domingo, 13 de mayo de 2012

CRISTINA, SANTA (SANTA MARÍA DE GUÍA)



Actualización: 2013/12/16
El topónimo de este pago tiene su origen en la decisión del Brigadier Ruperto Delgado cuando decide llamar su hacienda con el nombre de la reina consorte, y posteriormente regente, María Cristina. Emulaba así a su suegro, el Mariscal de Campo Francisco Tomás Morales, último Capitán General de España en Venezuela, que ostentó el mismo cargo en el Archipiélago, quien en agradecimiento al monarca, bautizó su hacienda San Fernando de Moya con el nombre del Rey Fernando VII.

El lugar bastante diseminado se encuentra situado a los bordes de la la carretera de El Palmital Alto a Montaña Alta (GC-703), que se inicia en la carretera de Moya a San Juan de Guía (GC-700) después de haber dejado atrás el tramo de carretera que bordea el barranco de Moya.

Se sabe que toda esta zona estaba en el antiguo bosque de Doramas, que abarcaba desde Guía hasta Teror. Hoy es una rica zona agrícola en la que se cultivan hortalizas y desde donde se pueden divisar, en los barrancos cercanos, restos del antiguo bosque de laurisilva. Muy cerca se encuentra el relicto de fayal-brezal más importante de la isla, en el lugar conocido como El Brezal.

Panorámica (TonyRa)
A partir del s. XVIII, y especialmente en el XIX, se produjo en la zona un nuevo reparto de tierras, aguas y otros bienes, que pasaron a formar parte del patrimonio de grandes propietarios. Se tiene constancia de la existencia de repartos en la Montaña de Doramas por los ayuntamientos constitucionales de Guía y Moya en 1812, pero no se ha conservado expediente de reparto.

Fueron muchas las tierras repartidas en todo el bosque de Doramas en estos dos siglos, siendo las más importantes cronológicamente las siguientes: 396 fanegas por Datas Reales en el siglo XVIII; 334 de repartos en Guía, Moya y Firgas en el año 1805; 1335 en Guía y Moya en el año 1812; 15 de tierras ocupadas clandestinamente en 1818; y 1505 fanegas de repartos de baldíos en Doramas para amortizar la deuda pública entre 1831 y 1836. Pero, como era lo acostumbrado en la época, los beneficiados fueron los privilegiados.

Alpendre (Fedac)
Casi hasta mediados del siglo XX, con la agricultura de secano en la que se apoyaba la economía de estos pagos, los campesinos vivieron prácticamente como vasallos de los grandes propietarios, los señores, o como se decía entonces, los amos. Los grandes propietarios dominaban la tierra y el agua, por lo que la dependencia de ellos por parte de los campesinos era casi absoluta. Muchos campesinos de estos pagos se convirtieron en «medianeros». Los medianeros debían llevar diariamente a los amos la parte de la leche, el queso y los productos hortofrutícolas que les correspondía.

Pero los medianeros no solo ponían al servicio del propietario de las tierras los aperos, los animales y las yuntas para arar y trillar el grano, sino que ponían su trabajo y el de toda la familia, con la que residían en las viviendas que las fincas solían tener habilitadas para ellos. Aquella situación creaba tal vínculo de dependencia y de fidelidad al amo que convertía al campesino en un auténtico sirviente.


Área recreativa (Cabildo Gran Canaria)
Actualmente los agricultores de Santa Cristina pueden decir aquello de «la tierra es de quien la trabaja». Hoy, la agricultura que se desarrolla en estos llanos es de las más prósperas de la zona, pues ha sabido adaptarse a los tiempos, abriéndose a nuevos cultivos que generan mayor rendimiento, y se ha convertido en el mayor proveedor de hortalizas para toda la isla.

En el lugar hay un área recreativa pública, en la que familias y grupos escolares se reúnen para disfrutar del día en un ambiente tranquilo. En su momento, el Cabildo de Gran Canaria compró la finca, conocida popularmente como del Cura, que pasó a llamarse a partir de ese momento del Presidente, por la actuación decidida del primer mandatario insular. En la actualidad es ya conocida como Área Recreativa Brezal de Santa Cristina.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

sábado, 12 de mayo de 2012

CRESPO, BARRANCO, CUEVAS Y LLANO DE (VALLESECO)

Probablemente reciben esta denominación por atravesar las tierras con las que resultó favorecido en los repartimientos Sebastián Crespo. Es mencionado en una data del 17 de diciembre de 1535, cuando el Cabildo concede al labrador Alonso de Medina cincuenta fanegas de las ciento cincuenta que había pedido en Valleseco, mencionando sus linderos que están junto a las tierras del regidor Antón de Zerpa y Sebastián Crespo.

