viernes, 2 de septiembre de 2016

PINEDA (GÁLDAR)

Topónimo con el que es conocido el lugar situado en la Vega de Abajo que encontramos en los altos del Andén Largo y de Los Desriscaderos de los escarpes septentrionales del Barranco Hondo, a al sur del Barranquillo y Hoya de las Monjas, y entre el Lomo del Pico a su naciente y El Tajisnaltal a su poniente, inmerso en un territorio rural en el que se cultivaban en siglos pasados los cereales.

Vista (Nacho Moxica)
Tiene su origen en los sucesores de una de las capellanías fundadas por el presbítero y beneficiado de la Parroquia de la Concepción de Agaete Andrés Felipe Ramos y Arias, tal como más adelante veremos, que si bien no tiene otros encantos que el paisaje del lugar y como anfiteatro natural del Valle de Agaete, nos permite conocer los orígenes de la toponimia en su entorno, y profundizar en los hábitos y estilos de la vida que se daban en la cultura del Antiguo Régimen de la Propiedad a través de la figura de un párroco que cultivó y cuidó las prácticas endogámicas de la sociedad de Gáldar y Guía en los siglos XVII y XVIII.

La más antigua referencia biográfica que tenemos de Andrés Felipe Ramos, de quien todo parece indicar que “Felipe” es apellido, la encuentra nuestra fuente bibliográfica en el Archivo de la Parroquia de Guía, Libro de bautismos, IV, 1670-1690, ff. 169 r. referida al asiento del correspondiente a la niña bautizada como Luisa, que lo fue el 12 de julio de 1689 con licencia por don Feliz Espino Peloz, actuando de padrino el Clérigo subdiácono don Andrés Felipe. Firmó la partida el presbítero.

Luisa es hija del matrimonio formado por el Capitán del Regimiento de Infantería de Guía Francisco Melián Hernández con su segunda mujer Andrea Hernández Rodríguez. En primeras nupcias estuvo casado con Luisa Felipe que falleció el 12 de junio de 1687 (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2008, p. 53). Deducimos del nombre de su primera mujer, que pudiera tener parentesco de sangre con Andrés Felipe Ramos, y de aquí que supongamos adverar el apellido “Felipe”. En este capitán concurre también que será Síndico del franciscano Convento de San Antonio de Padua de la villa de Gáldar.

Ortofoto (Google Earth)
Entendamos el poder mediático que la misma fuente bibliográfica otorga al cargo de Síndico del Convento para entender de la importancia y notoriedad social que el mismo representaba, convento al que estará muy vinculado el pb. Andrés Felipe Ramos.

«La figura del síndico en los conventos franciscanos era primordial. Su nombramiento corría por cuenta de los Padres Guardianes, bastando con su linaje, su posición social y el respaldo de su fortuna. El cargo tenía carácter laico o eclesiástico y ajeno por completo a la Orden, aunque sujeto al rango y a la ocupación que desempeñaba en sus localidades respectivas. Fue un puesto habitualmente apetecido y los más solícitos en ostentar dicho honor fueron los vecinos de la villa de Guía y en especial los mandos del Regimiento de Infantería y Granaderos, ya que aseguraban su prestigio social y espiritual, además de una ventana abierta hacia la eternidad. En su nombre administraban los recursos de la congregación, librándolos de esta manera de tan pesada carga, ocupando así su tiempo al estudio y al trabajo manual, a su huerta y a las obligaciones evangélicas y pastorales, conservando en la práctica la pobreza.

[…] El primer síndico fue el vecino de Gáldar don Jerónimo de Pineda, a la sazón también de los monasterios de la Orden Franciscana en Canarias y Regidor de Gran Canaria. Casó con doña María de Betancurt, hija legítima de Maciot de Bethencourt y Bracamonte y de doña Luisa Guanarteme de Bethencourt, antes del bautismo Infanta Tenesoya Vidina» (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2008, p. 40).

El último párrafo nos aproxima a la sociedad que nuestro presbítero elige como referentes, donde los apellidos Melián, Bethencourt, León, Hernández o Fernández, Pineda, Quintana, Verde, Aguilar, Carvajal, Guzmán y Guanarteme, Grimón, Roxas, Rodríguez Orihuela, etc., componen la élite de los arribados, los primeros procedentes de Lanzarote y los restantes de los reinos de Castilla y Aragón, unos como conquistadores y otros como colonos pobladores, eligiendo de consortes a las descendientes de la gran nobleza aborigen, formando así una sociedad endogámica. Unos fijando su estancia en Guía y alcanzando la independencia jurisdiccional de Gáldar, aunque algunos habían ostentado el cargo de Alcalde “de sueldo” de Gáldar, y otros estantes en esta última; y de los primeros, aquellos que son mandos del Regimiento de Guía, opositarán por su prestigio y respaldo económico para ser Síndicos del convento franciscano, con asiento de preferencia en la ermita del convento.

El anfiteatro del Valle de Agaete (Nacho Moxica)
Representan así en esta moneda social, el reverso de la cara del voto de pobreza de los franciscanos, la opulencia económica y privilegiada, por la que también optó nuestro presbítero Andrés Felipe Ramos y Arias, de quien desconocemos sus ancestros. Si conocemos de su ejercicio de beneficiado de la parroquia de la Concepción en Agaete.

«A.P.V.A., LIBRO DE INVENTARIOS Y CUENTAS DE FÁBRICA, II, 1680-1755, f. 86 r y ss. Dn Andrés Felipe Ramos era cura y maymo de ésta parroquia. En este cargo fue elegido el 20 de agosto de 1695 por el Ldo Dn Marcos de Orellana. Además, fue benefactor del convento franciscano de Sn Antonio Padua de la Villa de Gáldar. Allí reformó la capilla de la advocación de Sn Miguel y se mandó sepultar. El inventario fue levantado por el sacristán Dn Francisco de Armas» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 215).

