lunes, 10 de junio de 2013

QUÍO, RISCO (TEJEDA Y LAS PALMAS DE GC)

Actualización: 2013/06/17 
Topónimo con el que se conoce en la jurisdicción de Tejeda el risco situado al sur del barranco del Juncal y al norte de La Gambuesa y de la Mesa de la Tabla, fronteras septentrionales del Cortijo de Pajonales.

Vista del risco (caminosdecanarias-blogspot)
Resulta difícil llegar al origen de este topónimo pues no hemos localizado documentación que cite el lugar, más aún cuando se asocia a un imponente risco. Pudiera guardar alguna relación con la resina de lentisco, pero más que un fito-topónimo pudiera ser que su nombre surgiera en sentido metafórico o por deformación de "Risco Caído".


Es conocida la resina de lentisco desde la Edad Antigua, afamada como "resina de Quíos" aludiendo a su origen la isla griega de Quíos en el mar Egeo, muy cerca de las costas de Turquía, donde se daba de forma natural el lentisco (Pistachia Lentiscos), desde los primeros tiempos de la historia adquirió su notoriedad porque en allí se obtenía el "mastique de Quíos" (pronunciado, Chíos) a partir de dicha resina, que endurecida forma brillantes "lágrimas" amarillas.

Fue el "chicle" en la Antigüedad, que tras masticarlo en la boca se transformaba en una pasta de color beige que aportaba muy buen sabor, además de fortalecer los dientes.
Islas Quíos (Google maps)

Fue también un gran perfume, especialmente utilizado por los griegos clásicos para  el embalsamiento de los cuerpos. Progresivamente se trasladó su utilización a la gastronomía helena porque mejoraba el sabor y aportaba suavidad; también para usos medicinales como bálsamo y para la fabricación de barnices de donde surge la "trementina de Quíos". Incluso los norteafricanos le adjudicaban propiedades afrodisíacas.


El "mastique griego" es muy apreciado y comercializado en la Edad Media por su gran demanda para el consumo, tiempos previos a la conquista de la isla, y será más conocido en la lengua castellana como "almáciga".

Probablemente la existencia de lentiscos en la isla (no debemos olvidar la temprana presencia del topónimo de "Monte Lantiscal" en la dehesa de Tafira) favoreció su aprovechamiento y aprecio en el comercio local, alcanzando una alta cotización. Así cuando la Corona de Castilla el 26 de julio de 1501 aprueba el "Arancel del peso desta Ysla" se establece "Por el arrova del almaciga seys mrs" (CULLEN DEL CASTILLO, P.: Libro Rojo de Gran Canaria o Gran Libro de Provisiones y Reales Cédulas, Las Palmas de GC, 1947). 
 
Gota de resina del lentisco( artesaniaritual-blogspot)
Está documentado igualmente  que el Cabildo de Tenerife por acuerdo del 27 de agosto de 1515:

«señaló como patrimoniales "todos los árboles de los almácigos de esta isla y resina de ellos" y prohibió la exportación de almáciga, que debería entregarse a la justicia a cambio de un real por cada libra. Sin embargo, parece que este impuesto no prosperó, ya que no vuelve a hablarse de él ni aparece en los remates de rentas» (AZNAR VALLEJO, E.: La Integración de las Islas Canarias en la Corona de Castilla. 1478-1520, Madrid, 1983). No es extraño que una norma que se establecía para Tenerife, tuviera también su primigenia en Gran Canaria, con muy escasa documentación para así ratificarlo.

Fuera o no este el lugar donde se dieran los lentiscos que se hayan hecho casi árboles, así requerido para su aprovechamiento a estos efectos, la resina que se recogía en verano fluía de los troncos espontáneamente, o bien por sangrado. Pero veamos lo que está escrito sobre su proceso:
Lágrimas de almáciga o mastique (foro-fuentedepermacultura-org)

«Bien sabido es que la afamada resina del almácigo, que viene del Levante, la dan los lentiscos, señaladamente los de la isla de Chío en el Archipiélago; mientras los nuestros no dan ninguna, quizá porque no se ha tratado de taladrar o herir sus troncos en la estación de los calores. La almáciga  de nuestro país la producen los terebintos, y suele recogerse en canutillos de caña» (VIERA Y CLAVIJO, J.: Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, Madrid, 1982).


