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jueves, 24 de mayo de 2012

DORAMAS, MONTAÑA DE (VARIOS)

«… Entre las cosas dignas de mencionarse está la montaña de Doramas, que, mirando hacia el Norte, tiene aguas fresquísimas, cerros amenos, y sitios extraños y cuevas toscamente hechas, y varias clases de árboles en número infinito, que con sus excelsas cimas parecen rebasar el término de su crecimiento; los cuales crían sombra a los prados, a las yerbas y a las fuentes que allí se hallan, de tal modo, que no sólo parece ser la famosa montaña de Ida, sino que parece como si reuniese en sí a todos los dioses del Parnaso y de la Arcadia. Digna de resonar al dulce caramillo de Títiro mantuario y del Sincero napolitano, hoy día es de feliz memoria por la suave Musa del afortunado Cairasco, nobil planta provenzal cultivada en los elíseos terrenos de Canaria...».

Jardín Canario Viera y Clavijo
De esta forma en 1588 Leonardo Torriani al describir la isla ya destacaba su grandeza sobre todo el territorio, recordando a Bartolomé Cairasco de Figueroa y el entusiasmo del poeta canario por el bosque de Doramas, que manifestó también Abreu Galindo.

La demanda de madera y leña para la construcción inmobiliaria y naval, y para los ingenios azucareros ocasionó su tala descontrolada y una alta degradación hasta el año 1531, año en que se aprobó en las Ordenanzas del Consejo de Gran Canaria la prohibición de cortar madera sin autorización en la montaña de Doramas, prohibiéndose incluso la entrada de ganado. A pesar de la protección y de los distintos intentos de repoblación, lo cierto es que en los siguientes años prosiguió la destrucción de las masas forestales.

Para aproximarnos al tamaño del antiguo Bosque de Doramas, en la antigüedad conocido como la Montaña de Doramas, podríamos tomar como mejor referencia la superficie definida para el Parque Rural de Doramas conforme al Plan Rector. Se situaría en el Norte de la Islay comprendería 3.879,46 hectáreas con la siguiente distribución por municipios:

El propio Plan Rector hace una descripción histórica de los sucesivos impactos que soportó a lo largo de cuatro siglos:
« El impacto causado por los aborígenes de esta isla sobre el paisaje, fue ínfimo, siendo el mayor causante de su deforestación, la conquista de la isla y, por consiguiente, el reparto de tierras y aguas entre los nobles y participantes en la batalla. Por tanto, se comienza todo un proceso de ocupación desde la costa hacia el interior, causando un vertiginoso retroceso de la masa boscosa.

Finalizada la conquista, bajo el patrocinio de los Reyes Católicos, éstos ofrecieron a sus gobernadores, para hacer repartimientos de sus riquezas. La desaparición de la montaña de Doramas fue una continua y progresiva sobreexplotación y degradación. Los asentamientos no eran nada homogéneos, pues una vez ocuparon las zonas bajas y las proximidades de las desembocaduras de los barrancos (recurso del agua), se avanza hacia las medianías, repercutiendo de forma especial en el bosque, degradándolo hasta llegar a su completa desaparición. La tala y destrucción del Monte Doramas se produce durante los siglos XVI y XVII debido a la utilización por parte de aquellos beneficiados de las reparticiones, como eran:
  • Leña para su conversión en carbón vegetal, para utilizar como combustible, fundamental en las áreas rurales en aquellos momentos.
  • Otras veces para ocuparlas y dedicarlas al cultivo de cepas de vides, pues se entendía que eran tierras de gran productividad.
  • Y la necesidad de madera para la construcción de barcos y navíos, de gran auge en esta época en las islas.

Aunque la actividad que en estos momentos necesita mayor consumo de madera y la principal causante de la deforestación es el azúcar, tanto para el combustible de los ingenios, como para construir aparatos y embalajes para los panes de azúcar. Desde este momento Doramas se erige como el principal abastecedor de maderas y leña. Ésto unido al aumento y diversificación de la cabaña ganadera y el nacimiento de caseríos, repercute de forma negativa sobre la masa boscosa del Monte de Doramas.
Durante el siglo XVIII continúa aumentando la población al mismo tiempo que se produce una mayor demanda de alimentos, produciéndose un aumento de los precios. Esto conlleva más presión demográfica y más ansia de beneficio derivada del alza de la producción agrícola, acentuando así el voraz aumento de captar más tierras, siguiéndose las acciones impunes e irracionales contra el bosque, más la disputa entre ganaderos y agricultores, que aún mantenían sus rencillas.

