jueves, 2 de agosto de 2012

PASO, HOYA DEL (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo con el que se conoce un lugar situado en el barranco de Tamaraceite donde estuvo situado el Cuartel de Infantería de Marina "Manuel Lois", en la actualidad propiedad municipal donde el ayuntamiento tiene proyectado un centro de recursos medio-ambientales, sociales y culturales.
Panorámica sur-norte (canariasmisterio.blogcindario.com)
Todas las tierras bajas circundantes fueron conformadas por los aluviones y drenajes del barranco que buscando su salida al mar formaron meandros hasta desaguar.

Como dice el proyecto del cerntro medio-ambientalunicipal «la geomorfología del barranco en su canal de desagüe, a partir de la unión del barranco de Tamaraceite y el barranco de Jacomar adquiere un elevado grado de sinuosidad debido a la singular continuidad de meandros que siguen el recorrido del cauce. Espigones de material lítico penetran en el cauce desviando el recorrido inicial y dejando que las aguas continuaran la erosión lineal y lateral sobre el material detrítico. La unidad geomorfológica bien diferenciada denominada en el último tramo del barranco es un ejemplo ilustrativo de esta sinuosidad única a nivel insular y archipielágico».

En su salida al mar por El Rincón, el barranco toma la denominación de barranco de Las Majadillas y ya en su último tramo, es llamado barranco de Guanarteme y Boca Barranco. Es posiblemente el topónimo de Las Majadillas y su aprovechamiento pastoril para la guarda del ganado el que infiere el origen del topónimo de la Hoya del Paso, precisamente por ser el acceso a través de la hoya al cauce para el pastoreo.
Vista del Cuartel (canariasmisterio.blogcindario.com)
Es oportuno recordar lo poco que se ha escrito de la historia de los túneles que fueron cosntruidos para uso militar en las rampas del barranco.


«Los estrategas militares de la larga posguerra española acometieron a partir de los años cuarenta la obra subterránea más ambiciosa que se conoce del sistema defensivo de Canarias. Bajo las laderas que rodean el cauce del barranco de Tamaraceite en su camino hacia el Auditorio horadaron un laberinto de túneles que alcanza una superficie de 7.304 metros cuadrados. A partir del año 2006 comenzó el proceso de desmilitarización de los 168.500 metros cuadrados del llamado cuartel Manuel Lois. 
Planos militares (La Provincia)
(...)  Los casi 8.000 metros cuadrados de túneles escondían en sus entrañas una central eléctrica, un almacén de torpedos, un polvorín doble, dos polvorines simples, un almacén de artificios y un almacén de minas. Los pasillos hormigonados permiten, en algunos casos, la circulación de camiones que descargan en muelles hasta los que llegan los raíles de las vagonetas.

La carga tenía como destino enormes salas (12 metros de ancho por 48 de largo, y 10 de altura) de almacenamiento, con un modelo de puente-grúa para la colocación de los proyectiles. Unas seis décadas después de la finalización de la construcción del complejo bélico, las puertas acorazadas con giro de cremallera se mantienen firmes frente a los actos vandálicos, y la estructura de los túneles y las grandes cámaras resisten el paso del tiempo.
Cuartel (canariasmisterio.blogcindario.com)
(...) La huella bélica impregna unos corredores en los que destacan, sobre todo, unas rejillas de ventilación que tienen sus puntos de aire en las laderas del Barranco. Una mirada a las montañas permite apreciar los emboquillados de los respiraderos que alimentan con bocanadas de oxígeno el subsuelo.

La red de túneles mantiene una temperatura permanente de 15 grados, un bioclima obtenido no sólo por el cobijo de las entrañas de la Tierra, sino también por el laborioso sistema de ventilación natural. La opción cambiará a forzada, con medios mecánicos, en los espacios en los que transitan camiones.
Bocas de los túneles (laprovincia)
La construcción más atractiva se concentra en el túnel que los ingenieros llamaron en 1946 Polvorín Subterráneo para Artificios. Su recorrido interior no permite conocer su singularidad, a no ser que el guía tenga un conocimiento previo de la forma. Una vez que se despliega el plano se identifica una fisonomía en H, determinada por cuatros casetas, también denominadas celdas, que tenían por finalidad permitir la manipulación aislada de explosivos.

