viernes, 13 de abril de 2012

BARRANQUILLO (VALLESECO)

Cruz del Siglo (revista-altura-blogspot)
Aunque se trata de un topónimo genérico, es el nombre de un pago con asentamiento poblacional que se ubica entre el Lomo de Zamora y el del Quemado, hasta llegar a El Caserón. Sus límites se marcaron por cruces que simbolizan la fe de los mayores.

Arriba, en el Lomo del Prado, se encuentra la Cruz del Siglo, que se situó a principios de centuria en este sitio de paso del camino de mar a cumbre, que comunicaba el Recinto con Valsendero antes de la apertura de la carretera de enlace con este barrio (GC-305).

Esta cruz tiene la particularidad exclusiva de que es giratoria, cumpliendo la función de "veleta" para conocer la dirección del viento. Más abajo, la Cruz de las Misiones, la de la Farola, la de la Herrera, la del Lomo de Zamora, del Quemado y del Lomo Enrique.
 
Acequia labrada en el risco (Fedac)

Rico en agua, este «barranquillo» servía, en otro tiempo, de lavadero improvisado a las mujeres. Hoy en día manan aún algunos de los múltiples nacientes que brotaban a lo largo de todo el curso del barranco. El Zumaque, la Tanquelera, el Convento son algunas de estas fuentes que regalan su riqueza en forma de agua.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

BARRANQUILLO, EL (ARUCAS)

Topónimo con el que es conocido el sector noroccidental del casco urbano, situado entre la septentrional Cerera, la Acequia Alta y el centro histórico aruquense. Para conocer el origen del topónimo hemos de retroceder al siglo XX, concretamente a un informe de los servicios municipales de 1929 que al referirse a la calle Salvador Rueda, que ya estaba así rotulada dice: «... convertida en la actualidad de verdadero basurero, urge adoquinarla ...».

Calle Salvador Rueda construida sobre el Barranquillo (Google earth)
La premura de los regidores por honrar con el rótulo la visita del escritor a la Ciudad, no podía convertir en calle lo que era un pequeño sendero habilitado en un barranquillo, y en aquel entonces ese era su estado, el habitual en los barrancos y barranquillos de aquella época.

Aunque en la actualidad la calle así llamada es lo que en la práctica era el camino al Barranquillo y a Transmontaña paralelo a la Acequia Alta, pues en la antigüedad era este pequeño cauce el barranquillo por donde bajaban las aguas de lluvia desde la montaña de Arucas. Las referencias documentales las encontramos cuando con el fin de legalizar las usurpaciones que se habían realizado por los vecinos de las tierras de realengo en el Tabaibal, el Cabildo General otorga escrituras de venta a diferentes vecinos que fueron protocolizadas los días 12, 13 y 14 de abril de 1697, en las que queda identificado y delimitado el Barranquillo.

En la primera de 12 de abril de 1697, el vecino de Arucas Sargento Juan Rodríguez se obliga a pagar 2 reales y medio por una casilla que heredó de sus padres en la falda de la Montaña que «... linda por una parte herederos de Bartolomé Suárez, por abajo herederos de Lorenzo Déniz, por otro lado cueva de herederos de Ana González y Gregorio Bautista a dar a un Camino y un Barranquillo que va a la Acequia Real ».
La antigua calle de San Pedro en el cruce con el "Barranquillo", principios del s. XX (Fedac)
Al día siguiente el zapatero  también vecino de Arucas Juan González Benítez, se obliga a pagar 13 reales por dos casas de 70 pies en cuadra fabricadas durante su matrimonio con Laura Montesdeoca, y por un pedazo de tierra de una fanegada junto a otras suyas en la falda de la Montaña. Las casas « lindan por un lado con Barranquillo que baja de la Montaña, por otro lado sitio realengo y Camino que va a Trasmontaña, por otros lados término realengo» y  las tierras «... lindan por abajo Camino y Acequia Real que va a Trasmontaña, por la parte que mira a Arucas término realengo, por arriba falda de la Montaña de Arucas ».