Sobre la segunda mitad de este siglo, el descenso del bosque es causa también de nuevas actividades como la elaboración de aceite, producido por la baya del laurel, usado en su momento tanto para el alumbrado como para medicina, aunque sigue siendo la obtención de carbón la práctica más común que mayor cantidad de bosque consumía y la causa de numerosos y descontrolados incendios.

A lo largo del siglo XIX, sobre todo en la 1ª mitad, el poco arbolado que quedaba termina desapareciendo siendo totalmente privatizado, pues por un lado, la necesidad de tierras de los jornaleros y el campesinado, sobre todo los de Moya, y los intereses especulativos de terratenientes por otro, terminan definitivamente con el Monte Doramas.

La tercera década de este siglo marca el fin definitivo del Monte Doramas y su desaparición total. Sobre 1831 unas 900 fanegas se entregaron al Mariscal Morales, como pago por sus servicios a la corona, en las zonas conocidas como San Fernando y Lomo Del Peñón. Sobre 1832 otra vez el Estado concede 480 fanegas al Brigadier Ruperto Delgado en lo que hoy es Santa Cristina. Tanto estos repartos, como la gran explotación a la que es sometido el resto del bosque a lo largo de varias centurias ha causado un enorme cambio en el paisaje, desapareciendo totalmente el bosque espeso y denso (…).

También en esta centuria, otra de las causas que hizo retroceder el bosque fue el fuego. Pues según cuenta el cronista isleño D. Isidro Romero y Ceballos (1783-1813), durante los meses de Agosto y Septiembre de 1802 se propagaron tres grandes incendios que destruyeron la mitad de la Montaña.

Este continuo proceso de la desaparición del Monte de Doramas es un ejemplo de cómo un bosque comunal, bajo un sistema de leyes que regulaban su uso, ha sido sobreexplotado hasta desaparecer…».

En la actualidad, Doramas, Montaña, Bosque o Selva, es uno más de los topónimos grancanarios que se esconde en las faldas de una antigua montaña, cubierta en su día de un extenso bosque. Dado el tamaño de su espacio y las múltiples referencias a la misma que se hacen, es conveniente conocer sus límites que la norma reguladora establece y que nos permite aproximarnos geográficamente.

«… al Norte las desembocaduras de los barrancos de Azuaje y Moya, más concretamente en Azuaje a partir del borde superior del acantilado de El Pagador mientras que en Moya comienza a partir del enlace de la carretera C-813 en el Morro de San Felipe, descendiendo en línea recta por la ladera hasta el cantil del talud derecho del Barranco de Moya, uniéndose ambas en el Lomo de Moya y el Lomo de Don Julián.

En el límite Este Montaña del Cabezo, Huertas del Palmar y Osorio hasta enlazar con la Laguna de Valleseco y Barranco del Caserón.

A lo largo de la parte más meridional -al Sur- del espacio se localizan Montaña del Lentisco y Montaña de Pajarito así como Lomo de Roque, de La Madrecilla y el Barranco del Chorrillo.

Por último el límite Oeste recorre los distintos lomos y barrancos de la zona, entre ellos Loma del Bermejal, Barranco del Pinar, Lomo de las Quemadas, Barranco del Laurel y Lomo del Pino para enlazar con la carretera que lleva al núcleo de Montaña Alta.

Este territorio constituye un ejemplo importante de las actividades agrarias de las medianías del Norte de la isla, desde la desembocadura de los Barrancos de los Tilos de Moya y el de La Virgen-Azuaje hasta Montaña Alta y Lomo de las Quemadas (Guía), pasando por Las Carboneras y el Maipey (Moya), y La Gambuesilla y Montaña Lentisco (Valleseco), con altitudes que oscilan entre los 75 metros hasta los 1.471 metros de Montaña de Pajarito…».

Localización del Parque Rural de Doramas

lunes, 17 de septiembre de 2012

TRES PALMAS (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo con que el que se conoce el caserío situado al poniente del antiguo «camino de herradura» que partiendo de El Hormiguero conducía hasta El Palmital y los altos de Guía. Este lugar es mencionado en documentos inmediatos a la Conquista.
Vista (Google earth)
Es de suponer que su nombre hace referencia a la existencia de tres llamativas palmeras. Entre otros, es mencionado en un contrato para la realización de un camino en agosto de 1552, que sería sufragado a media por Hernando de Padilla y Damián Azuaje que dice:

«… Obligación que Juan Rodríguez, cortador, v.°, hace a Hernando de Padilla, v.°, de hacerle un camino, y a Damián de Azuaje también, para que puedan ir con sus recuas de sus ingenios a Fagalayraga y a las Tres Palmas…».