Las cuatro habitaciones son, aparentemente, independientes, y están construidas en madera, levantadas del suelo del túnel y separadas de los laterales para evitar la humedad. Para un indocumentado en la materia podrían pasar por estancias que, a la manera de un búnker, servirían para esconder a personas.
Túnel (laprovincia)
Pero el polvorín de la zona D2, con 700 metros cuadrados entre sus dos bocas de entrada y las cuatro cámaras, aún esconde otro secreto. Las cuatro habitaciones están comunicadas entre ellas por unos pasillos en forma de X, que en su punto de unión tiene una chimenea de ventilación que atraviesa la montaña en vertical y acaba en un respiradero con techo circular que finaliza en punta. La enigmática forma asomando en la montaña es visible desde el fondo del barranco, al lado de una típica garita para los soldados.

El tubo de ventilación, horadado de arriba a abajo, y desarrollado con un estudio al milímetro para conectar con el punto exacto del subsuelo, permite conocer en su trayectoria las técnicas para evitar los efectos de un hipotético ataque al polvorín. En este sentido, nada más descriptivo que un enorme bloque de hormigón macizo anclado al terreno y a la estructura de la chimenea, cuya misión es contener los efectos de la onda expansiva.

El carácter defensivo reaparece en el denominado almacén de torpedos, en el sector K1, donde el túnel de entrada sufre una modificación de trazado que tiene por objetivo burlar un ataque a través del emboquillado de la fortificación.
Restos del generador eléctrico (laprovincia)
Tras visitar el túnel D1, con una cámara para minas de 2.470 metros cuadrados, la pregunta es cuánto costó la infraestructura levantada por la Armada para su Infantería, y la segunda es por qué adquirió una dimensión tan grande.

En relación al presupuesto, su larga duración demuestra que no fue fácil para la precaria industria militar española de posguerra afrontar el pago de materiales y de jornales de trabajadores. Un experto en edificación de túneles calcula que en los años cuarenta los casi 8.000 metros cuadrados llegaron a unos 30 millones de pesetas en hormigón, mano de obra y maquinaria, es decir, unas 2.000 millones de pesetas de las de hace poco (12 millones de euros).
Salas de los túneles (laprovincia)
El gasto no deja de ser llamativo en un periodo en que Canarias estaba sumergida en las carencias de la autarquía económica, con desabastecimientos básicos por su posición comprometida entre los dos bloques de la Segunda Guerra Mundial.

Mientras ello ocurría, en pleno Mando Económico de García Escámez, los estrategas de Franco arañaban titánicamente el interior de las montañas del final del barranco de Tamaraceite (para los ingenieros militares, de Guanarteme). Para la excavación, la época ya permitía el uso de algún tipo de máquina, mientras que la sujeción de las paredes laterales y de los techos podía hacerse con técnicas, entre otras, como la del encofrado deslizante.

Un artilugio de madera que sostiene el hormigón inyectado hasta que fragua. Una vez obtenido el secado, se vuelve a rodar el encofrado para avanzar en el afianzamiento de la estructura. Hoy día este tipo de operaciones se solventa con la utilización de un material que se adhiere a la roca y que por su solidez descarta desprendimientos futuros.
Blindajes (laprovincia)

(...) y cerca de los respiraderos de los túneles los huecos de las Cuevas del Rey, asentamientos prehispánicos protegidos de gran valor arqueológico, y más allá, en las laderas, los cambios de tonalidad de un territorio que informan del pasado geológico de la isla de Gran Canaria.

(...) La actuaciones en el cuartel Manuel Lois estaban dentro de un plan para la Base Naval que databa de los años 40, y en el mismo se contemplaba la construcción en el Arsenal de un muelle de atraque para una flotilla de doce submarinos cuya munición iba a estar almacena en el los túneles de Guanarteme, destaca Díaz Benítez.

Franco tenía previsto ayuda tecnológica del III Reich, e incluso la construcción en la Explanada y Muelle de Virgen del Pino de un complejo sistema de búnker para proteger a los submarinos en el caso de un ataque aéreo. Pese al fin del nazismo, el sueño militar de Franco de la base de submarinos se prolongó hasta el 15 de diciembre de 1947, fecha en la que se aprobó un presupuesto que quedó en papel. 

La derrota de Hitler cambiaría el escenario, sobre todo porque el Ejército español carecía de capacidad tecnológica y financiera para afrontar la construcción de los submarinos. En todo caso, los túneles del Manuel Lois siguieron adelante.
Respiraderos de ventilación (laprovincia)
(...) La finalización de los túneles está en torno a los años 50, con la II Guerra Mundial acabada y con un cambio de ciclo con respecto a la eficacia del submarino, y con un desinterés de los americanos por las Islas, que nunca llegaron a estar en el paquete de bases de EEUU en España». (DURÁN, J. "Los túneles secretos de Franco y Hitler en Gran Canaria", La Provincia, 24-may-2010).

