El
topónimo se localiza al naciente del estrecho paso de la carretera Santidad - El Palmar (GC-303) construida sobre el antiguo camino
Real y que une la Santidad Baja
con la Santidad Alta, estrechamiento
que se produjo de manera geológica por la depresión formada por El Cercado y la Hoya Olivares en las vertientes de poniente del Barranco de Tenoya, al que conducía sus
aguas un pequeño tributario del que nos queda su topónimo El Riillo donde se
iniciaba la escorrentía.
El
topónimo tiene su origen por la adquisición de estas tierras por Alonso Olivares del Castillo, según recogió
en su declaración de bienes al ser nombrado Mayordomo del Monasterio de la Concepción de la Orden de San Bernardo, en la
ciudad de Las Palmas:
«A guisa de ejemplo, esto
es lo que figura en el inventario de bienes de Alonso de Olivares del Castillo: una suerte de tierra en Tenoya,
con una suerte de agua que le pertenece, que llaman la suerte de Acebedo; tres cuartas de tierra en el mismo heredamiento de Tenoya, que llaman
la Milanera; la Hoya de Mosago, que llaman de
Olivares, frontera a lo anterior, que serán 10 ó 12 fanegas; tres cuartas
de tierra con un día de agua en el mismo heredamiento de Tenoya; en el mismo
Tenoya, una casita baja y unos solares que están por encima; en Tamaraceite,
una suerte de tierras (29 fanegas), en el Llano de la Ermita de Machicao;… » (ALEMÁN RUIZ, 1996, p. 280 n. 21) .
Vista hacia el sur: La Milanera (izq.) y Hoya Olivares (dcha.), en las dos bandas del Bco. de Tenoya (homayonifar) |
Enriquece
su ubicación al recoger que es “frontera” de La Milanera, topónimo situado en la banda de naciente del Barranco de Tenoya, donde se encuentran
en sus escarpes unas cuevas consideradas yacimiento aborigen así llamadas. La
misma fuente bibliográfica nos aporta en detalle su gran patrimonio, citando
como fuente primaria los documentos consultados (A.H.P.L.P.: Protocolos
Notariales, escribano Antón de Zerpa, leg. 1.037, año 1620, fols. 846 rto.452
rto.). También nos dice la descripción de la antigua denominación toponímica de
Hoya Olivares como Hoya Mosago, sobre la que daremos al
final más información.
Bautizado en la parroquia de San
Juan Bautista de Telde el 6 de junio de 1548, es hijo primogénito de Hernando García del Castillo y Catalina Olivares Maldonado y Tafur, por
consiguiente hermano de Cristóbal García
del Castillo y Francisca del Castillo
Maldonado y Olivares. Fue Capitán de infantería y Regidor Perpetuo de Gran
Canaria, asumió el mayorazgo familiar. Se bien fuentes familiares datan su fallecimiento
en 1599 (“Página 1 Aparición del Linaje, Del Castillo-Olivares”. Obtenido de Historia del apellido Del Castillo-Olivares.castillo-olivares.com.
2-nov-2016), otras fuentes la datan en 1620 por varias noticias obtenidas de sus
investigaciones como luego veremos, sin que podamos prescindir que pudo ser más
tarde, pues así se le reconoce como Alcalde de Telde: Alonso Olivares del Castillo 1616-1623 (HERNÁNDEZ BENÍTEZ, 1958, p. 259) .
Vista hacia el norte: Hoya Olivares (izq.) y La Milanera (dcha.), en las dos bandas del Bco. de Tenoya (caminosdecanarias.blogspot-com) |
Contrajo
matrimonio en dos ocasiones, la primera con Teresa
Múxica Lezcano (Catedral de Canarias, 25 de enero de 1568), una de las
cinco hijas de Juan de Civerio Guerra
de su segundo matrimonio y primero con descendencia, con Francisca de Salas (ALAMO, 1959, pág. p. 216) . De estas primeras
nupcias Alonso Olivares del Castillo
tiene seis hijos: Lorenzo, Hernando, Juan
Siverio, Alonso Catalina y Francisca
del Castillo-Olivares Maldonado. Sus segundas nupcias lo fue con su prima Leonor Cibo de Soprano Castillo, con la
que no tuvo descendencia. En el año
1590 creará el apellido compuesto, con los correspondientes permisos regios, al
fusionarse los linajes Del Castillo y
Olivares, hechos que de alguna manera
impide la confusión de deudos homónimos por la utilización siguiente del
apellido compuesto (EGEA MOLINA, 2012), si bien en algunos protocolos
notariales su nieto no parece usar la autorización regia.
