miércoles, 23 de mayo de 2012

DESCOJONADO, PUNTA DEL (ALDEA DE SAN NICOLÁS)

Situado junto a la Playa del Asno en Tasartico se encuentra este gran acantilado que recibe este nombre tan particular por ser una marca o seña para los antiguos mareantes, y para los nuevos que carecen de tecnología, que marca el inicio de la zona marítima entre esta Punta y la Punta de Los Canalizos conocida con el mismo nombre de El Descojonado, referencia que señala el llamado “pasillo” entre las islas de Gran Canaria y Tenerife, donde las impresionantes olas de varios metros de altura, casi siempre reinantes, provocan vuelcos y hundimientos si no se tiene la experiencia debida o no se conoce tal circunstancia.

En el brazo de mar que separa las dos islas, el alisio actúa también con fuerza desde el Norte, por lo que presenta un aspecto rizado con fuertes y peligrosas turbulencias, a excepción de la zona más al Sur, sometida al abrigo de las montañas en lo que se llama el Mar de las Calmas. Estas difíciles condiciones de navegación que causan auténtico  terror, “acojona” como vulgarmente se dice haciendo honor a su nombre, tiene ya muchas tristes referencias históricas y modernas, pero las antiguas del naufragio del Esperancilla y otras de desaparecidos en la mar, o por desprendimientos, son las más recordadas por los lugareños.

Fotografía Nacho González

El 21 de abril de 1875, a una o dos millas aproximadamente de la Punta, se produjo la tragedia del naufragio del Esperancilla, que venía cargado de «leñabuena». Un temporal lo hundió con toda su tripulación, trece marineros y un pasajero, quedando para siempre en la memoria del lugar.

El 26 de septiembre de 1879, en Los Canalizos, muy cerca de esta Punta próxima a Güygüy, un golpe de mar se lleva a Benito Casas.


Panorámica (A-D Conocer Gran Canaria)
Se cuenta también que el 23 de agosto de 1895, por el mismo acantilado, en la caleta de Calladitos de Macías, se produce otra tragedia en la misma orilla de la playa, cuando un gigantesco desplome del acantilado cayó sobre tres pescadores de una misma familia de Agaete que se hallaban pescando sobre su barquillo. El gigantesco desprendimiento del terreno, que aún se puede observar, sepultó al padre Alejo Suárez García y a su hijo menor Juan Suárez Martín, mientras que el otro hijo se salvó milagrosamente y, enloquecido, para salir del lugar, trepó, no se sabe cómo, por el acantilado arriba según la tradición oral «detrás de una mariposa», y pudo llegar a a la Playa del Asno en Tasartico e informar del suceso al resto de la familia que allí se hallaba.

Todavía la tradición oral marinera cuenta que allí «… hay un barquillo enterrado con una familia…» y que el muchacho superviviente descubrió una nueva senda de Calladitos de Macías a El Asno conocida luego como El Paso Nuevo.

Localización (IDE Gran Canaria)

DEHESA DEL PRADO DE PICO VIENTO, LA (GÁLDAR)

De este antiguo topónimo quedan en la actualidad El Prado y Pico Viento. La Dehesa, conocida como Prado de Pico Viento en el siglo XVI, la conforman las tierras situadas al pie de dicha montaña de Pico Viento, en el lateral oriental de la antigua carretera del Cruce Hoya de Pineda a Agaete (GC-293). El territorio que ocupaba la Dehesa es inconfundible pues la propia semántica del nombre nos indica cual es el macizo rocoso ha quedado a la vista por la erosión eólica, y las tierras concejiles a su pie, aproximadamente a ambas márgenes del barranco del Juncal, sin que pueda precisarse exactamente, pues entre Las Quintanas al naciente y Las Rosas y Piso Firme al poniente, se encontraba el conjunto de la Dehesa, y posiblemente estas útlimas formaron parte de las tierras comunales.