Desagüe del Barranquillo hacia la Acequia Alta (Google earth)
Y el último día, el siguiente del anterior, Cristóbal González se obliga a pagar 2 reales por medio sitio en la falda de la Montaña que «... linda por un lado Barranquillo que baja de la Montaña, por otro lado, cercadito de Antonio Gutiérrez, otro lado cercado de Francisco de Medina y Juan Gutiérrez, otro lado Cueva que dicen de Dorotea » (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

Las descripciones nos definen, primeramente el Barranquillo que va a la acequia real refiriéndose a la Acequia Alta, que es el callejón que aún existe y que muere en el canal de la Acequia Alta, y el resto, todos con la expresión bajando de la Montaña, es la actual calle Salvador Rueda, en sentido contrario, hasta su confluencia con el encuentro de las calles Cerera y Rafael Díaz, para continuar en su prolongación natural aguas arriba por el actual pasaje de General Palafox.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

BARRANQUERA, LA (MOYA)

El poblamiento de este barrio de Moya en la Costa de Lairaga tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX. Está situado casi en línea paralela a la costa y como continuidad del barrio de El Altillo en dirección al Oeste por donde desagua el barranco del Pagador, junto a El Roque.

Panorámica

Ocupa lo que fue antiguamente una barranquera de la que recibe su nombre, por donde bajaban la aguas que caían desde los cantiles de Los Blanquizales, y que fue canalizada por el subsuelo para salvar la carretera general y las viviendas construidas en la franja costera que han salvaguardado en superficie con una servidumbre de paso hasta la marea, aproximadamente en el lado izquierdo de la fotografía de arriba y en el detalle inferior.

 
Servidumbre de la antigua barranquera (Google earth)

Pero también en el lugar se dan las "barranqueras" marinas, y desde muy antiguo en ocasiones de "mar gruesa" penetraba el mar y se llevaba los animales que los lugareños tenían en las traseras de sus humildes casas dando al mar. Antiguamente se accedía a la misma desde un arco situado en el lugar que se conocía como La Tosca y a través de un sendero, sobre el que luego se abrió una estrecha calle.

De la antigua barranquera además de la servidumbre de paso de la misma que termina en el mar llevando aguas algunos años de lluvias, es conocido por todos los lugareños la existencia de pozos de agua salobre en la cota cero sobre el nivel del mar, entre uno o dos metros de profundidad, que probablemente se nutren de las filtraciones de aguas de Los Blanquizales y de las agua de mar que se infiltran por la inexistencia de defensas marinas.

Algunas fuentes sitúan el nombrado «puerto de Agumastel» en la playa de San Felipe, pero sus condiciones son complejas por las corrientes marinas, poco adecuadas para fondear embarcaciones, y está bastante más alejada de la desembocadura del barranco de Aumastel o de Azuaje que es un referente espacial en las crónicas de la Conquista.

Detalle mapa Ossavarry
Entre este lugar y la caleta oriental junto a El Roque puede situarse el histórico «puerto» de Agumastel, por donde Diego de Silva trató de sorprender al Guanarteme de Gáldar, según Abreu y Galindo, pues entre la desembocadura del barranco de Los Dragos, aquí llamado del Pagador, y donde se inicia La Barranquera, existe una ribera de mar en la playa de callados llamada El Varadero, recogida en la cartografía histórica de 1806 de la que es autor el vasco José Ossavarry Acosta, quien incluye la leyenda "P. de la madera".

Hace también referencia  al Puerto del Lance de la Madera donde en los siglos XV y XVI eran recogidos por los barcos allí fondeados los grandes troncos que del bosque de Doramas eran traídos flotando a través del barranco del Pajarito, aguas abajo de Los Dragos y del Pagador, lugar por donde desagua junto a La Barrranquera.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

jueves, 12 de abril de 2012

BARRANCO, EL (VALLESECO)

Es el pago de escaso asentamiento poblacional y muy disperso que se encuentra en la carretera que baja por el barranco de la Virgen desde Valsendero a Las Madres (Firgas). Muchas de las antiguas viviendas han sido reconvertidas para destinarlas al Turismo Rural pues el pago está inmerso en un lugar que aún conserva restos de lo que fue el antiguo bosque de Doramas, que se extendía por todo el Norte de la isla antes de la Conquista, especialmente por las zonas más inaccesibles, como el barranco Oscuro, un tributario que alberga uno de los últimos relictos de laurisilva que quedan en todo el mundo, catalogado como Reserva Natural Integral.
Poza de agua (Fedac)
Toda la historia de este lugar está relacionada con los manantiales, afloramientos y madres de aguas que conducidas a través de una larga red de acequias posibilitaron las cultivos de regadíos de los municipios de Arucas, Firgas y Teror durante cinco siglos, regulados por los heredamientos concedidos en los primeros años de la Conquista.