Hace referencia a la variedad Pistacia Terebinthus, también nativa del Mediterráneo occidental, presente en las islas, así como en Grecia y Turquía; probablemente si no se aprovechaba para la obtención de resinas la Pistachia Lentiscos se debió al pequeña porte de los lentiscos, y por su gran facilidad para arder reportaba mayor rendimiento económico en aquellas épocas para los ingenios, pues muy tempranamente el Cabildo General tuvo que prohibir la extracción de leña y la entrada de ganado en la dehesa (MORALES PADRÓN, F.: Ordenanzas del Consejo de Gran Canaria.1531, Sevilla, 1974).


Localización en Tejeda (Espacios Naturales de Gran Canaria)

Según referencias documentales existió un desaparecido topónimo del barranquillo de Risco Quío que aportaba sus aguas al barranco de Tenoya (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, V.: "Aguas del Barranco de Tenoya", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 33, 1987). Es muy probable que aluda al topónimo Risco Quío situado junto a Casa Ayala, en la rampa naciente del barranco de Tenoya.

De la existencia de algunas cuevas con derrumbes naturales en el lugar, algunas fuentes  apuntan que el origen del topónimo se deba a una corrupción del epíteto del Risco Caído, quedando en Risco Quío. Pudiera seguir el formato de la corrupción operada en el topónimo de Cuevas Caídas en Tejeda, del que resultó Cuas-Quías que acabo en Cuasquías. Estas corrupciones en el lenguaje se adjudican al siglo XVI cuando fueron deportados de la isla de Tenerife a la isla de Gran Canaria "guanches" de la propia isla de Tenerife y de la isla de La Gomera no integrados, que mantenían sus costumbres, religión y lengua aborigen por lo que fueron denunciados.

Localización en Las Palmas de GC (IDE Gran Canaria) 

sábado, 8 de junio de 2013

PUMPEO (LAS PALMAS DE GC)

Actualización: 2013/07/23
Topónimo con el que se conoce un barranco, una cañada, un lugar y el morrete que en este último se encuentra, situado entre el caserío de Jacomar y el lugar de Las Majadillas en Tamaraceite, al sur de Los Giles y al norte de La Galera.
Morrete Negro del Pumpeo (Google earth)
Para la descripción del entorno en el que se encuentra el lugar es destacable mencionar que la loma donde se asienta el actual barrio de Los Giles alcanza la cota más alta entre las cuencas del barranco de Tenoya y el barranco de Tamaraceite, y entre ellas discurren dos pequeñas cuencas, al poniente el barranquillo de Los Gatos tributario del primero, y siguiendo la dirección sur-este el barranco de Jacomar, que toma después la denominación de barranco del Pumpeo antes de tributar sus aguas al barranco de Tamaraceite después de pasar Las Majadillas. El punto más alta del lomo de Los Giles alcanza aproximadamente los 300 metros sobre el nivel del mar.

Geológicamente el territorio entre los dos grandes barrancos se define así: «Los interfluvios alomados y con pendientes suaves, son fruto de la formación y erosión del Complejo detrítico de Las Palmas o Formación sedimentaria, y solo se interrumpen hacia el sur por un relieve culminante residual de litología del Roque Nublo» (GÓMEZ VILARINO, M.: Desarrollo de un modelo metodológico para la evaluación de la sostenibilidad ambiental en la planificación urbanística, Tesis Doctoral UPM, 2010, Inédita).