Si bien dicho territorio en la actualidad corresponde al municipio de Gáldar, en la antigüedad el aprovechamiento de las tierras comunales no incluidas en el Prado correspondía a los vecinos de Agaete, Gáldar y Guía, por sentencia de la Audiencia en los años 1655 y 1656, resolviendo los pleitos suscitados.
Pico Viento (lospasosquedejamosatras-blogspot)

El arrendamiento de El Prado a particulares no difiere del formato seguido en las otras Dehesas de subasta y remate público, por plazos determinados. El carácter de erial de estas tierras, veinte fanegas, aconsejaba el remate anual por no necesitar de mejoras. Estaba destinado a hierbas y no a cultivo. Sus arrendatarios debían obligarse a no arar, ni cavar, ni romper las tierras, ya que solo podían aprovechar los herbajes, y aunque por sequedad o fuego no los produjese, debían pagar la renta. Este uso particular generó muchos conflictos entre el arrendador y los labradores que supuestamente usurpaban las tierras para su pastoreo.

La intervención del Corregidor ratificó las antiguas fórmulas de aprovechamiento, por las que la hierba verde o pasto de invierno sería consumido por los ganados del arrendatario o de aquellos a quienes lo vendiese, y la hieba de sequeiro o pasto de secano lo sería por todos los ganados comunales sin que por ello se tuviese que pagar nada al arrendatario como se establecía: «… consumido y disipada la primera yerba por los dueños que la compran y comen, dexan los referidos terrenos libres sirviendo de pasto común entre tanto produce nueva yerba verde…».
Era (Fedac)
En 1838 el Ayuntamiento de Gáldar se opone a la venta de las tierras con el respaldo de la Diputación Provincial, y ordena no proceder ni a su venta ni a su arriendo «… por estar destinado al abrigo de todos los ganados de la isla, en época, que las lluvias no les permite permanecer en las cumbres…», y que los terrenos comunales destinados como dotación de las escuelas de Guía, Gáldar y Agaete «… puedan continuar arrendados por las ventajas que de ellos reportan los referidos establecimientos…».

Tras la creación de los Ayuntamientos, los Propios del Cabildo General pasaron al Ayuntamiento de Gáldar, y las diecisiete fanegas y siete celemines de «Terrenos de pastos denominados “El Prado” en Pico Viento», y las setenta y seis fanegas y cuatro celemines de «Tierra para pastos en Pico Viento denominadas “El Ejido”» salieron a remate el 22 de junio de 1859, siendo vendidas a Salvador Martín Bento, propietario de Guía el 21 de diciembre de 1861 por el precio de 86.000 y 62.000 reales de vellón respectivamente.
El Prado (Google earth)

Las tierras que del Cabildo General pasaron a la Instrucción Pública del Ayuntamiento de Guía, ciento ochenta fanegas y once celemines de «Tierras de “secano” para sembradura y pastos en Pico Viento de la instrucción pública de Guía» salieron a remate el 30 de julio de 1859 y fueron vendidas el 12 de octubre de 1860 a Felipe Valdés Merino, propietario de Guía, por el precio de 44.095 reales de vellón. Posiblemente las tierras de la Dehesa que pasaron al Ayuntamiento de Agaete fueron las situadas al poniente del barranco del Juncal.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

DEHESA DE TAMARACEITE, LA (LAS PALMAS DE GC)

Actualización 3-abr-2016.
El término “dehesa”, de la que el DRAE da el significado de «1. f. Tierra generalmente acotada y por lo común destinada a pastos», etimológicamente  tiene su origen en «‘tierra destinada a pastos’, 924. Del latín tardío DEFENSA. ‘defensa’, en la Edad Media “prohibición”, porque la dehesa está comúnmente acotada» (COROMINES, J.: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, 2011).

El topónimo lo encontramos documentado en los repartimientos, cuando el 30 de octubre de 1551 el licenciado y regidor Françisco Perez Despinosa pidió y el Cabildo General acordó «… que quando de aquí adelante se oviere de sembrar la dehesa de Tamaraçayte se le de e rreparta para que el dicho señor liçenciado  siembre la tierra e dehesa que sembraron este año el dicho señor liçençiado y el dicho señor don Alonso Pacheco que es una hoya junto al barranco de Tamaraçayte e cabe lo de Gutierrez junto al camino lo qual se señala para que siembre para quando la dehesa se sembrare sin que sea visto perjudicar la dehesa ni que se quite della este pedaço de tierra. El señor Juan de Çiberio dixo que contradize este señalamiento e que protesta no sea en peruizio de la dicha dehesa que es conçejil ni que por esto sea visto apartarse la dicha tierra de la dehesa sino que se quede el dicho pedaço de tierra por dehesa como lo es …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Cantonera en Los Llanos (Fedac)
Después de lo dicho, este antiguo topónimo con el que hoy conocemos un reducido lugar del valle de Tamaraceite tiene su pequeña historia. En 1590 había llegado a la isla la Infantería y, por no habérsele dado alojamiento, se registraron algunos desórdenes y excesos. Para evitarlos, Felipe II consideró que el remedio estaba en darle alojamiento en las casas de los naturales de la isla, hasta que hubiese gente de guerra en ella.

