Topónimos que localizamos en las vertientes de poniente de Pico Viento y el Llano de la Cebada, confundiéndose ambos en su espacio geográfico
dado el eje primario lo es el barranco y la amplitud de sus escorrentías
laterales por la erosión natural en la formación geológica de esta parte de la
isla dio a lugar un apartado y escondido lugar. Si bien el barranco mantiene el
topónimo original, la Hoya ha sufrido
la corrupción con la adición del “artículo determinado”, que induce a creer que
el topónimo es dependiente de la Vega de Gáldar, cuando su origen es
antropónimo, y en el apellido “De Vega”
desde la arribada del conquistador Pedro
de Vega, cuya saga terminará emparentándose con los descendientes de los Guanartemes.
Una mejor comprensión de su situación la alcanzamos desde la
referencia de la Carretera de Las
Cruces a Saucillo (GC-220), dado que a la altura del lugar de Las Minas, el Barranco de la Hoya de Vega tributa sus aguas al Barranco de Agazaga o de Campito, que cruza bajo la anterior
carretera aproximadamente en el punto kilométrico 3,5 en una curva para salvar
la vaguada y desde donde puede verse al fondo el inicio de la Hoya.
Una antigua referencia del topónimo la tenemos en el descripción
que se hace de la Dehesa del Prado de
Pico Viento, por los deslindes de baldíos y realengos efectuados como consecuencia
de la Real Cédula de 22 de agosto de 1705, que nos remite a numeros topónimos
de su entorno.
«III.-TIERRAS DE PICO VIENTO
Por la parte que pertenece a Guía y
Agaete linda con el Lomito de los Carniceros que mira a la "Joya" de
las Escribanas, laderilla adelante a dar encima de un Caiderillo que está
debajo de la Cueva del Poleo, el Barranquillo arriba a dar a una Degolladita
del Camino de la Carrera, cogiendo por la Barranquera abajo a dar a la
"Joya" de Vega, todo el Barranquillo abajo cogiendo un Barranquito
arriba que sale a la Corona que dicen de Pico de Viento, cogiendo de dicha
Corona a una "Joyeta" abajo a dar a un Barranquito, todo el
Barranquito abajo cogiendo una cordillerita adelante a dar a un Lomito que
dicen de los Carniceros. Por la parte de Gáldar linda desde la Cueva de la
"Joya" de Vega, el Barranco abajo, a dar a la Mina de Samarrita, a la
Mina del Chorrito, lindando con tierras del Maestro de Campo Cabrejas y don
Juan Cabrejas, las veredas de las minas adelante al Lomo del Toscal, vereda
adelante a dar a Peña amarilla de la Fuente a la boca de la mina y tierras de
don Juan Antonio de Rojas, Barranquillo arriba a dar al morro· del corral viejo
donde están unos barbusanos, cogiendo la cordillera adelante a dar encima del
morro del Tomadero, cogiendo un espigoncito abajo a dar a la Gambuesa de las
Yeguas, la cordillera adelante a dar con tierras de don Diego Pineda, llegando
a la Cancelilla que dicen de Pico Viento, la cordillera adelante lindando con
tierras de Esteban González a dar al primer lindero donde comenzaba Guía.
Por la parte de Gáldar linda desde la
Cueva de la "Joya" de Vega, el Barranco abajo, a dar a la Mina de
Samarrita, a la Mina del Chorrito, lindando con tierras del Maestro de Campo
Cabrejas y don Juan Cabrejas, las veredas de las minas adelante al Lomo del Toscal,
vereda adelante a dar a Peña amarilla de la Fuente a la boca de la mina y
tierras de don Juan Antonio de Rojas, Barranquillo arriba a dar al morro del
corral viejo donde están unos barbusanos, cogiendo la cordillera adelante a dar
encima del morro del Tomadero, cogiendo un espigoncito abajo a dar a la
Gambuesa de las Yeguas, en la cordillera adelante a dar con tierras de don
Diego Pineda, llegando a la Cancelilla que dicen de Pico Viento, la cordillera
adelante lindando con tierras de Esteban González a dar al primer lindero donde
comenzaba Guía. » (SUÁREZ GRIMÓN, 1978, p. 267).
