jueves, 6 de septiembre de 2012

TARA (TELDE)

Actualización 1-abr-2016
Topónimo aborigen por el que se conoce una de las dos importantes poblaciones que componían el Telde prehistórico, tal como lo describe el ingeniero de la Corona.

«Esta es una ciudad muy pequeña, de trescientos fuegos, situada cerca de un río y a poca distancia de dos grandes poblaciones antiguas, que en lengua canaria se llaman Tara, Sendro; las cuales afirman los antiguos (y también se demuestra así por su ruinas) que eran de grande superficie y llegaban al número de catorce mil casas. Una parte de ellas, hecha en lo alto, sobre el suelo, pequeñas, redondas, y con estrechas calles, eran para los pobres; y otra parte, bajo tierra, labradas con suma industria, como se ha dicho en otro lugar, eran de los nobles y de los más ricos» (TORRIANI, L.: Descripción de las Islas Canarias, antes Afortunadas, con el parecer de su fortificaciones, Sta. Cruz de Tenerife, 1959).

Este poblado de considerables dimensiones se conformaba por cuevas trogloditas  excavadas en la toba y gran número de casas de piedra con techumbre. Concretamente en Tara se localiza la cueva del faicán Guanariragua.

El lomo donde se ubican los yacimientos arqueológicos, muy afectados por la construcción en el lugar, está situado en la banda sur del barranco Real de Telde, accediéndose desde la Vía de Circunvalación de Telde (GC-041), en la rotonda de la Azucarera de San Juan se enlaza con el Camino del Mayorazgo.

Panorámica del lomo (Patrinet)
El descubrimiento y estudio de los yacimientos arqueológicos obedece a la secuencia de los movimientos de tierras que se han realizado, pues gran parte del poblado fue sepultado para la construcción en el pasado de bancales para su aprovechamiento agrícola al tratarse de una loma con suelos en planos inclinados, que contaban con la abundante agua del barranco Real de Telde.

En la ficha arqueológica de PATRINET se concluye que el primer conjunto está formado por una serie de cuevas artificiales, algunas de ellas de plantas complejas y de grandes dimensiones distribuidas en la ladera sur del lomo. Han sido reutilizadas prácticamente sin solución de continuidad desde época  prehispánica hasta la actualidad, por lo que se encuentran muy alteradas.

La presencia de algunos bancales agrícolas podría estar sellando niveles arqueológicos intactos o poco alterados, como se ha puesto en evidencia por medio de hallazgos casuales ocurridos en el pasado. En este conjunto se incluye la cueva del faycán y la cueva de los guaires.
Cuevas en los bancales (Patrinet)
Un segundo grupo situado en la parte alta del lomo de Tara, donde llaman Los Majanos o El Cascajo, quedó totalmente oculto por los majanos y bancales agrícolas que se construyeron en el pasado, quedando al descubierto algunos vestigios al removerse las tierras.

Un tercer grupo eran cuevas naturales, acondicionadas y modificadas, del que se obtuvo mucho material en la superficie de los bancales, en la ladera septentrional del lomo y se les conoce como Cuevas de Malverde.

Y el último grupo está formado por varios grupos de cuevas artificiales, situadas en la ladera meridional del lomo de Tara, sobre el barranco de la Herradura, encontrándose en el extremo meridional del lomo material arqueológico disperso en superficie.

Para entender el estado actual de los yacimientos se hace necesario conocer que, además de las datas de tierras, en el siglo XVII todo el sistema troglodítico de  casas-cueva de Cendro y Tara que no habían sido sepultados por los bancales, fueron el refugio de pobres de solemnidad, pequeños propietarios, aparceros, medianeros y marginados sociales, que conforman el extrarradio de Telde.

Cuevas del barranquillo de La Herradura (Patrinet)
Las primeras descripciones de Tara en la transición histórica de la ocupación por los Repartimientos en Telde, la encontramos en las propias señas que se dan en las datas (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998), y nos dicen del entorno en el que se encontraba el amplio poblado.