A partir de esta decisión real, se inicia el litigio entre los cuarenta soldados que estaban de guarnición en esta isla y el Cabildo «… sobre el darle servicio y alojamiento…». Los soldados apelaron a la Audiencia, que resolvió se les alojase entre los vecinos de la Ciudad. El Cabildo, para redimir a los vecinos de las vejaciones que se les ocasionaban, tranzó ofertando la entrega del usufructo de esta Dehesa y unas casillas junto a la iglesia de los Remedios, según escritura que otorgaron los regidores, el capitán Antonio Lorenzo y Tomás Pinello el 20 de octubre de 1600.

Las casillas de los Remedios, aproximadamente donde hoy está la calle de San Pedro, se las llevó la crecida del barranco de Guiniguada en 1615 y, ante la nueva reclamación de la Infantería, se resuelve que el Cabildo pague 50 ducados por dichas casas, señalados sobre las rentas de “guaniles y abejeras salvajes”. A pesar de las demandas, del poco trabajo de la Infantería y de que todos eran ya vecinos, esta mantuvo su disfrute hasta mediados del siglo XVIII y las rentas de la Dehesa, los 50 ducados y el beneficio fueron secuestrados por los Comandantes Generales.

Acequia (Fedac)
A partir de 1775, la Dehesa se saca a remate en renta ente los vecinos del lugar, momento en el que sus rentas ya eran percibidas por el Cabildo. En el momento de su subasta comprendía cuatrocientas cincuenta y una fanegas y diez celemines de tierras labradías y eriales, de regadío y sequero, reseñándose sus linderos como sigue: «… lindaba por arriba con el Camino que va a San Lorenzo hasta dar a las tierras de Urquía, cogiendo el Barranquillo abajo a tomar el Barranco de Tamaraceite y volver al Camino Real que viene a la Ciudad...».

Dada su extensión, las tierras fueron divididas para el subarriendo en suertes. Abarcaba lugares como: Lomo de los Dragos, Hoya Andrea, la Herradura, Lomo de las Garrapatas, Cuesta Blanca, Pedregal, los Llanos, el Deviso, Lomo de los Regidores, el Barranquillo, La Zarzuela, Mesta Chiquita, el Tablero, la Cobranza, el Fraile, etc.

Fincas abandonadas en la Dehesa (Fedac)
Debido a los gastos causados en la guerra con Inglaterra y la insuficiencia de los donativos voluntarios para la manutención, sueldos y vestuarios de la tropa, se acuerda el 5 de enero de 1809 su venta para sufragar los gastos de la tropa y otras urgencias o deudas. Después de la valoración por los comisionados del Cabildo, respetando la división en cincuenta y seis suertes que estaban ocupadas en régimen de arrendamiento por otros tantos vecinos de San Lorenzo, concluidos los remates de la puja, el de 16 de febrero se autoriza a otorgar las correspondientes escrituras de venta a los particulares, proceso que se alargó hasta la mitad del siglo XIX por la disolución del Cabildo General en 1826 y por las reclamaciones habidas.