Nacido
con riquezas de cuna, ya que su padre Hernando García del Castillo había accedido a los bienes de los abuelos,
el conquistador Cristóbal García del
Castillo y Marina Rodríguez Inglés, por no tener descendencia masculina su
hermano mayor Juan Inglés del Castillo,
que incluía el título de Regidor Perpetuo de Gran Canaria.
Árbol genealógico (castillo-olivares-com) |
Estas
resultaron acrecentadas excepcionalmente, primero desde su condición social, por
ser de las milicias, por el título de regidor perpetuo, y por la influyente
posición de su madre Catalina Olivares
Maldonado y Tafur, hija del licenciado Alonso
Sanz de Olivares, Oidor y Regente de la Real Audiencia de Canarias, y de María Maldonado Tafur.
A
todo ello, hay que señalar que además fue considerado en aquellos tiempos de
los siglos XVI y XVII como un destacado “capitalista” e inversor en distintas
actividades económicas, y se forjó una posición social muy reconocible:
«El blasón actual de la derecha que ostenta
la referida casa solariega, es de don Alonso Olivares del Castillo […], capitán
de Infantería española, Regidor perpetuo de Gran Canaria, Familiar y Receptor
del Santo Oficio de la Inquisición.
En una información de Nobleza e Hidalguía
hecha por el referido don Alonso en 2 de Abril de 1.586 consta el dibujo de un
blasón idéntico al que reseñamos. Está dividido nuestro escudo en seis
cuarteles; en el primero de la derecha vense dos olivos y un castillo; en el
del centro un castillo coronado por una cruz sobre la que ondea una banderola:
en el de la extrema izquierda cinco flores de lis; en el primer cuartel de la
parte baja derecha hay un brazo armado, en el siguiente unas ondas y en el
último un ajedrezado.
Blasón Alonso Olivares del Castillo (castillo-olivares.com) |
Este mismo blasón se halla sobre la portada que da acceso
a una casa señorial existente en la hacienda de las "tres suertes” junto a
la ermita de San Antonio, indicio que nos lleva a pensar que eran los mismos
los dueños de esta hacienda que los de la referida casa solariega. En ella
vieron la luz numerosos descendientes de los Olivares del Castillo que
figuraron más tarde en las letras, las armas. Cabildos eclesiástico y secular, Tribunal
del Santo Oficio, etc. Esta noble familia tenía asiento preeminente en nuestra
parroquia al lado del Evangelio y distinguido enterramiento en la antigua
capilla de la Concepción, hoy la de San José […] Llevó la fábrica de San José
en la iglesia de San Juan Bautista a la que llevó los restos de su padre y de
su abuelo» (HERNÁNDEZ BENÍTEZ, 1958, p. 249) .
Ya
de por sí, el resto de la extensa relación de bienes declarados cuando asume la
mayordomía del Monasterio, es elocuente:
«… en el Lugarejo de la ciudad de Las
Palmas, en los Caserones, un pedazo de tierra de 2 fanegas; un tributo de una
dobla de rédito que paga Simón Lorenzo, sobre unas tierras y cuevas en El
Dragonal; una dobla de rédito de un tributo que pagan los herederos de Miguel
Jerónimo sobre el Cercado de Tafira; una suerte de tierra que llaman La Longuera;
la cuarta parte de unas tierras montuosas que está cerca de lo precedente; en
la Vega de Arriba de Santa Brígida, una dobla de un tributo perpetuo que paga
Cristóbal González sobre su hacienda; una huerta de hortaliza en Las Palmas,
dada a tributo a Antón de Lozano, en la calle de la Herrería; un tributo de
2.500 ducados en la villa de Guía, sobre bienes de Felipe de Soberanis, que le
fue dado en dote a Olivares en su segundo matrimonio; además, antes había
vendido una viña a Luis de León Cárdenas `… » (ALEMÁN RUIZ, 1996, p. 280 n. 21) .