En ese lugar el Presbítero José Antonio Cabrejas Botello en su testamento de 18 de mayo de 1769 decía poseer dieciséis fanegas y cuatro celemines en un «Cercado en las Tres Palmas con tres horas de agua del Heredamiento del Palmital» que había adquirido.


Conjunto rural (Fedac)

José Luján Pérez (guiadegrancanaria-org)
Este caserío tiene el gran orgullo de haber sido la cuna del insigne escultor Jose Luján Pérez (1756-1815), el primer escultor importante del Archipiélago Canario.


«… nació en el guiense pago de Las Tres Palmas, el día 9 de mayo de 1756. (…) Luján Pérez nació, pues, en el seno de una regularmente situada familia de labradores.

Su nacimiento en el pago de Las Tres Palmas, fue accidental, en época en que sus padres estaban en la casa de la finca familiar.

Por documentos de entonces puede conocerse que la residencia habitual de la familia era una casa que tenían en el casco de Guía, en la calle de Enmedio (conocida también como la de San Antonio y de los Malrubios), en la que murieron él, su madre y sus hermanos Carlos y María José…» (GONZÁLEZ SOSA, P.: El imaginero José Luján Pérez. Noticias para una biografía de un hombre, Las Palmas de G.C., 1990).


Dolorosa de la Catedral (Albert23)
El cronista guiense narra también que la "finca familiar" de Tres Palmas es la que poseía su tío, el presbítero Fernando Sánchez Navarro, hermano de su madre, mencionada en su testamento como un terreno:

«… situado en la parte de arriba lindando con Los Nogales, que linda también con el camino real que va a Artenara, con la Degollada de la Bruma y que viene a dar sobre las fuentes...».

En este documento nombra sus herederos universales a la madre y padre del escultor, Ana Sánchez y José Luján Bolaños.

La riqueza en policromías de la obra del imaginero religioso y la influencia barroca en los pliegues de los vestidos son palpables en sus esculturas. A los treinta y siete años alcanza el mayor grado de perfección en formas y en proporciones del desnudo.

Cristo de la Catedral (estodotuyo-com)
En 1793, esculpe dos grandes obras: el Cristo de la Sala Capitular de la Catedral de Las Palmas y el Cristo de la Columna de la Basílica de Teror, que muestran una perfecta anatomía, el bello modelado de sus formas y la flexibilidad en los contornos, con facciones clásicas y anillado de barba y cabellos.

Marcan un momento importante de la vida artística del escultor las distintas Dolorosas, de Santo Domingo y de la Catedral, ambas de Las Palmas de Gran Canaria, así como la que se encuentra en la Concepción de La Laguna, considerada la predilecta. Dominaba la talla de la madera y ponía en ella toda la suavidad y delicadeza.

Trabajaba para todas las islas y realizó una imaginería inigualable que dejó en la Catedral. El Cristo de la Sala Capitular, Nuestra Señora de la Antigua, San José, los Apóstoles que rodean el cimborio, el bajorrelieve en mármol en la fachada trasera de Santa Ana y la Virgen. Otras imágenes notables son: Nuestro Señor del Huerto, de la Concepción de La Laguna; el Santo Domingo de Guzmán del Puerto de la Cruz; la Santa Ana con la Virgen de Garachico; y muchas más repartidas por todo el Archipiélago.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

viernes, 25 de mayo de 2012

DRAGOS, LOS (MOYA)

Topónimo con el que se conoce al caserío situado en la carretera de El Pagador a Moya (GC-075), enclavado actualmente en un frondoso palmeral junto al barranco del mismo nombre, que aguas arriba denominan del Pajarito y aguas abajo del Pagador, que desagua en la caleta oriental de El Roque.

Dice Telesforo Bravo (Geografía General de las Islas Canarias, Sta. Cruz de Tenerife, 1964) que las cuencas hidrográficas de la isla con toda la red de colectores, no son permanentes en su tamaño, sino que cambian constantemente con el tiempo tendiendo a ensanchar sus límites, estableciéndose una lucha entre cuencas. Pone como ejemplo la cuenca del barranco del Drago.

