lunes, 22 de abril de 2013

MARRUBIOS, MONTAÑA DE LOS (TEJEDA Y OTROS)

Actualización: 2013/06/06 
Topónimo con el que se conoce la montaña aproximadamente situada entre Timagada y El Toscal, al naciente y poniente, y al norte de la carretera de acceso al Carrizal de Tejeda (GC-606) que se inicia en el cruce de El Aserrador de la carretera de Tejeda a Maspalomas (GC-060).

En el mismo municipio de Tejeda se localiza también el topónimo Alto del Marrubio, al poniente del risco de El Campanario.
Vista del lugar (Patrinet)

El origen del topónimo se debe a la popular planta conocida como Marrubio (Marrubium vulgare) posiblemente nativa de las islas y de amplia distribución, de un tamaño entre 10 y 70 centímetros. Se diferencia por sus flores, que poseen una corola bilabiada de color blanco, y el cáliz que no es bilabiado y está formado por diez sépalos, con cuatro estambres fértiles, que no son divergentes y que están incluidos en el tubo de la corola (FLORADECANARIAS-COM).
Marrubio (latiendanaturista-com)

El Centro de Plantas Medicinales de Tejeda la inventaría con las siguientes propiedades medicinales: anti-ictérico, expectorante, febrífuga, estomacal, emenagoga. Más generalmente se le adjudican características tónicas, digestivas, carminativas, aperitivas, contra la tos, diaforético, heridas y lesiones cutáneas, así como úlceras.
 

Detalle de Marrubio

(floradecanarias-com)

Históricamente la montaña de los Marrubios se encuentra dentro del territorio que a finales del siglo XVIII conoció de muchos aprovechamientos cerealeros por las "usurpaciones" de tierras de baldíos que se hicieron por los nuevos colonos, que tras la inicial prohibición de los corregidores de la isla y la oposición de los ganaderos que motivaron el motín de 1777, progresivamente fueron legalizadas hasta conformar toda esta zona de El Toscón el mayor "granero" de Tejeda.

Como señales para el recuerdo de esa intensa actividad agrícola quedaron los muros de piedra seca para construir los bancales, eras majanos y numerosos amontonamientos de piedras del despiedre del terreno.


En el lugar se localizan unas estructuras arqueológicas en la zona central del lomo, en el cantil que cae sobre el barranco de Timagada, que según la ficha de PATRINET son dos túmulos que pueden los vestigios de las superestructuras de una necrópolis formada por túmulos que existieron en el lugar, probablemente desaparecidas por la intensa actividad de agricultura de secano. Los dos túmulos han sido removidos, pero no desmontados, como consecuencia de esa pasada actividad agrícola.

Túmulos (Patrinet)
Se conservan en relativo buen estado porque se encuentran en terrenos que no fueron sembrados, y ello a pesar de ser terrenos llanos al pié de un pequeño afloramiento rocoso.

El túmulo de mayor tamaño y el mejor conservado presenta planta de tendencia circular, con ejes de 8 y 6,30 metros. En su interior se localizan tres cistas muy derruidas. El segundo túmulo, de menor tamaño, con planta de tendencia oval, está removido y las piedras de la superestructura han sido desplazadas.


Hay otros topónimos análogos en la isla: en Gáldar, la también Montaña del Marrubio al poniente de los Pinos de Gáldar; en Telde está el lugar de Los Marrubios al naciente de Cazadores; y en Valsequillo el Llano del Marrubio  al poniente de la Caldera de Los Marteles.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MARCUAJADA (MOYA Y STA. MARÍA DE GUÍA)



Actualización: 2013/05/05
Topónimo con el que se conoce el cauce bajo y las márgenes aterrazadas del barranco de Moya, que aguas arriba en su cauce alto toma el nombre de barranco del Laurel a partir de Los Tilos, antes de recibir las aguas de su tributario el barranco de los Propios, conformando la divisoria jurisdiccional de los municipios de Moya y Santa María de Guía. 

Detalle de vista (fotosaereasdecanarias-com)
En las rampas de la margen naciente del cauce, vertientes correspondientes al barrio moyense de Cabo Verde, se localiza un conjunto arqueológico en un solapón de gran tamaño, parcialmente derrumbado y prácticamente sin acceso en la actualidad, con una estructura de piedra seca de cerramiento en su lado meridional, cuevas que tenían finalidad sepulcral y de donde se extrajeron  restos óseos depositados en el Museo Canario, institución que realizó la investigación.