La específica conformación del sustrato de "Calcisol Pétrico" (acumulación de caliza secundaria con clima árido o semiárido) ha condicionado a la largo de la historia los aprovechamientos de las lomadas así como la escasa presencia de asentamientos poblacionales históricos, el más conocido de Los Giles data de la segunda mitad del siglo XX, situación que puede prorrogarse en los años dado que el área «se ha considerado como el "reservorio" del municipio; el único espacio de dimensión notable que resta en el interior del municipio con cualidades aptas desde todos los puntos de vista para ser urbanizada (...) con el máximo de cualidades ambientales, sociales y de sostenibilidad» (IBÍDEM). 
Antigua tarjea o acequia muy rudimentaria y sustrato del territorio (Gómez Villarino M.)
Esta ausencia de asentamientos históricos y los aprovechamientos agrícolas que se han dado, a nuestro entender han marcado notablemente la pervivencia de la toponimia del entorno, dando como resultado la aparición de nuevos topónimos y el consiguiente olvido de otros, en un proceso generacional de adaptación de sus señas identitarias.

Si bien los hemos desarrollado más ampliamente en aquellos que cuentan con entradas independientes a este Blog, cabría resumir: de la cultura aborigen tenemos al norte de Los Giles el Lomo y la Cueva de la Furnia, aludiendo en su lengua al gran cantil de 200 metros de altura que cae sobre El Rincón; la presencia prehistórica de "leña santal" y cardones de los que quedan pequeñas colonias, se pasó al cultivo de la "hierba de Guinea" como forraje para los animales que devengaría en el topónimo de Llano de Guinea.

En esa sucesión cronológica, la referencia a esas cercas de piedras que aprovechando el relieve formaban Las Majadillas y dar refugio al ganado, próximas a las cuevas en las fuertes rampas del barranco donde vivían los aborígenes canarios.

Las menciones a los antropónimos: unas más antiguas como Jacomar que da nombre al barranco y al caserío, de quien sólo tenemos la referencia algo lejana de Marcos Jacomar, vecino de Arucas que donó bienes a su parroquia en los primeros años del siglo XVI (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, J.: Historia de la Parroquia de San Juan Bautista de Arucas. 1515-1817, Sta. Cruz de Tenerife, 2013); o los más modernos Lomos de los Henríquez, familias con ancestros en San Lorenzo y Tamaraceite desde el siglo XVIII; o los desconocidos Giles cuyas tierras dieron nombre al nuevo barrio (SANTANA DOMÍNGUEZ, JF.: Los Giles: Notas históricas previas al Pregón de las Fiestas 2010,  municipiodesanlorenzo-com, 17-jun-2010).

Entre los topónimos desaparecidos, mencionemos el Lomo Quinque donde hoy se asienta el barrio de Los Giles; o el barranco de Villaver ahora conocido como barranco del Pumpeo. O aquellos que se han visto alterados, como las antiguas Caleras que existieron en este lugar y que dieron lugar a La Galera.

De los nuevos topónimos surgidos no podemos olvidar el Llano de las Brujas recordando el lugar donde sucedió el falso "aquelarre" donde los violentos de la Guerra Civil asesinaron a un vecino de San Lorenzo, topónimo presente también en Arucas por iguales causas.
Cartografía de 1962 (Cartoteca - IDE Gran Canaria)
Las diferentes cotas del relieve obligaron a la construcción de diferentes artilugios hidráulicos para elevar el agua de riego a las zonas altas, y así surge el topónimo de Los Sifones, que describe el «mecanismo en forma de tubo encorvado que sirve para sacar líquidos del vaso que los contiene, haciéndolos pasar por un punto superior a su nivel» (FEDAC). Es una sucesión de topónimos que distintas generaciones iban memorizando para identificar sus lugares, veces solapando los más modernos a los más antiguos, facilitado como decíamos al principio por esa ausencia de asentamientos, y que solo en algunos casos eran conservados en los documentos acreditativos de la propiedad.

En las primeras décadas del pasado siglo XX estas amplias tierras fueron aprovechadas para el cultivo de tomates bajo la iniciativa de uno de los más importantes cosecheros Diego Betancor Hernández, que también cultivó en su finca de La Minilla. Había adquirido fortuna, patrimonio y reconocido prestigio en la capital cubana de La Habana, y a su vuelta como "indiano" invirtió en la adquisición de muchas tierras tomateras.