Barranco (senderistasgrancanaria-blogspot)
Este topónimo se localiza en una amplia zona del centro de la Isla, iniciándose junto al Risco Chapí en la Degollada de Las Palomas, junto a la Cruz de Constantino, otorgando el nombre al llano, al lomo y al barranco y las cuevas que en él se localizan, conformando la cabecera de la vertiente Norte más profunda y más larga de la isla, el único que su cauce cruza la isla desde La Cumbre a la costa Norte.

Acequia de Crespo (Fedac)
 Considerando el barranco como colector principal y central, que recoge los recursos generados en la propia Degollada de las Palomas, Llanos de Crespo e inmediaciones; aguas abajo este barranco recibe otras denominaciones que en el orden descendente son: del Andén, de la Virgen, de las Madres, de Guadalupe y de Azuaje hasta desaguar en el barrio de San Andrés de Arucas. En tiempos de la conquista era conocido como del Aumastel, topónimo aborigen.

El barranco no es sólo uno de los más largos de toda la isla, pues es también uno de los más húmedos, y es el preferido entre los senderistas para alcanzar el centro de la isla desde el norte. Conserva un importante bosque de laurisilva, desde su nacimiento, en el macizo de la Cumbre central hasta poco antes de su desembocadura.

Detalle acequia labrada en el risco (Fedac)
Esta primera parte tiene muchos pequeños tributarios que se le unen y aportan sus aguas al cauce principal. A partir del Caidero de Los Navarros o del Andén, y hasta llegar a Valsendero, recibe el nombre de barranco del Andén, presentando una exuberante vegetación boscosa muy densa.

En sus fuertes rampas se localizan cuevas comunicadas a través de andenes, naturales y artificiales, de las que existen vestigios de que pudieron ser de los aborígenes canarios, aunque se encuentran muy alteradas dado que han sido muy reutilizadas como hábitat y para guardar ganado.

Era de Los Llanos de Crespo (Fedac)
Algunas de estas cuevas son mencionadas en testamentos del siglo XVIII como el otorgado por José Álvarez Castro Godoy, Maestre Escuela y Dignidad de la Catedral, cuando dice tener un cortijo de tierras labradías de noventa fanegas y «arrife» con tres cuevas de moradas, denominado «Cueva de Crespo» que había comprado, con ciento cincuenta ovejas y dos carneros padres.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)



CORVO (MOYA)

Según cuenta José Miguel Alzola en su obra Don Chano Corvo, crónica de un jardinero y su jardín (Las Palmas de GC, 1973) este pago situado a medio camino de Moya a Fontanales recibe su nombre de los antiguos propietarios de tierras en este lugar de la antigua montaña de Doramas. 

Postal de El Jardín de Corvo, con Chano Corvo 1905 (Fedac)
La buena pluma del autor merece su transcripción tal cual: «… Saltando de rama en rama en el frondoso árbol familiar, y también de siglo en siglo, llegamos al año 1812. En el libro de Repartimiento de los baldíos de la jurisdicción del Pueblo de Moya aparece un asiento, al folio 35 v. (vuelto), en el que se le señala una suerte de cinco fanegas de tierra a don Miguel González Corvo como premio a los trabajos de agrimensura realizados en la propia Montaña y a sus desvelos en la defensa de los derechos del pueblo y en el fomento de las Artes, de la Agricultura y de la Enseñanza. No le fue difícil al don Miguel el ser generoso con los moyeros desde sus puestos de contador en la Oficina de Rentas Nacionales y, luego, de oficial mayor de la Secretaría del Gobierno Político.

Este fue el primer Corvo que disfrutó de tierras en Doramas. Las disfrutó y también las padeció porque en el motín de 1823 los revoltosos le incendiaron la casa y arrancaron los mojones que delimitaban el predio. (…) Tres Corvo pasaron por esta data de la Montaña: el abuelo, Miguel, que la recibió y defendió como ya se ha narrado, y la acrecentó adquiriendo cinco fanegas más de los pusilánimes colindantes; el hijo, Enoch, que la mantuvo con grande amor, y el nieto, Chano Corvo, que la hizo parte de su vida, que la convirtió en consuelo de su existencia...».