Durante este tiempo en Agaete, no se olvidó de los suyos y de sus orígenes, y los tiene presentes para favorecerlos con algún trabajo:

«En la capilla mayor se cita un “cuadro grande de Ntra. Sra. de la Concepción y los Desposorios”. La orfebrería muy bien pudo encargarse en el taller de Guía. El primer oficial de platero del que tenemos noticias, un tal Juan Felipe, lo conocemos por los encargos que hizo le Dn Andrés Felipe Ramos» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 214 n. 30).

Lomo del Pico (Google Earth)
También se preocupó en este tiempo por acrecentar su patrimonio, que suponemos lo hacía con su peculio por sus beneficios eclesiásticos al frente de la parroquia:

«Lugar de la Gaete, 1687, mayo, 16. Tributos y propiedades que a tenido y tiene la fabrica de la yglesia Parroquial de Nra Señora de la Concepon de la Gaete. […] No 12. Tiene esta Parrochial en la Culata de Arriba un Barranquillo llamado de Juan Gomes —este estaua plantado de higueras y constaua tambien de tierra calma y vease el folio 90 de este libro.

Tambien si en algun tiempo se mobiere por el capellan de la capellania grande que fundo Don Andres Phelipe ramos algun (ilegible) o pretension— pretendiendo algun derecho sea de la informacion q de orden del Sr Visitador Probisor y bicario general Dr Stanislao de Lugo y Viña se mando (ilegible) para probarla con prisa su si es ante de la capellania en donde se hallaua todo Vinculado y con los linderos q deuan ser por los testigos q fueron llamados —Año 1763— Notario Dn Ignacio Joseph Sardo» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 212).

Esta sociedad si en algo se caracterizó fue por aprovechar los fueros de entonces y vincular jurídicamente sus patrimonios o bienes, para hacer culto a la endogamia, constituyendo capellanías y nombrando sucesores a sus descendientes preferidos, en ocasiones para proteger su vanidad a cambio del pago de unas misas en su memoria necrológica. Y en el caso del presbítero Andrés Felipe Ramos, la mayor investigación sobre el Antiguo Régimen lo identifica como un caso particular, en el que se cumplió su conclusión "Entre los motivos o causas que llevan a esta proliferación de vínculos o mayorazgos sin licencia real tenemos la falta de hijos o de sucesión directa", a partir de las siguientes premisas:

«La tendencia a fundar vínculos suele comprender a varios miembros de una misma familia, hecho éste que facilita la acumulación por extinción biológica de los linajes. Si repasamos la relación de fundaciones podemos comprobar cómo la familia Bravo de Laguna funda 5 vínculos, los Cabrejas 7, los Castillo 6, los Trujillo Osorio 4, los Manrique 3, los Falcón 3, etc.

A esto hemos de añadir que un mismo fundador puede instituir varios vínculos (4 don José Álvarez Castro, 3 don Andrés Felipe Ramos, 2 don José Antonio Cabrejas) y que otros miembros de la familia también pueden optar por la fundación de patronatos» (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, p. 908).

Panorámica  de la Hoya de Abajo (Nacho Moxica)
El presbítero Andrés Felipe Ramos vincula bienes con una extensión de 161 fanegadas, con una tasación 324.150 reales de vellón, cuyo detalle nos ofrece la misma fuente (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, Apéndice dctal p. 101):

En escritura 29 de noviembre de 1712 vincula distintos bienes en Gáldar: 3 fgs. 2cls. del Cercado de tierra denominada "La Encarnación" con 4 piezas de agua del Hto. de la Vega de Gáldar; 154 fgs. 4 cls. de un Cortijo de tierras labradías y "arrifes" con agua, en los Andenes de Justa Hernández; y una casa. Y en Guía: 3 fgs. y 10 cls. de una Suerte de tierra labradía y erial con 2 piezas de agua del Hto. del Palmital, en el LLano de las Parras. Nombra sucesor a Diego Grimón Rojas, sobrino y su descendencia con preferencia del mayor al menor y del varón a la hembra. Otros llamamientos y si se extinguiesen se fundaría una capellanía.

En la primera escritura de 5 de junio de 1730, vincula los siguientes bienes en Gáldar: 26  fgs. y 3 cls. de un Cortijo de tierras de "secano" en el Pico; y en Agaete: 3  fgs. y 3 cls. de Tierras en la Madre del Agua del Valle de Agaete con 1 día y medio de agua del Hto. de la Madre del Agua; y 9  fgs. y 6 cls. de Tierras labradías en el Cortijo del Sauz, nombrando sucesores a la familia Pineda, que da origen al topónimo del que hablamos. Es el Cortijo en el Pico, el que nos identifica el Lomo del Pico, al naciente del actual lugar del topónimo de Pineda, la misma familia del vínculo de Hoya de Pineda.

Y en la segunda escritura del mismo día 5 de junio de 1730, vincula su casa en Guía y 15  fgs. de una Suerte de tierra labradía en los LLanos de Agaete, nombrando sucesoras a sus sobrinas Josefa, Gabriela, Teresa y Antonia Grimón Rojas.

Y de las obligaciones impuestas a sus sucesores en tales bienes vinculados, su imposición fue:

«Por su parte, el cura beneficiado del lugar de Lagaete Andrés Felipe Ramos y Arias, fundaba el 5 de junio de 1730, una capellanía a de una misa rezada a decir perpetuamente todos los lunes de cada semana por las Ánimas más solas del Purgatorio» (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013, p. 8).

Y como muchos entonces, quería ser enterrado en lugar digno, allí donde estaban los de la clase privilegiada a la que tanto cuidaba y admiraba, aunque ello le supusiera un elevado coste económico para su pecunio, pero si ello venía impuesto por un respetable capitán y síndico Fernando Verde de Aguilar y Guanarteme no cabía regatear el precio.

«La capilla del Arcángel San Miguel ocupó lugar en la parte del evangelio, en los aledaños del púlpito y la puerta que conducía al claustro, la llamada del Aire. Lo cierto es que no fue construida por expreso deseo del beneficiado y mayordomo de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Agaete, el Licenciado Andrés Felipe Ramos y Arias, como así pudiera desprenderse de su testamento de 5 de junio de 1730» (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013, p. 11).