Cuando Francisco
Palomar se hace cargo del ingenio azucarero de Agaete a la muerte de su
padre Antón Cerezo y quedar en la
ruina por el declive del negocio del azucarero por la competencia del azúcar
americano, lo adquiere una familia toledana que después lo vende a Alonso Olivares del Castillo.
«Es una familia toledana, los Zayas de Arellano,
quienes adquieren el ingenio e intentan mantener el negocio del azúcar, pero
terminar por vender a Alonso Olivares del Castillo, maestre de campo del rey
del tercio de las Villas de Gáldar y Guía.
Hacia 1678 Fray José de Sosa, como complemento a su
relato sobre la torre de Lugo, escribe
“Esta torre, hasta oi día está gran
parte de ella en aquel ameno Valle de Agaete, cuio dueño es D. Alonso Olivares
del Castillo, (…) y se dexa ver sus tapias tan constantes y fuertes y contra la
duración del tiempo inexpugnables que se dilataran a lo que parece muchos
siglos. Sírvele oi con algunos aforros que le an hecho, a este caballero lo
alto de granero en que guarda las mieses de su agosto lo baxo de bodega en que
encierra los vinos de su cosecha que son muy buenos los de aquel (parage y)
pago.”
La similitud que esta descripción tiene con la Casa
Fuerte es evidente» (MONZÓN
GARCÍA, 2008, p. 5).
Ortofoto de Hoya Olivares (Google Earth) |
También invirtió el regidor Alonso Olivares del
Castillo en negocios como las salinas de Agaete, abasteciendo de sal a los
pesqueros para la salazón de las capturas en altamar:
«… en 1586, el cahíz se tasaba en tomo a los 38
reales; en este año dos navíos reciben: uno 12 cahices, y otro, el de Juan Manrique, vecino de Tenerife,
obtiene del regidor Alonso Olivares del
Castillo, 22 cahices, valorados en 60 doblas, que toma de las salinas de
Gran Canaria» (LOBO
CABRERA, 1978, p. 410 )
«Por otra parte, las salinas localizadas en Aldea Blanca se encontraban ya
en pleno rendimiento desde el siglo XVI, lo mismo que la de Agaete, pues don Alonso Olivares las arrendó por tres
años en 1601 a Pedro Estévez por 24
cahices de sal el primer año y 25 los dos siguientes. En 1626 son vendidas al
abogado Alonso Fernández por 875.000 maravedís
(668.100 de gravámenes y deudas) (QUINTANA
ANDRÉS, 1996, p. 108) .
Y en la financiación de las pesquerías, que en
ocasiones le suponían negocios mixtos, actividades económicas que estaban de
alguna manera limitadas para los mismos capitalistas cuyas familias financiaron
la conquista:
«4. CAPITALISTAS […]
Los pescadores, pobres y sin medios, tan sólo poseían sus barcas, sus aparejos
y su trabajo. El numerario para preparar las pesquerías lo recibían a ganancia
o interés de terceras personas. […] Al parecer los genoveses se dedicaban a
este negocio desde los comienzos del siglo XVII. A ellos se unen en la segunda
mitad del siglo los flamencos como son el citado [Daniel Vandama] y Arnaldos
Vandala, mercaderes conocidos en el ámbito isleño por sus diversas
actividades. Le seguían en importancia los regidores y escribanos públicos;
entre los primeros son dignos de mención Alonso
Olivares del Castillo, emparentado con los dueños de los ingenios de Telde,
Bernardino Canino, de ascendencia
genovesa, y el capitán Juan Ruiz de
Alarcón; como escribanos nos sirve de ejemplo Bernardino de Palenzuela […]
Si la cantidad entregada a ganancia era superior, llegando a 60 doblas, en tal
caso se correspondía de beneficio cantidad igual a la que ganaba un marinero;
en este caso se encuentran varios vecinos, entre ellos el regidor Alonso
Olivares que entrega 60 doblas en 22 cahices de sal (LOBO
CABRERA, 1978, p. 411 ) .