Típica casa de alto y bajo reconvertida para turismo rural
El bosque de laurisilva es un auténtico fósil viviente de la Era Terciaria constituido por multitud de especies vegetales (barbusanos, saucos, viñátigos, etc). exclusivas del área macaronésica, que solo se pueden observar aquí.
Acequia Honda que lleva el agua al Norte de la Isla (Ayuntamiento)
Estas tierras eran de las más fértiles y húmedas de Valleseco, por lo que fueron pronto colonizadas. Varias fincas se establecieron a lo largo de todo el barranco de la Virgen explotándose en régimen de medianería, como la Finca de la Peña, la Finca del Cercado o la Finca de la Marquesa. Aún pueden contemplarse las casas señoriales, testigos de un pasado floreciente.
Localización (IDEE Instituto Geográfico Nacional)

BAÑADEROS (ARUCAS)

Es uno de los primeros topónimos que se citan en las crónicas de la Conquista de Gran Canaria (1478-1483), pero no es aborigen, sino la denominación en castellano de la utilidad que a este lugar de la Costa de Lairaga le asignaban los aborígenes, sobre todo las mujeres adscritas al estamento noble, como lugar para el baño.
Los Charcones (yeyo-lacoctelera-net)
Es así como el topónimo ha ido variando del singular El Bañadero al actual plural sin artículo. Mito o realidad, leyenda o tradición, cuenta la historia que la princesa Thenesoya Vidina acudía con sus doncellas a la atracción de los remansos de cristalinas aguas del lugar que se conoce como Los Charcones. Y que, escondidas entre las rocas de la costa, las tropas venidas del lanzaroteño feudo de Diego de Herrera traman su rapto. Se crea así la leyenda que continúa con su conversión al cristianismo, nada extraña porque era un imperativo de los conquistados, y su final casamiento con el noble Maciot de Bethencourt.

Panorámica de 1893 (Carl Normann - Fedac)
Espadaña iglesia (Fedac)
La leyenda, contada por Agustín Millares Torres, es como sigue: «… En una de estas correrías, habiendo llegado una noche sobre la costa N. de la Gran Canaria algunos buques mandados por el mismo Herrera, envió éste una lancha a tierra con algunos soldados y marineros, que, desembarcando sin ser sentidos por la plaza de los Bañaderos, se ocultaron tras unas matas, y estuvieron en acecho dos o tres horas. A este tiempo descubrieron tres mujeres, que, acercándose al mar, se disponían a bañarse; dejáronlas llegar, y cuando les pareció oportuno, se presentaron, y se apoderaron de ellas, embarcándose precipitadamente en su lancha.

Al llegar a bordo supieron por medio de los intérpretes que la más joven de las tres cautivas era la sobrina del Guanarteme de Gáldar, hija del guaire Aymedeyacoam. Contaba esta isleña dieciocho años, y era notable por su hermosura y por la gallardía de su talle. Vestía un elegante tonelete de pieles perfectamente gamuzadas y cosidas artísticamente; un extraño calzado le sujetaba el pie. Su nombre era Tenesoya Vidina. De sus dos compañeras, la una, llamada Tazirga, tenía cuarenta años, y ejercía con ella el empleo de aya; y la otra, de menos edad, era sólo una criada, que respondía al nombre de Orchena...».

Abreu Galindo dice que en este lugar, entre Arucas y Lairaga, junto al Bañadero, fue donde Alonso Fernández de Lugo entregó a Pedro de Vera con mucho regocijo a Tenesor Semidán, el Guanarteme de Gáldar, a quien había hecho prisionero la noche anterior.
Estanque de Las Palomas o del Porrón en El Risco (Ayuntamiento)

Los escasos vestigios de una posible agrupación aborigen en las proximidades se concentraron en el conocido estanque de Las Palomas en el Risco, donde fueron encontrados restos óseos.