Es obligado mencionar la presencia en el lugar de un yacimiento arqueológico, uno de los pequeños poblados aborígenes que rodeaban la Ciudad, ubicado precisamente sobre la entrada a los túneles. 

Según la ficha arqueológica de Patrinet se trata de un conjunto de cuevas naturales y artificiales de habitación, formando varias dependencias interiores con columnas labradas en la toba, que disponen de varios niveles de configuración irregular, algunos de ellos inaccesibles en la actualidad por lo escarpado del terreno y lo deleznable del sustrato geológico.
Yacimiento (Patrinet)

Se trata de una veintena de unidades diferenciadas, que en su interior están compartimentadas  con silos horizontales y verticales, así como la existencia de muros que adecuan el terreno para una mayor amplitud y mejor habitabilidad de algunas de las cuevas.

Los únicos vestigios arqueológicos presentes en el sitio fueron restos de fauna marina y terrestre, aunque se tiene constancia de que asociado a este conjunto se localizó por el desaparecido comisario de Patrimonio Sebastián Jiménez Sánchez un enterramiento en un túmulo circular de torreón central, con un cadáver en su interior. El muro exterior poseía dos poyetes de piedra o "asientos" y pasillos excavados en la toba.
Una de las cuevas (Patrinet)
Próximos a esta estructura funeraria se hallaron tres pequeños círculos como de un metro de alto con entrada, dentro de los cuales aparecieron cenizas, caparazones de moluscos, además de una olla que contenía granos de trigo tostado y cenizas. a unos cuatro metros de estas estructuras se localizó una estructura redondeada, con un techo cubierto de tierra y restos vegetales, en muy mal estado.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

miércoles, 1 de agosto de 2012

PASITO BLANCO (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Topónimo con el que se conoce la punta del Lomo del mismo nombre, que recibió este nombre por ser un espolón costero que se mete en el mar con una bahía a cada lado y que termina en playa en la base de los acantilados, como Cuesta La Arena y la antigua El Hornillo, hoy conocida como de Pasito Blanco.
Vista aérea (eltiempo-es)
El terreno está compuesto por el popularmente conocido como "toscón" o piedras calizas, de donde recibe su epíteto de "blanco". Después de la construcción del puerto deportivo, el espolón ha quedado prácticamente desvirtuado por el muelle de abrigo. Para más abundar en cuanto a la morfología del sustrato, al naciente de este lugar existe un pequeño macizo llamado el Toscón del Moro.

A unos 200 metros de la playa, en la margen del barranco conformado por los Lomos de Meloneras y del Hornillo, se localiza un yacimiento arqueológico descubierto por los movimientos de tierras que realizaba un tractor en el año 2001 realizándose una campaña de excavación arqueológica en la que se pudieron exhumar restos óseos humanos.
Localización del yacimiento (Patrinet)
Se conforma por dos estructuras de piedra, que se encuentran muy colmatadas de sedimento por las escorrentías del barranco, en las que afloran alineaciones de piedras que pueden corresponderse con las típicas viviendas aborígenes de planta cruciforme. La más próxima a la desembocadura del barranco está más definida y tiene unas dimensiones aproximadas de 7 metros en su eje mayor y unos 4.50 metros en su eje menor. En el contorno se localizan fragmentos de malaco-fauna dispersa.

Las primeras referencias documentales del lugar son de cuando en Tirajana se inician los deslindes por los que se concedía facultad para roturar y cultivar por espacio de 10 años los baldíos y sobras de montes y montañas que no fuesen de regadío. El 26 de mayo de 1706 en presencia del escribano Pedro Alejandro de Medina, del alférez y alcalde de Tirajana Francisco Sánchez Balvoa, y de los deslindadores Francisco Suárez y Antonio de Quintana.
Detalle del yacimiento (Patrinet)
Por lo áspero de los caminos se invirtieron 6 días y dentro de distintos territorios que se deslindaban se incluyeron las tierras de los Tabaibales, dentro de las que se encontraban las Mesas de Castañales que contenían un Cortijo que gobernaba Pedro de la Cruz y el Valle que llaman los Vicentes, tierras que lindaban de orilla a orilla, Gitagana a dar a la Sangre del Hombre, Ayagaures y Tederas, llegando la linde al Solapón de Jarra, Mosto de los Juncos a dar a Montaña Negra, el Pasito Blanco, orilla del "Pinar Bentonso", a dar a la cueva de Juan de Dios.