Su posición económica le permitiría incluso superar el
amargo trance de los desastres causados por el vicealmirante holandés Pieter van der Does que en 1599 atacó y
desembarcó en la isla, sembrando la destrucción y desolación con el incendio y
expolio de la Ciudad como consecuencia del impago del rescate de guerra. La
dispersión de sus inversiones en tierras y construcciones le permitiría salir
ileso económicamente, e incluso aumentar su prestigio social:
«A Don Fernando
Suárez de Figueroa, sucedió en el Obispado, Don Francisco Martínez, natural de Cenizeros, del Obispado de
Calahorra. Durante su gobierno espiritual, tuvo lugar la invasión holandesa de
Vander-Doez en el año 1.599, la que saqueó, como es de todos sabido, la Ciudad
de Las Palmas y fueron quemados los únicos tres conventos existentes en la
misma; esto es, los de San Francisco, Santo Domingo y de las Monjas Bernardas.
Por esta causa las religiosas se refugiaron primeramente en el campo y después
en unas casas situadas en las cercanías del Convento de San Francisco, propiedad
de Alonso Olivares, primero, y más
tarde de Lorenzo de Campos, las
cuales estaban construídas frente al convento que despues se edificó y llevó
por nombre del Señor San Bernardino de Sena, de religiosas Claras (hoy Alameda de
Colón).
Encargado Alonso de Olivares, como Mayordomo de dicho convento, de la
reedificación del mismo, pudo llevar a cabo su inauguración en el año 1.609,
fecha en que fueron trasladadas las religiosas con asistencia del Cabildo, el
que acordó cantara un Dignidad la Misa y que se hiciera el mismo con la mayor
decencia» (BOCH
MILLARES, 1944, p. 5) .
«El caso de Alonso Olivares del Castillo ilustra esta confianza. Su
nombramiento se explica por haber sido uno de los más firmes valedores de las
monjas después del saqueo e incendio de su convento por los holandeses en 1599.
En unas casas de su propiedad vivieron diez años, mientras se reconstruía el
monasterio; estando allí, lo eligieron mayordomo por ausencia a la Península de
Francisco de Casares. Ejerció el
oficio hasta 1615; pero hasta enero 1612 no remató la cuenta de su labor desde
el 22 de mayo de 1607, fecha en que, a ruego de las religiosas, lo había
nombrado y apoderado el obispo Martínez de Cenicero. Con este poder le bastó
hasta diciembre de 1614, en que las aquéllas se lo renovaron, a la par que
daban por buenas todas sus acciones hasta entonces» (ALEMÁN RUIZ, 2002, p. 799
n. 7).
Adquirió así tal reconocimiento
social y de agradecimiento que su nombramiento al frente de la mayordomía del Monasterio de la Concepción de la Orden de
San Bernardo, en de Las Palmas, se alargaría más de lo acostumbrado, para
su persona y los siguientes:
«La duración de la mayordomía no se
estableció formalmente hasta las postrimerías del siglo. Normalmente, abarcaba
de uno a cuatro años. En las ocasiones en que se prolongó por mucho más tiempo
(Alonso Olivares del Castillo, ocho
años y siete meses; Pedro Bravo de Laguna,
diez años y cuatro meses; Pedro Álvarez
Macías, catorce años y un mes), hemos de suponer que el buen hacer y la
experiencia acumulada por el individuo en cuestión lo hacía poco menos que
insustituible para las monjas» (IBÍDEM, p. 787).
De alguna forma esa confianza
conferida le facultaba para estirar los plazos en la liquidación de las
cantidades recibidas:
«… en el reintegro de estas cantidades los
mayordomos hicieron gala de la misma parsimonia demostrada en la entrega de las
cuentas o en el pago de los alcances; Alonso
Olivares del Castillo, por ejemplo, declaró en su testamento de 1620 que no
recordaba haber devuelto 700 reales que le entregaron las religiosas para
atender a su socorro (lo cual debió de suceder en 1615 como muy tarde)» (IBÍDEM,
p. 796).
Igual distinción establecería
para su mujer en la ermita de Las Nieves en Agaete, después de su fallecimiento
y consecuencia de la compra del antiguo ingenio azucarero de los Cerezo y
aprovechamiento de las salinas del lugar como ya se ha dicho.
«A.P.V.A, LIBRO DE MISAS CANTADASY REZADAS,
1680-1750, f. 100.- Con el número 9 de la relación de las memorias y
capellanías de misas rezadas y cantadas de la parroquia de Nuestra Señora de la
Concepción se transcribe (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1996, p. 331 n. 113) :
Dª
Maria Muxica mujer del Mre de Campo Dn Alonso Olivares del Castillo.
