viernes, 2 de septiembre de 2016

PINEDA (GÁLDAR)

Topónimo con el que es conocido el lugar situado en la Vega de Abajo que encontramos en los altos del Andén Largo y de Los Desriscaderos de los escarpes septentrionales del Barranco Hondo, a al sur del Barranquillo y Hoya de las Monjas, y entre el Lomo del Pico a su naciente y El Tajisnaltal a su poniente, inmerso en un territorio rural en el que se cultivaban en siglos pasados los cereales.

Vista (Nacho Moxica)
Tiene su origen en los sucesores de una de las capellanías fundadas por el presbítero y beneficiado de la Parroquia de la Concepción de Agaete Andrés Felipe Ramos y Arias, tal como más adelante veremos, que si bien no tiene otros encantos que el paisaje del lugar y como anfiteatro natural del Valle de Agaete, nos permite conocer los orígenes de la toponimia en su entorno, y profundizar en los hábitos y estilos de la vida que se daban en la cultura del Antiguo Régimen de la Propiedad a través de la figura de un párroco que cultivó y cuidó las prácticas endogámicas de la sociedad de Gáldar y Guía en los siglos XVII y XVIII.

La más antigua referencia biográfica que tenemos de Andrés Felipe Ramos, de quien todo parece indicar que “Felipe” es apellido, la encuentra nuestra fuente bibliográfica en el Archivo de la Parroquia de Guía, Libro de bautismos, IV, 1670-1690, ff. 169 r. referida al asiento del correspondiente a la niña bautizada como Luisa, que lo fue el 12 de julio de 1689 con licencia por don Feliz Espino Peloz, actuando de padrino el Clérigo subdiácono don Andrés Felipe. Firmó la partida el presbítero.

Luisa es hija del matrimonio formado por el Capitán del Regimiento de Infantería de Guía Francisco Melián Hernández con su segunda mujer Andrea Hernández Rodríguez. En primeras nupcias estuvo casado con Luisa Felipe que falleció el 12 de junio de 1687 (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2008, p. 53). Deducimos del nombre de su primera mujer, que pudiera tener parentesco de sangre con Andrés Felipe Ramos, y de aquí que supongamos adverar el apellido “Felipe”. En este capitán concurre también que será Síndico del franciscano Convento de San Antonio de Padua de la villa de Gáldar.

Ortofoto (Google Earth)
Entendamos el poder mediático que la misma fuente bibliográfica otorga al cargo de Síndico del Convento para entender de la importancia y notoriedad social que el mismo representaba, convento al que estará muy vinculado el pb. Andrés Felipe Ramos.

«La figura del síndico en los conventos franciscanos era primordial. Su nombramiento corría por cuenta de los Padres Guardianes, bastando con su linaje, su posición social y el respaldo de su fortuna. El cargo tenía carácter laico o eclesiástico y ajeno por completo a la Orden, aunque sujeto al rango y a la ocupación que desempeñaba en sus localidades respectivas. Fue un puesto habitualmente apetecido y los más solícitos en ostentar dicho honor fueron los vecinos de la villa de Guía y en especial los mandos del Regimiento de Infantería y Granaderos, ya que aseguraban su prestigio social y espiritual, además de una ventana abierta hacia la eternidad. En su nombre administraban los recursos de la congregación, librándolos de esta manera de tan pesada carga, ocupando así su tiempo al estudio y al trabajo manual, a su huerta y a las obligaciones evangélicas y pastorales, conservando en la práctica la pobreza.

[…] El primer síndico fue el vecino de Gáldar don Jerónimo de Pineda, a la sazón también de los monasterios de la Orden Franciscana en Canarias y Regidor de Gran Canaria. Casó con doña María de Betancurt, hija legítima de Maciot de Bethencourt y Bracamonte y de doña Luisa Guanarteme de Bethencourt, antes del bautismo Infanta Tenesoya Vidina» (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2008, p. 40).

