jueves, 4 de abril de 2013

GONZALO, CUEVAS, RISCOS Y MORRO DE (S. BARTOLOMÉ DE TIRAJANA Y TEJEDA)

Actualización: 2013/06/08
Topónimo con el que se conoce un amplio territorio rústico situado entre la presa de la Cueva de las Niñas, también conocida como de Majada Alta, y la presa de Soria, al naciente de ambas, topónimo que se asocia igualmente a diferentes accidentes geológicos como morro, riscos y cuevas.

En el morro, también conocido por Los Portillos, se encuentran distintas cuevas de la prehistoria entre las que destacan las conocidas arqueológicamente como Cueva del Péndulo y Cueva de la Empalizada o de los Palos. Las mayor parte del territorio se localiza en la jurisdicción de Tejeda, quedando una pequeña parte sobre la divisoria con San Bartolomé de Tirajana. 

Panorámica del morro (Patrinet)
Del origen del topónimo, si bien no se tiene constancia documental, la proximidad a la mencionada Presa de Soria de cuyo topónimo ya hemos dicho que el cortijo fue heredado por el Capitán Antonio Lorenzo de sus padres Simón Lorenzo de Acosta y Ana Blanca, quienes lo obtuvieron de María de Soria, apellido que introdujo en la isla el conquistador Juan de Soria, de quien heredó el mayorazgo su hijo Gonzalo de Quintana, a quien probablemente se deba este topónimo.

 
Vista (grantamaran-blogspot)

Según ascendemos aguas arriba del barranco de Soria, nos adentramos en el territorio con notables vestigios aborígenes. La sola mención del topónimo de Los Portillos, nos acerca a su antigua denominación de Los Portichuelos, más conocido por los viejos lugareños como El Portichuelo de Soria expresión documentada por algunos investigadores (JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: "Nuevos pictogramas y grabados parietales del arte rupestre canario. Cueva del Péndulo", Revista de historia canaria, nº 165-168, 1942), donde los actuales caminos rurales y senderos tuvieron su origen en el antiguo camino "del tiempo de los canarios", que discurría por un territorio de singular belleza entre montañas donde están los nacientes de ambas presas, en el que fueron descubiertas mucho tiempo atrás las Cuevas de Gonzalo con aprovechamientos funerarios y los caserones de La Felisa

Cuevas en el morro (grantamaran-blogspot)

Se detectó la presencia de otras cuevas situadas en el Morro de Gonzalo que vistas desde su base se adivinaba que pudieran esconder alguna que otra sorpresa, pero la desaparición de los andenes que en la prehistoria que se supone existieron para acceder a ellas, parecían suspendidas en la pared vertical del morro que hacía tarea difícil su entrada en ellas.

Vista de la Cueva de la Empalizada desde abajo (grantamaran-blogspot)

En el mes de abril  15 de diciembre de 1968 se hizo una exploración y toma de datos por el Grupo Montañero de Gran Canaria, debidamente autorizada y orientada por la Delegación Provincial de Excavaciones Arqueológicas, confirmado el 15 de diciembre de dicho año, cuyo resultado sería sorprendente en dos de las cuevas a las que se accedió, siendo éstas bautizadas como Cueva del Péndulo y Cueva de la Empalizada o de los Palos.

 
El difícil descenso hasta la Cueva del Péndulo (Grupo El Calvario)

La primera recibía tal denominación porque el primer escalador tuvo que descolgarse verticalmente y bascular como si de un "péndulo" se tratara para acceder al interior de la cueva, que además tenía la dificultad añadida dado que su superficie era un plano inclinado hacia el exterior. La basculación fue necesaria porque la entrada no estaba en la vertical del alto del morro desde donde se descolgó. 

La empalizada desde el interior de la Cueva así bautizada (Grupo El Calvario)

La segunda recibía una de las denominaciones por el gran número de palos que aparentemente conformaban una empalizada a la entrada de la cueva, y la versión más abreviada, hacía mención a los grandes palos en ella encontrados.


Cueva del Péndulo


De las información que aportaron los escaladores, destaca el Comisario de Patrimonio que la cueva está «parcialmente cubierta de una lámina o capa de barro color ocre, de 3 a 5 cm. de espesor, a manera de estuco, como si fuera la capa de yeso que en la actualidad dan los yesistas a las habitaciones de las construcciones modernas. Esa parcialidad de cubrimiento de paredes obedece a haberse descarnado estas, posiblemente debido a humedad y a la brisa, pues creemos que ese empaste o capa de almagre pudo ser total».
 