Una misa rezada en Las Nieves de su hermita que son patronos. Sobre dos ducados
de Limosna sobre sus bienes. Testamento ante Xptoval Suares de Medina el 6 de
noviembre de 1675, Protocolo n.º 2. El Capan Don Xpotoval de el
Castillo su hijo posee dhos. bienes y paga dhos. dos ducados. 19 de mayo de
1685 (con nota marginal)».
Fallecido
Alonso Olivares del Castillo después
de una larga vida poco usual para la época, aproximadamente unos 75 años, los
bienes vinculados pasarán a su primogénito Lorenzo
del Castillo-Olivares Maldonado quien será el primero en portar dicho
apellido y disfrutar de los bienes durante unos quince años. Se casa en
primeras nupcias con Juliana Teresa de
Muxica Lezcano Venegas y del Castillo, y en segundas nupcias con Magdalena Van de Walle de Aguiar.
De
su primer matrimonio en 1628 nacerá Alonso
del Castillo-Olivares Maldonado y Muxica Lezcano, y del segundo matrimonio
no tuvo descendencia. Fallecido en 1639 Lorenzo
del Castillo-Olivares Maldonado hereda el patrimonio familiar su único hijo
Alonso del Castillo-Olivares Maldonado y
Muxica Lezcano, que se casa con Luisa
Antonia de Trujillo Osorio de Vergara Figueroa.
La
igualdad de los homónimos entre el abuelo regidor y capitán Alonso Olivares del Castillo y su nieto Alonso del Castillo-Olivares Maldonado y
Muxica Lezcano, que aparece en algunos documentos como Sargento Mayor Alonso Olivares del Castillo puede
llevar a confusiones, solo distinguibles por las fechas de los mismos. Así
sabemos que el nieto había arrendado las Salinas
de Agaete, ubicadas en las actuales piscinas naturales intermareales:
«En
Agaete la salina estaba dividida a tercios entre los herederos del capitán
Bartolomé de Mújica, registrando entre 1676-1695 ocho arrendamientos de tercios
de cercados con parte de las salinas con valores entre los 76.800 maravedís de
1676 y los 168.000 en 1695. En una sola ocasión, 1676, aparecen arrendándose
las salinas por el capitán Alonso Olivares a Bernabé García por seis años y 20
fanegas de trigo y 15 de millo» (QUINTANA
ANDRÉS, 1996, p. 108) .
El Sargento Mayor Alonso
Olivares Castillo, al no
tener descendencia constituye el 9 de marzo de 1686 un mayorazgo y tres
capellanías, colativas Laicales, en las que figura el mismo como patrono y
nombra capellán a los hijos de su sobrino capitán Fernando del Castillo:
MAYORAZGO: Cercado de la "Betancora"
con 5 días de agua en Tenoya, de 13 fanegadas 2 celemines y 1 cuartillo; Cercado
de La Calzada en Tenoya, de 4 f., 1cl. y 1 ct.; Cercado en el Lomo de San Pedro,
Tenoya, de 2 f. y 6 cl.; Hacienda del LLano de las Mozas o Mesas, en Tenoya, de
37f.; Hacienda del Barranco de Lezcano con agua de dicho barranco, de 204f. y 6
cl.; Hacienda del Drago con 4 cuartas de agua del Hto. del Valle de los Nueve, de
7f. y 5 cl.; Cercados en San José con 3 días de agua del Hto. de Vegueta, de 3f.
y 6 cl.; Cercado de tierra en San Nicolás (Las Palmas), de 1 f. y 6 cl.; y Casa
en la calle los Remedios de Las Palmas (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, Ap. Dctal. Anexo I p. 92 ).
