miércoles, 11 de julio de 2012

MATÍAS, SAN (TEROR)

Topónimo con el que se conoce a una pequeña meseta situada junto a la carretera de Arucas a Teror (GC-043), delimitada por El Lomo de Don Diego y La Montañeta, lugar de donde se sacaron muchas de las piedras que se transportaron con yuntas para la construcción de la Basílica del Pino situada aproximadamente a un kilómetro de distancia.

Casa y gallanía (Fedac)
El origen del topónimo se debe a la existencia de una ermita bajo la advocación de dicho apóstol, desaparecida a mediados del siglo XVIII. Los orígenes de este santuario son inciertos, si bien cabe la posibilidad de que su fundación sea anterior a la del primer templo que acogió a la Imagen de Ntra. Sra. del Pino, según se desprende de lo señalado por Marín de Cubas.

En dicha ermita se veneraba la imagen de san Matías, tradicionalmente atribuida al artífice grancanario del siglo XVII Cristóbal Ossorio Melgarejo, imagen que fue trasladada a la Basílica del Pino a mediados del siglo XVIII coincidiendo con la demolición de la ermita debido a su precario estado de conservación. Una vez ubicada en el Retablo de san José, la efigie original atribuida a Ossorio pudo haber sido sustituida por la imagen actual en los primeros años del siglo XIX, o bien, haber sido sometida a profundas transformaciones, según algunos investigadores.

Probablemente quien construyera la antigua ermita de san Matías fuera el Canónigo de la Catedral Gregorio Trujillo Osorio, quien en escritura del 13 de junio de 1595 incluían entre los bienes vinculados todas las tierras de este lugar hasta las allí llamadas Laderas de las Carreñas en Guanchía. No se entendería de otra forma puesto que los poseedores sucesivos del patronato de Trujillo Osorio se comprometieron al traslado de la ermita al la Hacienda de Osorio.

Cantera (Fedac)

Cuando el párroco de Teror emite el informe favorable preceptivo fechado el 6 de junio de 1749 para autorizar la demolición de la vieja ermita, en el mismo acto autoriza la construcción de la nueva ermita, y tres días después el poseedor del vínculo Pedro Manrique se obliga a:

«demoler la expresada hermita y fabricarla de nuebo con toda perfección y cabalidad en dicho pago de Ossorio y fenesida colocar en ella la ymagen del Santo Apóstol, aseando su altar y poniéndole todos los hornamentos nesesarios, asi para el aseo de el como para que se selebre el Santo Sacrificio de la missa, todo ello a costa del otorgante y de su propio caudal» (SUÁREZ GRIMÓN, V. J., La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).


Bien dice el autor citado que a pesar del interés mostrado por los poseedores del vínculo en trasladar y fabricar la nueva ermita de San Matías en su cortijo de Osorio, ésta no sólo no fue trasladada, arruinándose la antigua y primitiva ermita se arruinó y el Santo fue trasladado a la parroquia de Teror.

Casa de las Pulgas (1930 Fedac)

En cuanto a la razón de la edificación de esta antigua ermita en este lugar «es posible que se edificara la iglesia de San Matías para atender a las necesidades espirituales de la incipiente población, quizá por el año de 1490. Pudo ser que lo primeramente poblado de Teror, después de Guanchía, fuera el entorno de la ermita de San Matías, esta hipótesis se fundamenta en la aseveración de Marín y Cubas, en la proximidad al primer poblamiento de Guanchía y en el estudio de alguna edificación que existió en la zona, la llamada casa de la Salamera tenía características constructivas que bien pudieran ser de finales del siglo XV» (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, V: Teror: historias, semblanzas, apuntes, Las Palmas de GC, 1991).

Este caserío cuenta con uno de los edificios religiosos más emblemáticos del municipio, obra del ingeniero Laureano de Armas inaugurada en 1925, el colegio y convento de las Madres Dominicas, inmueble donde se sintetizan diversos motivos decorativos del arte neorrománico y la arquitectura tradicional de las islas, que pudo haberse construido donde estuvo la casa de la Salamera, una mujer santiguadora.
Las Dominicas (rosagrancan-blogspot-com)

Francisco González Díaz (1864-1945), uno de los periodistas y oradores más prestigiosos del Archipiélago en el primer tercio del siglo XX y que emprendió importantes campañas cívicas como la desarrollada a favor de la reforestación de la isla, así describía el convento:

«… es un vasto conjunto que reproduce a maravilla la traza de una vieja abadía del siglo XIV. Es un alarde de buen gusto, de hábil técnica de construcción arcaica que honra a su director, que ha hecho hablar a la piedra como los grandes arquitectos de los tiempos remotos. A la fábrica altiva y serena como una abadesa de sangre real, le han puesto un tocado campesino de tejas bermejas…».