Desde muy antiguo es conocida la existencia de una gran galería o mina de agua en el subsuelo del cauce del barranco, siguiendo su misma trayectoria dirección sur-norte hasta desaguar muy cerca del lugar conocido como La Bajilla, muy cerca de las primeras casas del barrio guiense de San Felipe, junto a la carretera de acceso al mismo (GC-751). De la misma sigue manando un hilo de agua dulce durante todo el año, que probablemente se nutre de la húmeda cuenca desde Fontanales a Los Tilos, que cuenta con muchas galerías y pozos.

Solapón (Patrinet)
Si bien no sorprende la presencia de una galería de agua en uno de los grandes barrancos de la vertiente norte de la isla, atributos que se dan en todas las cuencas desde el barranco de Azuaje hasta el barranco de Las Garzas, llama poderosamente nuestra atención que por su existencia surja este topónimo de Marcuajada, único en la isla y en el archipiélago, que nos remite a la mitología astur-galaica.


En la tradición asturiana se cuenta que Mar Cuajada, es según unos la gran masa de agua subterránea que se extiende bajo la tierra por lo que también la llaman "mar tapada", según otros situada más allá del océano, donde viven los "cuélebres" cuando se hacen viejos. En este lugar de la leyenda se dice que se acumulan innumerables diamantes. 


Cuélebre (asturiasnatural-com)
La leyenda del "cuélebre", que se representa como una gran serpiente con aletas laterales, guarda cierta similitud con el mito griego del dragón que guardaba distintos tesoros de oro en el jardín de las Hespérides: las manzanas que robó Hércules y el vellocino robado por los argonautas.


Pero no sólo se habla de los grandes tesoros de la Mar Cuajada, pues hay otras leyendas vinculadas a estos misteriosos "mares tapados":

«...son innumerables, en cualquier caso, las oraciones, ensalmos y conjuros, además de las prácticas rituales documentadas en todo el mundo, que tienen como función el alejamiento de los males enviándolos al mar, y ocasionalmente, también a los ríos, pantanos y otras corrientes o depósitos de agua, a veces tan pintorescos como la "mar cuajada" de muchas supersticiones panhispánicas» (PEDROSA BARTOLOMÉ, J.M.: Entre la magia y la religión. Oraciones, conjuros y ensalmos, Guipúzcoa, 2000).


Otras fuentes remiten a la anterior fuente asumiendo sus estudios y resumiendo sus teorías:

«Señala que el mal tempestivo puede ser expulsado a los confines del mundo, al monte, a donde ni el gallo canta ni la gallina cacarea, al mar, a las profundidades del mar y más allá del mar. Incluso añade que en Asturias, Galicia y Portugal, se conjuraba al mal para que se fuera a la mar cuajada, que era subterránea» (GONZÁLEZ GRUESO, F.: "El agua, el canto, el metal, y su relación con el mal y los hacedores de tormentas", E.L.O. - Universidad Algarve, nº 13-14, 2007-08).


Ya en estas islas encontramos alguna que otra frase relacionada con las costumbres de espantar a los males desconocidos que hicieron viaje de ida y vuelta a Cuba o viceversa: «Poner los brazos en cruz, virarse la pretina del pantalón hacia afuera, o decir en momentos de temor justificado: ¡Cruz maldita, a la mar cuajada te vayas!» (MATEO LÓPEZ, M.C.: "Hechicería y brujería en las relaciones interétnicas canario africanas en Cuba", Revista Guize, Asociación Canaria de Antropología, Vol. 2: 7-8, 1995). 

domingo, 21 de abril de 2013

MARCO, LOMO DEL (MOYA)



Actualización: 2013/05/26 
Topónimo con el que se conoce el lomo situado al naciente de Fontanales, al sur de Los Caiderillos en las cabeceras del barranco del Laurel y de Las Carboneras, y al norte de la Hoya de las Piedras donde se inicia y del Lomo de las Piedras que discurre junto a la Hoya de Pajaritos y la Montaña de Pajaritos.
Camino Lomo del Marco

El acceso al lomo se inicia en la carretera de Moya a Fontanales (GC-075). Antiguamente este camino vecinal era parte del Camino de Herradura que desde Los Tilos, orillaba el barranco del Laurel, en parte la actual carretera de acceso (GC-704) y su salida naciente, conectaba con el Lomo del Marco por el camino homónimo, que ascendía para continuar por el Lomo de las Piedras, dejando al naciente la Montaña de Pajaritos para continuar hasta la Cumbre, hoy caminos rurales y pastoriles muy frecuentados por senderistas.