La historia más reciente del lugar data del último cuarto del siglo XX, cuando ya las tierras de secano se habían dejado de cultivar, se inció la urbanización con fines turísticos del sur de la isla, acotándose este lugar para la construcción del muelle deportivo más cercano a Maspalomas al abrigo de los vientos del nordeste.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

PASADILLA, LA (INGENIO)

Topónimo con el que se conoce un caserío en un entorno geográfico donde en la parte septentrional está la Hoya del Sardo y la montaña de La Pasadilla, en la misma rampa del barranco del Draguillo que atesora los grandes vestigios de la cultura pastoril aborigen; al naciente, los antropónimos castellanos de Las Pereras y El Castil.

Su frontera meridional es la rampa del barranco de la Sierra, tributario del barranco de Guayadeque del que por su angosto y profundo cauce se vio  obligado a separarse cuando el caudal era mucho, salvar el Lomo del Caballo, y luego volverse a unir para que las aguas cristalinas de la antigua Sierra llegaran hasta aquí, dejando en su separado recorrido otro antropónimo castellano, el Llano de Herrera; y allá donde el sol se pone El Roque y La Abejerilla, donde las abejeras silvestres abundaron.

Camino del Mojón (Fedac)
Es en esa dirección hacia el poniente donde encontramos la antes llamada "sierra", después de haber superado la Degollada del Roque, y para llegar hasta allí es necesario utilizar el paso obligado entre la montaña La Pasadilla y el barranco de la Sierra.

De aquí el origen del topónimo con el significado de "lugar de paso" o lo que es lo mismo, dicho en la jerga pastoril del habla canaria "una pequeña degollada",  lugar que fue utilizado para el paso de ganado y personas. En distintos documentos del siglo XVI siguientes es mencionado «el camino de los canarios» en Ingenio, que era respetado y marcado como lindero por los nuevos propietarios cuando recibían las tierras en los repartimientos.

Panorámica (Rafael Peñate Navarro)
El más fácil camino hacia la "sierra" es probablemente el viejo camino que llegando a Cazadores (ahora carretera asfaltada GC-120), pasando por la Caldera de Los Marteles, llegamos al Pozo de Las Nieves.

Las poblaciones aborígenes que se asentaron en los barrancos de El Draguillo de Guayadeque, en asentamientos trogloditas en las fuertes rampas de ambos barrancos con muchos vestigios encontrados relativos a un aprovechamiento eminentemente pastoril del territorio, precisaban de un lugar de paso entre ambas cuencas para llegar a la Sierra, y de ahí las múltiples referencias documentales al "camino del tiempo de los canarios"·

Iglesia S. Antonio (todoingenio.com)
En una petición que realiza al Cabildo Juan de Ávila el 14 de noviembre de 1547 para que le confirmen una data del Cabildo Catedralicio cien fanegadas, manifiesta que las tierras «… son a do dizen la Vega Castaña e lindan con el barranquillo que viene de la dicha Vega Castana al yngenio e por la otra parte de abaxo el camino de los canarios… de la Vega e por la otra parte el barranco que desçiende de la Vega Castaña a una montaña bermeja y el barranquillo arriba a una montaña alta de cardones e salbias e a dar a un barranquillo que va a dar al yngenio» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Vuelven a mencionarse las proximidades en otra petición que realizan Bartolome de Tovilleja y Lope Sanchez de otras cien fanegadas diciendo que «Estan encima del yngenio de Aguimes e lindan con el barranco de Guayadeque e por la otra parte al barranquillo que sube del yngenio a la sierra hasta ajuntar con el dicho barranco de Guayadeque ...». Es clara la referencia a los dos barrancos que se unen pues el barranco de la Sierra después de separarse Guayadeque, tributa en el mismo tras superar el Lomo del Caballo

Pozo (Fedac)
Otra referencia del camino la encontramos en una escritura del año 1596 por la que se vende la «mitad de las tierras de sequero en la Vega Castaña» entre Antonio Hernández y su mujer Juana Ramos y Pedro Caballero. Al especificar sus linderos, se dice «… por otro lado el camino que va a la sierra que sale del ingenio de esta villa…» (SÁNCHEZ VALERÓN, R. y MARTÍN SANTIAGO, F. E.: Génesis y desarrollo de Ingenio durante el s. XVI, Las Palmas de GC, 2003).