El escritor defensor del árbol fue el promotor de que al término de los festejos de san José de los años veinte del pasado siglo, en el inicio de la primavera, se celebrara la Fiesta del Árbol con asistencia de los niños de las Escuelas, fiesta que acababa con un sancocho al aire libre en San Matías.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MATEO, VEGA DE SAN

Topónimo que corrresponde al municipio situado a 22 kilómetros de la capital provincial e insular, en una altitud media de 850 metros sobre el nivel del mar, y de 37,89 kilómetros cuadrados de superficie que representa el 2,4% del total de la isla.
Alameda de Santa Ana (rosagrancan-blogspot)

El actual territorio de la villa era aproximadamente el correspondiente al lugar aborigen de Tinamar, que, según varios historiadores, puede provenir de un vocablo bereber que significaría «barbas pobladas» o «bosque frondoso», de ahí que se crea que este lugar entonces cubierto por un gran bosque de laurisilva, fuera así llamado.

Después de la Conquista se enmarcaba en lo que se denominaba La Vega, jurisdicción que englobaba lo que actualmente son los municipios de la Vega de San Mateo y Santa Brígida, territorio que era subdividido geográficamente en la Vega de Arriba, que correspondería en la actualidad con San Mateo, Vega de Enmedio que correspondía aproximadamente a El Madroñal y La Atalaya, y la Vega de Abajo que sería el actual municipio de Santa Brígida sin lo antes citado.
Caserío La Cantonera (rosagrancan-blogspot)

En la primera mitad del siglo XVIII la Vega de Arriba tuvo un aumento poblacional que venía soportando el mal estado de los caminos y la gran distancia para acceder a la única parroquia de La Vega a la que tenían que desplazarse para bautizos y matrimonio, además del culto, situación que motivó que sus vecinos acuerdan la edificación de una ermita propia, la cual es construida por Luis Martel y Salvador Báez conjuntamente con otros vecinos de la Vega de Arriba en las tierras de los primeros.

La hacienda es heredada por Juan Martel Magas, nieto paterno y materno de los anteriores, quien encontrándose emigrado a Venezuela, el 28 de noviembre de 1766 ante el escribano José Rafael Lemas de La Guaira funda un patronato en el que vincula la hacienda heredada de sus abuelos con el fin de perpetuar la ermita construida bajo la advocación de San Mateo. Tres años después, el 1 de abril de 1769, otorga poder ante el mismo escribano a favor de Tomás Romero Maldonado, canónigo de la Catedral, quien con fecha 23 de agosto de 1770 ratifica en Las Palmas la fundación del patronato.

La Vega en 1890 (Ojeda Pérez L - Fedac)
Resueltos los problemas jurídicos ya contaba la ermita con medios económicos suficientes. Su fundador quería contribuir al socorro espiritual de los vecinos de la Vega de Arriba al establecer la pensión de cincuenta misas en los domingos y festivos sobre los bienes del patronato. Estos consistían en una huerta y casas denominadas del Pintor que había adquirido antes de irse a América, dos suertes en San Mateo y Hoya Viciosa, esta última de una fanega y nueve celemines, que compró Tomás Romero el 19 de abril y el 31 de mayo de 1770 en 470 y 3.325 reales que le había remitido Juan Martel desde Indias. 

Esta dotación inicial se ve incrementada con unos 300 ó 400 pesos que estaban en poder del canónigo Romero Maldonado, enviados por Juan Martel por testamento de 23 de diciembre de 1774 ante el escribano Juan Armas Castañeda, como agregación al patronato para comprar tierras que aportaran recursos a la ermita.

Veintiseis años habrían de esperar los vecinos para que su ermita se erigiera en parroquia separada de la Vega de Santa Brígida, lo que aconteció por un auto del Obispo Verdugo del 10 de octubre de 1800, poniéndose el Santísimo en su iglesia el 28 del mismo mes.


Procesión de 1890 (Ojeda Pérez L - Fedac)
Aquí la resolución fue muchos más rápida y doce dias antes de que se cumpliera el año de iniciarse la solicitud, concretamente el 16 de diciembre de 1801, la Audiencia resuelve separar el pueblo de San Mateo de la jurisdicción de La Vega.