Este desmentido lo hace basado en el cumplimiento del compromiso adquirido cuando se le dio en patronato, que documenta la fuente añadiendo en su nota a pie de página nº 39:

«AHPLP. Sección conventos, legajo 42, expediente 1, ff. 15-17. Escribano: Pedro Alonso de Medina. El beneficiado Andrés Felipe Ramos y Arias se comprometió con el síndico a pagar 900 reales, firmando la dotación de la capilla el 28 de enero de 1728, las patentes el día 31, la fiesta el 1 de febrero y el pago de las patentes el 10 de agosto».
 
Y no debe ponerse en duda, que incluso pensó en una fórmula más adecuada en lo económico, pero no era lo mismo yacer sólo en una ermita sin renombre, que hacerlo en un lugar significado como el Convento rodeado de tanto apellido ilustre:

«Andrés Felipe Ramos y Arias había comprado una casa en la plaza de Guía, frente a la capilla de San José, con el fin de fabricar allí una ermita al Señor San Miguel» (IBÍDEM, p. 12).

Vista (Nacho Moxica)
Conozcamos la nómina de los restos que yacían con él en la capilla del Arcángel San Miguel:

«En esta capilla se inhumó Juan de León el conquistador, el Beneficiado del Lugar de Agaete Andrés Felipe Ramos y Arias, Antonio Mendoza, Miguel Grimón y Roxas, Catalina López de Orduña y Cabrexas, Cristóbal Rodríguez de Orihuela, María Ruiz Perdomo, Fernando Sánchez, Isabel González y Beatriz Cordera (IBÍDEM, p.13).

La capilla al Arcángel de San Miguel, fundada y mandada a levantar por el conquistador Juan de León el 3 de septiembre de 1523, casado con Luisa Sánchez de Morales, como en otros muchos casos, precisó ser restaurada

«por su deterioro y dejación de sus herederos, fue cedida en patronazgo al Licenciado y Venerable Beneficiado de la Villa de Agaete Don Andrés Felipe Ramos y Arias a quién, reunida la congregación franciscana al tañer de las campanas, se le entregaron las patentes el 28 de enero de 1728. Fue también capellán su sobrino Don Miguel Grimón y Roxas que, como su tío, fue enterrado en ella el 31 de diciembre de 1742. Con el tiempo pasó a denominarse de Ánimas, sin duda porque los descendientes dejaron de cumplir con las patentes dadas en su momento en el recinto conventual» (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2000, p. 25).

Tiempo después, los bienes vinculados del presbítero Andrés Felipe Ramos y Arias, por los sucesivos sucesores se acumularon al Mayorazgo de la Casa de Pineda, al igual que los de Luis León Afonso, Bernardino Quintana y Maria Pineda, cuyo último sucesor fue Agustín Pineda Valdés.

Y los bienes dejados a sus sobrinas se acumularon en la Casa de Moreo del Castillo Muxica y Benitez Rojas, al igual que los vínculos de Blanca Moreo Castillo, Juan Bautista Espino, Amador Espino Acedo y José Rodríguez Castrillo, cuyos últimos poseedores y sucesores fueron Germán Muxica Aguilar vecino de Arucas y Andrés Bethencourt Muxica vecino de Lanzarote.

Entre los sucesores, también sobrinos, se conoce de dos eclesiásticos, capellanes y presbíteros respectivamente: Antonio Grimón y Roxas y Nicolás Grimón y Roxas.
 
Taginaste blanco (floradecanarias-com)
Refiriéndonos a los topónimos próximos del lugar, los antes mencionados Barranquillo y Hoya de las Monjas, creemos que tienen su origen en las tierras que pertenecieron por donación a las monjas Bernardas, del Convento de San Bernardo de Las Palmas: Terrenos en Faracas 8f. 6cls. rematados el 10 de octubre de 1842, escriturados el 18 de julio de 1843, tasados en 6.487 y vendidos por 31.100 reales de vellón al capitán de Guía Felipe Valdés, que puede guardar relación con el antes mencionado Agustín Pineda Valdés. Debiera entenderse que están en Facarcas o Facaracas, topónimo aborigen con el que era conocido en tiempos de la conquista todo el territorio entre el barranco homónimo, en la actualidad Barranco Hondo, hasta algo más allá de las Rehoyas de Fagagesto.

Otros topónimos son más descriptivos. Así tenemos El Tajinastal haciendo referencia a la antigua presencia de taginaste blanco (Echium decaisnei), endemismo canario que se encuentra representado en la isla de Gran Canaria. El mencionado Andén Largo, que pudiera ser el mencionado en la primera capellanía como Andenes de Justa Hernández; y Los Desriscaderos describen la peligrosidad de los escarpes y cuevas volcánicas del Barranco Hondo.

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 26 de agosto de 2016

FALCÓN, CUESTA DE (TEROR)

Topónimo con el que se conoce un tramo del camino Real de Teror al Real de Las Palmas y a la Vega de Santa Brígida, comprendido entre el Barranquillo de Ojero, al naciente del pago de Quebraderos dentro del antiguo valle de Arbejales y el pago de El Faro, tramo que en un escaso recorrido de unos 625 metros se pasa de los 600 msnm. del barranquillo a los 825 msnm. en los que se encuentra El Faro, de donde recibe el genérico de “cuesta” por el esfuerzo físico que comporta, allí donde se bifurcaba el camino Real, uno en dirección a La Vega, como ya se ha dicho, y otro en dirección a San Lorenzo por el Laurelar, y de aquí llegar hasta el Castillo de San Francisco y el Risco de San Nicolas en el Real de Las Palmas.