CAPELLANÍAS: 1ª) 30 ducados sobre los bienes del vínculo fundado el
mismo día, y establece una pensión de 3 misas rezadas semanales a 3 reales de
limosna en el convento de San Francisco. 2ª) 50 ducados sobre el cortijo del
Molino con una pensión de 3 misas rezadas semanales en la capilla de San
Gregorio de la Sta. Iglesia Catedral a 3 reales de limosna. 3ª) 50 ducados
sobre el cercado del Valle de Los Nueve (Telde) y de San José (Las Palmas) con
una pensión de 3 misas rezadas semanales en la iglesia de San Francisco, a 3
reales de limosna. Es notorio destacar que siglos después, en abril de 1830, las
misas fueran rebajadas a 1 semanal por el Obispo
Martínez (IBÍDEM, Ap. Dctal. Anexo II p.
179).
Fallecido el Sargento Mayor en 1686
es su viuda Luisa Antonia Trujillo Figueroa quien eleva a público
los restantes vínculos de bienes de su difunto marido, documentados uno en
protocolo de 29 de abril de 1705 y los cinco patronatos restantes el 27 de
marzo de 1726 (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, pág. Ap.
Dctal. Anexo I p. 1222 ) , nombrando sucesores de los mismos
a distintos deudos, si bien no podemos determinar el grado de parentesco:
VÍNCULO: Cortijo de tierras
labradías con cuevas en la Vega y Montaña de Acusa (Artenara), de 97f.; Los
cortijos de San Gregorio y la Palma, en los Granadillares, con 200 ovejas, cuevas,
7 casas, fuentes y la ermita de San Gregorio (San Lorenzo), de 600f.; Cercados
denominados de Arévalo y de los Granados con viña, casa, lagar, bodega y 4 días
y medio de agua del Hto. de Tenoya (San Lorenzo), de 22f., 10 cl. y 1 ct.;
Cortijo de tierras labradías y montuosas con sus casas y 28 horas de agua del
Hto. de Firgas y Arucas, en Trasmontaña, de 69f., 2 cl. y 1 ct. (Arucas); Cortijo
de tierras labradías montuosas y "arrifes" con toda el agua que le
pertenece en el Castillejo y Palmital, de 131f. 6 cl. y 2 ct. (Guía); Las tierras
situadas detrás del convento de Firgas con unas casas, las Casas altas y otra
terrera, Un molino con su cubo, piedras y pertrechos, y las tierras que están
junto a la Caja del Agua, de 56 f. (Firgas); Las Tierras del Desaguadero, de 8
f. y 11 cl. (Firgas); Las tierras de Rosales, de 13f. 9 cl. y 1 ct. (Firgas); Las
tierras de la Higuera "Birgasota" (Firgas) y 11 suertes de agua y 1
hora del Hto. de Firgas. Sucesión: Pedro
A. del Castillo Ruiz de Vergara.
PATRONATOS: 1) Cercado de tierra
denominado Juan Tello; Cercado de tierra denominado Viñol con una cuarta de agua
de la Vega Mayor; Censo de 660 reales de principal que pagan los herederos de
Juan Morán (todas en Telde). Sucesión:
Domingo Antonio Manrique.
2) Tierras en las Calderetas, de
17 f. y 3 cl. (Teror); Tierras en la Vega de Acusa (Artenara), 1 noche de agua
del Hto. del Palmital (Guía); Media hora de agua del Hto. de Arucas; Casa terrera en la calle Terrero
de Las Palmas; Censo de 500 reales de principal que pagan los herederos de
Jacinto Hernández; Censo de 1.200 reales de principal que paga Juan Marrero; Censo
de 650 reales de principal que paga Juan Suárez. Sucesión: Pedro Ponce.
3) Hoya de tierra labradía con casas y árboles denominada las Canales y
Manrique, de 40 f. (Telde). Sucesión:
Los hijos de Juan Gregorio Jaquez de Mesa.
4) Hacienda denominada " La
Media Suerte ", en el Valle de Casares, con media suerte de agua (Telde). Sucesión:
Los hijos de Julián López Morales.
5) Cercado del Palmito con media
suerte de agua; Cercado denominado "La Media
Suerte" con 1 cuarta de agua
del Hto. de la Vega Mayor, Tierras de los Espinales, en Melenera (Telde).
Sucesión: los hijos de Jerónimo de la Vega Zapata.