Dice de él que tiene una larga cuenca pero muy estrecha, que nace al sur de la conocida Montaña de Doramas, también como Montaña de Las Palmas, y con una longitud de unos nueve kilómetros, pero que no llega a tener más de 800 metros de ancho. Está materialmente aplastada entre dos potentes cuencas, la del barranco de Azuaje y la del barranco de Moya, ambas mayores y más poderosas.

Palmeral de Los Dragos (Google earth)
Sostiene que un pequeño avance de cualquiera de estos dos barrancos capturaría el cauce del barranco del Drago, pues cuando este cruza la cota de los 475 metros de altitud, el barranco de Moya la cruza a una cota de 375 metros y el barranco de Azuaje a 300 metros, y la divisoria del primero y del segundo está a veinticinco metros, de donde cualquier desprendimiento haría que el barranco del Drago desaguara en uno de estos, y progresivamente quedaría absorbida su cuenca.

La preocupación por la protección del drago existió desde la promulgación de las Ordenanzas del Concejo de 1531, que prohibían la tala de dragos y palmeras cuando establecía «Otrosy que nynguno sea osado de cortar palmas ny dragos sin licencia de la justicia e regimiento en cualquier parte de esta ysla so pena de seyscientos maravedís por cada palma o por cada drago demás de la pena de perder la tablazón o qualquier obra que hizieren del drago e que la tablazón e obra del drago sea para los propios». Pese a la norma, la vegetación que debió de crear este topónimo prácticamente ha desaparecido en este lugar.

Estanque (Fedac)
El topónimo es muy antiguo y es mencionado en documentos públicos desde los primeros años posteriores a la Conquista. Se recoge en actas de repartimientos y protocolos notariales en los primeros años del siglo XVI, concretamente en 1532, en el protocolo notarial del escribano Cristóbal de San Clemente (1514-1536).

Más concreto aún es el testamento fechado el 7 de diciembre de 1658 de Matías Andrés González, Canónigo Doctoral de la Catedral, consultor y juez ordinario del Santísimo Oficio, Abogado de los Reales Consejos y de la Real Academia de Las Palmas, natural de La Laguna, que dice ser propietario de treinta fanegas de una «Hacienda de tierra labradía y “arrifes” en los Dragos con quince días de agua del Heredamiento del Laurel y los Propios y una casa de alto y bajo». Posteriormente en 1743, Vicente Andrés Castro Ocaña, sobrino y poseedor sin hijos del vínculo de Matías Andrés González fundado en 1658, agrega al mismo una hacienda con agua en Los Dragos, de treinta fanegas.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)



miércoles, 23 de mayo de 2012

DOLORES, LOS (FIRGAS)

Actualización: 31-oct-2015 
Topónimo situado en el Lomo Grande, próxima a la carretera de Arucas a Firgas (GC-300) recibe su nombre de la antigua hacienda que disponía de casa de alto y bajo, habitación de los dueños, casas de colonos, lagar y una ermita de uso privado para la propiedad.

Hacienda (rosagrancan-blogspot)
El 6 de diciembre de 1668 cuando visita la parroquia de Arucas el Chantre Don Diego Romero Botello, éste no pudiendo visitar todas las ermitas, faculta al párroco para las visite y le  faculta para «...dé cuenta a su merced para que se haga diligencia con los patronos de ellas ...» (CABALLERO MUJICA, F.: Pedro Cerón y el Mayorazgo de Arucas, Las Palmas de GC, 1973). Dice el autor que las ermitas existentes eran las siguientes: San Pedro Apóstol, San Sebastián, San Andrés, Santísima Trinidad, en el barranco de Azuaje y los Dolores, en la finca del mismo nombre, ''en los Trapiches". La reseñada como en el barranco de Azuaje debe ser la de Guadalupe.

Las primeras noticias concretas en cuanto a su origen de la ermita nos la documenta Juan Mateo de Castro, en su manuscrito De Republica Christiana, si bien se confunde por la unificación de las advocaciones: «La sexta iglesia que se fabricó de nuevo por el capitán don Antonio Trujillo Suárez de Vergara y después se alargó en el año 1680 por el sargento mayor don Alonso Lescano y Olivares fue la hermita y santuario del muy glorioso Santo ángel de la Guarda y nuestra señora de los Dolores, en cuyo muy devoto santuario se celebra todos los años la fiesta de Nuestra Señora de la Concepción con misa cantada con dianas y procesión y asiste el curato y algunas veces hay sermón, y mucho festejo y celebridad. Está en Los Trapiches» (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, J.: Historia de la Parroquia de San Juan Bautista de Arucas 1515-1817, Las Palmas de GC, 2013, p. 192).