El cultivo y exportación del tomate se había iniciado a finales del siglo XIX y ejercía prácticamente el monopolio la empresa británica Elder and Fyffes Cº, pero progresivamente le nacieron competidores en sus propias entrañas: «Al asociarse, Elder and Fyffes Ltd. fueron reduciendo el número de competidores, ampliando el control del negocio con la compra de las empresas que pasaban dificultades. Cuando absorbe la producción de Ernesto Carlos Jaacks Krüeguer en la Aldea de San Nicolás y de Miller y Cía. en Mogán, se convirtieron en los dueños casi absolutos de la exportación. La primera competencia nació desde la propia empresa, George Spencer Dunn, antiguo empleado de Fyffes, creó una nueva Casa exportadora, que se añadía a Richard Yeoward, Roberto Mac Garva y los primeros exportadores canarios que gradualmente se fueron incorporando: Bruno Naranjo, José Castillo, Diego Betancor, Aquilino Marrero, etc., desde mediados de la primera década del siglo XX, aunque siempre a la sombra de las casas inglesas.» (REBOLLO LÓPEZ, M.: El tomate en Gran Canaria. Cultivo, empresa, aparcería y exportación. 1930-1970, Tesis Doctoral ULPGC, 2012, Inédita).
El lugar del Pumpeo, al fondo el lomo de Los Giles (Google earth)
A pesar de lo inapropiado del sustrato, la elección de este lugar para el cultivo del tomate no era descabellada «El cultivo de tomates supuso una innovación en el riego, al comprobarse que la planta aceptaba un cierto grado de salinidad. Durante la primera mitad del siglo XX abundaron las perforaciones de pozos costeros, donde la intrusión marina se aprecia por el contenido cloruro sódico del agua. (...)  La deficiente calidad del agua disminuye la producción, pero se compensa con unas cualidades organolépticas especiales en la fruta. (...) El conocimiento sobre la utilización del “agua picada” para el cultivo del tomate, estuvo enraizado en el cosechero desde los primeros tiempos de la exportación. La sabiduría para encontrar un punto medio y no abusar de su uso, se mantendrá en el secreto de cada uno de ellos, valorando sus efectos negativos, cuando las tierras sometidas a aguas demasiadas salinas se recuperaban con dificultad para un nuevo cultivo» (IBÍDEM).

Al fallecimiento del padre toman el relevo en el negocio cosechero-exportador los Hijos de Diego Betancor, que en 1938 ya opera con el mayor número de kilos de tomates exportados, para años después exportar plátanos y mercancías en general, ampliando la actividad a la fabricación de virutillas, clavos, serrerías y envases para su frutos. En 1951 el grupo de empresas era propietaria de muchos terrenos e inmuebles urbanos, calculándose una plantilla de 2.000 trabajadores, una cuarta parte fijo y el resto eventuales, una gran flota de camiones y almacenes de empaquetado por toda la isla.

La fuerte inmovilización de sus recursos propios, la situación de los mercados por el encarecimiento de los fletes y la fuerte competencia, drenaron progresivamente su liquidez, comportando un alto endeudamiento con las entidades financieras, que abocaría a la quiebra. Es en esos tiempos cuando estas tierras son arrendadas por el cosechador competidor Juliano Bonny, que había tomado el relevo como exportador tomatero y especializado en la introducción de los cultivos en invernaderos: «El apellido Bonny sucede a Betancor como cosechero más relevante, con posterioridad a la década de los cincuenta. De origen suizo, Juan Santiago Bonny se estableció en Gran Canaria en 1865. Su viuda y cuatro de los hijos regresan a Suiza, quedando en Las Palmas el quinto. Juan Bonny ejerce como ingeniero-relojero, además de comerciante en joyería y relojería en la calle de Triana. Encontramos publicidad de esta relojería en la prensa de mediados de la década de 1880.
Invernaderos (Archivo Jaime O´Shanahan - MDC - ULPGC)
En 1902 nace Juliano Bonny Gómez, que se declara exportador desde Enero de 1935, dedicándose a la expedición de tomates a Inglaterra a partir de octubre del mismo año; allí se encontraba ubicado como asentador su hermano Antonio. La empresa goza de una evolución rápida, a pesar de la larga tregua del período de la Segunda Guerra Mundial» (ÍBIDEM).