Tras la Conquista, en los primeros repartimientos, se establecen en la zona varios colonos que fundan el pueblo de Bañaderos. Así, antes de 1528 ya había tierras cultivadas por los nuevos habitantes. Bañaderos a lo largo de la historia ha sido el lugar obligado de paso en el Camino Real de la Ciudad a Gáldar; procedentes de la Transmontaña y la Cruz de Pineda, los viajeros desde aquí seguían hacia el mesón de San Andrés donde se hacía parada obligada recuperando fuerzas, para continuar hacia San Felipe y ascender por la rampa o Cuesta de Silva hacia Guía y Gáldar.
Calle y Carretera del Norte se confunden en 1930 (Fedac)
Después de la Conquista,  las costas del lugar estuvieron siempre asediadas y,  posiblemente como reacción a las cabalgadas que se hacían en la Berbería para la captura de esclavos, en 1627 los corsos argelinos desembarcaron en Bañaderos y se adentraron cuatro leguas en la isla, suponiéndose que capturaron canarios para la esclavitud, probablemente para el cobro de rescates. Se estima que unos mil quinientos isleños, sobre todo de Lanzarote, serían apresados en estas invasiones de principios del s. XVII por los corsos magrebíes.

El lugar siempre fue lugar apetecido, y hay constancia documental de algunas propiedades, como las de María Laso de la Vega, viuda del capitán Juan Tejutas Cano, regidor de la isla, que en su testamento de 17 de mayo de 1674, declara ser propietaria de 10 fanegas de una «Hacienda de tierra en Bañaderos».

Nuevos Charcones (arucasblog-blogspot-com)
La referencia al topónimo de Los Charcones aparece el 23 de junio de 1876 en la división del patronato de Luis León Cárdenas, al mencionarse un «Censo de 2.355 reales de vellón de principal redimible, rédito 70 reales de vellón, impuesto sobre tierras en El Charco de Bañaderos». Existe un topónimo perdido en el tiempo que era el llamado Charco de Las Mujeres que se prestaba a las leyendas.

Según el cronista Pedro Marcelino Quintana, en 1878 los lugareños terminaron la construcción de una ermita bajo la advocación de San Pedro Apóstol, que pasó a parroquia en 1891. En su interior sobresale la imagen de San Pedro Apóstol, traída desde la villa de Arucas a esta ermita en 1878 como premio por haber fabricado su parroquia antes que Montaña Cardones.

Nuevos Charcones (arucasblog-blogspot-com)
En esos años, el Camino Real del Norte quedaba a un lado, y la nueva Carretera del Norte que desde Tenoya llegaba a Arucas, para poco después pasar por Bañaderos y continuar hasta Gáldar. Habían quedado en los siglos los viejos caminos y las nuevas carreteras volverían a pasar necesariamente por Bañaderos.
Igualmente, ya los antiguos Charcones han sido mejorados para que las Thenesoyas y canarios del siglo XXI disfruten de sus apreciadas aguas.

Localización (IDEE Instituto Geográfico Nacional)

BANDAMA, CALDERA Y PICO DE (LAS PALMAS DE GC)

Actualización 6-abr-2016
La más antigua referencia documentada que tenemos del lugar es en el repartimiento a favor de Bartolome Benitez, cuando el 6 de febrero de 1548 pide al sur de la Caldera «… veynte e cinco hanegada de tierra de sequero poco mas o menos que [roto] puede aver y se pueden aprovechar entre Riscos e Peñas las quales son por debaxo de mi morada detrás de la Vega del Gamonal dende el Puerto y camino que va del dicho Gamonal al Palmitar de Telde e tomando el lomo de la dicha m morada hasta donde se rremonta de tierras de Miguel Martyn por debaxo del barranco que va entre el Palmitar y la Caldera por que a mas de treinta años que yo tengo mi vivienda con mi ganado cabruno e la dicha mi morada e quiero aprovechar las dichas tierras para sostentamiento …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Vista aérea (fotosaereasdecanarias-com)
El origen del topónimo de Bandama es uno de los más particulares, claro ejemplo de que la transmisión del topónimo por la voz hablada puede inducir a interpretaciones distintas y apartadas de la realidad. Durante años fue considerado un topónimo aborigen, hasta que la documentación histórica puso de manifiesto que se trataba de un apellido flamenco que se hispanizó.

Así, Daniel Van Damme ha pasado a la historia caracterizando el volcán más espectacular del vulcanismo reciente de Gran Canaria y, por extensión, la comarca vitivinícola de su entorno. Este comerciante holandés Van Damme se asentó en la zona en el s. XVI y cosechó vinos en el fondo del cráter, donde ahora hay una granja abandonada.