El origen del topónimo corresponde a un canarismo cuyo significado es «Señal formada por una o varias piedras que se pone para fijar los linderos de una propiedad», al que añade la fuente «Muchos pleitos venían antes porque siempre había quien se dedicaba a rodar los marcos de sus terrenos» (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010). De los distintos mojones y linderos quedaron los topónimos alusivos de Lomo del Marco y Lomo de las Piedras, prolongación geográfica  uno del otro.

Ortofoto meridional del Lomo (Google earth)

El Lomo marcaba uno de los límites de la protegida Montaña de Doramas de propiedad realenga y que estuvo protegida hasta principios del siglo XIX, y fue un lugar de conflictos cuando la Audiencia en 1806, cuando emergían las corrientes proto-liberales con Carlos IV, después de la experiencia iniciada por el ayuntamiento de Firgas para satisfacer las necesidades de las demandas de vecinos con escasos recursos económicos,

«... ordena el reparto, participando en el deslinde un representante del Cabildo y de la Económica; y en juntas celebradas los días 3,4,5 y 14 de enero de 1807 se lleva a cabo el sorteo de suertes. El Alcalde Mayor otorga, posesión a los agraciados el 7 de febrero y la Audiencia aprueba el reparto el 22 de mayo con la condición de que en el plazo de un mes se otorgaran las escrituras. El reparto se efectúa en las orillas de la Montaña próximas al pago de Fontanales y en parajes denominados: Hombría del Barranco del Mar y Lomo de las Hayas, cuevas de Naga, Solana del Lomo del Marco, Lomo de Rivero» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

En el primer reparto realizado por el Ayuntamiento de Moya resultaron agraciadas con pequeñas suertes de tierras en este lugar José Antonio Cerpa con 3 fanegadas y  5 celemines, María Basilio y Rita Mateo, ambas con 1 fanegadas y 8,5 celemines, Juan Antonio García y Salvador Delgado Castellano, ambos con 1 fanegadas y 7 celemines, Antonio Matías Avila y Manuel de Quintana, ambos con 1 fanegadas y 6,5 celemines. También obtuvo 2 fanegadas en el en el barranco.
Panorámica
El proceso iniciado de reparto de tierras continuaría en años siguientes, que conforme se roturaban las tierras iban enalteciendo los ánimos de los grandes propietarios que sacaban de las antes tierras públicas de la Montaña de Doramas los "horcones" para los parrales de sus tierras.

Fue así como el Administrador del Mayorazgo de Arucas y el presbítero de Teror, del que se supone actuaba defendiendo otros intereses como pudiera ser el Mayorazgo de Ossorio y el de Matos, además del alcalde de Arucas que había obtenido datas en el Lentiscal para plantar parrales, incitaron a sus vecinos para iniciar las revueltas por los Baldíos de Doramas, bajo la falsa bandera de la defensa del bosque (PÉREZ HIDALGO, H.: Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital, 2012).

«El 22 de enero de 1823 los vecinos de Teror, Arucas y Firgas vuelven a concentrarse en el Lomo del Marco, jurisdicción de Moya, solicitando la reintegración al monte de los terrenos repartidos. También se hallaban en el lugar el Juez Supletorio de primera instancia de Las Palmas que había acudido a "restituir a todos a su antigua tranquilidad a petición de los pueblos de Teror, Arucas y Firgas..., y cortar de raiz la causa que motiva este desorden que, según dicen, esta alterada por asuntos relativos a las disposiciones tomadas en el repartimieto de la Montaña" (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

EL Lomo del Marco se convirtió por aquella época en el lugar de convocatoria de las revueltas que incendiaron muchas cosechas, conflictos que se extendieron hasta 1829 en que se afianzaron legalmente los repartos en Doramas a vecinos sin recursos, aunque algunos tuvieron que vender sus tierras por no disponer de medios para su roturación.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)