Es importante conocer de las características de riego en los cultivos de tomate, así como de los orígenes de aquellos que en los últimos tiempos cultivaban en el lugar, para llegar a entender donde se sustenta nuestra hipótesis de cómo pudo surgir en la segunda mitad del siglo XX el topónimo del Pumpeo de esta entrada, única argumentación lógica que hemos encontrado, y que consideramos guarda estrecha relación con el cultivo del tomate en este lugar de Los Giles.

No hemos podido confirmar de la existencia de una galería o mina en el subsuelo del barranco del Pumpeo dado que en la actualidad no aflora; sí tenemos el testigo de la gran vegetación del palmeral que hay en su cauce, concretamente antes de unirse al barranco de Tamaraceite. Es una evidencia de la existencia de agua en el subsuelo.
Palmeral del barranco (Google earth)
Es claro que aunque pudiera que el agua fuera algo "picada", era necesaria para el cultivo, y la extracción del agua en el cauce del barranco precisaría su elevación con una bomba hidráulica hasta el estanque en el alto del lomo de Los Giles, donde pudiera mezclarse con "agua dulce", a partir del cual se iniciara su distribución a todas las parcelas cultivadas en niveles inferiores.

Conociendo del origen suizo de los Bonny, país donde la lengua más usada es la alemana, tenemos que el sustantivo alemán "pumpe" tiene el significado de "bomba"; o, la otra alternativa más internacional de su mercado de destino la fruta, donde también el verbo inglés "pump" significa "bombear". Al igual que conocemos como otros muchos barbarismos se han popularizado en el léxico canario, no extrañaría que para los asalariados tomateros del lugar se diera dicha voz para iniciar la acción del bombeo del agua del barranco, o simplemente de la costumbre de decir ¡voy al pumpe-o!.

Es sabido que otros muchos barbarismos se incorporaron al léxico canario, como lo fueron los anglicanismos: queque, cherche, naife, chinegua, autodate, pulóver, fotingo, cambullón, bisne, bistec, flis, piche, tifiar, cúter, monei, guanijai, fos, choni, cachanchán, boliche, .... Probablemente sea este topónimo uno más de ellos, salvo que encontremos otra explicación razonada. 


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

viernes, 7 de junio de 2013

POSTERAGUA, LA (ALDEA DE SAN NICOLÁS Y MOGÁN)



Topónimos con el que se conocen lugares y caseríos situados en las cuencas de los barrancos de Tasarte, de Veneguera y de Mogán, todas ellas desaguando a la costa suroeste de la isla.

Aparecen iguales topónimos asociados a la actividad hidráulica o a lugares próximos. En alguna de ellas son inventariadas con una pequeña corrupción como "Postreraguas", aunque pudieras ser la entrada la corrupta. Hay referencias de la antigua existencia del topónimo en otras islas, concretamente en La Gomera y en La Palma.
 
Pozo en Veneguera (Fedac)
Las tres cuencas mencionadas eran tierras de realengo muy avanzada la segunda mitad del siglo XVIII, tiempos en que se anotaba en la isla un excedente de 400 a 500 familias ociosas, sin ocupación, aproximadamente un cinco por ciento de la población insular. Esta situación motivaría al ilustrado obispo Juan Bautista Servera un proyecto de colonización:
 

Localización en Tasarte

(Espacios Naturales de Gran Canaria)
«Hacia 1773 lanzó el proyecto de establecer las 400 ó más familias ociosas en el SW de la isla, entre el barranco de La Aldea, que limitaba con las controvertidas posesiones del marqués de Villanueva del Prado, y el de Arguineguín, frontero a las posesiones del condado de la Vega Grande.