La Caldera en 1890 (Ojeda Pérez L Fedac)
Pero los negocios de Van Damme no se limitaban a los viñedos. Fue uno de los mayores comerciantes de la época, y, tenía negocios y pleitos por el azúcar con los señores de los ingenios. La crisis del azúcar se manifiesta claramente en el pleito iniciado en el año de 1586 contra las propiedades del doctor Lercaro:

«… Diego de Tovilleja, Pedro de Caseres y Marcos de Ávila, vs. de la isla, apoderan a Juan López, procurador de causas, para que siga el pleito que tratan contra los bienes del Dr. Ángel Lercaro en razón de lo que han pagado y lastado por él Daniel Vandama y por razón de cierta fianza como parecerá por el proceso que de ello hay. Marcos Ávila y Pedro Caseres habían actuado como fiadores del Doctor Lercaro, durante el año de 1583, en un contrato de venta de azúcares, recibiendo el último, el dinero adelantado, del mercader flamenco Daniel Vandama...».


Fotografía: Nacho González
El incumplimiento en la entrega de la mercancía obligó a los dos primeros al pago de la misma. Con anterioridad ya había participado en la importación de trigo, por el déficit permanente que tuvo la isla. En los años 1583 y 1584 se comprueba que en el mercado circula trigo de Flandes, según se constata por las escrituras de reconocimiento de deuda que otorgan los vecinos entre los meses de noviembre y diciembre de 1583, y entre enero y marzo de 1584.

Por los pagos, se deduce que el importador había sido el mercader flamenco Daniel Van Damme, asentado en Gran Canaria, donde adquiere prestigio y solvencia en poco tiempo, aunque también figura como receptor de los pagos del grano el regidor y depositario general Alonso Venegas.


Fotografía: Nacho González
La propiedad pasó de padre a hijo. Daniel Van Damme, comerciante, y su hijo Cristóbal Van Damme, que fue Capitán y Regidor Perpetuo, declararon en sus respectivos testamentos de 29 de enero de 1609 y 12 de octubre de 1677 los siguientes bienes:

el padre la «Hacienda de La Caldera y tierras calmas junto a ella, casas y lagar y bodega» y su hijo la heredada «Hacienda de 50 fanegas de viña y arboleda de almendros y otros frutales con casa que sirve de bodega denominada “Caldera de Bandama”, junto al monte Lentiscal», que aparentemente son la misma hacienda acrecentada con las incorporaciones que realizó el hijo.

Caserío de Bandama en 1925 (Teodoro Maisch Fedac)
Este monumento natural es un complejo volcánico constituido por los edificios volcánicos de Pico Bandama, cono de picón volcánico o piroclastos de 574 metros, y la Caldera de Bandama, depresión de aproximadamente mil metros de diámetro y escarpadas paredes, que alberga un importante relicto de vegetación termófila (acebuches, lentiscos, etcétera).

Pico de Bandama (rosagrancan-blogspot)
Erupción fisural
Según los expertos vulcanólogos, el comportamiento eruptivo de la fisura en su sector sur fue diferente que en el más septentrional. Al norte de la misma tuvo lugar una erupción de estilo estromboliano que construyó un cono de escorias y cenizas de figura muy simétrica, con un cráter orientado hacia el Nor-Noroeste, con una altura de 274 metros sobre el nivel de su base.

El volumen del cono y el manto de picones que depositó en el área del Monte Lentiscal lo convierten en el manto de piroclastos más extenso de la isla.
Erupción estromboliana

En el sector sur de la fisura, los magmas en ascenso encontraron agua subterránea en cantidad suficiente como para interaccionar eficazmente, ocasionando una erupción muy explosiva.

Los depósitos resultantes de la erupción, ”surges” o brechas, oleadas dirigidas, depósitos de caída, ”lahares de fondo de barranco”... muestran una gran variedad de tipos estructurales y procesos implicados, constituyendo algunos, como el de la Cueva de Los Canarios, situado en la pared norte de la Caldera, muestras muy singulares de la vulcanología canaria.

Los resultados de las sucesivas explosiones fueron, primero, un vaciado de la roca de caja más superficial, y un debilitamiento y resquebrajamiento de la roca de caja circundante a la chimenea; después, la acumulación de los materiales resultantes de las explosiones en los bordes de la caldera explosiva; y por último, tras un tiempo de actividad, la chimenea volcánica se hundió, dejando una depresión de paredes casi verticales.

