Aparecen un interminable número de topónimos que obedecen a
la geología del territorio, cuyos accidentes orográficos reciben singulares "canarismos" que identifican elevaciones, depresiones o neutrales
llanos en todas sus variantes, además de cavidades de todo tipo.
El Gusano Guía-Moya (Adela Gavares) |
Y como parte integrante de los geo-topónimos, nos encontramos
los morfológicos, que nos dicen de la forma, tamaño, aspecto o semejanza con
algún elemento o materia muerta, pero en contados casos -por no decir ninguno-
que hagan referencia a un ser vivo, como es el caso del “gusano”.
El serpenteante Barranco Gusano Guía-Moya (IDE Gran Canaria) |
Y en los tres lugares que encontramos el topónimo “gusano” en nuestra isla redonda, lo es asociado
y dado a un barranco, barranquillo o cañada, y por extensión a los derivados
próximos a los mismos. Es así precisamente, porque sólo el agua puede llegar a
generar un cauce que vaya serpenteando suavemente el relieve que encuentra a su
paso aguas abajo, para salvar la resistencia de los suelos más duros, para al
final llegar al barranco principal al que tributan sus aguas. Y así surge el
topónimo de “gusano”, desde la visión
humana del suave contoneo de su cauce, prescindiendo de llamarlo “meandro” porque son palabras mayores
para cauces mayores, para cauces de ríos de los que no tenemos en las islas por
su tamaño.
Sencillamente, porque esos pequeños cauces en su descenso se
asemejan a un pequeño ser vivo que conocemos por “gusano”, en las tres acepciones que nos aporta el DRAE «1. m. Nombre común que se aplica a
animales metazoos, invertebrados, de vida libre o parásitos, de cuerpo blando,
segmentado o no y ápodo. 2. m.
Nombre de las larvas de cuerpo blando, alargado y cilíndrico de muchos insectos
y de las orugas de los lepidópteros. 3.
m. lombriz».
En ninguno de los casos nuestro topónimo está asociado a
la 4ª acepción del DRAE «despectivo.
Persona vil y despreciable», porque este es dado a los seres humanos que se
arrastran por el fango de su vida, mientras que el “gusano” de nuestros topónimos, no se arrastra, se desliza
suavemente aguas abajo para dar vida a la tierra que encuentra a su paso.
Probablemente su forma fue apreciada cuando se pintaron las
primeras telas con las cartas del lugar, o quizás más simple, cuando la
panorámica era contemplada desde una montaña, detalles que hombres y mujeres
del campesinado fueron capaces de percibir mientras pastaban sus rebaños.
Porque ellos nunca tuvieron prisas, y como su tiempo no era para medirlo, pues era
para vivirlo intensamente cada día, contemplaban la naturaleza que les rodeaba
reparando en todos sus pequeños detalles.
MOYA y STA. Mª DE GUÍA
Ya lo decían Juan
Rodriguez de Orihuela y Cristobal de
Orihuela cuando el 20 de marzo de 1544 pidieron las datas de esta tierra «… donde dizen el barranco del Pinal las
quales tierras son de sequero montuosas de helechares e otro monte, en que
puede aver dozientas fanegadas poco mas o menos que alyndan por la parte de
abaxo con la montaña e por arriba con el pinal de Galdar, el dicho valle arriba
aguas vertientes de una parte e otra todo lo que pudiere aprovechar en el dicho
barranco con mas unas cuevas que estan en el dicho barranco abaxo e otras dos
arriba en un lomillo, e dándonos las dichas tierras para que las embremos …» (RONQUILLO, M. Y
AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran
Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
Vista (Rafael Peñate Navarro) |
Pero eran muchos los colonos pobladores interesados en
estas tierras, y cinco días después ya contradecía la petición Cristobal Gomez de Fexenal quien dijo «… se sembro parte dellas e cogio en ellas e
hizo un sylo en ellas e demás desto por que son pastos comunes e las dexo de
tornar a sembrar». Después las
contradijo Pedro de Baeça que alegaba
«… las dichas tierras por ser como son
pastos comunes e en esta vanda de Galdar ya no ay otra cosa para pastos por
repartir sino esto …».
Y cuando fueron pregonadas el 30 de marzo de aquel año,
fue Françisco Jaimez quien también
las contradijo manifestando que «… las
dichas tierras por ser de pastos comunes [roto] e rehadero de sus ganados ….»,
conquistador que llevó como testigos otros de su condición como Gonçalo de Aguilar, Arriete de Betancor,
Luys de Herrera y Antonio Cherino. El primero de ellos, Gonçalo de Aguilar, al enterarse de las tierras que pregonaban, también
las contradijo. Y la noticia corrió, como corren los barrancos en invierno, y
después apareció para lo mismo Fernando
de Quintana, en nombre propio y el de sus hermanos, hijos y herederos de Juan de Sorya, todos aquellos que en la
iglesia del Señor Santiago tenían reservados asientos en los primeros bancos, asegurando
que «… dichas tierras e cuevas por que
son suyas e las cuevas a syete años que las tiene e posee e mora en ellas e
tiene puertas que el fecho con su
çerradura e llave e en las tierras
sembro e cogio e hizo un sylo e las desmonto …».