En la actualidad con el topónimo de la Dehesa  son conocidas las tierras al Sur de la autopista Túneles Julio Luengo-Agaete (GC-002), aproximadamente junto al enlace de entrada y salida a San Lorenzo y Tamaraceite, y se mantienen algunos de los topónimos antiguos en que fue dividida en suertes la Dehesa para su subasta.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

martes, 22 de mayo de 2012

DEHESA DE TAMARA, LA (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Con este topónimo era conocido desde los primeros años de la Conquista un amplio territorio de realengo, autorizado por la Corona para obtención de rentas para los Propios del Cabildo General, situado en los altos al Sur de Guía, que primero por su dependencia administrativa se llamó Dehesa de Tamara-Gáldar, luego perdió el nombre de Gáldar, y en la actualidad sólo queda el topónimo de La Dehesa limitado a un territorio muy reducido, y en el extremo Sur el diminutivo de La Dehesilla.

Esta evolución del topónimo es producto del crecimiento poblacional y de los nuevos asentamientos rurales que la fueron restringiendo espacialmente desde los primeros años de la Conquista hasta la subasta pública de la propiedad en el siglo XIX, con una definida localización en las márgenes de la carretera de Guía a Moya, en el entorno superior de la ermita de San Juan.

Molino (Fedac)
Los límites antiguos son imprecisos, no se conocen con exactitud, pero las distintas fuentes estiman que su superficie era muy grande, aunque ya los primeros repartimientos fueron acotando su primitivo límite con los repartimientos de Carnedeagua, Ingenio Blanco, San Juan, El Gallego, Calabozo, Paso María de los Santos, Ábalos, etc.

De los beneficiados con esas tierras, no todos eran conquistadores, pues se incluye a las familias genovesas que financiaron la conquista, como los Riverol, Carrasco o Sopranis, que recibieron tierras en lo que en esa época se denominaba Tierras Blancas. Uno de los primeros documentos que hablan de este topónimo es de 1503, cuando el Gobernador de Gran Canaria denuncia a Batista de Riverol por exceder sus propiedades el valor de 200 mil maravedíes. La real cédula de los Reyes Católicos, que se pregonó en Gran Canaria el 14 de junio de 1498, prohibía a todos los extranjeros tener propiedades de valor superior a la cantidad citada.

En la denuncia se acusa a Batista de Riverol de tener «… una fuente y un pedazo de la Dehesa de Gáldar, que posee sin titulo justo, sino que no estando gobernador en la isla hizo un convite a los labradores y a un escribano y dejáronle más un
pedazo de la dehesa, que valdrá con la dicha fuente quinientos ducados de renta...».
Estanque y cantonera (Fedac)

También el conquistador Sancho de Vargas y Machuca recibe repartos en Tierras Blancas. Por su testamento hecho en Tenerife el 21 de marzo de 1509, se conoce que poseía «… una suerte de tierra en Tamara-Gáldar, con el cuarto de las aguas que le corresponde y la mitad de las cañas que están en la ladera de Batista de Riverol…».

Igualmente, quedaron fuera de la propiedad concejil unas tierras que ocupaban ochenta y cuatro fanegas y siete celemines, que antes de la privatización de la Dehesa ya formaban un «Cortijo labradío y “arrifes” denominado “La Dehesilla” con cuatro horas de agua del Heredamiento del Palmital», y que, en escritura de 29 de enero de 1704, declaraban los hermanos Francisco Golfos de la Puerta, Licenciado, Canónigo de la Catedral y Juez Subdelegado del Tribunal de la Sta. Cruzada, y Petronila Golfos de la Puerta, viuda del Capitán Francisco Espinosa Montero.
Cueva, alpendre y poceta (Fedac)
En los remates de la subasta de las tierras, que seguían siendo de los «propios» del Cabildo General, restaban sesenta y seis fanegas. Era frecuente que los rematadores en los arrendamientos cediesen luego el remate a otra persona.

Así, en 1714, Vicente Romero Jaraquemada lo cede al capitán Juan Manuel de Matos; en 1719, el capitán Francisco Martínez de Escobar a Luis González; en 1720, el capitán Matos al Capitán Diego Gritón; en 1724, Juan de Quintana lo comparte con Bartolomé Verde Aguilar; y en 1796, José Padrón Castrillo lo cede a José Almeida. Un trasiego de rematadores que lo hacen por cuenta de otros.
Estanque (Fedac)
La renta de pago al Cabildo se fija en numerario y se paga durante la primera mitad del siglo XVIII en un solo plazo; posteriormente, se hace por tercios. Cuando los «propios» del Cabildo General pasan a los Ayuntamientos Constitucionales en el siglo XIX, se subastan las sesenta y seis fanegas por el Ayuntamiento de Guía en 1837 con la justificación de no haber cobrado nada de los «censos». Son adjudicadas a los siguientes rematadores: Antonio Ariñez Martínez, Sebastián García Bolaños, Hipólito Godoy, Juan Herrera Martín, Vicente Padrón Miranda y Felipe Suárez Valdés.