El camino Real por la Cuesta de Falcón desde Teror al Real de Las Palmas o a La Vega es mencionado muy temprano en la historia de la Isla, y tenemos un cita concreta en el diario redactado por el capellán agustino Fray Estevan Azevedo, de la visita del corregidor Teniente Coronel Nicolás de la Santa Ariza y Castilla a Gran Canaria en 1764, iniciada el lunes 17 de septiembre y terminada el 5 de noviembre para realizar los deslindes de la Montaña de Doramas. El viernes 19 de octubre escribía el capellán:

«Este mismo día viernes, por la tarde, despedido el Sr. Corregidor y cavalleros diputados del Vble. Cura don Lázaro Marrero y demás cavalleros que le havían cumplimentado, siguieron la derrota asia el lugar de la Vega, acompañando a el Sr. Corregidor el Alcalde, don Manuel del Toro y el Capitán don Antonio Henríquez, con parte de la comitiva, por el camino llamado de los Arbejales y la otra parte por la fragosa cuesta intitulada de Falcón, asta incorporarse con la otra parte de la comitiva en la Joya de la Caldera a donde llegó a unirse hasta condusirlos a la Vega el Alcalde del lugar don Juan Bauptista, el que por no tener casa capás para hospedar a toda la tropa, los recibió en la casa de la Señora doña Francisca Conde, sita en el pago llamado Vega de Arriba, a la que llegaron con media ora de la  noche» (ROSA OLIVERA, 1956, p. 178).

Pero el esfuerzo físico no lo era, y sigue siendo, en exclusivo de la gran pendiente, pues se veía agravado por la casi permanente humedad del suelo. Los romeros y peregrinos que por las fiestas del Pino que proceden de la Vega de Santa Brígida, a partir de El Faro continúan en su descenso por la camino vecinal asfaltado que lleva a Sagrado Corazón. La Cuesta de Falcón es utilizada en la actualidad por los lugareños y los senderistas casi en exclusivo.
 
Vista (jfemedenruta.blogspot-com)
El topónimo tiene sus orígenes en Catalina Falcón quien debió residir y tener tierras por las que atravesaba el camino, desde las tesis que se recogen a continuación:

«El primer Falcón del que existe constancia como poblador terorense es Diego Falcón, nacido en 1508 en Montehermoso del partido judicial de Coria (Cáceres); tenemos un linaje extremeño en Teror, de la tierra de los grandes emigrantes del siglo XVI; no participó en la conquista de Gran Canaria, fue poblador posterior. Resulta de una información practicada en 1575 que en este año era Capitán de Infantería Española y Alcalde de Real de Teror; estuvo casado con María Domínguez y consta que fue su única hija Leonor Falcón, bautizada en el Sagrario Catedral el 2 de febrero de 1542 y casada en Teror con el Capitán Juan Lorenzo Castellano; de este matrimonio nació Catalina Falcón, posiblemente el topónimo “Cuesta de Falcón” tiene por origen el que en este lugar vivió esta mujer y alguno de sus descendientes que siguiendo uso de la época adoptaron el apellido de la madre, esta es la opinión de Fernández de Bethéncourt [cita el autor su fuente bibliográfica: FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT, F. (1878), Nobiliario y Blasón de Canarias]; casó con Gaspar Hernández , hijo del Portugués Roque Hernández y de Elvira Gutiérrez; hijo del matrimonio Pedro Falcón, vecino de El Palmar casado con Isabel Suárez y Gil.

De esta rama procede Juan González Falcón, bautizado el 14 de septiembre de 1635, Sacerdote después de viudo, ostentando el cargo de Canónigo Doctoral de la Catedral; fundó un mayorazgo con todos sus bienes, en el que incluyó la ermita de San Isidro edificada a su costa; el cortijo de este nombre perteneció a la familia.

Los descendientes de los Falcón de Teror enlazaron con los Bethéncourt de la rama del normando Juan de Bethéncourt, con la familia Llarena, con la de Castillo Olivares, con la de León, Massieu, Matos; el ilustre Don Leopoldo Matos Massieu, ministro de la Corona tenía sangre de los que por las brumas del siglo XVI vivieron en la Cuesta Falcón»  (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, 2001, p. 137 ).

Pero conozcamos algo más del antes mencionado Juan González Falcón, que fue conocido como Canónigo Falcón en el Cabildo Catedralicio, quien puede ser sobrino de la mencionada Catalina Falcón origen del topónimo.
 
Vista (caminosdecanarias.blogspot-com)
«Juan González Falcón es un personaje excepcional del siglo XVII grancanario. Nacido en Arucas, conoció todos los estados de vida pues fue soltero, casado, padre, viudo, canónigo y sacerdote. Veamos primero su partida de bautismo:

“Juan, hijo de Isidro González y su mujer María Falcón fue bautizado en catorce día del mes de septiembre deste año de mil seiscientos y treinta y cinco años bautizole yo el cura Ojeda fue su padrino el alferes Manuel Álvares vecino de Arucas tiene óleo y crisma y lo firmo Juan Peres de Ojeda”.

Tuvo cuatro hermanos, Juan de Remont, capitán y mercader, Pedro, capitán, Salvador, ausente de la isla, y Ana, monja bernarda. Juan González Falcón estudió leyes, doctorándose en Derecho Civil y más tarde en derecho canónico.

Juan González Falcón casó en 1666 con Ángela de Arnao y Llano Valdés, de noble familia. Tuvieron un único hijo llamado Juan Silviano Falcón Valdés. A los tres años y seis meses de casado, don Juan quedó viudo. Este hecho hizo cambiar su vida, optando por el estado eclesiástico. Fundó el mayorazgo de San Isidro de Teror y su ermita, que heredó su hijo. En junio de 1671 el rey le concedió la canonjía de doctoral que previamente había solicitado. Fue ordenado de presbítero el 26 de diciembre de 1671. Como doctoral de la catedral tuvo una actividad ingente, llevando todos los pleitos del cabildo, incluso con la curia y el obispo. También fue mayordomo de la iglesia de Nuestra Señora del Pino de Teror en los años 1675 y 1676 y nombrado visitador de Teror, Arucas, y San Lorenzo a la muerte del obispo García-Jiménez, acaecida en mayo de 1690. Don Juan falleció el 26 de agosto de 1693 en su hacienda de San Isidro de Teror» (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, 2013, p. 165)

En relación con su hijo y heredero de su vínculo de bienes, tenemos algunas noticias de su relevancia social:

«Le sucedió en ese mayorazgo su único hijo D. Jacinto Silviano Falcón y Valdés, nacido en Las Palmas el 17 de Febrero de 1669, fue regidor perpetuo en la Gran Canarias capitán de milicias del regimiento provincial en Las Palmas, alcaide del Castillo de Ntra. Sra. De La Luz y Teniente Coronel de las milicias referidas. (“Nobiliario” pág. 136 y 137, Tomo VI » (QUINTANA MIRANDA, 2012, p. 27).