El 18 de julio de 1732 cuando el obispo Dávila y Cárdenas, visitó la ermita de Nuestra Señora de los Dolores «en el término del Trapiche que se dice pertenecer al vínculo de los Trujillos, tiene también capellán y que se cumple por los religiosos dominicos de Firgas», al encontrarla en mal estado manda amonestaciones a los patronos aportando información de su estado. 

Hacienda y ermita (grancanaria-com)
«En la ermita de los Dolores que están en el Trapiche se halló necesitar repararse de albañilería por dentro y por fuera, faltarle frontal al altar y estar dos casullas que tiene indecentes, por lo que mandó su ilustrísima se haba saber, en la conformidad al auto antecedente, al sargento mayor don Salvador Cayetano Manrique, a cuyo mayorazgo dicen pertenecer, haga dicho frontal, compre dichas casullas y repare dicha ermita dentro de dos meses y si pasados no lo hiciere se dará parte por dicho venerable cura a su ilustrísima para dar la providencia necesaria» (Obra citada, p. 254).

Debieron esmerarse los patronos de la ermita tras la amonestación del obispo, dado que en el visitador general Miguel Mariano de Toledo cuando realiza la diligencia en agosto de 1770, la situación es muy distinta: 

«Visitó el altar, que se halló en él un cáliz, con su patena dorada por dentro con cucharita de plata, nueve purificadores. Unos corporales con su palias con encajes. Una piedra de ara buena. Un misal. Dos casullas blancas, la una de Damasco y la otra de tafetán. Más otra de Damasco encarnada con sus estolas y manípulos correspondientes y cuchillexos de seda. Dos alvas nuevas. Dos amitos. y dos síngulos. Una crusita de palo. Un atril de madera. Dos manteles nuevos y otros viejos. Unas vinajeras de vidrio con plato de pisa y campana de metal. Un frontal pintado. Una lamparita de estaño. Un cuadro de Dolores. Otro cuadrito del descendimiento con sus puertitas. Unos candelaritos de metal. Un tabernáculo lo mandó a su merced quitar de sobre el altar donde se hallaba por estar indecente» (Obra citada, p. 285).
 
Espadaña de la ermita (rosagrancan-blogspot)
Con motivo de la destrucción de la vieja ermita del Ángel Custodio los lugareños de los caseríos cercanos de El Trapiche se quedaron sin iglesia hasta la edificación del nuevo templo por la vecindad en 1913. En los primeros tiempos, algunos servicios religiosos, como enterramientos, casamientos y otros, se tenían que celebrar en Firgas, en el antiguo convento dominico de San Juan de Ortega, o en la ermita de Los Dolores de esta hacienda. Sin embargo, la mayor parte de estos servicios religiosos se realizaban en la parroquia de San Juan de Arucas.

Sus propietarios disponían, desde el primer momento, de dulas de agua de la Heredad de Arucas y Firgas; y en 1772, ya existía una acequia denominada del Vínculo y antes, también, de la Chantría, que conducía las aguas desde la cantonera del Repartimiento hasta el albercón particular de Los Dolores, acequia que pasaba por Padilla y Rosales, paralela al Camino del Repartimiento, alguno de cuyos tramos existe aún en la actualidad. La cantonera del Repartimiento era la que canalizaba el agua hacia distintos lugares, y la de mayor caudal era la que iba con destino a El Trapiche.

La acequia del Vínculo o de la Chantría era llamada así porque el beneficiario de las aguas del albercón de la hacienda era el Chantre D. García de Manrique, quien en distintas ocasiones elevó quejas a los Alcaldes de Agua de la Heredad de Arucas y Firgas porque no llegaba el caudal de las dulas que le correspondían, hecho del que se culpaba a los vecinos, que la desviaban. El Chantre es una dignidad del Cabildo Catedralicio que se corresponde con el Responsable del Coro.


Alpendre, casa y horno (Fedac)
Un siglo después, el vínculo de Luisa Trujillo Figueroa, en el momento de su división por desamortización el día 23 de junio de 1876, incluía entre sus bienes tres fincas con esta denominación, de un total de treinta y seis fanegas y trece celemines «Trozada de tierra labradía y “arrifes” denominada El Cortijo; Trozada de tierra al Sur de la anterior; Trozada de tierra labradía y “arrifes” en dicho Cortijo», correspondiendo la mitad de todos los bienes vinculados a su poseedor, Agustín del Castillo Bethencourt, y la otra mitad a su sucesor, Fernando del Castillo Westerling.