12 de mayo de 1536, Juan Yanez carpintero pide «… un pedaço de tierras de sequero que son en el barranco seco de Tara en que podrá aver quarenta hanegadas de senbradura poco mas o menos las quales dichas tierras lindan de la una parte del dicho barrnco un lomo y de otro cabo del dicho barranco otro lomo y por la parte de abaxo un lomo parral de Manuel Lopez y de la otra parte del dicho lomo tierras de Luisa Mayor hasta alindar con tierras de los menores hijos de Navarro las quales dichas tierras son montuosas …».

12 de junio de 1536, Pedro Velez Valdivieso pide «… un pedaço de tierras de sequero en esta comarca de Telde en que puede aver treinta hanegas en senbradura poco mas o menos que a por linderos de la una parte el camino que va desta cibdad de Telde por el Arenal de Tara a Valsequillo e por la otra parte el camino que viene de Valequillo por el Aseña que dizen de Gonzalo Real e va a tener a los Llanos y por la la vanda de abaxo tierras de Loyra Maior e por la vanda de arriba do se juntan los dichos dos caminos …».

13 de julio de 1536, Luys Afonso pide «… un pedaço de tierra montuosa que es ençima de Tara que podrá aver hasta seys hanegas de senbradura que ha por linderos los casarones de Tara  y el parral de Manuel Lopez e un risco que va linde de las cañas de Cristobal Garçia e por otra parte el camino que va de Tara para Valsequillo por la parte de arriba un barranquillo que sale de las higueras de Cristobal Garçia hasta unas Toscas blancas que están en el dicho camino que va de Tara …».

[roto] de junio de 153[roto], Sebastian Ramos y Ximon Rodriguez piden «… un pedaço de tierra que es en un lomo que esta sobre el arenal de Tara en que puede aver sesenta hanegadas poco mas o menos que an por linderos por ambos lados barranquillos secos e por el cabo de arriba un camino que sale delyngenio de Pero Barya que va a Valsequillo e partelas por medioi del camino viejo que va a Valsequillo …».

6 de septiembre de 1540, Alonso de Morales pide «… un pedaço de sequero en el barranco de Telde que a por linderos de la parte de arriba el camino que va de san Sebastian para Tara e de la parte de abaxo el callejón qe va de nuestra señora al Cotigan para el barranco e de la otra vanda el barranco del agua. E de otra parte cañaveral de los herederos de Cristobal Garçia …».

El Ídolo de Tara en el Museo Canario (macdubh-blogspot)
Lógicamente, por la importancia del asentamiento aborigen, el topónimo está consolidado documentalmente desde el siglo XVI, y un siglo después Roque Chil en escritura de 17 de abril de 1782, dice ser propietario de un «Trozo de tierra parte labradía y parte plantada de viña y frutales, bajo de riego, en Tara».

También Adrián Medina Francia, viudo de Isabel del Toro, en su testamento de 6 de junio de 1789, dice tener «Pedazo de viña en Tara» que había comprado y «Tierra con viña en Tara» que había heredado.

El llamado Ídolo de Tara es una pequeña figura de barro rojo, muy posiblemente una representación femenina, en la que, junto a su cuello y esquemático rostro, destacan sus exagerados miembros. Aunque se lo conoce con el nombre de Ídolo de Tarano consta que fuera encontrado en estos yacimientos, aunque sí se sabe con certeza que su procedencia es grancanaria. Las pequeñas figuras de barro y piedra encontradas en la isla tienen diversas finalidades: desde la celebración de los ritos de la fecundidad hasta el culto a los muertos.

En cuanto al significado del topónimo aborigen "Tara" parece que hay un gran consenso de aproximarlo al sentido que tuvieron "las pintaderas" para los aborígenes de la isla de Gran Canaria, única isla donde se han encontrado, aunque sigue abierto el debate sobre el uso que le daban a las mismas: 


Pintaderas (Museo Canario)
«... Para Wolfel (1942) las pintaderas eran sellos geométricos de la misma naturaleza que los registrados en Egipto, Creta y Mesopotamia, lo que junto con otros testimonios arqueológicos, como las inscripciones, están denunciando las relaciones del Archipiélago con Oriente.