Arando en Corvo (May Pérez Srychol - Rincones del Atlántico)
La antigua finca privada que es  conocida desde entonces comor Jardín de Corvo embelesó al autor citado para dejar escrito dentro del más puro romanticismo «… oculto entre eucaliptus, castaños y zarzales; silencioso, como un templo vacío; cubierto, en gran parte, de cristales como urna que guarda reliquias veneradas; rodeado de cipreses, como un cementerio; y en toda estación, lleno de bellísimas flores, como si fuera una corona, siempre viva, nunca marchitada, puesta sobre una inmensa sepultura...». Este paisaje  se comparte en la actualidad con muchos naranjeros, cuyos frutos son recolectados y entregados por la propiedad a entidades benéficas.

El pago de Corvo, precedido de la fama que le ha dado su Jardín, es parte de lo que fue la antigua Selva de Doramas. Situado en lo alto de una gran rampa, al naciente queda el  profundo cauce del barranco Oscuro, de los pocos relictos de la laurisilva que quedan, tributario del barranco de la Virgen donde se localizaban las grandes madres de agua que dieron lugar a la gran red de acequias, cantoneras y tornas que regaron y aún riegan el Noroeste de la isla.

Desaparecido el boque por las talas y roturaciones en el pasado, las zonas de cultivo ocupadas siglos atrá siguen disponiendo de un rico sustrato donde se dan las mejores cosechas de hortalizas o frutales, y donde es habitual ver escenas rurales que progresivamente van desapareciendo.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

viernes, 11 de mayo de 2012

CORUÑA (ARTENARA)

Es un pequeño caserío escasamente poblado en el antiguo lugar de Artevirgo, en el que destacan algunas viviendas con tejado a dos aguas. Está situado en el borde Sur de la meseta o Vega de su nombre.

Pozo (Patrinet)
Se tienen noticias de que en 1531 Simón Gil disponía de tierras en Artevirgo un topónimo que abarcaba una gran extensión al Norte de Artenara, surgiendo después distintos topónimos y entre ellos este vinculado al primitivo colonizador García de la Coruña, quien en 1545 dirige una petición al gobernador Alonso del Corral para que se le haga merced de un pedazo de tierra de sequero de diez fanegas de sembradura en el barranco de la villa de Santiago de Gáldar, situado cerca de Nido de Cuervos donde desapareció este topónimo, quien pudo también obtener tierras en este lugar de Artenara .

En protocolos posteriores a las fechas anteriiores confluyen los dos topónimos antiguo y nuevo, y así se menciona la ubicación del antiguo poblado Artevirgo de los aborígenes cuando Gil Afonso, que pudiera ser descendiente de Simón Gil, en escritura de 11 de febrero de 1654 en su testamento funda una capellanía entre cuyos bienes vinculados se encuentran siete fanegas de una «Finca de riego y “secano” con frutales y 2 cuevas en Artevirgo o Coruña con veinticuatro horas de reloj de agua del barranco de las Cuevas».

Dos siglos después, con la desamortización de los bienes, esta propiedad es adjudicada al amanuense Isidoro Torres Melián, quien el día 8 de marzo de 1871 la vende al labrador José Rodríguez Guerra por 14.585 reales de vellón. Dos siglos después desaparece el antiguo topónimo al describir la finca como «Finca de riego y “secano” con frutales y dos cuevas de vivienda en Coruña, y veinticuatro horas de reloj de agua del Heredamiento de Coruña (barranco de Las Cuevas) todos los domingos de dula».

Se deduce que el antiguo topónimo aparece documentalmente hasta el siglo XVII. Así es mencionado en «el censo de 1562 reales de vellón de principal redimible, rédito 46 reales de vellón, impuesto por Melchor Ramírez sobre tierras en Artevirgo el 2 de junio de 1600, incluido en la escritura de división del patronato de Isabel Báez el día 1 de septiembre de 1866 entre Josefa Puerta y, su hijo, Juan Tabares Puerta». 

Almagrera (Patrinet)
No se puede precisar si se trata de un antiguo e idéntico topónimo ya desaparecido en los llanos de Gáldar, próximos a Nido de Cuervos como ya se ha dicho, o si corresponden a este mismo lugar las tierras concejiles que aparecen en la siguiente transacción de venta: el 18 de julio de 1708 vende a Juan Rodríguez, de Gáldar, una fanegada y 7 almudes de tierra para dos sitios, cuarenta pies de frente y cincuenta de fondo. Linda por todas partes con sitios concejiles y cuevas de Coruña, cuyo precio fue de 10 reales.