En las inmediaciones, en el interfluvio basáltico de Lomo Grande, al Norte de la hacienda, ya en el siglo XX ha surgido un nuevo núcleo de población que tiene su acceso por un camino vecinal, conocido como «Camino de Los Dolores», que conecta con las carreteras Arucas-Firgas y Cambalud-Bañaderos.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)




domingo, 24 de junio de 2012

LAIRAGA, COSTA DE (ARUCAS, MOYA Y SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo aborigen que daba nombre a uno de los cantones y que recibe la franja costera del norte de la isla, entre la población Bañaderos y San Felipe, que incluye una ribera con algunas playas y charcos intermareales con muchos topónimos que de naciente a poniente, de la Punta de El Sombrero a a la Punta de las Lisas, son:

(fotosaereasdecanarias-com)
El Costado de Las Coloradas (yeyo-lacoctelera-net)
El Portillo, Los Charcones, Las Coloradas, Los Marrajos, Quintanilla, San Andrés, Bocabarranco, El Altillo, El Varadero, Charcos de San Lorenzo, La Bajilla y  Playa de San Felipe, conocida popularmene como Playa de Vagabundo, y otros menores que harían interminable esta relación.

Esta franja costera parece abandonada recientemente por el mar, quedando los antiguos acantilados en el interior, como formando un gran cantil, y efectivamente, según dice el Profesor Telesforo Bravo «… ese escalón fue acantilado marino y hoy está lejos de la orilla por levantamiento tectónico…»

Para alcanzar esta conclusión basta contemplar los escarpados y bellos márgenes que tienen su inicio en el Risco de San Pedro en Bañaderos, dando paso a los cabos de los lomos de Quintanilla y Grande construidos por pequeños barrancos, para recobrar la visión de los cantiles al sur de San Andrés hasta El Cabezo, donde permitirá el desague del barranco de Azuaje tras haber sido obligado a  sortear la resistencia de Los Blanquiazales a la altura de El Altillo. A partir de aquí, se verán solo interrupidos por los cauces de desagües de los barrancos de El Pagador, El Salado, de Moya y El Hormiguero-Valerón. 
 
La costa baja de Lairaga (Eliú Pérez)

En relación con el origen del nombre narra Abreu Galindo las estratagemas de los aborígenes canarios del lugar que estaban siendo atacados y salteados frecuentemente por los "cristianos" que venían por mar de Lanzarote y Fuerteventura, en tiempos del Señor de Lanzarote, Diego de Herrera:

«… En una ocasión, cuando vieron venir ciertas barcas, se pusieron muchos canarios en emboscada y los más sueltos o ligeros hiciesen como que estaban mariscando por la costa, algo apartados del puerto, y que cuando desembarcaron los cristianos, huyeron tierra a dentro para atraerlos hacia el lugar donde estaban los demás canarios emboscados, e hicieron presos como a treinta cristianos, y los que estaban en las barcas se volvieron a la mar hacia Lanzarote.


Risco de San Pedro Bañaderos (banaderosypuertillo-blogspot)
En otra ocasión, tomaron cinco o seis gaviotas, y le dieron de comer atadas, y después las echaron poco a poco en la población de Airaga, y un día que vieron venir los navíos, pusieron las gaviotas sobre los techos de las casas, para que los cristianos, viendo las gaviotas estaban quietas, pensarían que no había gente, por lo que desembarcaron para entrar por el pueblo derramados sin orden. Los canarios que los estaban vigilando escondidos, cayeron sobre ellos con grandes alaridos y silbos, prendiendo a algunos y huyendo los restantes…».

Cantiles de San Andrés (Google earth)

La referencia que hace el cronista a la primera estratagema cuando dice «algo apartados del puerto» permite presuponer que el Puerto de Agumastel, posiblemente un puerto natural, está en un lugar de esta costa de Lairaga. Además, apoya esta suposición la descripción del territorio que hace Abreu Galindo cuando narra otro acontecimiento en el que se menciona este puerto diciendo:

«… Diego de Herrera (…) determinó acometer la isla por otra banda, donde estaba el pueblo de Gáldar, mandando a su yerno Diego de Silva fuese con tres carabelas y doscientos hombres (…) y fue subiendo una cuesta alta, áspera y muy espesa de árboles, matas y plantas, (…) viéndose cercados, fueron saliendo a lo llano junto a Gáldar…».