Su denominación aborigen podría estar relacionada con el término tarha-tara (Tara es uno de los poblados aborígenes de Telde), y su significación sería "señal para el recuerdo" o "rayas en tablas, pared, piedras que llamaban Tara, y Tarja aquella memoria de lo que significaba" (en Marín y Cubas). El término beréber tma-tarant significa igualmente escribir. (A. Tovar discrepa de esta explicación filológica. Vid. Tovar, 1942) ...» (MARTIN DE GUZMÁN, C.: Las culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984).


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


TANASIO, EL (ARUCAS)

Topónimo con el que se conoce uno de los cuatro pequeños caseríos llamados El Guincho, Lomo de Ramírez, La Hondura y este de El Tanasio, situados junto a la costa en la dirección naciente-poniente, que surgieron como asentamientos en donde se localizaban las viviendas de los jornaleros del campo, en medio de las fincas que cuidaban. Aunque en documentos de finales del siglo XIX aparece como "Atanasio", el actual puede ser la corrupción usual en las islas de la pérdida de la letra "a" inicial.

Cantonera y acequia (Fedac)
Estas fincas estaban antes bastante aisladas, pues se llegaba a ellas a través de caminos muy rurales desde El Cardonal, Cruz de Pineda o Montaña de Cardones, que las comunicaban con el antiguo camino Real, que desde Trasmontaña donde se encontraba un mesón, llegaba a la Cruz de Pineda para continuar hacia Bañaderos. Se accedía al mismo desde carretera de Arucas a Bañaderos (GC-330)

Vista (Eliú Pérez)
No se tienen noticias del origen de este moderno topónimo. Sí anotar que Tanasio es el primogénito de los cuatro hijos de los señores Centenos, «… tan imposibilitado de piernas como de ingenio, y se había dedicado a la construcción de cestas de avellano…» a la que denomina «familia de piedra» en su Marianela de Benito Pérez Galdós. El autor lo describe así:

«… Tanasio era un hombre apático. Su falta de carácter y de ambición rayaba en el idiotismo. Encerrado en las cuadras desde su infancia, ignorante de toda travesura, de toda contrariedad, de todo placer, de toda pena, aquel joven, que ya había nacido dispuesto a ser máquina, se convirtió poco a poco en la herramienta más grosera. El día en que semejante ser tuviera una idea propia, se cambiaría el orden admirable de todas las cosas, por el cual ninguna piedra puede pensar...».

Pozo (Fedac)
Podría sorprender pensar que el topónimo pueda deberse a tal personaje, pero arroja más sorpresa aún descubrir que en el lugar encontramos el topónimo "Los Babilones",  término para el que el DRAE da una primera acepción de «Natural de la ciudad de Babilonia», y añade una segunda acepción en desuso cuyo significado es «Torpe, bobo», adjetivo que se le puede aplicar al personaje de Pérez Galdós. 

Siendo de desear que tenga otro origen, hemos de señalar que "Babilones" es mencionado en la extensa recopilación de "Estirpes y apodos de Arucas. Del tiempo viejo" cuya autoría se adjudica el cronista Teodoro Rosales Quevedo (Inédito), clara muestra de las expresiones peyorativas y denigrantes que se daban en las sociedades con un fuerte componente clasista, con el costumbrismo de usarlas en sentido despectivo con las clases más bajas.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

TAMARACEITE (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo aborigen con el que se conoce a un antiguo asentamiento poblacional al poniente del término municipal de Las Palmas de GC, que constituye uno de los barrios más populosos que ha experimentado un fuerte crecimiento demográfico sostenido desde el último cuarto del pasado siglo XX.
Centro histórico (Google earth)
En cuanto al origen del topónimo esta voz o término aborigen viene de «palmeral», por derivar del nombre guanche del bereber alusivo a palmero macho y no a palmeras datileras «... Tamaraceite con ár. támra "dátil", de fonetismo, estructura formal o sentido distintos, podemos deducir que no son "semitismos" del guanche, sino formas derivadas del tronco común semitocamita» (ÁLVAREZ DELGADO, J.: "¿Semitismos en el guanche de Canarias?", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 1, 1955). Otras fuentes apuntan que su significado podría ser «paso entre palmeras», si bien etimológicamente no dan la raiz del origen.