Olivia Stone
El cráter de simetría tan perfecta de la caldera ha despertado la admiración y el asombro de todos los viajeros que, desde los siglos pasados, lo han podido visitar. El mismo sendero por el que bajaron en el s. XIX Olivia Stone o Charles Edwardes, atrae aún a caminantes y senderistas.

«… La primera sensación es de intensa sorpresa y admiración ante el hecho de que la Naturaleza pueda haber creado algo tan perfecto...», escribió la viajera inglesa Olivia Stone (1887), que bajó con un grupo de excursionistas a caballo.

Cueva de Los Canarios
(Fedac)
«… Este es el cráter más perfecto de Canarias, una depresión cóncava de tierra y rocas de una uniformidad como solo la naturaleza sabe crear...», describió el otro viajero británico, Charles Edwardes (1888), que bajó animado por sus residentes para beber un vino que le pareció fuerte, pero que entusiasmó a su guía Pancho que «¡casi se bebe la garrafa él solo!».

La Cueva de los Canarios, situada en la pared norte de la Caldera, era utilizada por los aborígenes canarios como granero y en ella también se hallan importantes inscripciones líbico-bereberes conocidas desde el s. XIX.

Las condiciones del territorio circundante, conformado por lapillis volcánico, conocido en las islas por picón, no condicionó el cultivo de las tierras desde los primeros tiempos, si bien en su gran mayoría se mantuvieron como de realengo hasta que por necesidades económicas de la Corona fueron subastadas a partir del siglo XVIII destinándose al cultivo de los viñedos.

Cultivos (Istar-famiredo)
Muy al contrario de lo que pueda pensarse, el lapillis favorece la retención de la humedad en el suelo vegetal de la viña, facilitando la rápida filtración del agua de lluvia y evitando su evaporación, manteniendo constante la temperatura del suelo y enriqueciéndolo con nutrientes.

Localización (IDE Gran Canaria)

BANDA DE…, LA (AGÜIMES E INGENIO)

En el habla popular de Canarias, es muy común oír la expresión «a la banda de» para indicar la posición o lado en que está situado un lugar o una cosa. En el s. XVI se diferencian dos zonas en el Señorío de Agüimes, que motivaron litigios para determinar quién era el responsable del repartimiento en esta parte, si era el Señorío de Agüimes o si correspondía al Cabildo de la Isla.

El topónimo se consolidó y así se mantiene en el tçérmino de Agüimes, junto al cauce del barranco de Guayadeque que conforma la divisoria entre ambas jurisdicciones, al poniente de los Morros de Ávila y al norte de la Montaña de los Vélez.
Vista (Google earth)

Desde los primeros años de la Conquista surgieron los problemas con los mojones que pretendían establecer los obispos, dando lugar a la intervención de la Corona:

« 1498 Marzo 8. Alcalá de Henares. Orden a Lope Sánchez de Valenzuela, gobernador de Gran Canaria, para que informe al Consejo de los términos del lugar de Agüimes, que fueron dados dentro de los limites que señalase Pedro de Vera, gobernador que fue de Gran Canaria, al obispo fray Miguel de la Serna y que ahora pretende amojonar el obispo don Diego de Muros, a lo que se oponen los vecinos de dicha isla por considerar que dicha donación no incluye a este obispo y por el mal que recibiría la isla, al estar dichos terminos muy cerca de las mejores pesquerías y puertos de la isla, especialmente el de Agudón, y ser zona rica en pastos » (AZNAR VALLEJO, E.: Documentos canarios Registro General del Sello (1476-1517), Sta. Cruz de Tenerife, 1981).
.

También surgieron los pleitos de competencias jurisdiccionales que afectaban a la administración del territorio y como tal a los tributos fiscales que le eran de aplicación. La Banda de la Villa de Agüimes, zona «no conflictiva» del territorio que correspondía al Señorío Episcopal, según los documentos actualmente analizados, comprende desde el barranco de Guayadeque hasta el barranco de Balos, que se corresponde con el actual territorio jurisdiccional del municipio de Agüimes.
La Banda del Ingenio, zona en litigio desde la perspectiva del Señorío Episcopal, comprende desde el barranco del Draguillo hasta el barranco de Guayadeque, lo que hoy constituye el municipio de Ingenio. La superficie perteneciente al actual municipio de Ingenio, al igual que el resto de la isla de realengo, fue repartida tras la conquista, por el Cabildo General.