El último párrafo nos aproxima a la sociedad que nuestro presbítero elige como referentes, donde los apellidos Melián, Bethencourt, León, Hernández o Fernández, Pineda, Quintana, Verde, Aguilar, Carvajal, Guzmán y Guanarteme, Grimón, Roxas, Rodríguez Orihuela, etc., componen la élite de los arribados, los primeros procedentes de Lanzarote y los restantes de los reinos de Castilla y Aragón, unos como conquistadores y otros como colonos pobladores, eligiendo de consortes a las descendientes de la gran nobleza aborigen, formando así una sociedad endogámica. Unos fijando su estancia en Guía y alcanzando la independencia jurisdiccional de Gáldar, aunque algunos habían ostentado el cargo de Alcalde “de sueldo” de Gáldar, y otros estantes en esta última; y de los primeros, aquellos que son mandos del Regimiento de Guía, opositarán por su prestigio y respaldo económico para ser Síndicos del convento franciscano, con asiento de preferencia en la ermita del convento.

El anfiteatro del Valle de Agaete (Nacho Moxica)
Representan así en esta moneda social, el reverso de la cara del voto de pobreza de los franciscanos, la opulencia económica y privilegiada, por la que también optó nuestro presbítero Andrés Felipe Ramos y Arias, de quien desconocemos sus ancestros. Si conocemos de su ejercicio de beneficiado de la parroquia de la Concepción en Agaete.

«A.P.V.A., LIBRO DE INVENTARIOS Y CUENTAS DE FÁBRICA, II, 1680-1755, f. 86 r y ss. Dn Andrés Felipe Ramos era cura y maymo de ésta parroquia. En este cargo fue elegido el 20 de agosto de 1695 por el Ldo Dn Marcos de Orellana. Además, fue benefactor del convento franciscano de Sn Antonio Padua de la Villa de Gáldar. Allí reformó la capilla de la advocación de Sn Miguel y se mandó sepultar. El inventario fue levantado por el sacristán Dn Francisco de Armas» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 215).

Durante este tiempo en Agaete, no se olvidó de los suyos y de sus orígenes, y los tiene presentes para favorecerlos con algún trabajo:

«En la capilla mayor se cita un “cuadro grande de Ntra. Sra. de la Concepción y los Desposorios”. La orfebrería muy bien pudo encargarse en el taller de Guía. El primer oficial de platero del que tenemos noticias, un tal Juan Felipe, lo conocemos por los encargos que hizo le Dn Andrés Felipe Ramos» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 214 n. 30).

Lomo del Pico (Google Earth)
También se preocupó en este tiempo por acrecentar su patrimonio, que suponemos lo hacía con su peculio por sus beneficios eclesiásticos al frente de la parroquia:

«Lugar de la Gaete, 1687, mayo, 16. Tributos y propiedades que a tenido y tiene la fabrica de la yglesia Parroquial de Nra Señora de la Concepon de la Gaete. […] No 12. Tiene esta Parrochial en la Culata de Arriba un Barranquillo llamado de Juan Gomes —este estaua plantado de higueras y constaua tambien de tierra calma y vease el folio 90 de este libro.

Tambien si en algun tiempo se mobiere por el capellan de la capellania grande que fundo Don Andres Phelipe ramos algun (ilegible) o pretension— pretendiendo algun derecho sea de la informacion q de orden del Sr Visitador Probisor y bicario general Dr Stanislao de Lugo y Viña se mando (ilegible) para probarla con prisa su si es ante de la capellania en donde se hallaua todo Vinculado y con los linderos q deuan ser por los testigos q fueron llamados —Año 1763— Notario Dn Ignacio Joseph Sardo» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 212).

Esta sociedad si en algo se caracterizó fue por aprovechar los fueros de entonces y vincular jurídicamente sus patrimonios o bienes, para hacer culto a la endogamia, constituyendo capellanías y nombrando sucesores a sus descendientes preferidos, en ocasiones para proteger su vanidad a cambio del pago de unas misas en su memoria necrológica. Y en el caso del presbítero Andrés Felipe Ramos, la mayor investigación sobre el Antiguo Régimen lo identifica como un caso particular, en el que se cumplió su conclusión "Entre los motivos o causas que llevan a esta proliferación de vínculos o mayorazgos sin licencia real tenemos la falta de hijos o de sucesión directa", a partir de las siguientes premisas:

«La tendencia a fundar vínculos suele comprender a varios miembros de una misma familia, hecho éste que facilita la acumulación por extinción biológica de los linajes. Si repasamos la relación de fundaciones podemos comprobar cómo la familia Bravo de Laguna funda 5 vínculos, los Cabrejas 7, los Castillo 6, los Trujillo Osorio 4, los Manrique 3, los Falcón 3, etc.