No
puede determinarse si la Hoya Olivares
fue vendida, es parte de las 204 fanegadas de la hacienda del Barranco de Lezcano como lo pudiera ser
la finca La Milanera, o es una de las tantas que generan censos
(rentas) a favor del sucesor. Sí queda suficientemente acreditado los hábitos
endogámicos al uso desde los primeros siglos de la historia de la isla, tanto
por los casamientos entre deudos, como por los sucesores y poseedores,
situación que no resolvieron las leyes de desamortización que motivaron la
liquidación del mayorazgo de Alonso
Olivares del Castillo el 18 de noviembre de 1881 por un valor de 1.400.232
reales de vellón que pasaría a mitades partes a José del Castillo Olivares y Fernando
del Castillo Olivares.
Apuntar
por último las buenas formas sociales que siempre mantuvieron, entre las que
habría que destacar las referidas a las donaciones a la Fábrica de la Virgen
del Pino por sus mayordomos.
«En 1630 el titular del Mayorazgo, Don Antonio Trujillo Suárez de Vergara,
antecesor de los Manrique de Lara
dispuso una manda de misa cantada procesión del día de la Natividad de Nuestra
Señora del Pino por la limosna de veintidós reales, impuesta sobre dieciséis
fanegadas de tierra en Valsendero y ocho en Calderetas (Archivo Parroquial de
Teror); y por Escritura de 31 de octubre de 1691 ante el Escribano Jerónimo del
Toro y Noble, su hija Doña Luisa Antonia
Trujillo Figueroa donó a la imagen de la Virgen del Pino una rama de oro
con cuatro esmeraldas, las tres pequeñas y una grande, y una rosa con
veintitrés esmeraldas y un asentador de treinta y ocho amatistas» (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, 2002, p. 42) , entre las que
figuraba la famosa Rana (HERNÁNDEZ
JIMÉNEZ, 1991, p. 89) .
Retomando el antiguo nombre
toponímico de Hoya de Mosago, algunas
curiosas conjeturas podrían hacerse y todas ellas guardan relación con África.
La primera la más moderna, relacionada con el África Austral (Lesoto y Sudáfrica),
dado que la voz “Mosago” del “sesotho”
es una lengua africana, es como llaman los naturales del pueblo “sotho” al Metro, el tren subterráneo del
Metropolitano de Madrid, extendida tal denominación a todos los españoles.
Y
la segunda es una variante, que podría entenderse por la dificultad de
trasmisión de los fonemas de otras lenguas, referida a la Cueva de Masagó y Cueva de
Garadén, de Alcalá del Júcar, ambas horadas en las vertientes del río
Júcar, de las cuales el ayuntamiento del lugar dice:
«La
Cueva de Masagó destaca por su
belleza y delicado picado. Son de origen Almohade y se han conservado intactas
durante siglos y mantiene ese estilo inconfundible y espectacular.
[…]
La cueva
del rey Garadén, recibe su nombre de un rey musulmán que estuvo en la zona
y dominaba el castillo, la aduana y la antigua posada mora, que se encontraba
allí ubicada. Tiene alrededor de 750 años de historia y que posee un gran
mirador. La función de esta cueva, era bélica, era una especia de aduana, de
puesto de vigilia para toda la gente que venía de Castilla La Mancha e iba
rumbo al levante, pagara el tributo. Es un túnel de unos 170 metros y era para
puestos de centinelas para asegurarse de que la gente que pasaba por allí no se
marcharan sin antes pagar» (Recogido en Cueva de Masago, alcaladeljucaroficial.com.
3-nov-2016).
Llama
la atención, además de la variante fonética de una voz de otra lengua,
trasmitida oralmente en siglos, el que la misma estén construidas en las
vertientes del río, como lo pudiera ser el Barranco
de Tenoya en los siglos XV y XVI, e incluso después, y también el que estén
construidas como “un túnel” de muchos
metros, que puede asociarse a la etimología del término “sesotho” utilizado para reconocer el metro.
Pero
también hemos obtenido las conclusiones de un amplio estudio etimológico de
este topónimo de Alcalá del Júcar (MARTÍNEZ ORTEGA, R. (2000). “Sobre la
toponimia de ‘rebvs hispanie’ del
primado Rodrigo Jiménez de Rada”, Habis
núm. 31. La Laguna: Ed. Universidad de La Laguna, pp. 427-446), sin olvidar
de la existencia también del topónimo Las
Cuevas en el camino de la antigua Hoya
Mosago, con dos conclusiones que nos aproximan a nuestro topónimo (IBÍDEM,
p. 445):
«…
como una sola prueba podría considerarse nula (testis unus, testis nullus), viene en ayuda de esta interpretación
la escueta noticia de los Anales Toledanos
en el año 1211:
“Fue el Rey D. Alfonso con las gientes de
Madrit, e de Guadalajar, e de Huepte, e de Cuenca, e de Ucles, e con sus Ricos
Omes, e prisieron a Sorquera, e a las Cuevas, e a Alcala, e otros Castiellos.