Privatizada la Dehesa, los asentamientos poblacionales se multiplican y quedan para el recuerdo de esta toponimia los referidos de La Dehesa y La Dehesilla.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

DEHESA DE ARUCAS, LA (ARUCAS)

Este antiguo topónimo que data de los primeros años de la Conquista castellana, que en la actualidad se da al barranco y a una pequeña parte de su cuenca, era una propiedad Concejil destinada al pastoreo cuya situación aproximada estaría en la zona nororiental del municipio, entre las cuencas de los barrancos de Tenoya y de Arucas. Son mayoritariamente viejos suelos sedimentarios drenados por la pequeña cuenca del barranco de La Dehesa. Se ramifica aguas arriba por la concurrencia de distintos lomos situados en San Francisco Javier, Lomo Grande, Lomo Chico, Santidad Baja, Lomo de Arucas y Montaña Blanca. Este barranco, cuando es llamado barranquillo de El Caidero, desagua por Cebolla, en el lugar conocido como La Carraqueña

Se estima que antes de la conquista tenía una abundante vegetación de palmeras, cardones, lentiscos, dragos, almácigos, tarahales, tabaibas dulces y amargas, guaydiles, balillos y balas, vinagreras frondosas, acebuches, salvia roja, ahulagas, salados, tajinastes, esparragueras, aeonios, beroles y bejeques, magarzas, así como toda clase de hierbas que cubrían en gran medida sus suaves laderas, con fuentes y manantiales en el valle de Cardones y en el que llaman El Caidero, por lo que recibe este nombre.

Yacimiento arqueológico barranco El Caidero (Patrinet)
Muchas de las hipótesis de los historiadores consideran que en en el territorio de la Dehesa tuvo lugar la llamada Batalla de Arucas en la que murió Doramas. Dice Agustín Millares Torres (Historia de la Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1997), quien utiliza como fuente a Viera y Clavijo: «La muerte de este caudillo fue por sí sola un gran triunfo para las armas españolas; es fama que, desde aquella época, se principió a conquistar verdaderamente el país».

Como todos los territorios denominados «dehesas» en la isla, eran tierras de propiedad pública, del Cabildo General de Gran Canaria, que por la carencia de fondos de los Propios, la Corona permitió fueran arrendadas a particulares mediante subastas públicas para, con las rentas obtenidas, sufragar distintos gastos públicos como milicia, médicos, maestros de primeras letras, etc. Inicialmente, como todas las tierras tras la conquista, eran tierras de realengo, para que después el Consejo de Gran Canaria solicitara su concesión justificando la necesidad de obtener recursos para hacer frente a sus obligaciones para con los vecinos de la Ciudad.

Cantonera (Fedac)
En cuanto al sistema de arrendamiento, con respecto al establecido para otras dehesas, la única variación sensible, manteniendo el sistema de subasta y remate público, era que en este caso el pago de la renta era en especie, con el trigo cultivado, y solo en uno de los remates estudiados por la fuente, el remate del alférez Antonio Bilbao en 1725, se establecía que de no haber trigo se pagaría el valor de la renta de las setenta fanegas en numerario, al precio de 18 reales la fanega.

El trigo debía ser bueno, limpio y a recibir puesto en la Ciudad al tiempo de la cosecha. El producto de la Dehesa se destinaba al pago de los médicos de la Ciudad.

Era de Sntiago (Fedac)
Tras la aprobación de los ayuntamientos constitucionales, pasa a los Propios del Ayuntamiento de Arucas, con la justificación de no haber cobrado nada de los «propios» y menos de los «censos», en base a las leyes de desamortización en 1838 subasta la propiedad de una superficie de doscientas veintiséis fanegas y cinco celemines.