Cuevas (Fedac) |
Al final, el poder local se imponía poniéndose de acuerdo
entre ellos, para que el Cabildo General concediera a los Orihuela que habían pedido doscientas fanegadas, unas datas algo
trucadas «… dieron a cada uno de los dichos Juan
Rodriguez de Orihuela e Cristobal de
Orihuela setenta e cinco fanegadas de tierras que son entranbos a dos çientos e
çinquenta fanegadas adonde las pidieron …», eso sí condicionadas para que
respetaran –al menos, en apariencias- el interés general, el derecho al pastoreo común y el omnímodo poder de los caballeros de
la villa de Gáldar, sentenciando «…syn
perjuicio de terçero e con las condiciones de las tierras de sequero e syn
perjuicio de la montaña e con que no pene ni corra los ganados e syn perjuicio
de la data de Hernando de Quintana e que las aproveche conforme a las
hordenanças …».
El Barranco Gusano tiene su nacimiento en la Hoya de los Helechos, entre el
septentrional Lomo de Galeote y la
meridional Cuesta de los Pinos [de
Gáldar], en el lado de poniente de la Caldera
de los Pinos. Aguas abajo al llegar a Los
Culatones, al naciente de los Riscos
Blancos, recibe el antiguo nombre de
Barranco del Pinar, conformando ambos la frontera jurisdiccional entre los
municipios de Sta. Mª de Guía y Moya que acaba junto a la Caldera de los Pinos.
El Barranco Gusano
tiene un cauce descendente “serpenteante”
que da origen a nombre teóricamente pastoril, y que se proyecta en homónimos en
otros lugares próximos como Cortijo,
Lomo, Montaña y Puente de Gusano.
De la propia descripción dada en los repartimientos antes
dichos, son los pastos, las ovejas, su leche y el queso la gran esencia de su importancia,
notoriedad y belleza. Es sabido que el queso de oveja se caracteriza por ser bastante graso, de olor y sabor
intenso y entre más curado esté, más picante resulta al paladar.
«Los ganados del norte de la Isla comen muy variado; y en sus
desplazamientos con los pastores, el rebaño va cambiando desde las medianías, a
las costas del norte y del oeste de la Isla en invierno a las cumbres en
verano, siempre en busca de los mejores pastos en cada época del año. El animal
transmite a su leche la calidad de esa variedad en la alimentación, y con ella
hacen las mujeres el queso de pasta bien prensada, que suele curarse en cañizos
que cuelgan a la sombra, con una temperatura fresca y constante» (FEDAC).
Era de Riscos Blancos (Fedac) |
No olvidemos que el
queso es uno de los productos locales que más se consume en el Archipiélago,
superando el consumo de otras Autonomías, que es parte de nuestra cultura
culinaria, con un sobresaliente protagonismo tanto en los “pizcos” como en el “conduto”,
donde acompañar al gofio escaldado con unos trocitos de queso es una costumbre
histórica.
Las grandes obras
maestras de nuestras tradiciones se deben a "especial
destreza y paciencia" que tiene la mujer canaria por excelencia
campesina, y como muestras de ella la loza canaria, los calados y la confección
de quesos en todas sus variedades. Y un buen ejemplo lo tenemos en las
queserías del Cortijo del Gusano, con
sus protagonistas Juan Mendoza Mendoza
y María Ascensión Díaz Delgado, auténticos
artesanos del pastoreo y del queso de oveja.
Las manos de la
entonces niña María Ascensión las ponía sobre la cuajada que hacía su madre “para
que no se enfriase” y a los once añitos ya hacía ella solita sus primeros
quesos en Fontanales, como lo ha
seguido haciendo toda su vida, los últimos treinta y siete con la leche de las
ovejas que su marido ordeñaba a mano en el Cortijo,
y los ha venido haciendo curados
o semicurados, después de heredar y
engrandecer el arte que su madre le trasmitió. Ella hace a mano la cuajada, toda ella, y como bien dice, sólo
en la última “pinta” pone encima la
prensa, así cuatro o cinco quesos cada día, de seis o siete kilos, y después al
cañizo, para darle vueltas cada día.
Duro y paciente labor. En el año 2016 ha tenido el reconocimiento de todos sus
vecinos en la Fiesta del Queso de Guía.
La actividad pastoril en la isla, no llegó con los conquistadores y colonos
pobladores en el siglo XV, pues está documentado que los aborígenes la
practicaban para su sustento y no se conoce si elaboraban quesos. Sí parece que
con los primeros llegó el ganado ovino, pero los cruces históricos han tenido
por resultado que la oveja canaria sea
el premio a la buena selección que los pastores han realizado desde épocas
remotas, con una excepcional adaptación a los ecosistemas de la isla, con sus
particulares y cíclicas trashumancias, enriqueciendo la leche en olores y
aromas exclusivos, como la tierra misma.