Once días después, el 29 del mismo mes y año, vende al mismo Juan Rodríguez Mújica, cinco sitios más en Coruña de iguales medidas. Lindan por todas partes con tierras concejiles, por el precio de 7 reales y medio. Eran tiempos en que el Cabildo resolvía mediante ventas de Propios, a cambio de un censo anual, las tierras ocupadas clandestinamente.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)


CORTIJO, EL (TELDE)

Este topónimo corresponde al lugar donde se ha construido un campo de golf y se ha rehabilitado la antigua casona para destinarla a hotel rural que se denominan de igual forma. Esta finca que en las últimas décadas del siglo XVII era propiedad de la Orden de los Jesuitas, fue anteriormente conocida como Cortijo de Jinámar, pasando a conocerse después con el nombre de Cortijo de San Ignacio; ocupa una franja de territorio situada entre la carretera de Telde a Jinámar (GC-100) al poniente y la Autopista del Sur (GC-001) al naciente, limitada al Norte por el barranco de la Condesa y al Sur por el barranco Real de Telde.

Panorámica del Telde en 1893, El Cortijo en primer plano (Carl Norman - Fedac)
 La presencia de los religiosos jesuitas en las islas se inició con la fundación de colegios de primeras letras, donde impartían la enseñanza gratuita y los niños eran admitidos sin discriminación de ningún tipo, respecto de su condición social u origen. 

El Cortijo en sí no era una buena zona de cultivo, pero con el trabajo, tenacidad e inteligencia que los jesuitas imprimían en todas su obras, desarrollaron con ingenio y racionalidad una obra de ingeniería hidráulica, poniendo en cultivo las tierras de La Majadilla y en el valle de Jinámar, lo que les permitiría obtener rendimientos para sufragar el mantenimiento de sus escuelas. En el interior de esta finca construyen una casa con una capilla, donde impartían el oficio religioso y la docencia a los residentes del lugar.

Patio de entrada de la casona (HR El Cortijo)
Esta orden religiosa era ideológicamente más renovadora que las demás existentes, por lo que también trajo consigo nuevas formas arquitectónicas e ingenieros militares propios, que levantaron la pequeña iglesia de San Francisco de Borja en la Ciudad.

Capilla de El Cortijo (HR El Cortijo)
El modelo de esta iglesia se basaba en su templo romano de Il Gesú, de planta de cruz latina de una sola nave, cubierta de bóveda de cañón en el interior, cúpula en el crucero y fachada de base clásica. La iglesia jesuita de Gran Canaria plasmó este inusual modelo en un edificio planificado por P. Vicentelo, que comenzó su construcción en 1722. La dirección y supervisión de la obra se deben, no obstante, al ingeniero Francisco de la Pierre.

Con la expulsión de la orden por Carlos III, por Real Cédula de 2 de abril de 1767, todas sus propiedades fueron confiscadas y subastadas, y adquirió la propiedad Cristóbal del Castillo Ruiz de Vergara y Manrique de Lara. Tras su adquisición la casa, ahora destinada a hotel rural, resulta de la reconstrucción realizada sobre la de los jesuitas, y es representativa de la arquitectura tradicional solariega en la isla, conservando el mobiliario, capilla y otro ajuar doméstico de las grandes viviendas isleñas del siglo XVIII. Destacan entre sus elementos, además de la pequeña y bella capilla, la balconada de madera, los techos abuhardillados en madera de tea y las galerías con grandes ventanales que dan acceso a las distintas estancias de la misma.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

CORTIJO, EL (FIRGAS)

Lugar situado en la carretera de Arucas a Moya, entre Cambalud y Buenlugar, donde en el siglo XX se ha realizado un asentamiento poblacional como prolongación del barrio de Rosales. Recibe este nombre por la proximidad de un antiguo Cortijo que dominaba toda la zona.

Verja y casa (Fedac)
El Cortijo era propiedad en el siglo XIX del matrimonio formado por Pedro Quevedo Espino y Rafaela Ferrera González, abuelos maternos del escritor y cronista oficial de Arucas Teodoro Rosales Quevedo (1889-1966).