La superficie de la Dehesa era mayor  pues hubo ventas con anterioridad al siglo XIX como lo atestigua una fechada el 12 de marzo de 1657, donde el Capitán Tomás Ponte del Hoyo, regidor y procurador mayor de la isla, vende por comisión del Cabildo al Licenciado Gregorio Rodríguez un cercado de pan sembrar en la dehesa de Arucas por el precio de 65 reales de tributo perpetuo. El cercado se denominaba Cercado de la Herradura y tenía una cabida de diez fanegas, topónimo que se mantiene entre el Lomo de Arucas y el Lomo Espino, que lindaba por tres de sus lados con la Dehesa, de donde cabe deducir el límite occidenal de la Dehesa en el Lomo de Arucas.

Cantonera (Fedac)
Los remates fueron adjudicados a Tomás del Pino Marrero, Domingo del Toro, Domingo Déniz, Gregorio Domingo Barbosa, Andrés Marrero, Juan Antonio Marrero, Tomás Pérez Marrero, Antonio Ponce Ponce y Domingo Rodríguez. En la actualidad, en el territorio de la antigua Dehesa han surgido distintos topónimos y asentamientos como El Valle, Las Palmeras, Lomo Chico, Lomo Grande, Lomo de Arucas, Lomo Espino y Los Guirres.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

DEÁN, LLANO DEL (INGENIO)

Topónimo situado al Sur del barranco del Draguillo y al poniente del volcan de la Caldereta y Aguatona, hace referencia a una dignidad del obispado catedralicio, que no es otro que Zoilo Ramírez, quien tuvo una dilatada carrera dentro del Cabildo Catedral de Santa Ana y acreditó, en su propio testamento de 4 de abril de 1552, los distintos cargos que ocupó: racionero, canónigo, maestrescuela, chantre y deán.

Tan arraigado estaba en la isla, donde tenía sus posesiones, que, según la fuente consultada, «cobra los dos cargos de canónigo y deán» para evitar la renuncia y marchar a la Península, problemática muy acusada en esa época.
Casa cueva (Fedac)

La primera referencia documental la tenemos en la solicitud de data que hace Juan de Ávila al Cabildo  el 7 de octubre de 1552 cuando pide:

«...un pedaço de tierras montuosas que son en la Vega de Aguatona que podra aver ochenta hanegadas de tierras en todo montuoso e desmontado que a por linderos tierras de Sancho Martin de Caliz de la  una parte e tierras de Diego Diaz e tierras del valle del Fiscal e a la cabeçada de arriba con tierras de Diego Diaz e con la açyquia alta del yngenio e con tierras que son del fiscal que se dize los majanos e por la otra parte  con tierras del dean que se dizen las tress quartas er los majanos e tierras de Pastel que son del dean e tierras que dizen  la Mexia que son del dean e tierras de Diego Xara e el fiscal e tierras de Alonso de Matos el moço que dizen la hoya de Alonso de Matos e con un barranco abaxo que se dize agora Marfuy que va a dar en unas quevas que estan en el dicho barranco e por la vanda de abaxo montaña e con tierras de los herederos de Gonçalo Baez de las quales dichas tierras yo el dicho Juan de Avila tengo por myas mucha parte dellas e por que son las demas que yo pido montuosas e desmontadas por mi el dicho Juan de Avila ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

 
Su trayectoria dentro del Cabildo Catedral, tiempo durante el cual adquirió muchas propiedades, le llevó al nombramiento como deán, del que toma posesión el 14 de octubre de 1545. En noviembre de 1549, el deán y canónigo Zoilo Ramírez efectúa la compra de una esclava ladina, así llamada quien habla con facilidad el castellano además de la propia lengua, de treinta años, llamada Águeda.