En la cuenca baja, para salvar los pinares, se establecerían tres nuevas poblaciones en los valles de Mogán, Veneguera y Tazarte» (BETHENCOURT MASSIEU, A.: "Colonización interior en el SW de Gran Canaria a fines del siglo XVIII", Boletín Millares Carlo, nº. 3, 1981).


Este proyecto aunque no tuvo buen fin por su alto coste económico y la fuerte oposición de los antes mencionados terratenientes privilegiados, comportará un paralelismo en el devenir de las tres cuencas.

El proyecto que estudió e hizo suyo el Cabildo General trasladándolo al monarca Carlos III, tenía por fin dar a cada familia parcelas de regadío y secano, aperos, simientes, etc., a cambio de romperlas y abonar un moderado canon anual a la Hacienda real por su condición como tierras de realengo.

La mayor inversión a la que contribuiría el obispo con 24.000 pesos eran las obras para la captación y conducción de aguas. 
Estanque en Tasarte (Fedac)

La rápida respuesta del Gobierno de su majestad fue que la zona fuera recorrida por el corregidor Eguiluz, acompañado de los munícipes y técnicos, para determinar la localización de los poblados, las suertes, los cultivos idóneos, obras de captación y conducción de aguas, dehesas para el ganado, edificios públicos y privados, presupuesto, etc. 
Todo ello para que la Audiencia lo rematara y acompañara "un paño pintado" de los lugares, y dada la magnitud tendrían las poblaciones que ajustarse al modelo del Fuero de Sierra Morena decretado en Junio de 1761 por Carlos III para los despoblados andaluces entre Córdoba y Sevilla que detallaba.
Fuente en Tasarte (Fedac)

Estudiado el fuero por el Cabildo no terminaba de agradar pues se apartaba del proyecto dado que perseguía la construcción de pequeños asentamientos de pocas familias, que a su vez se agrupaban en una Feligresía o Concejo con un Diputado cada una, que serían los Regidores de tal Concejo, y tendrían un Párroco, un Alcalde y un Personero, cuestión que alteraba el "fuero" canario y sobre todo los destinos de los censos recaudados.

Localización en Veneguera

(Espacios Naturales de Gran Canaria)


Pasaban los años, después del informe del corregidor que describía un diseminado de pequeños asentamientos, el Cabildo rectificaba su informe contemplando:

«La situación de Veneguera, Mogán y Tazarte era muy distinta a la de diez años atrás. El "hambre de tierra" había producido una avalancha de roturadores, por tanto ya no cabían en la zona las 500 familias ociosas»-

La Audiencia alega que el lugar está poblado, y con ello el proyecto se duerme en los años, hasta que en 1799 el fiscal  Zuaznavar propone un nuevo plan que coincidirá en el tiempo con la ocupación Napoleónica y la carencia de fondos económicos que en 1808, ya con Carlos IV en el trono, el proyecto muere definitivamente, y aunque se redujera el número de asentamientos y sus lugares, hubo un fuerte incremento de la inversión.


Probablemente la mirada hacia el Fuero de Sierra Morena acercó a quienes roturaron las tierras de estas tres cuencas, quienes no disponían de datas de heredamientos; para organizar el reparto de los recursos hidráulicos tomaron probablemente como modelo su derecho consuetudinario, de los usos y costumbres andaluzas heredadas de la cultura árabe al igual que lo fueron sus artes para la distribución, de donde surge el topónimo de Posteragua, ejemplo en el que algunas poblaciones toman su nombre en árabe del día de la semana de reparto de agua.