La Banda marcada en color verde era la que litigiaba el Señorío Episcopal al Consejo General de la Isla, mientras que la Banda marcada en color malva lo era al contrario, se la discutía el Consejo General al Señorío. Los asentamientos sobre la línea fronteriza entre ambos territorios marcada por el barranco de Guayadeque es donde se trasladaba la mayor fricción sobre los propietarios que quedaban a expensas de ambas juridisciones hasta que la Audiencia administró justicia y trazó la línea que marcaba las Bandas. Cuando se crearon los Ayuntamientos constitucionales, y ya había sido desamortizado el Señorío Episcopal, esta misma frontera fue fijada para distinguir las jurisdicciones municipales de Agüimes e Ingenio, y de ahí la proximidad entre las capitalidades municipales, asentamientos poblacionales que están separados excluivamente por el cauce del barranco.
Por este litigo histórico entre la Iglesia y el Cabildo General, han perdurado en el tiempo estas referencias históricas en documentos públicos y privados, lo que ha llevado a su utilización popular aun hoy en su denominación identitaria toponímica, cuestión que ha promovido la rotulación de avenidas y calles con tal topónimo nombre.
Localización (IDEE Instituto Geográfico Nacional)


BALOS, BARRANCO DE (AGÜIMES Y SANTA LUCÍA DE TIRAJANA)

Reside su denominación en la densa colonia de balos (Plocama péndula), de donde recibe el nombre, localizada a lo largo de su cauce y en la presencia de una estación rupestre situada en el Lomo de los Letreros. El "balo" es un endemismo canario presente en todas las islas, salvo en Lanzarote. Dentro de las Rubiaceas se diferencia por tratarse de un arbusto con hojas filiformes y colgantes, con bordes no espinosos. Los frutos son pequeñas bayas de color negro.

Balo(floradecanarias-com)
Según algunas fuentes, su nombre científico “Plocama” podría proceder del griego ‘plochamos’, que significa ‘cestería’, aludiendo a las ramillas intrincadas, y “péndula”, que procede del latín ‘pendulus’ y significa ‘colgante’, haciendo referencia a las ramas de esta planta.

El barranco (Jaime O'Shanahan - MDC)
El barranco se encuentra emplazado en el Sureste de Gran Canaria. Tiene su cabecera en el Pico del Majadal, a cuatrocientos metros de altura, y desemboca en la Bahía de Formas en los Llanos de Arinaga, y es la frontera natural y administrativa de los municipios de Agüimes y Santa Lucía de Tirajana.

Barranco de Balos (Patrimonio Gran Canaria)
De las inscripciones que se han encontrado en la zona, las más comunes han sido las antropomorfas, representaciones de seres humanos, sobre todo masculinas, en donde se resalta el atributo varonil. Por otro lado, también se han hallado varios grabados zoomorfos que parecen rememorar la estructura de los grandes lagartos.

Antropomorfos de Balos (Patrimonio Gran Canaria)
Además de los grabados antropomorfos y zoomorfos, se han localizado dibujos con formas geométricas, desde símbolos bereberes a una línea vertical con varias horizontales que la cortan, que para algunos entendidos viene a significar «la fortaleza, firmeza y fuerza de una familia».

Otro hallazgo lo suponen las diversas «inscripciones líbicas grabadas en piedra», una especie de alfabeto que se cree que proviene de un idioma de algún país o tribu africana allá por el s. XIII, y del que no hay constancia en nuestra era. También hay símbolos matemáticos y elementos con carácter geométrico.

Inscripciones líbicas (Patrimonio Gran Canaria)
Por último, los investigadores describen dos grabados de barcos de los que uno ha sido relacionado con un grabado en Wadi Draa (Sahara occidental), en el que se reconocen paralelismos con el representado en un sarcófago de Sidón, y que de alguna forma avalan las noticias de expediciones de la Antigüedad, anteriores a la Edad Media.

Grabados (Patrimonio Gran Canaria)
Las tierras en la banda norte del barranco pertenecieron a los Propios del Cabildo General y, tras la creación de los municipios, pasaron a los Propios del Ayuntamiento de Agüimes. Con la desamortización, las 280 y 412 fanegas de dos suertes «de tierra en el Barranco de Balos» salieron a remate el 5 de junio de 1873, siendo vendidas a Luis Alemán León y Fermín Sánchez Moreno, el 30 de noviembre y el 4 de diciembre de 1876, por el precio de 4180 y 4400 reales de vellón respectivamente.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)