Horno de pan (Fedac)

Antes de su muerte, que aconteció el 2 de abril de 1558, crea una capellanía u obra pía a favor de la capilla de Nuestra Señora de La Antigua. Algo más de un año después, el 20 de junio de 1559, el Obispo Diego de Sa vende su más importante propiedad en la Vega de Aguatona, la que hoy se conoce con este nombre apareciendo el topónimo en otros documentos de arrendamiento:

Cadenas del Deán (Fedac)

«Alonso Sánchez, est. en la isla, en nombre de D. Diego de Sa, obispo de Canarias, en virtud de su poder otorgado ante el presente escribano público en 17 del presente mes, da a tributo por tres vidas a Juan Alimán, v.º de la villa de Agüimes: una cuarta de tierra de riego que la iglesia de San Sebastián de dicha villa, cámara episcopal, tiene en la Vega de Aguatona, que linda de una parte con tierras de Francisco Sayago, difunto, de la otra con tierras que fueron del Deán D. Zoilo Ramírez y ahora de Alimán, y por los lados tierras de Martín de Mireles; y un pedazo de tierras de sequero en la Vega Castaña, en que hay seis fans. de tierra, que lindan por la cabezada de arriba con tierras que fueron del Deán D. Zoilo Ramírez, por un lado con un barranquillo [roto] sale de unas tierras de Martín [roto] y va a dar a las cuevas de [roto], y por otro lado con [roto] que va a dar a dichas cuevas y viene de la sierra, las cuales tierras están incorporadas con otro pedazo de tierra que fueron del dicho Deán, que se han de partir por mitad entre Alimán y Diego Rodríguez y Francisco Díaz, que fueron a tributo la mitad de todas esas tierras del Deán.

El tributo anual es de 1 db. por la tierra de Aguatona y 4 dbs. por las tierras de la Vega Castaña, pagaderas al mayordomo de la iglesia de San Sebastián en dos pagas, a contar desde el 4 de junio de este año, día en que las tierras se remataron en Alimán como mayor ponedor». (SÁNCHEZ VALERÓN, R. Y MARTÍN SANTIAGO, F.E.: Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI, ed. digital, 2003).

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

lunes, 21 de mayo de 2012

DATA, MONTAÑA LA (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Topónimo dado a un lugar donde se asienta una moderna urbanización situada, como su nombre indica, en una pequeña montaña que toma su nombre del antiguo caserío de La Data situado un poco más al Norte, junto al Canal de Ayagaures.

En el s. XVII se inicia un proceso de ocupación legal de tierras como continuación del de concesiones del s. XVI, proceso que discurre teniendo como fondo la pugna entre agricultores y ganaderos. Los primeros estaban interesados en la ocupación legal de las tierras de realengo, y los segundos, que las ocupaban clandestinamente desde hacía años, motivaban en ocasiones tumultos y motines.
Ortofoto perspectiva Sur-Norte: Montaña la Data "A" (Google earth)
El origen de este topónimo debe de estar vinculado sin duda a la conocida Data Real de Maspalomas, cuya historia ha investigado Vicente Suárez Grimón (La propiedad pública, vinculada y eclesiástica de Gran Canaria en la crisis del Antiguo Régimen, Las Palmas de GC, 1987),  que se reproduce resumidamente por su valor histórico, dado que refleja los conflictos de la propiedad pública entre aquellas tierras llamadas «concejiles» cuya titularidad correspondía al Concejo o Cabildo General de Gran Canaria, y las tierras producto de la Conquista llamadas «realengos» cuya titularidad correspondía a la Corona. Además, subyacen, en toda la historia, litigios y favores que reflejan los distintos poderes influyentes en el Antiguo Régimen.

En diciembre de 1624, el Cabildo, estimando que eran tierras «concejiles», concede al Capitán y Regidor Simón Lorenzo de Acosta la data de la «venta a tributo», es decir, por el pago de un censo a perpetuidad a los Propios del Concejo,  de unas tierras en Maspalomas que lindaban por un lado con el Barranco de Atíguares, por otro lado con las Casillas de Lezcano, abajo con el mar, y por arriba con Casillas de Merentega y las tierras del Llano de Ajulagal, y además, con el agua que de dichas tierras se pudiese aprovechar.

Gorete (Fedac)
Seis años después, en 1630, el capitán Lorenzo vende dichas tierras a Baltasar y Juan Pérez de Villanueva en precio y cantidad de 500 reales de plata y, aunque los compradores entraron en posesión de las tierras, el 29 de julio de 1635 el Visitador Luis Henríquez declaró nula la citada data del Concejo al tiempo que prohibía a los Pérez de Villanueva el uso de dichas tierras consideradas realengas y no concejiles.