Si está claro que el término «támara» tiene para esta isla el primer significado de «Fruto de la palmera» (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), y es generalmente aceptado que los aborígenes canarios llamaban a la isla «Tamarán».

Támaras, también conocidas por "támbaras"
Una explicación próxima a estos significados es la descripción que hace Agustín Millares de una incursión de Juan Rejón en 1480: «… Su deseo, pues, de adelantar la empresa, y de señalar su vuelta al poder con alguna brillante victoria, le determinó a disponer sus tropas para una excursión en los llanos de Tamaraceite, donde se extendía un extenso palmar, lugar de recreo y propiedad del Guanarteme, por cuya circunstancia era con frecuencia y furtivamente visitado de los canarios…» (MILLARES TORRES, A., Historia de la Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1997).

Desde 1476 se data la existencia de este cantón gobernado por un guanarteme o rey llamado Adeun, época en la que el lugar representa un agrupamiento poblacional eminentemente agrícola y pastoril que explotaba las tierras de su vega, comprendida entre el sector noroccidental de Los Lomos de Guanarteme o Montañas de Las Palmas y La Isleta, entre los barrancos de Guiniguada y de Tenoya, con poblados costeros y de enlace con la zona central de la isla, localizando su cabecera en las proximidades de La Montañeta.
Panorámica de 1925 (F. Baena - Fedac)
Durante la colonización, las crónicas hablan de capturas de ganado y productos agrícolas, y de la existencia de grandes palmerales: «… 500 hombres con hachas trajeron de este pago 60.000 palmitos…» y «… toda la isla es un jardín, toda poblada de Palmas, porque de un lugar que llaman Tamaraceite quitamos mas de sesenta mil palmitos y de otras partes infinitas y de todo Telde y Arucas…».

El desarrollo de la conquista, durante el siglo XV, tuvo un inmediato reflejo espacial. Entre las estrategias de acoso a la población aborigen, los conquistadores quemaban las superficies arboladas, práctica empleada habitualmente en la Reconquista de la España peninsular con objeto de evitar emboscadas. Existe constancia documental de esta circunstancia en la cuenca de Tamaraceite.
Panorámica s. XX (tamaraceite-blogspot)
Aunque no se conocen los repartimientos que Pedro de Vera (1485-1489) en el lugar, más aún cuando pueden confundirse con los ubicados como de San Lorenzo, por otras referencias posteriores se conocen algunos. En la data solicitada el 16 de octubre de 1551 el escribano público García Osorio dice:

«...que yo ove e conpre de los herederos de Gonçalo de Segura hermano de la sangre ocho hanegadas de tierra que le heran dadas en el Repartimiento de Tamaraseyte que son como pasamos el barranco de Tamaraseyte desta parte de la montañeta bermeja aca hazia el dicho barranco de Tamaraseyte y porque en el dicho Repartimiento y data que se le da dize que se las tome en la parte e lugar que quisiere y ay mas cantidad de tierras pido e suplico a vuestras señorias me hagan merçed de la demaçia que oviere de tierra como dize de barranco a barranco para las poder aprovechar e desmontar...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Otra información nos la aporta la petición que hace el escribano mayor del Cabildo Juan de Ariñez el 20 de marzo de 1552 cuando dice: «...me mandar dar una suerte de tierra que fue dada a Fernando Delias en el primero Repartimiento de Tamaraçayte desde el alberconsillo a la mano yzquierda e tiene por frontera çinquenta pasos al qual se fue desta ysla y es fallesçido y no ay heredero ...».
Vista casco histórico (Google earth)
Y en otra más que pide el mismo y privilegiado escribano, un mes después, el 20 de abril de1552 donde dice: «... le mandar dar doze hanegadas de tierra que son en Temaraçayte que fueron dadas a Martin Perez el qual se fue desta ysla y es en el primero Repartimiento que se hizo a las çinco suertes primeras del alberconsillo a mano yzquiera y tiene por frontera setenta e dos pasos ...».
 