Alpendre (Fedac)
Fue el primer profesor de Geografía de la Escuela de Comercio de Las Palmas, así como Secretario de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas de 1930 a 1945, autor de una de las bibliografías consultadas sobre la propia Heredad, de Historia de Arucas en verso visviquino, texto con cierto sentido crítico y picaresco.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)


CORREA, LOMITOS DE (VALSEQUILLO)

Topónimo que se encuentra al pie del interfluvio que separa el barranco de San Roque de Los Llanos de Valsequillo, en su contacto con esta última zona, lugar donde se sitúa la entidad de población más populosa de dicho sector, la aldea de Lomitos de Correa. Según algunas fuentes el topónimo tiene su origen en el antiguo propietario de las tierras Luis Correa, oriundo de Salcedo en Pontevedra.

Cuevas de San Pedro (Fedac)
El arco cóncavo que describe el hábitat de este caserío refleja el máximo aprovechamiento al pie del monte y el respeto por la vega de cultivo. Su mayor desarrollo tuvo lugar entre los años 1960 y 1981, tal y como refleja la tipología constructiva de las viviendas.

Prácticamente en los Lomitos de Correa se encuentra la montaña denominada la Abejera Alta, frecuente lugar de anidamiento de los escasos ejemplares del aguililla o ratonero común (Buteo buteo insularum) en los solapones y oquedades de las grandes rocas prácticamente inaccesibles.

Ratonero común (R. Ecca)
El ratonero común es una rapaz de amplia distribución paleártica que también habita en todos los archipiélagos macaronésicos, pero está ausente en el norte de África, donde es sustituida por el Buteo rufinus. En Canarias sí está presente esta subespecie que antiguamente ocupaba todas las islas.  En las islas centrales y occidentales, es una de las rapaces más comunes y mejor distribuidas.

Ocupa una gran diversidad de hábitats, desde zonas costeras hasta de alta montaña, y especialmente bordes inferiores de zonas boscosas de pinar y laurisilva, pero también barrancos, riscos de interior e incluso acantilados marinos.

Tiene una longitud en torno al medio metro, de alas anchas y cola corta, ancha y redondeada. Dorso de color castaño; pecho y vientre de coloración muy variable, con estrías y bandas oscuras sobre fondo crema o blanco. Se alimenta de insectos, reptiles, pequeños mamíferos, como ratas y conejos, algunas aves y carroña.

Cazoletas de Correa (Patrinet)
En la cima del lomo se localiza un yacimiento arqueológico, probablemente vinculado a todo el conjunto próximo de El Helechal que se entiende puede ser un almogarén aborigen para el culto a sus divinidades.

Si bien no se ha podido confirmar si son naturales o labradas, la fichar arqueológica señala que se trata de seis cazoletas de tendencia rectangular y de tamaño irregular, con un ancho máximo de 47 centímetros y un mínimo de 14, con una profundidad máxima de 18. Se encuentran situada en la parte alta del lomo, cerca del borde de una plataforma, con una suave pendiente que permite desaguar hacia el borde de la misma. En el lugar se encuentra además una gran roca de 1 metro de ancho por 2 de alto, cuya ubicación no obedece a rodamiento alguno.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)



jueves, 10 de mayo de 2012

CORRALILLOS, LOS (AGÜIMES)

Actualización: 2012/11/19
Es un pequeño pago que recibió su nombre de los corrales existentes en el lugar para el pastoreo. Otras fuentes sostienen que es una corrupción de Cornadillos o Corradillos.

El topónimo «corralillos» ya es mencionado en fuentes documentales del s. XVIII, como el testamento de Juan González Estupiñán e Isabel de Ortega, realizado el 5 de septiembre de 1754, en el que incluyen «Tierras en los Corralillos».

Corral y casa del lugar (Fedac)
Para entender cómo y cuando pudo nacer probablemente el topónimo hemos de retroceder hasta el siglo XVI, cuando Juan Älemán y Sebastián Aday solicitan el 24 de julio de 1554 una data al Cabildo General exponiendo:

«... Juan Aliman e Bastian de Aday besamos las manos de vuestra señoria e le suplicamos nos hagan merçed de çient fanegadas de tierras montuosas que nunca an sydo aprobechadas ni desmontadas que son en la comarca de Aguimes en los Pajonales que dizen que an por linderos el camino que va de Aguimes por Nuestra Señora de las Nieves de la dicha villa que va por Tirahana por la banda de abajo a dar al barranco que dizen de queva blanca y del barranco arriba a dar a la montaña Bermeja e por otro cabo por el lado el barranquillo del Sobradillo do esta el corral de las vacas e por la parte de arriba el llano çercado que dizen el Llano de Cristobal, las quales e pedimos por las aprovechar e desmontar...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Referencias de la data señaladas con puntos rojos
Aunque muchas antiguas referencias han desaparecido, la observación detenida de los topónimos que han llegado a nuestros días nos identifica claramente donde estaba el mencionado "corral de las vacas", pues además de quedar el diminutivo de "corralillos", tenemos la Hoya de las Vacas y el Barranco de las Vacas, la Montaña Bermeja, además de las referencias de la Cueva de la Punta cerca de las Cadenas Blancas y el Lomo del Toscón, claras alusiones al sustrato calizo del lugar, sin olvidar el camino real hacia las Tirajanas que pasa por las Temisas cercanas que pasa por las Cadenas de la Virgen.

Aunque las vacas puedan escasear, cabras y ovejas son llevadas ahora desde el lugar a Pajonales. Y entre los pastores que siguen con el oficio está Fermín Guedes, que tiene sus animales en Corralillos. En verano y en diciembre, época de vender los cabritos y los corderos, tiene el ganado junto a su casa, en donde comparten espacio cabras y ovejas.

Según cuenta el pastor, a principios de noviembre, sube las ovejas preñadas al cortijo de Pajonales donde, por las mañanas, tras dormir en una cueva, sale a pastorear llevando a los animales más hacia el interior, a las Mesas de Morales. Después de Navidad, vuelve a subir a Pajonales hasta abril o mayo, donde cocina en un viejo horno junto a la cueva en la que duerme, a la espera de poder bajar a los invernaderos de tomateros de la costa en el verano.

Grabados del barranco de Las Chocillas (Patrinet)

Las costumbres pastoriles del lugar son anteriores a la Conquista castellana, y en todo su contorno hay vestigios que sustentan estas teoría. Además de la propia toponimia descriptiva que dice de los aprovechamientos, hay cuevas de habitación en el barranco de Las Pilas, en el de La Angostura, en el de Temisas y en la montaña de Piletas, así como grabados en el morro de Las Toscas, en el de Las Tablas, en el morrete de Las Chocillas y en el barranco del mismo nombre.



Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

CORONADERO, ALTO, ARCO Y MORRO DEL (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Actualización: 2013/03/05
Topónimo con el que se conoce un impresionante doble arco natural de piedra, el más grande de la isla, situado en el lomo homónimo junto al cauce del Barranco Hondo. Probablemente el topónimo tenga su origen en el llamado Alto del Coronadero, situado en la rampa Naciente del barrano, o en el llamado Morro del Coronadero en la rampa de Poniente, donde se encuentra el Arco,  que parece estar "coronando" el referido morro.


Arco (lospasosquedejamosatras-blogspot)















El acceso al mismo debe de hacerse por el cauce del barranco, a partir de cantera de áridos situada al sur de Juan Grande, al que se accede desde la carretera de Vecindario a Playa del Inglés (GC-500), antigua carretera del Sur.

Aunque la perspectiva es de difícil localización si no se conoce su ubicación, la contemplación del Arco desde el cauce del barranco nos aproxima a las formas espectaculares que la erosión produjo en el territorio, donde no es este el único capricho erosivo de la naturaleza. El agua y el viento dominante han conformado un paisaje singular, donde al penetrar el líquido elemento en las diaclasas o grietas de la piedra de uno de los suelos geológicos más antiguos de la isla debilita las partes más permeables que son vaciadas por la fuerza eólica, creando curiosas formas: agujas verticales, puentes horizontales como el Arco, y los "pilancones" en el cauce donde, en épocas de lluvias, las aguas cristalinas son retenidas para crear el espejismo de una profunda sima al reflejarse en ella los impresionantes tajos del barranco.



Vista ascendente (lospasosquedejamosatras-blogspot)
Quizás fuera esta contemplación la que inspiró a los aborígenes canarios que en lo alto crearon un singular yacimiento arqueológico formado por 36 torretas de forma cilíndrica, construidas por apilamientos de lajas, que son rematadas con piedras hincadas cada una orientadas en diferentes direcciones.


Torretas (Patrinet)

Muchas son las teorías en cuanto a la finalidad de estas torretas que se relacionan con ritos mágicos o religiosos de los aborígenes que tenían su poblamiento principal en el Arteara de la cabecera del Macizo de Amurga, que se vincula también a la cultura que de los astros tenían.                                              




Localización (Espacios Narurales de Gran Canaria)