En esa época, San Mateo contaba con un promedio de seiscientas viviendas y su situación económica continuaba sustentándose en la agricultura, la ganadería y en la riqueza de los recursos acuíferos.
La Vega en 1928 (Kurt Herrmann)

Estas circunstancias se mantendrán estables hasta el siglo XX en que se produjeron cambios económicos. Hubo una crisis del sector primario frente al auge del sector terciario, provocada en gran medida por la emigración de la urbe y la proyección de capitales en sectores que no eran agroganaderos.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

martes, 10 de julio de 2012

MATANZA, LA (LAS PALMAS DE GRAN CANARIA)

Topónimo con el que se conoce un amplio territorio al naciente de la Caldera y Pico de Bandama, que dio nombre a la pequeña montaña situada en el mismo y al diseminado núcleo de población que se asentó al norte de dicha montaña, al sur de Monte Quemado y al poniente de Hornos del Rey y Lomo Pelado.

Panorámica del entorno (Google earth)
Está documentado el topónimo en el antiguo cortijo propiedad de Francisco Fernández Vílchez quien en virtud de sus méritos, optó por solicitar al Cabildo General las tierras incultas y realengas sobrantes de las que se habían dado a censo a varios vecinos de Marzagán. Eran unas ochenta y dos fanegas contiguas a su cortijo de La Matanza, que posiblemente lo tomara del lugar, al margen del notable esfuerzo que supondría obtener frutos de un territorio incultivable formado por un sustrato de viejas escorias de la Caldera de Bandama.

Finca de La Matanza en 1992 (Jaime O'Shanahan - MDC)
Francisco Fernández era castellano en la fortaleza de San Juan de Mata,  el hoy conocido como Castillo de Mata, Administrador de la Renta de Correos de la isla y de las Temporalidades de Jesuitas. También ejerció la Escribanía de Guerra y Mayor del Ayuntamiento y fue Contador General de isla y particular de Propios y Arbitrios.

Por los cargos que ocupó, conocía perfectamente la burocracia de aquel siglo XVIII. Conocería del precedente que comportó la resolución de la data de Capón, a través de la cual el Teniente Capitán Fulgencio Arturo Brito, quien cuando solicitó dicha data del Capón lo hizo a Madrid generando un conflicto jurisdiccional con el Cabildo General.

Acueducto (Fedac)
En este caso el Contador General optó por hacer su solicitud directamente al Cabildo, ya constituido en Ayuntamiento de la Ciudad, obligándose al pago de un censo a favor de sus Propios. En este caso, fue la Audiencia quien intervino declarando que la Ciudad no tenía facultad ni privilegio para dar ni repartir terrenos realengos, por lo que necesitó de la concesión real. Tras tener expedito el trámite, la solicitó alcanzando su concesión el 16 de diciembre de 1771.

Pozo (Fedac)
Cinco años después, Fernández Vílchez no mantiene la posesión de la data y la traspasa el 18 de julio de 1776 al Regidor y Teniente Coronel del Regimiento de Telde Francisco Jacinto León y Matos. Si bien se trataba de un territorio de escorias volcánicas, y basta para ello contemplar la toponimia de los lugares de su entorno, las minas y galerías del barranco de las Goteras seguían en el subsuelo, y solo tuvieron que profundizar pozos para aflorar el agua y canalizarla para regar sus cultivos.

Yacimiento (Patrinet)
Algunas fuentes sostienen que el topónimo pudiera tener relación con los enfrentamientos que tienen lugar en esta zona con ocasión de la expedición portuguesa capitaneada por Gonzalo Pérez Martel (1393), cuyos hombres «alancearon y mataron a muchos aborígenes canarios en un valle que oy llaman la Matanza por esta acción» según Marín de Cubas, que se toman con ciertas reservas por las propias crónicas que hace el cronista referida a la Matanza de Acentejo en Tenerife.

En todo caso, la presencia de asentamientos aborígenes en la inmediaciones está acreditada con la existencia en el barranco de Las Goteras de un yacimiento arqueológico integrado por tres grupos de cuevas artificiales comunicadas entre sí por andenes y galerías excavadas en la toba. Destaca en este conjunto la magnitud de las cavidades y la existencia de “túneles” que conectan los tres espacios del poblado.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MATAASNOS, LOMO (SAN MATEO)

Topónimo antiguo con el que se conoce el lomo situado entre el barranquillo Colingo o de La Umbría al poniente, y, el Maipez y el Lomo del Molino próximo a La Lechuza al naciente.