La canonjía que obtuvo por disposición del rey Carlos II, siendo alcalde real de Arucas su hermano Pedro González Falcón, fue recibida con recelos en el cabildo catedralicio, donde luego en escaso tiempo prosperaría por sus conocimientos en leyes, llegando a ostentar la máxima confianza episcopal, según resulta de los extractos de sus acuerdos:

18 de enero de 1672 núm. 1.846 «Que se permita al señor canónigo doctoral Falcón reciba el título de provisor, pero sin ejemplar ni derogar la bula de Urbano 8º que lo prohíbe (No admitió)».

4 de abril de 1672 núm. 1.850 «Recusación de los conjúdices por auto del señor provisor; y nombramiento de los señores maestreescuela y canónigo Falcón» (VIERA Y CLAVIJO, 2007, p. 259).

9 de enero de 1673 núm. 1.867 «Conjúdices, los señores chantre Alviturría y canónigo doctoral Falcón» (IBÍDEM, p.261).

7 de enero de 1687 núm. 2.016 «Conjúdices, los señores chantre Ponte Molina y canónigo doctoral Falcón» (IBÍDEM, p. 280).

Lo encontramos también dirimiendo los problemas y conflictos de protocolos con repercusión social que acontecían dentro del ámbito eclesiástico, recibiendo la máxima confianza en los “secretos del cabildo catedralicio” para requerir satisfacciones en estos lances:

26 de marzo de 1674 núm. 1.891 «En este día se trató del caso sucedido en el monasterio de las monjas de San Bernardo, estando convidados los señores capitulares a la exploración de unas religiosas hermanas del señor prior Manriques y prevenídoseles sillas para sentarse, al llegar al dicho monasterio las encontraron en la calle. Se mandaron entrar, pero llegó al mismo tiempo el provisor con sus ministros para estorbarlo. El señor deán, a nombre del Cabildo, se lo protestó en forma, requiriéndole con las reales cédulas para que no ocasionase escándalos, ni perturbase la posesión, y apelando de cualesquiera censuras o penas, etc. Procedió, no obstante, el dicho provisor con violencia a impedir el uso de las sillas; pero los señores capitulares se sentaron. Dentro de un gran rato volvió un notario con un cedulón en la mano publicando por excomulgados a los que estaban sentados en ellas, y el señor deán volvió a apelar y a protestar la nulidad. El provisor hizo, en fin, sacar de la iglesia las sillas que habían ocupado los prebendados, pero no las de los seglares y religiosos.

El Cabildo, pues, acordó pasadas todas las irregularidades y nulidades de semejante exceso del provisor y que dicho señores capitulares no se diesen por incursos en las censuras; que se diese cuenta al señor obispo por medio de mensajero; se recusase al dicho provisor (capellán real, que “había llevado calabazas” en la oposición a la doctoral); y, finalmente, que pasase a la Corte el señor D. Juan González Falcón a dar cuenta a Su Majestad con instrucciones secretas, etc., etc. También, se dijo que se desfijasen cuantos cedulones se encontrasen» (IBÍDEM, p. 264).
 
Siempre esmeró su imagen pública el doctoral Falcón, con reciprocidad entre sus villas preferidas, y así conocemos que regaló a la parroquia de San Juan Bautista de Arucas

«una casulla y ornamentos acompañantes [estola y manípulo de tela de guarnición de oro fino aforrada de tafetán carmesí de granada], de tela blanca guarnecida de oro, para usarse en las fiestas del Patrono y de la Virgen del Rosario en las funciones que se celebraren en el altar mayor; y si se faltare á estas condiciones, que pase la casulla á la iglesia de Ntra. Sra. del Pino»,

y también otra donación a la parroquia de Teror

«Una alfombra nueva con que sirve a Nuestra Señora […] con calidad de que solo ha de servir a las festividades de Nuestra Señora en esta su iglesia, sin que salga de ella ni que sirva a cosas profanas, y constando sacarse de la iglesia y servir fuera de ella pase al señor San Juan Baptista de dicha villa de Arucas».

Hemos de mencionar también, un año antes de su fallecimiento, muy próximo a uno de esos enigmáticos hechos que podía presuponerse como milagrosos y que tenían gran notoriedad pública, si bien pudieran tener su explicación en el resecado de la madera de la imaginería, hecho acontecido el  13 de marzo de 1692 del “Sudor de la imagen de san Juanito”:

Vista (jfemedenruta.blogspot-com)
«“Yo Salvador Gómez Montero y Betancurt, presbitero, Notario Mayor de este Obispado, certificado, doy fe y verdadero testimonio a los señores que la presente vieren cómo hoy, que se cuentan trece de marzo de este presente año de mil seiscientos y noventa y dos, a las nueve de la mañana, poco más o menos, estando yo el Notario junto a la puerta, por donde se sube al órgano de esta Catedral, vi que iban aprisa algunos capellanes y personas seglares para la nave de San Sebastián (evangelio) habiéndose acabado de cantar un aniversario en la Capilla de Sor. San Gregorio Papa, que es la primera colateral del lado del evangelio de esta dicha Catedral, me fui para dicha parte y, habiendo llegado a la dicha Capilla de Sor. San Gregorio, hallé que muchos señores capellanes y seglares estaban arriba en el altar, y preguntando que qué había allí, 

me dijeron que la imagen de Sor. San Juan Baptista, de hechura de bulto Niño, estaba sudando, y subiendo yo el Notario a dicho altar, vi que entre los señores que estaban en el concurso era uno el Señor Doctor don Juan González Falcón, Canónigo Doctoral de esta Catedral, que estaba limpiando algunas gotas de sudor que tenía dicha imagen de Sor. San Juan en el rostro, y asimismo vi que el Señor Doctor Don Juan de la Barrera, Arcediano de Tenerife Dignidad en esta dicha Catedral, limpió del rostro de dicha imagen otra gota, y que el Lido. don Juan Leal Cabeza, abogado de la Real Audiencia de esta isla y Capellán de su Majestad en esta Catedral, estaba limpiando con un purificador algunas gotas del dicho sudor que, al parecer, eran como gotas de cuerpo humano, asimismo otros señores y capitulares hicieron lo mismo, lo cual duró por tiempo de un cuarto de hora, poco más o menos, y dichos señores capitulares mandaron poner dicha imagen de San Juan y la del Niño Jesús, que se habían puesto en dicho altar de San Gregorio para adorno de la fiesta que se había celebrado el día de ayer, que se contaron doce del corriente, en el altar mayor …”» (CAZORLA LEÓN, 1992, p. 153).

Esta amplia información sobre el canónigo doctoral Falcón, tiene por fin el conocimiento de su personalidad, pues aun respetando las tesis antes recogidas del posible origen del topónimo, consideramos que la notoriedad del lugar y atajo del camino Real que dio lugar al mismo no se deba a la circunstancia de que su tía Catalina Falcón pudiera vivir y tener tierras en el lugar, pues son más relevantes los muchos traslados que por estos caminos Reales realizó el canónigo Falcón. Y no lo es exclusivamente por su condición de visitador de las parroquias de Arucas, San Lorenzo y Teror.

Es importante para sostener esta tesis la trazabilidad que nos deja la huella del canónigo Falcón y de sus recorridos habituales, pues por todos los lugares que transitaba fue descubriendo posibilidades de adquisición de buenas tierras y aguas, y así llegó a tener un amplio patrimonio que vinculó en su mayorazgo (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, Apéndice Dctal. p. 56), todas ellas de gran interés agrícola y de esta gran actividad económica que se encomendara a san Isidro, además de la onomástica de su padre, y más allá del fervor, la erección de su ermita que «supone un intento por imprimir mayor carácter a una gran propiedad» (IBÍDEM, p. 816).

Y así vemos, al margen de sus casas en el Real de Las Palmas, la localización de sus propiedades agrarias consecuencia de sus frecuentes itinerarios:

En San Lorenzo, 257 fanegadas, 7 celemines y 2 cuartillos de una «Hacienda y cortijo con diferentes casas, tierras labradías y montuosas, bajo de riego y "secano", con diferentes árboles frutales, y 2 1/2 días de agua con sus noches del Hto. del Dragonal».

En Teror, 6f. y 4cls. de «Terreno en los Llanos de Roque»; 14f. y 3cts. de «Suertes de tierra labradía, manchón y riscos en las Cadenas (Arbejales)»; 3f., 11cls. y 2cts. de «Cercado de tierra labradía, manchón, riscos y "arrifes" en la Degollada (Arbejales)»; 3f. y 6cls. del «Cercado en el llano de Porras ("Llano de D, Jacinto") con 2 días de agua de la Acequia del Álamo en el Pedregal»; 55f., 3cls. y 2cts de «Hacienda de árboles y tierra labradía con fuentes, casas y ermita en San Isidro»; 7f. y 3cts. de «Hacienda con árboles frutales, tierra labradía con 6 días y sus noches de agua del Barranquillo de la Fuente de Ortiz y 1 de la Acequia Real de los Llanos con casas de alto y bajo en el Callejón de las Palmas»; 32 f. de «Tierras labradías y "arrifes" en los "Granadillares"»; 3f. y 2cts. de «Cercado labradío con "arrifes" denominada "Fuente de San Vicente" en el Palmar»; 3f. y 10cls. «Cercado frente al anterior denominado "Cueva Morena" en el Palmar»; 7f. de «Suertes de tierra denominadas "Llanos de las Eras" en el Palmar».

En Arucas, 11 f. y 10 cls. de «Tierras de riscos y "arrifes" en "Enrique Yánez"».

Y, en la Vega de San Mateo, 48 f. y 3 cts. de «Hacienda denominada Collado con sus casas, estanques, una fuente y manantiales».

Silla de manos
Hemos ordenado la mención de sus propiedades siguiendo los caminos Reales desde San Lorenzo a Teror, de Teror a la Vega de Arriba y de Teror a Arucas, de forma que pueda apreciarse que todas ellas están a su paso.

Pero además hemos de tener en cuenta que el mayor exponente del significado etimológico del genérico topónimo “cuesta”, viene dado por las condiciones especiales de su salud que conocemos de los extractos de los acuerdos del cabildo catedralicio:

29 de marzo de 1674 núm. 1.894 «Habiendo renunciado el señor canónigo doctoral Falcón la diputación a la Corte por su achaque del pecho, nombró el Cabildo al mismo fin al señor deán D. Diego Romero Botello, quien lo aceptó, y se le mandaron dar letras de tres mil pesos».

Su “achaque del pecho” que pudo impedir las grandes caminatas que debió hacer en los dos años siguientes como visitador a las tres parroquias antes dichas, debieron obligar a la necesidad de desplazarse en “silla de manos”, lo habitual siglos atrás, que no es otra cosa que una silla o cabina rodeada de ventanas para un solo ocupante, con andas que eran llevadas al hombro por al menos dos porteadores delante y dos detrás, conocidos como “hombres de silla”.