Es el caso de de la población de Algarrobo (Granada), que dejaron por escrito el 8 de julio de 1572 el carácter comunal del uso del agua que sus antepasado respetaban como derecho consuetudinario:

«... Declararon que, por abaxo de los dichos tres pagos e riego, se toma una presa grande del dicho rio, e de la dicha presa se toma una açequia grande que se dice el açequia principal, y el agua desta llega hasta la mar, y con esta dicha açequia se riegan todos los pagos del riego fuera de los tres pagos que tienen declarados, e se tiene la orden e manera siguiente. 
Pozo en Veneguera (Fedac)
(...) En dicho pago del Almachar, toma de la dicha açequia media açada de agua cada día, que la había menester para el riego de aquel pago. (...) El dicho pago del Jenil, así mismo, tomaba de la dicha açequia otra media y açada de agua cada día, que la había menester para regar el riego de aquel pago. (...) El dicho pago de Hamiz, que quiere decir jueves/jueves, todo el riego de dicho pago toma toda el agua de la dicha açequia, e riega el jueves desde que sale el sol, hasta otro día viernes por la mañana en que sale el sol, de manera que riega desde el viernes por la mañana hasta vísperas.

Localización en el valle de  Mogán
(Espacios Naturales de Gran Canaria)


[continúan con Chuma y Camarilla] (...)  El dicho pago de Açepte, que quiere decir sábado, riega (...) El dicho pago de Alhate, que quiere decir domingo, riega (...) El dicho pago de Alizney, que quiere decir lunes, riega (...) El dicho pago de Açeliça, que quiere decir martes, riega (...) El dicho pago de Alerbaa, que quiere decir miércoles, riega...


(...)  y los dichos reconocedores declararon, que todas las haças e tierras de riego que están en los dichos pagos que han dicho e declarado, y que desde el dicho pago se riega postrero

(...) e riega por la orden que está dicho e declarado, e que antes que se tomó el agua para regar los dichos pagos e cualquier dellos para ver por donde ha de començar el riego, si ha de encomençasr por la primera haça del pago o por la postrera de él, se echan suertes entre los dos dueños cuyas son las primeras haças y las postreras del / pago para ver la suerte que sale, e por quien sale la suerte, por aquella parte se encomiença el riego, prefiriendo las primeras haças a las postreras,

e que si alguna de las dichas hacas le falta el riego, e por que se cumple la hora que el tal pago tiene, e por que el dueño de la tal haça o haças dexa de regar por su descuido, no se riega hasta que vuelve su día, por la orden que está dicha ... (BRAVO CARO, "La distribución de agua de riego en Algarrobo durante su etapa morisca", El agua en zonas áridas. Arqueología e historia. Hidráulica tradicional de la provincia de Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 1999).
Estanque en el valle de Mogán (Fedac)

En las tres cuencas de los barrancos de Tasarte, Veneguera y Mogán  se localiza este topónimo en el lugar inferior lugar de la dirección de las aguas hacia , marcando el topónimo "Posteragua" su turno "postrero" para aprovechamiento del agua de riego, que posiblemente se tratara de aguas superficiales del barranco canalizadas a través de acequias. Algo distinto del modelo de dulas de los heredamientos. 
Estanque en el valle de  Mogán (Fedac)

Nos acredita la existencia de aguas en el siglo XIX Pascual Madoz, quien en su obra (Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, 1847) introduce datos extractados de la obra de Escolar cuando dice «Descienden multitud de arroyos desde las cimas de Tamadaba y de los estribos en que se subdivide, con los cuales hay aguas abundantes para los usos domésticos y para el riego de las heredades» y «El riachuelo o barranco nombrado de Mogán, corre en dirección Este a Oeste y lleva sus aguas a la mar»; aunque no menciona Veneguera, todavía en la actualidad de su mina sigue manando agua. 




No hemos localizado ninguna bibliografía o documento que acredite el sistema de distribución del agua de estos cauces, pero entendemos por el topónimo dejado que pueda aproximarse al reproducido de Algarrobo, donde los nombres de los días de la semana que devengaron en el topónimo lo son en árabe, de los siglos de la ocupación islámica de la península.

Si nos quedan los muchos bienes etnográficos de los aprovechamientos hidráulicos en las tres cuencas, algunos con más modernas obras nuevas.

Pozo en el valle de Mogán (Fedac)