Es muy conocido por los lugareños pues sobre el mismo se asienta un camino vecinal que ataja la conexión de la carretera de San Mateo a Cruz de Tejeda (GC-015) con la carretera de Cueva Grande a Llanos de la Pez (GC-600).

Este camino vecinal fue construido sobre un antiguo camino real por donde bajaban de La Cumbre las bestias que acarreaban la leña hasta los ingenios, en un entorno donde existen otros topónimos vinculados a la actividad maderera como es el Lomo Aljorradero, y por donde traían la nieve desde los pozos hasta las «neveras» de la Catedral.

Vista del camino vecinal (Google earth)

Del acarreo de leña hay muchos documentos públicos que acreditan la gran actividad maderera que se realizó desde los primeros años tras la conquista. A título de ejemplo tenemos el contrato de 16 de julio de 1514 del escribano Cristóbal de San Clemente que dice:

«García Francisco y Alonso González de la Huerta, estantes, se obligan a acarrear con sus bestias la leña que necesite el bachiller Cristóbal de la Coba, en el ingenio de Tasabtejo, en la zafra de 1515, en cantidad de 500 cargas como mínimo. El cachjiller se obliga a darlas cortadas y puestas en cargadero» (LOBO CABRERA, M. Y OTROS: Los usos de la madera: recursos forestales en Gran Canaria en el siglo XVI, Las Palmas de GC, 2007).
 
Abrevadero de animales (Fedac)
Considerando que los cargaderos de leña pudieran estar en las próximidades de Camaretas y Hoya del Gamonal, conociendo que el ingenio del licenciado De la Coba estaba en La Angostura, no resulta extraño que para cumplir con el contrato de 500 cargas más de un asno muriera en el esfuerzo de idas y venidas en este lomo que la memoria colectiva de los lugareños bautizó tan humanamente, aún a pesar de los tiempos que se vivían y aunque fueran asnos.

Las presencia de asnos en las inmediaciones está bien documentada « ... Según los datos recogidos por Webb y Berthelot en su Historia Natural de Las Islas Canarias y citados por el propio autor que nos guía en esta materia -hace referencia a José Miguel Alzola- en 1804 existían en Gran Canaria 3.200 asnos contra sólo 30 camellos, 100 mulos y 1.200 caballos. (...) Es curioso comprobar cómo en la villa de San Mateo, desde donde se partía para ir a recoger la nieve, no exitían, según las estadísticas citadas, ni mulas ni camellos, por lo que los transportes se efectuaban con los 60 caballos o los 100 asnos que figuraban en ellas ... » (MIRANDA CALDERÍN, S.: Los pozos de nieve de Gran Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, 2005).

La probable ruta que seguían los neveros para su traslado hasta la Catedral, se iniciaba en los pozos de las nieves, situados al naciente de Los Pechos donde han sido localizados en la cabecera del barranco de la Abejerilla los conocidos como "el primer pozo de las Nieves, "el Grande", y "el de los Canónigos", y atravesando los llanos de Ana López, Cueva Grande y Camaretas para descender por estos lomos en dirección a la Vega de Arriba y después la Vega de Abajo para llegar a la Ciudad en el menor tiempo posible conforme a los contratos firmados con el Cabildo Catedralicio.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MATA, CASTILLO DE (LAS PALMAS DE GRAN CANARIA)

El topónimo con el que se conoce la fortaleza situada en la entrada a la ciudad por la antigua carretera del Norte, junto al cauce el barranco de Mata, tiene su origen en la casa-mata construida en el extremo de poniente de la muralla septentrional de la Ciudad.
Fachadas naciente-norte (el coleccionista de instantes)
La descripción que hace Leonardo Torriani (Descripción e historia del reino de las Islas Canarias, antes afortunadas con el parecer de sus fortificaciones, Traducción del italiano, con Introducción y Notas, por Alejandro Cioranescu, Sta. Cruz de Tenerife, 1959), cumple con el mandato de Felipe II para visitar la isla al objeto de conocer de sus fortificaciones y necesidades ante los continuos ataques de piratas y corsarios, así como las incursiones berberiscas.
Fotografía de 1890 (Ojeda Pérez L - Fedac)
Realizó dos viajes, uno antes de 1586 y otro en 1587 ampliada a todo el archipiélago. Con respecto a la muralla septentrional de la Ciudad dice:

«La muralla roja  [color de tinta con que la pintó en los planos], en dirección norte, es un largo lienzo de muralla, con dos baluartes a los extremos; el que está cerca del mar se llama Santa Ana, por la advocación de la catedral».
Fotografía de 1893  (Carl Norman - Fedac)
El baluarte junto al mar estaba situado aproximadamente al final de la calle Bravo Murillo, junto al parque de San Telmo donde luego se construiría el desaparecido Muelle de San Telmo o primigenio Puerto de Las Palmas. 
Fotografía de 1895 (Fedac)
El otro baluarte que menciona sin dar detalles, es precisamente la casa-mata que presumiblemente era un torreón redondo o cubelo (por su forma de cubo) cuyo diseño fué elaborado por el ingeniero Juan Alonso Rubian entre 1572 y 1573, siendo autorizada la construcción de la muralla y la torre por la orden real de 4 de diciembre de 1576, que se terminará en tiempos del gobernador Diego de Melgarejos entre 1575 y 1577.
Imagen de 1905 (Da Luz Perestrello - Fedac)
Respondían al nuevo diseño surgido para las psesiones fuera del territorio peninsula de la Corona de Castilla, que abandonaba los característicos castillos en cumbres altas e incorporaba elementos de tiro y defensa, compaginando los viejos matacanes y garitas con los avances técnicos de saeteras y troneras para armas de fuego, adaptando muros, paramentos y y conornamientos a la artillería para la dede su emplazamiento en un llano, donde las murallas eran flanqueadas por torres o cubos en los ángulos, generalizando el uso de la sillería y el ladrillo.
Proyecto de Próspero Casola (historiadegrancanaria.blogspot.com)
En el archivo de Simancas se conserva un plano del Castillo de la Ciudad confeccionado por Próspero Casola quien llegado a la isla, contrajo matrimonio, obtuvo su residencia y el título de regidor. 

Participó en la defensa de la Ciudad tanto en el intento de desembarco de la armada inglesa de Drake y Hawins, como en el ataque de la flota holandés, proyectando después la construcción de nuevas defensas para la Ciudad.
Fotografía de 1911 (Kurt Herrmann - Fedac)
El ataque de las tropas del almirante holandés Pieter van de Doez en 1599 debió dejar bastante dañada la muralla y la torre, siendo reconstruido por el gobernador Francisdo de la Rúa entre 1613 y 1614, adquiriendo una forma de fortín que introducía bóvedas de techumbre, escaleras intramurales, letrinas, chimeneas y ventanales con cortejadores para alcanzar un mayor protección defensiva.
Fachadas naciente y norte en angular ((el coleccionista de instantes)

Con posteriridad tuvo diversas intervenciones arquitectónicas, siempre buscando su adaptación a los tiempos en materia defensiva, hasta que en 1997 se puso punto final a su uso militar, si bien había sido declarado muchos años antes Monumento Histórico Artístico, concretamente el 22 de abil de 1949.
Monolito en la fachada naciente (estodotuyo-com)
Durante este tiempo fue consolidándose su nombre como Castillo de Casa Mata, que quedaría abreviado y conocido como Castillo de Mata, aunque oficialmente se le llamó en la primera mitad del siglo XX Cuartel Alonso Alvarado en memoria del gobernador que defendió la Ciudad frente a la tropas holandesas, erigiéndose con posterioridad un monolito en su recuerdo en la fachada de naciente.
Proyecto restauración (dorestelpgc)
Con el nombre del Castillo es conocido también el barranco próximo y el entorno donde se ubica, y que está siendo objeto de un ambicioso proyecto de restauración y adecuación para su conversión en el Museo de Historia de la Ciudad y del Mar, obras que incluyen la supresión de todas aquellas intervenciones constructivas que se han considerado alteraban el valor histórico del mismo, al tiempo que conjugan la incorporación de otros equipamientos que respetando las históricas permitirán su mejor aprovechamiento al fin pretendido.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

lunes, 9 de julio de 2012

MASPALOMAS, LLANOS Y PLAYA DE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Topónimo que en la antigüedad unido al canarismo de Llanos era todo el territorio que va desde el barranco de Berriel hasta las tierras al poniente del barranco de Fataga. 

