Topónimo con el que se conoce parte del llano situado en La Cumbre central de la isla, entre el Corral de Los Juncos, El Garañón y Los Andenes, que debe su nombre a la "pez", un tipo de brea vegetal con la que se calafateaban los barcos que atravesaban el Atlántico o realizaban las "razias" esclavista por la costa africana.
Los pinares canarios fueron una importante fuente de ingresos y desde los primeros tiempos de la Conquista a finales del siglo XV comenzaron a explotarse, principalmente por su madera y por la obtención de carbón, cenizas o "pez". Además tenía la finalidad paralela tras la tala de roturar las tierras para transformarlas para su cultivo. La madera flexible se destinaba a la construcción de casas y a la elaboración de carbón.
Los Llanos de la Pez desde El Garañón (Pepelopex) |
La base resinosa de los pinos viejos, llamada "tea", se utilizaba por su dureza y resistencia para trabajos de carpintería. La tea también se quemaba y el carbón obtenido se utilizaba para recubrir las botas y para usos curativos. Por otro lado, se obtenían tea y "pez" o brea, que se realizaba en hornos especiales, que se construían en los alrededores de los pinares en las vertientes montañosas para que el denso liquido caliente vertiera sobre el pozo en plano inferior donde se recogía.
Es también conocida la importancia que tenía la "pez en polvo" que en Inglaterra para el tratamiento de enfermedades de pulmón y que la medicina popular la utilizaba como preventivo en la producción de cóagulos sanguíneos. Incluso era utilizada para inmovilizaciones y así tratar las fracturas y dislocaciones de huesos.
Horno de pez (infonortedigital.com) |
La antigüedad de su aprovechamiento en este lugar nos la acredita la petición de tierras que se hacen en el siglo XVI en el que ya está consolidado el topónimo, con algunos ejemplos que nos describen el lugar. El 20 de octubre de 1554 Melchor Gomez hace la petición al Consejo General de «... un pedaço de tierras que son en los Llanos de la Pez en que puede aver çiento e sinquenta hanegadas poco mas o menos, que an por linderos de la una parte el barranquillo que va a dar a la madre del agua e el camino arriba que va a Tirahana hasta dar a una montaña grande que esta en medio del camino e un cuchillo abaxo que parece paredon que va a dar al corral de los Garañones e por otra banda los andenes de Tejeda, lo qual me den para senbra de pan ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
Como puede observarse, si en 1554 que ya era conocido con este topónimo se pedía para sembrar cereales, se infiere que los pinos ha habían sido talados, y tanto sólo habían pasado unos escasos setenta años desde la conquista de la isla. En otras peticiones posteriores se coincide en su aprovechamiento.
El 17 de junio de 1547 en su petición Pedro Caçalla dice: «...pedaço de tierras montuosas que son tras la Syerra en la uerta de Tejeda en que podra aver treynta fanegadas de senbradura que an por lynderos de la una parte con tierras myas e de Pedro de Hojeda que ovimos de los herederos de Juan Mateos e de la otra parte lynda con el Roque de la majada de los Llanos de la Pez e de ally a dar a la madre de la açequya e myna de Tejeda ...».
Al año siguiente, el 27 de febrero de 1548, Pedro Caçalla se une Pedro Ximenez Casasola para pedir más tierras «...nos hagan merçed de cada çient fanegadas de tierras que son en la Syerra e lindan por la una parte con las tierras que fueron del Ollero e por la otra parte con el camino que da a los llanos de la Pez e hasta la madre del agua de Tejeda ...».
Área recreativa (grancanaria-com) |
Siglos después, en el siglo XVIII el Castellano del Fuerte de Santa Isabel y Regidor Perpetuo Bartolomé Bravo Laguna en escritura de 11 de mayo de 1787 manifestaba ser propietario por herencia y compra de ciento sesenta fanegas de un «Cortijo labradío y montuoso para pasto de ganado con ciento ochenta ovejas y sesenta cabras en los Llanos de la Pez, y un derecho de pasto en Amurga durante el invierno».
En el siglo XX el lugar volvía a ser de propiedad pública del Cabildo de la isla, que iniciaba la repoblación de un pinar que tendrá una antigüedad de apenas sesenta años, que nos rememora la sobreexplotación de un pinar centenario que fue talado siglos atrás.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
|