A esto hemos de añadir que un mismo fundador puede instituir varios vínculos (4 don José Álvarez Castro, 3 don Andrés Felipe Ramos, 2 don José Antonio Cabrejas) y que otros miembros de la familia también pueden optar por la fundación de patronatos» (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, p. 908).

Panorámica  de la Hoya de Abajo (Nacho Moxica)
El presbítero Andrés Felipe Ramos vincula bienes con una extensión de 161 fanegadas, con una tasación 324.150 reales de vellón, cuyo detalle nos ofrece la misma fuente (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, Apéndice dctal p. 101):

En escritura 29 de noviembre de 1712 vincula distintos bienes en Gáldar: 3 fgs. 2cls. del Cercado de tierra denominada "La Encarnación" con 4 piezas de agua del Hto. de la Vega de Gáldar; 154 fgs. 4 cls. de un Cortijo de tierras labradías y "arrifes" con agua, en los Andenes de Justa Hernández; y una casa. Y en Guía: 3 fgs. y 10 cls. de una Suerte de tierra labradía y erial con 2 piezas de agua del Hto. del Palmital, en el LLano de las Parras. Nombra sucesor a Diego Grimón Rojas, sobrino y su descendencia con preferencia del mayor al menor y del varón a la hembra. Otros llamamientos y si se extinguiesen se fundaría una capellanía.

En la primera escritura de 5 de junio de 1730, vincula los siguientes bienes en Gáldar: 26  fgs. y 3 cls. de un Cortijo de tierras de "secano" en el Pico; y en Agaete: 3  fgs. y 3 cls. de Tierras en la Madre del Agua del Valle de Agaete con 1 día y medio de agua del Hto. de la Madre del Agua; y 9  fgs. y 6 cls. de Tierras labradías en el Cortijo del Sauz, nombrando sucesores a la familia Pineda, que da origen al topónimo del que hablamos. Es el Cortijo en el Pico, el que nos identifica el Lomo del Pico, al naciente del actual lugar del topónimo de Pineda, la misma familia del vínculo de Hoya de Pineda.

Y en la segunda escritura del mismo día 5 de junio de 1730, vincula su casa en Guía y 15  fgs. de una Suerte de tierra labradía en los LLanos de Agaete, nombrando sucesoras a sus sobrinas Josefa, Gabriela, Teresa y Antonia Grimón Rojas.

Y de las obligaciones impuestas a sus sucesores en tales bienes vinculados, su imposición fue:

«Por su parte, el cura beneficiado del lugar de Lagaete Andrés Felipe Ramos y Arias, fundaba el 5 de junio de 1730, una capellanía a de una misa rezada a decir perpetuamente todos los lunes de cada semana por las Ánimas más solas del Purgatorio» (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013, p. 8).

Y como muchos entonces, quería ser enterrado en lugar digno, allí donde estaban los de la clase privilegiada a la que tanto cuidaba y admiraba, aunque ello le supusiera un elevado coste económico para su pecunio, pero si ello venía impuesto por un respetable capitán y síndico Fernando Verde de Aguilar y Guanarteme no cabía regatear el precio.

«La capilla del Arcángel San Miguel ocupó lugar en la parte del evangelio, en los aledaños del púlpito y la puerta que conducía al claustro, la llamada del Aire. Lo cierto es que no fue construida por expreso deseo del beneficiado y mayordomo de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Agaete, el Licenciado Andrés Felipe Ramos y Arias, como así pudiera desprenderse de su testamento de 5 de junio de 1730» (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013, p. 11).

Este desmentido lo hace basado en el cumplimiento del compromiso adquirido cuando se le dio en patronato, que documenta la fuente añadiendo en su nota a pie de página nº 39:

«AHPLP. Sección conventos, legajo 42, expediente 1, ff. 15-17. Escribano: Pedro Alonso de Medina. El beneficiado Andrés Felipe Ramos y Arias se comprometió con el síndico a pagar 900 reales, firmando la dotación de la capilla el 28 de enero de 1728, las patentes el día 31, la fiesta el 1 de febrero y el pago de las patentes el 10 de agosto».
 
Y no debe ponerse en duda, que incluso pensó en una fórmula más adecuada en lo económico, pero no era lo mismo yacer sólo en una ermita sin renombre, que hacerlo en un lugar significado como el Convento rodeado de tanto apellido ilustre:

«Andrés Felipe Ramos y Arias había comprado una casa en la plaza de Guía, frente a la capilla de San José, con el fin de fabricar allí una ermita al Señor San Miguel» (IBÍDEM, p. 12).