Es la propiedad de dos mil seiscientas veintitrés fanegas que describe el Mayorazgo del Capitán, Regidor Perpetuo y Familiar del Santo Oficio Francisco Amoreto Manrique el 17 de marzo de 1669, al que los distintos sucesores entre los años 1698 y 1785  realizaron agregaciones de bienes y el título de Conde de Vega Grande de Guadalupe:

«… terrenos de Maspalomas que comprende tierras de labor, montuosas para pastos de ganado, “arrifes” y arenales incultos, con casa para dueños y 43 casas para colonos, pajares, graneros, estanques, molino harinero y dos pozos de agua».
Vista aérea (fotosaéreasdecanarias-com)
Pero también la zona costera del macizo de Amurga,  que eran tierras de realengo, se incluyen en el siglo XV comprendidas en el término Maspalomas. Hay algunas referencias documentales de que las Calmas de Maspalomas se extendían desde el Castillo del Romeral hasta el «puntón» de Santa Águeda en Arguineguín, sin incluir la bahía del mismo nombre.

En cuanto al origen del topónimo hay muchas oponienos sobre el mismo. Para Néstor Álamo, el nombre de Maspalomas estaría relacionado con un conquistador mallorquín, Rodrigo Mas de Palomar, que obtuvo tierras en la zona. A partir de ahí su apellido degeneró hasta convertirse en el Maspaloma o Maspalomas actual. Algunas fuentes clasifican este topónimo como un catalanismo, a partir del apellido catalán Mas, al que se considera «… seguramente presente como elemento léxico en los topónimos compuestos Maspalomas, Mascuervo y Masamoya…».
Panorámica de 1940 (Naranjo Suarez J - Fedac)
En cuanto a sus menciones históricas, Agustín Millares narra así un desembarco en el lugar allá por el año 1479: «… Esta proposición fue aceptada con júbilo, y, bajo el mando del mismo Hernández (Pedro Hernández Cabrón), se embarcó una parte de la guarnición del Real con las tropas que de refresco habían llegado en las carabelas, acompañando la expedición como voluntario el Deán Bermúdez.

Al día siguiente, los buques se hallaban sobre la costa S. de la isla, y sin obstáculo verificaron varios desembarcos en Maspalomas y Arguineguín, recogiendo alguna cebada, higos y mucho ganado, pero ningún prisionero, porque todos los canarios, al ver los navíos, se habían refugiado a los montes y asperezas de la Cumbre…».

Tras la incorporación de la isla a la corona de Castilla, los alrededores del sistema de dunas fueron ocupadas progresivamente, siendo las labores agrarias las que tuvieron mayor incidencia. Con posterioridad en la desamortización de las tierras de baldíos y realengos que mantenían esa condición desde la Conquista, las tierras costeras de Amurga que son las otras mil veinticinco fanegas de la «Suerte de tierra en Los Llanos de Maspalomas» salieron a remate el 26 de junio de 1873 y fueron vendidas el 18 de mayo de 1875 a Fernando del Castillo Westerling, conde de la Vega Grande, por el precio de 6.400 reales de vellón.
Panorámica de 1940 (Naranjo Suarez J - Fedac)
La principal actividad que se desarrolló en los alrededores antes de 1930 fue el cultivo de cebada y de trigo. Con posterioridad a esta fecha, se produjo la irrupción del cultivo del tomate, con destino a la exportación, que ocupaba hacia principios de los años sesenta del pasado siglo la casi totalidad de la tierra, incluyendo las ganadas al complejo dunar y al barranco de Fataga.

Del anterior territorio de los Llanos de Maspalomas tras la urbanización del suelo con fines turísticos,  el nombre se localizó geográficamente en el extremo sur de la isla, apareciendo en diversos mapas el nombre de playa de Maspalomas, Charco de Maspalomas, barranco de Maspalomas, lomo de Maspalomas y pueblo de San Fernando de Maspalomas. Igualmente surgieron modernos topónimos como Playa del Inglés y Playa de San Agustín
Los Llanos en 1968 (William Hirman J - Fedac)
En la actualidad la marca turística «Maspalomas» es internacionalmente reconocida, circunstancia que motivó en el último cuarto del pasado siglo el debate sobre el posible cambio de denominación del municipio de San Bartolomé de Tirajana.

Se impuso mayoritariamente el criterio de mantener la denominación histórica del municipio y de asociar la divulgación de la marca turística al mismo. Surgieron también opiniones, dentro del debate, que proponían rescatar el antiguo nombre de San Bartolomé de Tunte, ante el temor al traslado de la capitalidad municipal a la costa.

Al final, todas las posiciones se conciliaron de forma que el municipio mantiene su denominación, la marca turística ha alcanzado mayor notoriedad y se la vincula al municipio, la aborigen Tunte se asocia con el aspecto cultural y etnográfico, la capitalidad municipal se ha mantenido donde siempre y en la costa se dispone de un edificio donde el ayuntamiento presta todos los servicios al ciudadano.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)