, hallándose en el archivo y sin hauer havido lugar de sacarlos, se llevó el enemigo, no obstante que sé celebraron algunos acuerdos ya hecha la paz para su recobro…».

Si no obtenían la propiedad, forzaban al menos la obtención del derecho de «venta a tributo» mediante el pago de un canon a los Propios del Cabildo.De esta cultura para la descripción de la propiedad surgen muchos topónimos en el Sur de la isla, con el nexo de su antiguo propietario, otros empleando el diminutivo de «cercadito» por la menor cabida de las tierras, y otras veces por sus condicionantes llamativos como puede ser este caso.

La indefensión del Cabildo en los litigios y la extrema necesidad de obtener recursos económicos para atender a sus gastos, castillos, guarnición, armas y municiones lo lleva a solicitar autorización o Cédula Real, y así se lleva a cabo el deslinde de los baldíos y sobras de montes y montañas, practicándose la diligencia entre 1706 y 1708, para proceder a su reparto y venta, como medio de obtener recursos económicos.
Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)



ESPINO, LOMO (SANTA BRÍGIDA)

El caserío se ubica junto al camino vecinal que discurre por el Lomo del mismo nombre, situado entre Cruz de Morales y El Palmarejo, y entre las haciendas de Pino Santo y Los Silos. Se accede al mismo desde la carretera de Las Meleguinas a Pino Santo (GC-324) y desde Santa Brígida a Lomo Carbonero (GC-151).

Alpendre (Fedac)
El nombre aparece documentado desde principios del siglo XVIII, cuando Ana Mª Vergara, mujer de Julián Bosa ausente en Indias, en escritura de 16 de enero de 1715 cuando funda una capellanía a favor de la iglesia de Santa Brígida, dice ser propietaria de doce fanegas de unas «Tierras labradías con viña, árboles y casas en varias suertes en Lomo Espino y Hoya de los Orobales en Pino Santo»

Lavadero (Fedac)
Las tierras propiedad de esta capellanía fueron adjudicadas a tres vecinos, quienes procedieron a su venta con posterioridad. Una parte es vendida el día 12 de diciembre de 1849 por Francisco Benítez y Ángela García a José Miguel Rodríguez.

En la escritura de venta se dan mayor detalle de las suertes que las componían cuando dicen de una fanega de una «Suerte labradía con su huerta y una tercera parte del agua de un manantial en Lomo Espino», tres fanegas de otra «Suerte labradía con casa terrera de “Secano” en Lomo Espino» y otras tres de otra «Suerte de tierra en el Barro».

Igualmente una fanega y cinco celemines fueron vendidos el 16 de mayo de 1850 por la viuda Tomasa García a la también viuda Brígida Pérez en dos pedazos: «Suerte labradía con casa terrera de “secano” en Lomo Espino» y otra «Suerte labradía de “secano” en Lomo Espino».

Y el 29 de enero de 1851 las ocho fanegas restantes son vendidas por Francisco García Castrillo a su hijo Cirilo García, dándoles a la propiedad vendida la siguiente descripción «Trozo de tierra labradía con “arrifes” de “secano” en Lomo Espino».

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

ESPIGÓN, EL (VALSEQUILLO)

Topónimo que recibe un caserío por el edificio volcánico próximo al mismo que tiene esa forma geométrica, a los que se pueden acceder a través de un camino vecinal desde la carretera de  San Mateo - Telde (GC-041), después de sobrepasar Tenteniguada y dejar atrás el acceso a El Rincón

Ortofoto (Google earth)
El edificio de El Espigón destaca en el aspecto geológico por su origen volcánico con apilamiento de coladas procedentes de emisiones, a superior altitud, situadas en torno al circo de la caldera de Tenteniguada.

Se localiza en la parte alta del escarpe erosivo de Tenteniguada, al sur de la localidad, a unos 1270 metros. Aunque en la actualidad se encuentra desmantelado y sin cráter aparente, son detectables sus emisiones de piroclastos, que tapizaron las laderas del barranco de La Capellanía.