Durante muchos siglos este lugar siguió siendo el paso obligado hacia la antiguamente llamada "sierra", que hoy se conoce por "las cumbres", que siempre fue utilizado para la trashumancia del ganado, desde los aborígenes que dominaban el pastoreo hasta hoy. Es el caso del camino llamado del "Mojón" que comienza en una curva cerrada en las cercanías de la Caldera de los Marteles, baja por el pico del Mojón y Lomo del Caballo, se dirije hacia el barranco del Zardo y sube hasta La Pasadilla.

Horno de cochinilla (Fedac)
En la mitad del siglo XIX los lugareños se volcaron en la recolecta de la "cochinilla" dentro de la corriente que se originó en toda la isla, para a los pocos años volver a la actividad pastoril.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

PARRALILLO, EL (VARIOS MUNICIPIOS)

Topónimo con el que se conocen pequeños caseríos en distintos municipios de la isla, diminutivo del término "parral" o sitio donde hay parras.

Habitualmente, cuando se cultiva la uva a ras del suelo al conjunto de las vides se llama viñas, y por extensión viñedos, considerándose como tales las que se cultivan en pequeños zocos o agujeros; cuando el cultivo es colgante de un enlatado, se las denomina parras y por extensión parrales.
Parral (medianias.org)
Ambos sistemas de cultivos han sido siempre los más tradicionales, si bien en algunas zonas vinícolas está siendo desplazados los emparrados por el sistema de "espaldera" para facilitar el cultivo mecanizado y los tratamientos fitosanitarios.

Y aún así, la "espaldera" nace del emparrado donde se han sustituido los postes y tutores de madera por tubos galvanizados. Es determinante para los cultivadores que cuando se trata de un terreno inclinado es insustituible el "parral", y si además el terreno es pequeño el "parralillo", que se asoció tradicionalmente a los cultivos artesanales de una o dos familias con un pequeño lagar.

En Moya el topónimo se localiza en la rampa inclinada de Lomo Blanco sobre el barranco de Los Dragos o del Pagador, en la margen septentrional de la carretera de Pagador a Moya (GC-075).
Localización en Santa Lucía de Tirajana (Espacios Naturales de Gran Canaria)

En Santa Brígida el caserío se encuentra entre El Moñigal, El Palmarejo y Las Meleguinas, en los contornos de la carretera de La Calzada a Santa Brígida por La Angostura (GC-320), también en una rampa inclinada, en este caso del barranquillo de la Cueva de la Mujer.
Pozo de El Parralillo Santa Brígida (Fedac)
El origen del topónimo del caserío de El Moñigal al norte de El Parralillo, se debe a las mal llamadas «moñigas» del habla canaria, que son las boñigas mencionadas por el DRAE cuyos significados son «Excremento del ganado vacuno» y «Excremento de otros animales semejante al del vacuno».

Localización en Santa Brígida (Espacios Naturales de Gran Canaria)
En Santa Lucía de Tirajana el caserío lo encontramos al naciente de la capital municipal, en el complicado relieve que caracteriza toda esta parte del municipio de fuertes rampas ascendentes hacia el macizo central de la isla.
Localización en Santa Lucía de Tirajana (Espacios Naturales de Gran Canaria)


Del topónimo de Telde sólo queda el nombre de la calle al poniente del barranco de La Rocha, junto a Las Tapias del populoso núcleo de El Calero, donde posiblemente estuvo un parralillo que le dió nombre que probablemente estaría en la rampa del barranco mencionado.

Casa en El Parralillo de Santa Lucía de T. (Fedac)
Nos quedaría por último conformando parte del límite administrativo municipal de Artenara y Tejeda la presa de El Parralillo.

Presa del Parralillo (elcoleccionistadeinstantes.blogspot.com)
Habrá que pensar que cuando la misma se construyó en alguna de sus rampas debió existir algún parralillo que le prestara el nombre.

La presa recoge las aguas del barranco del Carrizal, del barranco de Merino y del barranco de Tejeda, que aguas abajo se llamará barranco de La Aldea. Es gestionado por la Comunidad de Regantes de la Aldea.
 
Localización de la presa (Espacios Naturales de Gran Canaria)






martes, 31 de julio de 2012

PARRADO, HOYA DEL (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo con el que se conoce un pequeña depresión del terreno situada entre San Francisco de Paula y el Lomo de los Fierros, cuyas tierras se mantuvieron como baldíos públicos hasta principios del siglo XIX.