Grabado panel A (Grupo el Calvario)

Señala dos lugares en el techo que llama A y B donde están los extraños grabados (sic) de los que dice «La temática de los grabados en el punto A, en la roca del techo de la caverna, a 6 m. de altura sobre el piso, a pesar de lo extraña, recuerda a algunos de los motivos alfabetiformes del Barranco de Balos o Barranco de los Letreros (...) Las dos grafías localizadas recuerdan a otras de carácter numídico, del vecino continente africano, sobre todo a las de los tuaregs.

Ellas simulan la letra M en grafía m; dimensiones: 10 cm. de longitud superior por 12,15 cm. de alto, en la primera de las grafías, y 10 cm. de longitud por 10 cm. de alto, en la segunda. El ancho aproximado de cada una de las patas o trozos rectos de la m es de 3 cm., en la primera figura, y de 2 cm. en la segunda.

 
Reproducción de los paneles B y C (N. Hernández Rodríguez)

En el punto B se registró otro grabado original, tipo animalista, también de trozos muy rectilíneos. Puede que represente a un animal muy esquematizado. El cuerpo del grabado se desarrolla en un espacio de 12,15 cm. con un alto de 12,15 cm. El ancho o espesor de los elementos tubulares que forman el grabado es de 0,5 cm., es decir, de V2 cm. de espesor.

En la parte superior y derecha del propio grabado aparecen dos escarificaciones irregulares que sin duda guardan relación con la extraña figura. Este grabado, por sus elementos constitutivos, y por su propia figura, se identifica con algunos de los del Barranco de Balos, en la isla de Gran Canaria» (JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: "Nuevos pictogramas y grabados parietales del arte rupestre canario. Cueva del Péndulo", Revista de historia canaria, nº 165-168, 1942).
Reproducción panel D ((N. Hernández Rodríguez)

En cuanto a los colores utilizados investigaciones posteriores manifiestan que «Las pinturas que se localizan en esta cueva muestran tonos que varían desde marrones y rojos oscuros, hasta rosados (almagre claro) y blancos, y en la mayoría de los casos aparecen sobre la capa previa de barro.

Los grabados en cambio se han aplicado sobre todo en las superficies más duras de la cueva, fragmentos de piedras que asoman por los techos, y también en algún punto como incidiendo sobre la capa de barro» (HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, N.: El color de las manifestaciones de los antiguos habitantes de las Islas Canarias. Las cuevas pintadas de la isla de Gran Canaria, Tesis Doctorales ULL, Curso 1996/97). 

Vista exterior Cueva del Péndulo, en el centro (Patrinet)

De otros paneles se dice «El panel C es el mejor que se conserva por la viveza de sus pinturas y se encuentra en la pared izquierda de la cueva a unos 2m. de altura del nivel original del suelo. Los motivos de este panel tienen formas un tanto geométricas que pueden agruparse como en dos líneas; en la inferior nos encontramos con diez cuadrados encadenados y en la superior con trazos cortos que intentan asemejarse a la inferior de una forma incompleta.

Se completan las dos líneas con tres trazos cortos en el extremo superior derecho del panel, que parecen aplicados con las yemas de los dedos por la disposición y ancho de las mismas, y también en el extremo inferior derecho con varios trazos paralelos. Todas las pinturas de este panel presentan un color rojo óxido de almagre excepto las huellas de los dedos que se ven más oscuras, de un color marrón, similar al de algún otro panel».

Interior Cueva del Péndulo con piso en plano inclinado. Escaladores de 2008 del Grupo El Calvario

Localización cuevas (Grupo El Calvario)
De los tres paneles restantes, uno de ellos es de punteados con trazos de 1 y 2 cm. y algunos pocos de 4 y 5 cm., pero no son aleatorios como la Cueva de las Estrellas de Acusa, pues tienen tendencias a formas circulares o curvas.

Los otros dos representan dibujos geométricos incompletos. En esta exploración se descubrió un nuevo panel de de grabados que no había sido advertido en exploraciones anteriores.





Cueva de la Empalizada o de los Palos

Por la información que le aportaron los escaladores el Comisario de Patrimonio dice que entre la gran cantidad de palos encontrados en la cueva «... destaca uno de 5 m. de largo, lo que hace pensar en lo laboriosa que tuvo que ser la operación de llevar los maderos a dicha altura, de áspero acceso, en la remota época prehistórica, en la que aún había senderos de más fácil llegada».
 