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ESPARTERO, EL (TEROR)

Topónimo que posiblemente tiene relación con el oficio que desempeñaba una de las personas que vivió en aquel lugar en el siglo XVI. Concretamente, hay noticias hacia la mitad de aquella centuria de Luis de Moya, conocido como "el espartero" y anterioremente cuando arribaron los conquistadores a la isla con ellos venía el espartero Diego Martínez (LOBO CABRERA, M.: La conquista de Gran Canaria: 1478-1483, Las Palmas de GC, 2012).


Casa y horno (Patrinet)
El espartero era un industrial artesano que hacía sogas, esteras y la base de las alpargatas utilizando las hojas del esparto (Stipa tenacisima), planta de la familia de las gramíneas, con las cañas de unos siete decímetros de altura, hojas radicales de unos sesenta centímetros de longitud, tan arrolladas sobre sí y a lo largo que aparecen como filiformes, duras y tenacísimas, con hojas en el tallo más pequeñas. Tiene flores en panoja espigada.
Flor de la pita (floradecanarias-com)
Por la ausencia de plantas de esparto en Canarias, la introducción en el siglo XVI de la «pita» (Agave americana), procedente de América, que se adaptó perfectamente por su carácter invasor y era usada como linde de tierras, facilitó al espartero otra materia prima más asequible, muy utilizada antiguamente para la fabricación de cuerdas o sogas.La elaboración de estas sogas es el fruto de un proceso consistente en machacar las hojas de la planta hasta hacer que se desprenda su parte verde y húmeda.


Así se logran las fibras que hay en su interior.Luego se encuerdan y trenzan estas hasta fabricarse cuerdas de textura áspera de varios grosores y de un color casi blanco. Con estas cuerdas o sogas se construían las bases de las tradicionales «alpargatas». Aunque cambió de materia prima, el artesano siguió llamándose espartero.

Esparto
Las Ordenanzas del Concejo de 1531, cuando regulan de «la guarda de las sementeras y vegas sembradas» y concretamente el deambular con puercos por los caminos, mencionan el lugar cuando dicen:

«Otrosy que los puercos no puedan andar en todo la defendido de estos mojones que aquí yrán declarados los quales vayan el primero desde (…) e de ay travesar el dicho barranco por una linde de tierras de Fernando de Torres e de Denys Afonso a dar al almogade y de ay a una vereda que sube por las tierras de Cristóbal Ramírez a dar a las tierras del Espartero a dar a la Caldera a dar al lavreal y a las tierras de Porras que son en Terore y…».
Cadenas en El Espartero (Patrinet)
La ubicación de este caserío, en el camino real de la Ciudad a Teror, hizo que el lugar fuera muy estimado desde los primeros años tras la Conquista. Andrés Romero Suárez, Doctor e Inquisidor Apostólico, en escritura de 14 de enero de 1680 decía ser propietario de diez fanegas y tres celemines de una «Suerte de tierra labradía y mancha en el cortijo de la Caldera, en el Espartero», que serían vendidas por Francisco Navarro Peñate, heredero del último poseedor, el 13 de marzo de 1851 a Manuel Mariano Navarro, Capitán y sucesor del vendedor, que al especificar las suertes del Cortijo de La Caldera, da señas de otros topónimos en el lugar: El Hoyo, Laderón, Espartero y La Huerta.

Al tratarse de un lugar eminentemente rural, para acceder al mismo debe hacer por un angosto camino vecinal sin salida, al que se puede llegar, bien desde la carretera de Tamaraceite al Cruce San Lorenzo-Almatriche (GC-308), tomando el Acceso a La Milagrosa (GC-381) y continuar hasta El Faro; o bien desde la carretera de Teror - San Mateo (GC-042) y desviándonos por el  Acceso a El Faro (GC-212) por Arbejales.

Una vez en El Faro, se ha de seguir por el camino vecinal que conduce a Pino Santo y antes llegar a la Caldereta de Pino Santo e iniciar la bajada, tomar el camino vecinal a la izquierda que nos conduce al lugar.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)