Era MCCIL”.
Las Cuevas en el Camino de Hoya Olivares (Arqueocanaria, Carta Paleontológica y Arqueológica de Arucas) |
Aquí
se le denomina solamente “las Cuevas”, en modo alguno identificable con ningún
“Cubas”. Aparece en dos noticias más; en 1212 la toman los moros y en 1213
vuelve a ser capturada por Alfonso VIII (p. 176, Anales Toledanos).
Un
documento posterior de la cancillería de Fernando III (1224, Junio 16) confirma
el topónimo de la Chronica latina Regum
Castellae con estas palabras:
“Dono itaque uobis et concedo Alcala,
castrum meum, et Caueas de Garadem,
sita in ripa de Xucar”.
Solamente
cabe indicar su localización. En un paredón vertical de la hoz del río Júcar se
encuentra esta cueva fortificada con un aljibe, construcción obviamente de
origen islámico y en ruina; se sitúa junto
a la ermita de San Lorenzo a 3 kms. Al Oeste de Alcalá del Júcar (Albacete).
En
cuanto al segundo compuesto “Garaden” resulta casi tautológico, pues es el
árabe “gar al-cayn”, esto
es, “cueva de la fuente”. Sin
embargo, el paso del tiempo, la pérdida de la lengua árabe, hacía pensar a la
gente del lugar que Garaden ─cómo no─ era nombre de un rey moro; así lo dice el
Diccionario Geográfico de España (vol. 1, p. 463): “Existen cuevas naturales
como la de Garaden, que, según referencias, la ocupó un rey moro llamado
Garaden”.
Panorámica del Barranco de Tenoya a su paso por Hoya Olivares ( Alfredo Draco) |
Para
concluir por nuestra parte, conozcamos en el contexto de la frase “un paredón
vertical de la hoz del río Júcar” de la acepción que el DRAE aporta a la voz ‘hoz’:
hoz2 Del lat. faux,
faucis.
1.
f. Angostura de un valle profundo.
2.
f. Angostura que forma un río entre dos sierras.
Demos libertad a nuestra
imaginación y nos situamos en los siglos inmediatos a la conquista,
considerando el gran caudal de aguas, las grandes vertientes, las cuevas aborígenes
de “La Milanera” y “Las Guirreras” con difíciles andenes en
la banda de naciente; el topónimo de “Las
Cuevas” y el topónimo de “El Riillo”
en la banda de poniente.
Todo parece describirnos un paisaje de un angosto barranco entre dos grandes vertientes, y por una de ellas un tributario
emulando una fuente o remanente de
aguas, que puede remansar en un pilancón
perdido ¿Son simples coincidencias?
Localización (IDE Gran Canaria) |
Excelente trabajo, amigo Humberto. Enhorabuena. Un abrazo. Ramón Díaz
ResponderEliminarGracias amigo Ramón, sabes bien que es un forma de hacer patria, y este es un grano más entre tantos. Un abrazo,
EliminarMuy buenos y excelentes comentarios sobre-todo de la Hoya Olivares, la que utilizaba a diario para ir a mi casa en LA MILANERA, donde nací en 1944. Mi padre Juan Déniz Medina era el mayordomo de la finca de los Barbosas de Arucas desde 1940, hasta 1980 que pasamos a vivir en Santidad. Le puedo comentar D. Humberto, que al igual que yo, todos mis hermanos/as (9) que vivimos en La Milanera fué la época más feliz de todos a pesar de la distancia que a diario teníamos que salir desde nuestra casa para ir a colegios, médicos, tiendas-compras etc. por la Hoya Olivares hasta Santidad ó Arucas ... y a pié. Le agradezco y valoro el trabajo que ha realizado sobre estos lugares. Un abrazo. DANIEL DENIZ
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