El Altillo desde Los Blanquiazales (Vallejo Waigand, A.)
La cuesta que menciona son los acantilados de San Felipe o laderas del barranco de Valerón. Hay que recordar aquí la existencia de un antiguo camino real, más bien un veril en el cantil, que subía junto a los acantilados de San Felipe y que de alguna forma ha quedado borrado por la construcción de los falsos túneles de la Autovía del Norte. 

Efectivamente, se trata de la Cuesta de Silva. Así lo dice Abreu Galindo cuando narra el agradecimiento y la entrega por Diego de Silva de espadas y un capellar de grana al Guanarteme y a los doce guayres: «… Y hasta hoy estos riscos y puerto se llaman de Diego de Silva…».


Vista aérea de San Felipe y Cuesta de Silva (flyincanarias-com)
Igualmente lo confirma el diccionario geográfico manuscrito de Pedro Mariano Ramírez. Por las condiciones de la costa a la que se hace referencia, el «puerto» de Agumastel nombrado debe comportar error de trascripción oral y ser realmente de Aumastel, teniendo en cuenta que el histórico barranco de Aumastel es el de Azuaje, también llamado aguas arriba de Guadalupe, de Las Madres, o de la Virgen, que desagua en San Andrés.

Pero es poco probable que este puerto fuera exactamente su desembocadura, porque en la antigüedad llevaba abundante agua al mar hasta que esta fue canalizada por tres acequias, además de que toda la costa es abierta, por lo que no pudo haber fondeadero. Se llega a la conclusión de que el único fondeadero natural próximo al topónimo de Aumastel es la caleta oriental de El Roque, pues además este macizo rocoso ocultaba las carabelas de la vista de los canarios.


El Varadero (rosagrancan-blogspot)

En esta caleta oriental, en la desembocadura del barranco del Pagador o de Los Dragos, en el barrio de La Barranquera existe un topónimo  en la ribera del mar conocido como El Varadero, donde hasta mediados del siglo pasado varaban allí sus barcas los pescadores lugareños,  y donde en la antigüedad estuvo el Puerto del Lance de La Madera, pues por allí embarcaban los grandes troncos de la madera noble del bosque de Doramas.

Hay que desestimar también la hoy conocida como Playa de Vagabundo o de San Felipe, por las grandes corrientes marinas que forman remolinos y que dificultan el desembarco y fondeadero.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
Localizaciones (IDE Gran Canaria)

sábado, 2 de junio de 2012

GÁLDAR

Tenersor Semidán (rosagrancan-blogspot)
Municipio situado a 27 kilómetros de la capital provincial e insular, en una altitud media de 124 metros sobre el nivel del mar, y de 61,59 kilómetros cuadrados de superficie que representa el 3,9% del total de la isla.

Topónimo aborigen. Se dice que es la derivación directa de su fórmula original Agaldar, cuya raíz etimológica según algunas fuentes contiene el morfema g-d relacionado con el radical gdar, y que a su vez tiene dos cabeceras semánticas: fortaleza, prominencia que se relaciona con el sitio aludiendo a su montaña; y, regia, real donde esta la tienda o la casa del rey o del Guanarteme.

Al margen de su significado en la lengua muerta de los aborígenes canarios, sí puede cumplirse aquí lo que apuntaba Abreu y Galindo en cuanto al paralelismo existente entre lugares de las islas con lugares del norte de África. Recordaremos tan solo que, cuando Diego de Herrera desembarcó en Bohío, rada que se ubica en Marruecos, dice la crónica que levantó torre en Galdar, que llamó Santa Cruz, dejando por alcaide a un Alonso de Cabrera.

Las guayarminas (rosagrancan-blogspot)
En la época prehispánica puede considerarse como el más importante asentamiento o agrupación agrícola en una fértil vega, conformado por su «capital» con un complejo habitacional que comprendía varias entidades en cuevas y casas, y, poblados, unos costeros y otros de enlace con la comarca central de la isla. Según se desprende de las investigaciones realizadas por Celso Martín de Guzmán en el entorno de la Cueva Pintada, parece que pudo existir un posible comercio o contacto de su población con las grandes civilizaciones medievales en torno a los siglos X y XI, por el descubrimiento de cerámica tardorromana, árabe y bajomedieval. Este poder económico pudiera, según algunas fuentes, sustentar la preeminencia del Guanartemato de Gáldar sobre el Faycanato de Telde.