Entrada de la cueva y la roca (Grupo El Calvario)

Igualmente es recogido en el suelo de la cueva gran cantidad y variedad de material del que se infiere que en la misma era algo así como un almacén de material para sus prácticas funerarias «Este material se concreta al siguiente: 7 palillos aguzados de leñabuena y acebuche, 42, 29, 24, 20, 21 y 17 cm. de largo, que responden a los utilizados por los canarios prehispánicos en los talleres artesanos de cestería y confección de tamarcos, envolturas funerarias, bolsos, etc.; trozos de tejidos vegetales, pedazos de femoralias o de lienzos de tejidos vegetales con flecos, empleados para cubrir el pudor; trozos de balayos ovaloides; ídem de cestones y ceretos de tipología varia y urdimbre especial, con sus tapas circulares; varios tipos de tomizas, trenzas o cuerdas vegetales, que recuerdan a las trenzas de las adolescentes actuales, piezas confeccionadas primorosamente en junco, palma y anea.

Apuntalamiento de la roca (Grupo El Calvario)


En estas confecciones artesanas se pone de relieve, una vez más, la habilidad manual y la técnica constructiva, sobre todo la peculiar urdimbre y el entramado, al igual que los amarres, lazos y nudillos. También se recogió un pequeño pedazo de zalea de cordero u oveja de piel rasa o sin lana, de la que habla el historiador del siglo XVI Padre José de Sosa.

Igualmente fragmentos de cerámica primitiva, a la almagra, entre ellos media vasijita de barro, de base plana y delicada confección, con ligeras e insinuadas protuberancias, una a cada lado, construidas con arcilla seleccionada, de color canelo oscuro; ella ofrece un alto total de 4,5 cm. por 10 cm. de diámetro; algunas patellas; un trozo de tapa de molino pétreo; pedazo de mortero, y un pequeño tazo pétreo, muy tosco, de base plana, de unos 9 cm. de diámetro por 10,40 cm. de alto, y un pequeño cuerno de cabritilla o baifa, de 7 cm. de longitud. » (JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: "Yacimiento arqueológico de la Cueva de la Empalizada o de los Palos", Revista de historia canaria, nº 165-168, 1942).
Las complicadas vías de acceso a la cueva (Grupo El Calvario)

Además de los palos de gran tamaño, sorprende en el interior de la cueva una gran piedra o roca que parece estar suspendida y calzada por algunos palos, sin que puede conocerse el aprovechamiento que tenía. Si bien los aborígenes accedían por los desaparecidos andenes por la erosión, puede que los grandes palos fueran bajados desde lo alto con cuerdas de junco trenzadas.

Las crónicas recogen  la costumbre de los canarios aborígenes de colocar vigas de madera en sitios elevados y de difícil acceso, como es el caso de la una cueva en el barranco del Andén en Valleseco.

Detalle de la disposición de los palos (Grupo El Calvario)

En la exploración que realizaran a ambas cuevas en abril del 2008 el Grupo de Montaña "El Calvario", amplió la información sobre la disposición de los palos señalando cuatro:

«1) La prolongación de la base del suelo, a base de tablas planas (en el interior; 2) Los travesaños de tea de soporte y la estructura reticular adicional, en el frontis de la cueva, con el hueco de entrada: "La Ventana"; 3) Los troncos de tea que apuntalan interiormente la gran "Roca" contra las paredes; 4) Otra estructura externa adicional de palos, a la izquierda, sin utilidad práctica, en la actualidad» (WWW-GRUPOELCALVARIO-COM, El misterio de los "palos", 2008).

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
  

GÓNGORA, PUNTA DE (ARTENARA)

Actualización: 2013/06/11
Topónimo con el que se conoceun cantil de la costa noroeste, así como el morro y la punta que señala la divisoria entre los municipios de Agaete y Artenara, situados entre la playa del Cuervo y la playa de la Virgen, respectivamente en ambas jurisdicciones al pie del Tirma y el Andén Verde y al nordeste de la conocida y bien visible Punta de las Arenas.
El morro de Góngora al fondo-izquierda de la playa de la Virgen (Kaslito)