Hemos de imaginar el esfuerzo físico que “cuesta” a los portadores de la “silla de manos” del canónigo Falcón bajar o subir desde El Faro a Quebraderos, o viceversa, tanto por su peso como por su volumen y el plano inclinado del resbaladizo camino, hecho que no pasaría desapercibido por los lugareños para recordar el atajo en su memoria.

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 12 de agosto de 2016

VEGA, BARRANCO DE Y HOYA DE LA (GÁLDAR)

Topónimos que localizamos en las vertientes de poniente de Pico Viento y el Llano de la Cebada, confundiéndose ambos en su espacio geográfico dado el eje primario lo es el barranco y la amplitud de sus escorrentías laterales por la erosión natural en la formación geológica de esta parte de la isla dio a lugar un apartado y escondido lugar. Si bien el barranco mantiene el topónimo original, la Hoya ha sufrido la corrupción con la adición del “artículo determinado”, que induce a creer que el topónimo es dependiente de la Vega de Gáldar, cuando su origen es antropónimo, y en el apellido “De Vega” desde la arribada del conquistador Pedro de Vega, cuya saga terminará emparentándose con los descendientes de los Guanartemes.

Una mejor comprensión de su situación la alcanzamos desde la referencia de la Carretera de Las Cruces a Saucillo (GC-220), dado que a la altura del lugar de Las Minas, el Barranco de la Hoya de Vega tributa sus aguas al Barranco de Agazaga o de Campito, que cruza bajo la anterior carretera aproximadamente en el punto kilométrico 3,5 en una curva para salvar la vaguada y desde donde puede verse al fondo el inicio de la Hoya.
 
Detalle de panorámica (lospasosquedejamosatras.blogspot-com)
Una antigua referencia del topónimo la tenemos en el descripción que se hace de la Dehesa del Prado de Pico Viento, por los deslindes de baldíos y realengos efectuados como consecuencia de la Real Cédula de 22 de agosto de 1705, que nos remite a numeros topónimos de su entorno.

«III.-TIERRAS DE PICO VIENTO
Por la parte que pertenece a Guía y Agaete linda con el Lomito de los Carniceros que mira a la "Joya" de las Escribanas, laderilla adelante a dar encima de un Caiderillo que está debajo de la Cueva del Poleo, el Barranquillo arriba a dar a una Degolladita del Camino de la Carrera, cogiendo por la Barranquera abajo a dar a la "Joya" de Vega, todo el Barranquillo abajo cogiendo un Barranquito arriba que sale a la Corona que dicen de Pico de Viento, cogiendo de dicha Corona a una "Joyeta" abajo a dar a un Barranquito, todo el Barranquito abajo cogiendo una cordillerita adelante a dar a un Lomito que dicen de los Carniceros. Por la parte de Gáldar linda desde la Cueva de la "Joya" de Vega, el Barranco abajo, a dar a la Mina de Samarrita, a la Mina del Chorrito, lindando con tierras del Maestro de Campo Cabrejas y don Juan Cabrejas, las veredas de las minas adelante al Lomo del Toscal, vereda adelante a dar a Peña amarilla de la Fuente a la boca de la mina y tierras de don Juan Antonio de Rojas, Barranquillo arriba a dar al morro· del corral viejo donde están unos barbusanos, cogiendo la cordillera adelante a dar encima del morro del Tomadero, cogiendo un espigoncito abajo a dar a la Gambuesa de las Yeguas, la cordillera adelante a dar con tierras de don Diego Pineda, llegando a la Cancelilla que dicen de Pico Viento, la cordillera adelante lindando con tierras de Esteban González a dar al primer lindero donde comenzaba Guía.
Por la parte de Gáldar linda desde la Cueva de la "Joya" de Vega, el Barranco abajo, a dar a la Mina de Samarrita, a la Mina del Chorrito, lindando con tierras del Maestro de Campo Cabrejas y don Juan Cabrejas, las veredas de las minas adelante al Lomo del Toscal, vereda adelante a dar a Peña amarilla de la Fuente a la boca de la mina y tierras de don Juan Antonio de Rojas, Barranquillo arriba a dar al morro del corral viejo donde están unos barbusanos, cogiendo la cordillera adelante a dar encima del morro del Tomadero, cogiendo un espigoncito abajo a dar a la Gambuesa de las Yeguas, en la cordillera adelante a dar con tierras de don Diego Pineda, llegando a la Cancelilla que dicen de Pico Viento, la cordillera adelante lindando con tierras de Esteban González a dar al primer lindero donde comenzaba Guía. » (SUÁREZ GRIMÓN, 1978, p. 267).
Pero además de los distintos topónimos que nos aporta esta descripción, resaltamos para el estudio de este topónimo, que la “Joya de Vega” es el epicentro de los intereses en el reparto que después se hará de esta Dehesa entre los ayuntamientos de Gáldar y Guía principalmente -también algo de tierras correspondieron a Agaete-, cuando la línea divisoria actual entre Gáldar y Guía está mucho más hacia naciente, por allá del Lomo de Los Silos, concretamente en La Degollada, junto a El Cabezo de la Montaña de Guía, allí donde se iniciaban dos distintos caminos Reales, uno hacia Gáldar y otro hacia Guía, que emegen de las luchas de los poderes económicos de las familias de los Carvajal y de los Pineda.
 
Vista descendente (Google Earth)
Pero además de esta controversia de los territorios, nos describe unas tierras con abundancia de afloramientos de agua cuando menciona minas, fuentes y tomaderos, panorámica muy distinta del dominante árido cardonal actual.

Conozcamos ahora algo más de Pedro de Vega, quien aparece entre los vecinos de Gáldar (conquistadores, pobladores y canarios aborígenes) otorgantes de amplio poder a favor de Francisco Jáimez de Sotomayor, hijo del alférez mayor de la conquista Alonso Jáimez de Sotomayor, ante el escribano público el 24 de octubre de 1526, para pleitear la decisión del gobernador de la Isla y su justicia mayor, Martín Fernández Cerón, de crear una alcaldía real para la localidad de Guía, que hasta entonces era parte del término de Gáldar. Recurrida formalmente, fue primero revocada la decisión, pero la presión del “poderoso grupo guiense”, en otro histórico pleito este por políticas de jurisdicciones y territorios, que al final se consolidó con el nombramiento de su primer alcalde de Fernando Alonso de la Guardia.