En cuanto al origen del topónimo, pudiera adjudicarse al antropónimo "Parrado", pues está documentado que era uno de los abogados de la Audiencia Real: «En veynte de imayo de 1566 años, estando los ss. rreg(ente) e juezzes en acuerdo parescieron / el licdo. Borrero, el lcdo. Cerbantes y el licdo. Mortheo, y el doctor Lercaro y el doctor Troya y el lcdo. Parrado y el bachiller Maldº (léase Maldonado) y el bachiller Fullana / y el bachiller Cariaga abogados desta Audiª e presentaron una peton. del thenor sigtes ...» (ÁLVAREZ DELGADO, J.: "El doctor Troya", Revista de Historia, nº 58, 1942).

Pero no es así pues las tierras permanecieron como baldíos durante algo más de dos siglos, y el topónimo surgiría por sus aprovechamientos para parrales. 

La historia de su privatización está ligada al nefasto resultado al reinado de Carlos IV que se inició en 1788 y duraría veinte años, tiempo que el Estado venía lastrado por el agotamiento del Antiguo Régimen de la propiedad, con una aristocracia y clase privilegida que se veía amenazada por las tendencias revolucionarias que llegaban de la Francia bonapartista, donde los distintos gobiernos con posiciones enfrentadas en realación con los cambios sociales que vislumbraban en Europa, se sentían además acosados por las demandas de independencia por parte de las colonias, influenciadas por el ejemplo de independencia de trece colonias inglesas, una Corona inglesa que empezaba a dominar el Atlántico.
Panorámica (Google earth)
Concluiría cuando en enero de 1805 la débil España firmó una obligada alianza militar con la Francia napoleónica que la arrastraría a una desastrosa guerra contra Gran Bretaña, con la derrota marítima de la escuadra hispano-francesa en la batalla de Trafalgar, que comportó la ruina económica y la pérdida de su soberanía con la entrada del ejército francés en España.

Es en esta ruina económica cuando se aprueba la orden de 7 de marzo de 1807 que permite «la venta de valdios o realengos que sin hacer falta para pastos y sin perjuicio de los montes pudiesen roturar y panificarse» de acuerdo con la petición hecha al Rey por el Comandante General de las islas ante las necesidades económicas para el mantenimiento del ejército.

El Regente de la Audiencia como interventor de los Propios señala para la venta los baldíos de la Hoya de Mondalón, Monte Quemado, Ladera de Leñas Buenas, Hoya de Parrado, Hoya de la Capa y Solana de Piletas. Cuando se rematan  las 6 suertes que se  habían hecho en la Hoya de Parrado en Tomás Hernández Socorro y Domingo Gil Barreda, el Cabildo Ordinario se opone a su venta, apela al Consejo de Castilla, y suspende la venta de los terrenos, por no compartir las decisiones de las autoridades erigidas en la isla de Tenerife para gobernar el archipiélago.
Lagar de Nicolás (Fedac)
En mayo de 1809,  como el Cabildo General tenía que pagar los gastos del envío a la Península de una columna de granaderos para luchar contra las tropas francesas y de alimentación de los 500 prisioneros franceses destinados a las islas, tomó el acuerdo que se procediera a la venta de los baldíos de la Hoya del Parrado dividiéndo las 58 fanegadas y diez celemines en doce suertes para que pudieran rematarlas los pequeños labradores del Lentiscal;  como no acudieron al remate, se las adjudicó todas Cristóbal Miguel Hernández, quien en 1825 las vendía a Juan Andrés Betancort, que después se las vendería el mismo año al presbítero Pedro Pascual Ginory.

Los terrenos repartídos en el Lentiscal en estos años se debían dedicar al cultivo de la vid por no ser útiles para otro cultivo y establecer un comercio con Inglaterra «cuyos negociantes atrahidos por las (viñas) que se han principiado a cultivar han empezado a fixar alli sus casas y dirigir pequeñas expediciones, evitándose por este medio que no salga de la citada isla el valor de las considerables importaciones de efectos y géneros de que se visten sus naturales por no haber en Canaria fabricas ningunas que ya en derechura desde Inglaterra o ya por unos puertos de Gibraltar, la Madera y Tenerife entran anualmente en Canaria, y cuyo retorno es indispensable que sea en dinero mientras no haya alli frutos ni efectos que exportar» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)