El topónimo es una corrupción del canarismo "góngaro" «nombre que se da a diversas especies de plantas del género Aeonium y de la familia de las crasuláceas, cuyas hojas, que forman una roseta, pueden permanecer mucho tiempo sin marchitarse después de ser arrancadas. Se trata de endemismos de las Islas, que se hallan tanto en las zonas bajas como en las medianías. En otras zonas de Canarias se conocen con los nombres de bejeque, berode, berol, pastel y sanjora » (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010).
Vegetación del cantil del Andén Verde (Google earth)

Si bien podría confundirnos que el "góngaro" difícilmente pudiera tener su hábitat natural en la franja marítimo-terrestre en la que se localiza este espacio, hay que considerar que los lugareños conocen el catalogado como barranco de los Berros, después barranco de los Cuervos, como barranco de Góngora (saltodelpastorcanario.org), el topónimo nos aproxima a los acantilados donde si es frecuente encontrarlo.


El propio documento base del  Plan Insular de Ordenación de 2003, al referirse al Catálogo florístico de las especies amenazadas exclusivas de Gran Canaria, incluía entre otras el "Aeonium virgineum Webb ex Christ" del que decía «Nombre común: Góngaro o Pastel de risco. Descripción: Planta formando matas densas con rosetas pequeñas, tallo corto, ramificándose por la base. Hojas ovado-espatuladas, con un destacado matiz rojizo y densamente vellosas por ambas caras. Distribución: Endemismo canario y local. Solamente en Gran Canaria; frecuente en partes. Localidades conocidas: Barranco la Virgen, Moya-Los Tiles, Riscos de Guayedra, Andén Verde, Montaña Hogarzales y Degollada de Tasartíco, Cuesta de Silva» (CABILDO INSULAR DE GRAN CANARIA).
Subespecies de góngaros (floradecanarias-com)

Otras fuentes más especializadas (FLORADECANARIAS-COM) nos aportan más información sobre este extenso grupo de plantas del género Aeonium que se conocen como: Gongarillo en sus variantes de canario, chico, de Bolle, mayor, palmero, punteado y purpurario; así como los Góngaros de Anaga, flor de piedra, de risco y canario.

Sobre este último Góngaro canario dice que « una revisión posterior del complejo, considera la existencia de cuatro subespecies: ssp. canariense, en Tenerife; ssp. chritii (Burchard) Bañares, en La Palma y El Hierro; ssp. latifolium (Burchard) Bañares, en La Gomera y ssp. virgineum (Webb ex Christ) Bañares, en Gran Canaria. Dentro del género, se diferencian por ser plantas herbáceas de tallo corto y hojas vellosas arrosetadas», de las cuales hemos incluido su ilustración.
Subespecies de góngaros (floradecanarias-com)

Ante la duda que plantea la denominación popular de "Pastel de risco" que el PIO'2003 identifica científicamente como "Aeonium virgineum" lo es así para esta isla, pues la bibliografría consultada lo identifica como "Aeonium tabulaeforme", endemismo de la isla de Tenerife que también es allí conocida como "Pastel de Risco", aún siendo distintas subespecies.
El pastel de risco de Tenerife (floradecanarias-com)

"Góngaro" es también el título de la obra del Profesor y Geógrafo D. LEONCIO AFONSO PÉREZ, que subtitula "Origen y rasgos de la toponimia canaria" (Oviedo, 1997), considerado «... el primer referente de la Geografía para un amplio grupo de enseñantes en Canarias, ya que fue el iniciador de la docencia de esta disciplina en la Universidad de La Laguna. Pero también es el primer geógrafo de la región por la amplitud de los trabajos en los que ha participado. Ha coordinado el Atlas básico de Canarias, el primer atlas de las islas, que incluye un índice con más de 4.000 topónimos, y la primera Geografía de Canarias, una obra en siete tomos que aborda la mayor parte de los temas generales de la Geografía del Archipiélago» (Del prólogo del Pr. José-León García Rodríguez).


En la introducción de su obra nos dice el Profesor Afonso Pérez «En mis trabajos, con todo,  ha latido siempre un trasfondo culturalista, pues creo que no es posible explicar el presente sin tener en cuenta el pasado y la cultura, que ha servido de base para ordenar y explotar el espacio. Y una parte importante de esa cultura es la toponimia, como expresión válida de la evolución de un espacio. Para el hombre, las cosas adquieren personalidad propia cuando les da nombre, es decir desde el momento en que las conceptualiza; de ahí que la toponimia, es decir, el nombre de los lugares, pase a ser parte del entorno de sus ocupantes, al que se sienten vinculados».