Vista (Rafael Peñate Navarro) |
«... y tenía mucha leche y manteca de gofio, que es harina de sebada
tostada, la qual ellos molían en unos molinitos de mano, y esta harina masaban
con agua o cosina o leche, como lo
amasaban oy dia todos los de las islas, y este era su pan …» (CRÓNICA MATRITENSE. Redacción Ortiz, 1526).
«... y aunque más usavan de lo asado
y algunas bezes la freyan en camelas con manteca; a este guisado lo llamaban
Camarona, demás desto comían mucho gofio, que hasían de harina de sebada
tostada y la amasaban con leche y
con el caldo de la olla, y otros la amasaban con agua y sal como oy lo hasen muchos de las yslas y lo
comen, que éste era su pan cotidiano …» (CRÓNICA OVETENSE. Redacción Cardona, 1639).
«... su mantenimiento cebada tostada
molida y amasada, su harina llamada gofio, con
leche, caldo, miel silvestre agua y sal, carne medio asada y cruda,
sancochada si era gruesa, para aprovechar la gordura o cebo, también mariscos,
frutas silvestres, mocanes que es vaga negra, mayores que mirto, azofaifas,
madroños colorados con muchas semillitas o granilla, y hanse de comer muy
maduras, estando verdes imitan a el alcaparrón, y otras raices, como turmas,
jongos, ñames, higos ásperos que no hay en España, son blancos por fuera y
ásperos como cuero de casón, colorados por dentro y dulces cuando hay maduros,
y guardando en sartas de juncos y apillados como panes majados y echos pellas ...» CRÓNICA ESCUDERO. Redacción Cardona, 1639).
Localización en Moya-Guía (IDE Gran Canaria) |
MOGÁN
La Cañada (Google Earth) |
Muy cerca del caserío de Veneguera, al sur del Laderón
de los Azulejos, encontramos la serpenteante Cañada de Gusano que desciende entre la Hoya del Corral y la Casa
de la Cogolla hasta los Llanos
homónimos, ya muy cerca del territorio protegido de La Cogolla de
Veneguera, declarado Bien de Interés
Cultural (BIC) por formar parte
de nuestro Patrimonio Arqueológico.
Goro (Fedac) |
Describe el decreto de aprobación del BIC que «Se trata de un poblado aborigen formado
por, al menos, siete casas de piedra seca, que se encuentran en parte muy
alteradas, por lo que es difícil, en algunos casos, precisar la planta y
morfología de las estructuras. Por lo general, éstas tienen planta exterior de
tendencia circular e interior cruciforme o cuadrangular, con dependencias
anexas. Se distribuyen en el sentido ascendente de la ladera y en algunos casos
se ha rebajado el terreno para adosar a él los muros de la construcción. Los
muros de las estructuras se encuentran en su mayoría muy derruidos, de forma,
que tanto al interior como al exterior las estructuras aparecen cubiertas de
piedras procedentes de un desplome.
La Cogolla de Veneguera (Gobierno de Canarias) |
En los alrededores e interior de
algunas de estas casas se ha localizado diverso material arqueológico en
superficie, consistentes en fragmentos de cerámica, diverso material lítico (un
fragmento de molino circular, un fragmento de mortero naviforme y obsidiana) y
material malacológico» (DECRETO
39/2006).
Localización en Mogán (IDE Gran Canaria) |
SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA
Lomo La Palma (Octamila) |
Barranquillo del Gusano, mostrando en menor medida su
serpenteante cauce por ser más pequeño, es un tributario de naciente del barranco de Arguineguín que nace en el Lomo de la Palma y discurre en dirección
de poniente hasta desaguar en el barranco principal, cerca del Lomo de Huesa Bermeja.
Presa de Soria desde el Lomo La Palma (Octamila) |
El alto Lomo de Palma,
encuadrado en un paisaje de viejas rocas que la naturaleza ha cincelado a su
capricho, está al sur de la Presa de
Soria contemplándose desde el mismo una bella estampa de todo el vaso.
Lomo Huesa Bermeja (Ayuntamiento SBT) |
Por la carretera que lleva a Cercados de Espino, entre los pagos de El Caidero y Chira, se localiza el Lomo de Huesa Bermeja, al que se accede por una pista de tierra. La
tradición oral sitúa aquí la localización de un cementerio de los canarios, lo
que queda confirmado por las evidencias arqueológicas. De esta forma, a pesar
de ser un lugar ampliamente modificado por las actividades humanas, aún es
posible observar la existencia de restos óseos y construcciones funerarias.
Localización en San Bartolomé de T. (IDE Gran Canaria) |
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