Pero además de los distintos topónimos que nos aporta esta
descripción, resaltamos para el estudio de este topónimo, que la “Joya de Vega” es el epicentro de los intereses
en el reparto que después se hará de esta Dehesa entre los ayuntamientos de
Gáldar y Guía principalmente -también algo de tierras correspondieron a
Agaete-, cuando la línea divisoria actual entre Gáldar y Guía está mucho más
hacia naciente, por allá del Lomo de Los
Silos, concretamente en La Degollada,
junto a El Cabezo de la Montaña de Guía, allí donde se iniciaban
dos distintos caminos Reales, uno
hacia Gáldar y otro hacia Guía, que emegen de las luchas de los poderes
económicos de las familias de los Carvajal
y de los Pineda.
Pero además de esta controversia de los territorios, nos
describe unas tierras con abundancia de afloramientos de agua cuando menciona
minas, fuentes y tomaderos, panorámica muy distinta del dominante árido
cardonal actual.
Conozcamos ahora algo más de Pedro de Vega, quien aparece entre los vecinos de Gáldar (conquistadores,
pobladores y canarios aborígenes) otorgantes de amplio poder a favor de Francisco Jáimez de Sotomayor, hijo del alférez mayor de la
conquista Alonso Jáimez de Sotomayor,
ante el escribano público el 24 de octubre de 1526, para pleitear la decisión
del gobernador de la Isla y su justicia mayor, Martín Fernández Cerón, de crear una alcaldía real para la
localidad de Guía, que hasta entonces era parte del término de Gáldar.
Recurrida formalmente, fue primero revocada la decisión, pero la presión del “poderoso
grupo guiense”, en otro histórico pleito este por políticas de jurisdicciones y
territorios, que al final se consolidó con el nombramiento de su primer alcalde
de Fernando Alonso de la Guardia.
«Pedro el Rey, o de Vega, fue conquistador de Gran Canaria,
donde casó con la indígena Catalina Hernández y fueron padres de Luis de Vega» (BONNET
SUÁREZ, 1960, p. 119) y lo encontramos al lado de doña Catalina de Guzmán, la infanta
Masequera antes de ser bautizada, de Luisa de Betancor o Guanarteme, antes Tenesoya
Vidina, hermana de Autindana, de los Betancor o Bethencourt, Pineda, Soria o
Quintana, Aguilar, Trejo Carvajal, Arjona, Miranda, Rodríguez de Orihuela,
Mayorga etc. y sumando a su hijo a esta personación histórica para la Villa de Gáldar:
«Luis de Vega fue hijo del
anteriormente citado Pedro de Vega (el Rey). Casó con Leonor de Quintana y
procrearon a Juan de Vega, prior de la Catedral de Canarias, a Antonio de Vega,
racionero de la misma iglesia, y a Pedro de Vega y Quintana» (IBÍDEM, p. 120).
Leonor de Quintana es hija del
conquistador Juan de Quintana o de Soria y de la canaria Maria de González (CEBRIÁN LATASA, 2003,
p. 394), de la que se debate su ascendencia. También estuvo casado con la hija
de Pantaleón Palomar y la portuguesa Maria Alvares, y nieta por consiguiente
de Francisco Palomar “el Viejo”:
«Antonia Palomar, que estuvo casada con Luis de Vega, así
como de dos hijos de estos últimos, Luis y Catalina de Vega, que ambos probaron
ante la Inquisición de Canarias su limpieza de sangre, en 1575 y 1576, respectivamente,
para obtener familiaturas del Santo Oficio, tanto Luis como Diego Flores de San
Juan, marido de su hermana» (ROSA OLIVERA, 1972, p. 115).