Esta agrupación poblacional ocupaba toda la plataforma costera de la comarca Noroeste con recursos muy altos entre los barrancos de Guayedra y del Aumastel, en la actualidad de Azuaje, explotando una agricultura intensiva de regadío y secano, con ganadería extensiva y explotación del ecosistema costero.

La antigua Agáldar fue capital de la Tamarán o Gran Canaria por iniciativa de Andamana y Gumidafe, primeros monarcas de la isla, que la eligieron como su corte. En Gáldar residieron todos los reyes o guanartemes: Artemi, Tagoter, Soront, Guayasen y Tenesor Semidán, que fue el último de los de Gáldar y se convirtió al cristianismo recibiendo el nombre de Fernando Guanarteme. Hasta la Conquista, era el lugar de reunión del gran Sabor o asamblea consultiva de los doce guaires o jefes de cantón de Gran Canaria que algunos situan en las Cuevas de Facaracas o del Patronato.

Pila bautismal (rosagrancan-blogspot)
La primera iglesia estuvo ubicada en los mismos palacios del guanarteme. Fue tanta la importancia de la capitalidad y de los afincados en el lugar, que en la iglesia se regularon los asientos. Resulta curioso que la primera fila de bancos era así ocupada, según la fuente consultada:

«… Se encontraba la Justicia Mayor, Corregidor o Gobernador, de la isla como representante del Rey. Y junto a él, la familia de origen real de los Guanartemes, igualándose el rango a la de los representantes de los Reyes castellanos. En la familia de los Guanartemes se incluían por los enlaces de la culturización, las familias de apellido Béthencourt, Herrera y Carvajal.

Es de destacar que los enlaces que se van produciendo con la familia del Guanarteme, en muchos casos se formalizan buscando adquirir mayor preeminencia social; nunca se produce una situación a la inversa, ya que el status de los reyes indígenas se encuentra consolidado, acompañado incluso de los suficientes bienes inmuebles...».

De la época prehispánica destaca especialmente la Cueva Pintada, manifestación más destacada del arte rupestre de Canarias, las cuevas prehispánicas del Barrio Hospital, Cuevas de Facaracas,  así como el yacimiento de El Agujero con el célebre Túmulo Real de la Guancha, el más complejo de los de su tipo. Otras construcciones prehispánicas son la Cueva de la Furnia, Mugaretes del Clavo y el yacimiento de Botija.

La villa en 1893 (Carl Norman - Fedac)
Gáldar sede de varios de los órganos del poder social y político de la isla, fue la población más destacada del territorio insular antes de la conquista castellana. Reconocidos sus dirigentes como "Reyes de Canaria" por los monarcas castellanos, gozó de un reconocimiento tácito como capital prehispánica, como cuna y corte de la dinastía gobernante en la isla.

La creación de la parroquia de Santiago de Gáldar a finales del siglo XV convierte el municipio en uno de los principales focos de los orígenes del cristianismo en Canarias, consolidando la continuidad de la Villa como cabecera político administrativa del tercio noroccidental de la isla, de la cual se segregarían con el tiempo las unidades territoriales de Guía, Agaete y Artenara.

Casa Capitan Ruiz de Quesada (rosagrancan-blogspot)
Gáldar, que conservó muchos de los vestigios de su noble pasado hasta finales del siglo XVIII, vivió a finales de esta centuria una época de esplendor económico y social que daría paso, al fin, a un periodo de remodelación urbana de casi un siglo, a la que se debe buena parte de la actual fisonomía de la ciudad.

Después de que en 1778 se procede a la construcción de un nuevo templo, el prestigio de la Villa en el siglo XIX lo atestiguan la elección de la misma como Sede Provisional de la Audiencia en 1812, la erección en cabeza del partido judicial en 1837, la emotiva instauración de la Comisión Provincial de Gobierno en 1843, la Fundación Real del Teatro en 1847, la creación de la Ayudantía de Marina en 1859 y la obtención del título de Ciudad en 1894.

En el siglo XX, tras unas primeras décadas de gran actividad mercantil y el trauma de la Guerra Civil, destacó, en sus últimos años por una intensa recuperación económica y demográfica, configurando un centro histórico rico y extraordinariamente variado donde coexisten parques arqueológicos, y, edificios públicos y privados de los más variados estilos desde el siglo XVII a la actualidad.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)