Desde los primeros años las peticiones de tierras en considerado centro histórico de Tamaraceite se sucedieron tempranamente. El 14 de octubre de 1552 Antón Gutiérrez Batista pedía «... en Tamaraçeyte dos fanegas e media de tyierra de senbradura de trigo morisquillo poco mas o menos lo que en ella oviere, las quales fanegas son fuera del çercado de Françisco de Medina que lynda de la una parte fuera del dicho çercado del dicho Medina una montañeta e della otra parte un barranquillo que va al atajo del camino que va a Tenoya que en la dicha tierra tress años arro e la e desmontado y entra la mayor parte della debaxo de la dicha montañeta...».
Las escasas palmeras en la presa de los 80 del s. XX (tamaraceite-blogspot)
Se tienen noticias de que a a finales del siglo XVII se construyó una ermita a la entrada del pueblo, que pudiera ser la de La Mayordomía, que fue reconstruida en este mismo siglo por las inundaciones de 1641 debidas a las crecidas del barranco de Tamaraceite.

El lugar perteneciendo a la jurisdicción de San Lorenzo, se va conformando como un caserío rural con viviendas de propiedad, como la del Alférez Francisco Hernández Medina  y María del Río, que en escritura de 30 de abril de 1677, manifiestan ser propietarios de diecinueve fanegas en cuatro suertes de tierra, con casa de alto y bajo, en el lugar.

También el prestamista Capitán Juan Matos y María González en escritura de 26 de julio de 1680 dicen tener veinticuatro fanegas y once celemines de una «Finca de tierra labradía en Tamaraceite, con casas y un día y una noche de agua del Heredamiento del Dragonal», que en este caso accederían a la propiedad posiblemente por su astucia en los negocios.

Según René Verneau, aquí aparecen las primeras plantaciones de caña de azúcar; también habría que destacar los aprovechamientos comunales cerealeros y pastoriles de la Dehesa de Tamaraceite.
La nueva parroquia (figliosacrocuore-blogspot)
En el siglo XVIII continúa con la deforestación de toda esta zona hasta la práctica desaparición de las palmeras. Ya en este siglo, el licenciado, Canónigo de la Catedral y Fiscal del Tribunal de la Sta. Cruzada Esteban Manuel Gómez,  en escritura de 6 de febrero de 1718 dice ser propietario de treinta fanegas de «Tierras labradías y “arrifes” en Tamaraceite». Unos pocos años después, en 1735, el obispo de Canarias, Pedro Manuel Dávila y Cárdenes, a través de las Constituciones Sinodales le da una población de 100 vecinos.

Comienza entonces su crecimiento junto al camino Real hacia Gáldar y Teror, donde la viuda del Sargento Mayor Salvador Cayetano Manrique de Lara, Elvira Castillo Olivares, en escritura de 14 de julio de 1755 menciona como de su propiedad, por haberlas comprado, «Tres suertes labradías en Tamaraceite, en lo alto de la “junta” de los caminos de Teror y Arucas».
Subida a La Montañeta (Google earth)
Y también aparecen documentados topónimos hoy desaparecidos, que hacen referencia a curiosos antro-topónimos, posiblemente vinculados a hijas de los cargos de la milicias cuando el Familiar del Sto. Oficio de la Inquisición Juan González Travieso y Ana Suárez Fleitas, en escritura de 8 de abril de 1763, dicen poseer veinticinco fanegas y ocho celemines de un «Cortijo labradío y “arrifes” denominado “Las Capitanas” en Tamaraceite».

En el siglo XIX las referencias documentales habla de cultivos como el trigo, legumbres, papas y hortalizas, y se empiezan a construir importantes depósitos de agua. A la influencia de la agricultura y de los fenómenos naturales en la degradación del paisaje hay que sumar, desde mucho antes, el sobrepastoreo, ya que los rebaños de Tamaraceite permanecían aquí desde noviembre hasta julio, para después trasladarse a Valleseco o Firgas.

En el siglo XX, la introducción del plátano, del tomate y las nuevas construcciones contribuyen a que estas unidades de paisaje que conforman el espacio estén en continua transformación con un sorprendente crecimiento poblacional donde los diseminados asentamientos tienden a fundirse en una única entidad poblacional, quedando tan solo en el recuerdo de la memoria colectiva muchos de sus topónimos.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)