Termina su introducción avalando el origen de este topónimo que da título a su libro: «La elegida ha sido la Aeonium virgineum, cuyo nombre vernáculo en Gran Canaria es góngaro o góngano, la razón determinante ha sido que figura en los mapas como si se tratara del apellido Góngora y el escaso conocimiento que se tiene de su existencia». Aquí queda este pequeño testimonio como particular reconocimiento a quien ha dedicado tantos años de su vida al estudio científico de la toponimia de Canarias.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

miércoles, 3 de abril de 2013

GIGANTE, SEPULTURA DEL (STA LUCÍA DE TIRAJANA)

Actualización: 2013/03/19
Topónimo con el que se conoce una gran formación rocosa situada en el naciente de la Mesa de las Vacas, junto a la Cañada de la Cruz del Socorro. Muy cerca del mismo hay otro topónimo vinculado a éste cual es el Arenal de la Sepultura. Desde otra referencia más conocida, el lugar se encuentra al suroeste de la Caldera de los Marteles.
Panorámica (Ayuntamiento)

El origen del topónimo hay que buscarlo en una de las tantas leyendas relacionadas con el gigantismo en el isla. En este caso la muy antigua leyenda contada por los aborígenes canarios a los conquistadores castellanos tiene como protagonistas una supuesta pareja de gigantes aborígenes llamada Tira y Hana, de cuyos antropónimos nacería el topónimo de Tirajana.


En cuanto a la formación del topónimo Tirajana, muchas han sido las teorías, que en algunos casos han producido la burla de los investigadores: «Se burla Chil Naranjo (1, 507) de la explicación dada en su época al topónimo Tirajana, sobre la interpelación del gigante indígena Aja a su mujer Ana, diciéndole ¡Tira, Ana!. Otra versión recogida por mí conjuga más complejamente las exclamaciones ¡Tira, Aja! y ¡Tira, Ana!, contaminadas en el nombre actual. Como si los nativos -comenta el Dr. Chil- hablaran ya español » (ALVAREZ DELGADO, J.: "Antropónimos de Canarias", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 2, 1956)
Ortofoto (Google earth)

La tesis sostenida por el desaparecido y reconocido filólogo de Güimar Juan Álvarez Delgado (1900-1987), es que los topónimos aborígenes no necesariamente nacieron de los nombres o antropónimos de aborígenes canarios, tanto personajes reales como imaginarios, añadiendo en esa misma ponencia el ejemplo muy notorio de la isla de La Gomera: «Yo mismo recogí una tradición sobre el Garajonay, que explicaba este nombre de la más alta cima de la Gomera, usualmente llamada "Alto del Garajonay", cuya etimología es garai-ajoruy = "roque + alto", por la fusión de nombres de los príncipes Gara y Jonay, muertos allí en una apasionada explosión de amor » (IBÍDEM).


La antigua leyenda popular habla de dos gigantes que vivían en la próxima caldera de Tirajana: Tira y Hana; que un buen día estando cazando en la Sierra, Hana accidentalmente dio una pedrada a Tira en la cabeza. Al comprobar Hana que Tira había muerto, lanzó tal grito de dolor "que se le escapó el alma" instante en que Alcoran empezó a "llorar" , produciendo la lluvia un corrimiento de tierras que dejó sepultada a la pareja bajo la masa rocosa. Y desde ese tiempo, periódicamente tiembla la caldera de Tirajana produciéndose corrimientos de tierras.
Ortofoto de la Cañada Cruz del Socorro (Google earth)

Huyendo de cuentos y mitos, desde el conocimiento que el gigantismo es una enfermedad hormonal debida a la excesiva secreción de la hormona del crecimiento, que se manifiesta por crecimiento atípico de brazos y piernas afectando a la estatura, en las crónicas de la conquista son mencionados casos de gigantismos.

En el género masculino tenemos el caso de Mahan, nombre de un gigante que dio nombre a la cueva de Mahan o Cardones en Lanzarote, dándosele un significado de "el que es valiente", "gigante", siendo citado por Leonardo Torriani, Abreu y Galindo, y, Arias Marín y Cubas.


Del género femenino tenemos el caso de la llamada Guayánfana, Guayafanta y Guayrinfanta variantes citadas por Abreu y Galindo, Castillo, y Berthelot respectivamente, nombre de una gigante indígena; tal vez el nombre signifique "la que es alta".




Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)