Los homónimos antes nombrados Luis de Vega, padre e hijo, acreditaron su buena posición económica
y a ambos los encontramos comprando esclavos negros. El padre conocido por “el Viejo” compró a una esclava negra de
18 años llamada María en 1529 y el
hijo conocido por “el Mozo”, un varón
negro de 30 años llamado Simón en 1575 (LOBO CABRERA, 1982). También localizamos
al abuelo Pedro “el Rey” haciendo
negocios con los productos de sus tierras
«El morisco Bartolomé de Lugo
pagaba tres botas de vino a Pedro de Vega, residente en Gáldar, en 1.500
maravedís, 6’5 fanegas de cebada, 2 de trigo y en el servicio de ensarmentarle
un parral, haciendo los “engavilles” y amarrándolos» (LOBO CABRERA, 1983, p. 89
).
De los vínculos de la familia galdense De Vega con la nobleza
aborigen obtenemos mayor información genealógica razonada:
«De los hijos habidos con Catalina Fernández Guanarteme y de
sus tres matrimonios hay evidencias para creer que estuvieron vinculados entre
sí por lazos de consanguinidad por línea materna. Así se explica que en el
protocolo viejo nº 4 de Guía aparezca Luis de Vega, hermano de Pantaleón, hijo
de Luis de Vega “el viejo” (y nieto de Pedro de Vega el rey y de Catalina
Fernández Guanarteme) como tutor de Antonio, Fernando, Rodrigo, María Mayor e
Isabel, hijos de Fernando Domínguez y de Sebastiana Mayor que no es otra que la
Sebastiana Mayor que cita el testamento de Catalina Fernández Guanarteme como
su hija.
El que un Vega ejerza la
tutoría de los hijos de Bastiana tras la muerte temprana de esta puede ser efectivamente
una evidencia para sostener que, a pesar de que nos los cita en el testamento,
existían lazos familiares muy estrechos entre ellos. Al sostener que Bastiana
es la hija mayor de Catalina, habida de su primer matrimonio con Pedro de Vega,
el rey, nosotros conjeturamos que fue su hermano Luis de Vega el viejo (el
continuador de la estirpe pues su hermano Juan hace carrera religiosa) y no su
sobrino homónimo quien en realidad se hizo cargo de sus hijos tras su muerte.
Es probable que tras el
repudio de su primer marido, Catalina haya abandonado el hogar familiar acompañada
de Bastiana, su hija mayor. Por no sabemos qué oscuras razones, Catalina no
quiso reconocer en su testamento a los hijos varones habidos con Pedro el Rey
los cuales no quedaron bajo su tutela» (HERNÁNDEZ
BAUTISTA of GARCÍA TORRES, 2013).
Estos lazos nos acercan a la titularidad de esta tierras a
favor de los De Vega, del antrotopónimo
en la transición entre la Villa de Gáldar y las tierras de Artazo que ocuparon los descendientes de canarios en la medida que
fueron hostigados por los colonos pobladores de las tierras bajas, ascendiendo
hacia las tierras de los pastos de la Dehesa
del Prado de Pico viento y el “lugar de plantaciones” de Artazo (REYES GARCÍA, 2011, 'artaço').
Las generaciones siguientes de los De Vega en la villa de Gáldar hasta el siglo XVII, van a tener en
los libros de bautismos padrinazgos muy distinguidos de las familias que
ocupaban los primeros bancos de la Iglesia del Señor Santiago.
Este lugar es transitado por senderistas y caminantes que
siguen el curso del Canal de la Presa de
los Pérez, que se convierte así en un auténtico paseo en un territorio
rural alejado del mundo urbanizado que guarda en sus entrañas historias vividas
en los siglos inmediatos a la conquista de la isla relacionadas con la sociedad
galdense. Arriba estaba el pasto y la cebada que daban sustento a multitud de
familias cuyos nobles ancestros vivieron el paso de la prehistoria a la
historia.
Localización (IDE Gran Canaria) |
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