Por otro auto de 23 de septiembre de dicho año, se permitió el cultivo de dichas tierras por temor a la escasez de granos; y así, los Pérez de Villanueva continuaron en la posesión de las tierras de Maspalomas, sucediendo en ellas el Licenciado Mateo Pérez de Villanueva, cura beneficiado de los lugares de Tirajana y Agüimes, y Capellán Real de Su Majestad.

Cantonera (Fedac)
Pero los conflictos entre el llamado Regimiento que gobernaba el Concejo y la Audiencia que velaba por la justicia, eran permanentes, y fue como esta posesión se vio perturbada por el Fiscal de la Audiencia, quien pretendió que se declarasen públicas y realengas por carecer aquel de título legítimo.

Ante esta pretensión, el Licenciado Mateo acude al Rey Carlos II, quien por Real Cédula expedida en San Lorenzo el 14 de octubre de 1680, se sirvió confirmar la data hecha por la Ciudad en clara referencia al Concejo, concediéndole despacho en forma amplia «… para que las tengais por propias vuestras y para usar de ellas y del agua que os tocare desde su nacimiento con toda seguridad…» sin que nadie pudiese perturbar dicha propiedad.

Alpendres (Fedac)
La Real Cédula fue presentada en la Audiencia el 21 de enero de 1681 y ésta por auto de 15 de febrero mandó se diese posesión de las tierras concedidas a Villanueva. De este cometido se encargó el Teniente General Fernando Peraza Ayala. El día 26 empezó por las Casillas de Merentaga, agua del Charco de Maspalomas por donde paseó y con cuyas aguas se roció Villanueva, tierras y aguas del Barranco de Ayagaures -hace referencia el topónimo aborigen barranco de Atíguares mencionado sesenta años antes- hasta volver a las casillas de Lezcano; y el día 27 de febrero, las Casillas de Merentaga hacia el mar, en las que abrió y cerró puertas.

El último día de la toma de posesión, 27 de febrero de 1681, el Licenciado Pérez de Villanueva vende parte de las tierras concedidas al Capitán Gotardo Calimano, vecino de la Ciudad, si bien la fuente consultada duda de si esta venta fue real, porque los bienes del Licenciado en su testamento siguen siendo los mismos.

A finales del siglo XVII, el Licenciado Villanueva sostuvo pleito con los vecinos de Fataga, por la contradicción que estos le hicieron del lindero superior de la data, «… en unas casillas que antiguamente se llamavan Merentaga y porque con el tiempo se mudan los nombres de las casas y propiedades, los pasados déstos las quisieron llamar de Artedara…», fallando la Audiencia a favor de los vecinos de Fataga.

Cuarterías de aparceros (Fedac)

Villanueva recurrió al Rey y su Consejo, quienes mandaron que el lindero quitado por la Audiencia se restituyese en conformidad con la primera cédula. Se mandó que esta se cumpliera en todo y por todo, incluyendo los derechos de aguas. En su testamento de 21 de octubre de 1710, el cura Licenciado Pérez de Villanueva deja las tierras de Maspalomas a sus sobrinos Isabel Suárez y a Juan Pérez de Villanueva.

Pero por su codicilo testamentario de 22 de abril de 1711 manda que, de la parte del segundo, se den doce fanegas a sus sobrinos Pedro y Catalina Pérez y a Mateo de Quevedo, que divide en principio la propiedad de todo el territorio. Luego es adquirido, en distintas fechas y a las distintas partes, por el Sargento Mayor Francisco Amoreto Manrique, que en 1717 ya tiene la totalidad de la finca, que luego se integraría en su sucesión en el patrimonio del Condado de la Vega Grande de N.ª S.ª de Guadalupe.

Esta es la larga y litigiosa historia de la Data, que primero fue Concejil, después recurrida por la Audiencia entendiendo que era de Realengo, es ratificada por la Corona favoreciendo al Capellán Real, después de sentenciado el derecho de pastoreo y aguas, confirma los lindes y aprovechamientos privados la Corona olvidando los derechos de pastoreo y el aprovechamiento por el común del agua de superficie, para así favorecer la venta de las tierras. Siglos después los descendientes de aquellos primeros pobladores serían colonos y aparceros de las mismas tierras.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)