Vista (Nacho Moxica)
Conozcamos la nómina de los restos que yacían con él en la capilla del Arcángel San Miguel:

«En esta capilla se inhumó Juan de León el conquistador, el Beneficiado del Lugar de Agaete Andrés Felipe Ramos y Arias, Antonio Mendoza, Miguel Grimón y Roxas, Catalina López de Orduña y Cabrexas, Cristóbal Rodríguez de Orihuela, María Ruiz Perdomo, Fernando Sánchez, Isabel González y Beatriz Cordera (IBÍDEM, p.13).

La capilla al Arcángel de San Miguel, fundada y mandada a levantar por el conquistador Juan de León el 3 de septiembre de 1523, casado con Luisa Sánchez de Morales, como en otros muchos casos, precisó ser restaurada

«por su deterioro y dejación de sus herederos, fue cedida en patronazgo al Licenciado y Venerable Beneficiado de la Villa de Agaete Don Andrés Felipe Ramos y Arias a quién, reunida la congregación franciscana al tañer de las campanas, se le entregaron las patentes el 28 de enero de 1728. Fue también capellán su sobrino Don Miguel Grimón y Roxas que, como su tío, fue enterrado en ella el 31 de diciembre de 1742. Con el tiempo pasó a denominarse de Ánimas, sin duda porque los descendientes dejaron de cumplir con las patentes dadas en su momento en el recinto conventual» (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2000, p. 25).

Tiempo después, los bienes vinculados del presbítero Andrés Felipe Ramos y Arias, por los sucesivos sucesores se acumularon al Mayorazgo de la Casa de Pineda, al igual que los de Luis León Afonso, Bernardino Quintana y Maria Pineda, cuyo último sucesor fue Agustín Pineda Valdés.

Y los bienes dejados a sus sobrinas se acumularon en la Casa de Moreo del Castillo Muxica y Benitez Rojas, al igual que los vínculos de Blanca Moreo Castillo, Juan Bautista Espino, Amador Espino Acedo y José Rodríguez Castrillo, cuyos últimos poseedores y sucesores fueron Germán Muxica Aguilar vecino de Arucas y Andrés Bethencourt Muxica vecino de Lanzarote.

Entre los sucesores, también sobrinos, se conoce de dos eclesiásticos, capellanes y presbíteros respectivamente: Antonio Grimón y Roxas y Nicolás Grimón y Roxas.
 
Taginaste blanco (floradecanarias-com)
Refiriéndonos a los topónimos próximos del lugar, los antes mencionados Barranquillo y Hoya de las Monjas, creemos que tienen su origen en las tierras que pertenecieron por donación a las monjas Bernardas, del Convento de San Bernardo de Las Palmas: Terrenos en Faracas 8f. 6cls. rematados el 10 de octubre de 1842, escriturados el 18 de julio de 1843, tasados en 6.487 y vendidos por 31.100 reales de vellón al capitán de Guía Felipe Valdés, que puede guardar relación con el antes mencionado Agustín Pineda Valdés. Debiera entenderse que están en Facarcas o Facaracas, topónimo aborigen con el que era conocido en tiempos de la conquista todo el territorio entre el barranco homónimo, en la actualidad Barranco Hondo, hasta algo más allá de las Rehoyas de Fagagesto.

Otros topónimos son más descriptivos. Así tenemos El Tajinastal haciendo referencia a la antigua presencia de taginaste blanco (Echium decaisnei), endemismo canario que se encuentra representado en la isla de Gran Canaria. El mencionado Andén Largo, que pudiera ser el mencionado en la primera capellanía como Andenes de Justa Hernández; y Los Desriscaderos describen la peligrosidad de los escarpes y cuevas volcánicas del Barranco Hondo.

Localización (IDE Gran Canaria)

3 comentarios:

  1. Buen trabajo, Humberto. Enhorabuena. Ramón Díaz

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    1. Viniendo de ti tiene que has investigado mucho sobre la endogamia y sus efectos sobre la sociedad canaria tiene mucho valor. Gracias Ramón.

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  2. Interesante reportaje,Agustin Pineda Valdes era mi tataraabuelo!

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