«Pedro el Rey, o de Vega, fue conquistador de Gran Canaria, donde casó con la indígena Catalina Hernández y fueron padres de Luis de Vega» (BONNET SUÁREZ, 1960, p. 119) y lo encontramos al lado de doña Catalina de Guzmán, la infanta Masequera antes de ser bautizada, de Luisa de Betancor o Guanarteme, antes Tenesoya Vidina, hermana de Autindana, de los Betancor o Bethencourt, Pineda, Soria o Quintana, Aguilar, Trejo Carvajal, Arjona, Miranda, Rodríguez de Orihuela, Mayorga etc. y sumando a su hijo a esta personación histórica para la Villa de Gáldar:

«Luis de Vega fue hijo del anteriormente citado Pedro de Vega (el Rey). Casó con Leonor de Quintana y procrearon a Juan de Vega, prior de la Catedral de Canarias, a Antonio de Vega, racionero de la misma iglesia, y a Pedro de Vega y Quintana» (IBÍDEM, p. 120).

Leonor de Quintana es hija del conquistador Juan de Quintana o de Soria y de la canaria Maria de González (CEBRIÁN LATASA, 2003, p. 394), de la que se debate su ascendencia. También estuvo casado con la hija de Pantaleón Palomar y la portuguesa Maria Alvares, y nieta por consiguiente de Francisco Palomar “el Viejo”:

«Antonia Palomar, que estuvo casada con Luis de Vega, así como de dos hijos de estos últimos, Luis y Catalina de Vega, que ambos probaron ante la Inquisición de Canarias su limpieza de sangre, en 1575 y 1576, respectivamente, para obtener familiaturas del Santo Oficio, tanto Luis como Diego Flores de San Juan, marido de su hermana» (ROSA OLIVERA, 1972, p. 115).

Los homónimos antes nombrados Luis de Vega, padre e hijo, acreditaron su buena posición económica y a ambos los encontramos comprando esclavos negros. El padre conocido por “el Viejo” compró a una esclava negra de 18 años llamada María en 1529 y el hijo conocido por “el Mozo”, un varón negro de 30 años llamado Simón en 1575 (LOBO CABRERA, 1982). También localizamos al abuelo Pedro “el Rey” haciendo negocios con los productos de sus tierras

«El morisco Bartolomé de Lugo pagaba tres botas de vino a Pedro de Vega, residente en Gáldar, en 1.500 maravedís, 6’5 fanegas de cebada, 2 de trigo y en el servicio de ensarmentarle un parral, haciendo los “engavilles” y amarrándolos» (LOBO CABRERA, 1983, p. 89 ).
 
Vista ascendente (Google Earth)
De los vínculos de la familia galdense De Vega con la nobleza aborigen obtenemos mayor información genealógica razonada:

«De los hijos habidos con Catalina Fernández Guanarteme y de sus tres matrimonios hay evidencias para creer que estuvieron vinculados entre sí por lazos de consanguinidad por línea materna. Así se explica que en el protocolo viejo nº 4 de Guía aparezca Luis de Vega, hermano de Pantaleón, hijo de Luis de Vega “el viejo” (y nieto de Pedro de Vega el rey y de Catalina Fernández Guanarteme) como tutor de Antonio, Fernando, Rodrigo, María Mayor e Isabel, hijos de Fernando Domínguez y de Sebastiana Mayor que no es otra que la Sebastiana Mayor que cita el testamento de Catalina Fernández Guanarteme como su hija.

El que un Vega ejerza la tutoría de los hijos de Bastiana tras la muerte temprana de esta puede ser efectivamente una evidencia para sostener que, a pesar de que nos los cita en el testamento, existían lazos familiares muy estrechos entre ellos. Al sostener que Bastiana es la hija mayor de Catalina, habida de su primer matrimonio con Pedro de Vega, el rey, nosotros conjeturamos que fue su hermano Luis de Vega el viejo (el continuador de la estirpe pues su hermano Juan hace carrera religiosa) y no su sobrino homónimo quien en realidad se hizo cargo de sus hijos tras su muerte.

Es probable que tras el repudio de su primer marido, Catalina haya abandonado el hogar familiar acompañada de Bastiana, su hija mayor. Por no sabemos qué oscuras razones, Catalina no quiso reconocer en su testamento a los hijos varones habidos con Pedro el Rey los cuales  no quedaron bajo su tutela» (HERNÁNDEZ BAUTISTA of GARCÍA TORRES, 2013).
 
Barranco de Agazaga, aguas arriba Barranco de Vega (Google Earth)

Estos lazos nos acercan a la titularidad de esta tierras a favor de los De Vega, del antrotopónimo en la transición entre la Villa de Gáldar y las tierras de Artazo que ocuparon los descendientes de canarios en la medida que fueron hostigados por los colonos pobladores de las tierras bajas, ascendiendo hacia las tierras de los pastos de la Dehesa del Prado de Pico viento y el “lugar de plantaciones” de Artazo (REYES GARCÍA, 2011, 'artaço').

Las generaciones siguientes de los De Vega en la villa de Gáldar hasta el siglo XVII, van a tener en los libros de bautismos padrinazgos muy distinguidos de las familias que ocupaban los primeros bancos de la Iglesia del Señor Santiago.

Este lugar es transitado por senderistas y caminantes que siguen el curso del Canal de la Presa de los Pérez, que se convierte así en un auténtico paseo en un territorio rural alejado del mundo urbanizado que guarda en sus entrañas historias vividas en los siglos inmediatos a la conquista de la isla relacionadas con la sociedad galdense. Arriba estaba el pasto y la cebada que daban sustento a multitud de familias cuyos nobles ancestros vivieron el paso de la prehistoria a la historia.

Localización (IDE Gran Canaria)