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miércoles, 17 de julio de 2013

TOCINAS, LAS (ALDEA DE SAN NICOLÁS, MOGÁN, SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Topónimo que localizamos en varios lugares de la isla, asociado a distintos accidentes geográficos como Lomo, Piquillo, Cañada, Punta y Andén.

El Lomo y Piquillo de las Tocinas en la Aldea de San Nicolás se localiza al norte de Tasartico junto a la carretera de acceso a dicho núcleo (GC-204); la Cañada y la Punta homónimas en Mogán, al poniente de Tauro Alto por donde discurre el Canal de Las Niñas; y el Andén también homónimo en San Bartolomé de Tirajana, al naciente de los Llanos de las Santidad y al sur de la presa de Chira, junto a la cuenca del barranco de Chamoriscán
Las Tocinas de Mogán (Patrinet)
Creemos que el origen guarda relación con el esparto (Stipa tenacissima L.), planta perteneciente a la familia de las Gramíneas,  flora vascular de Andalucía occidental, perennes, cespitosas, con tallos entre 70 y 150 centímetros, de hojas muy rígidas y flexibles, muy frecuentemente rizadas, pinchudas, con vaina coriácea, frecuentemente con margen algodonoso, que debe su gran aprovechamiento a la gran resistencia de sus hojas.

Se cría en climas duros, de inviernos y veranos extremos y escasas lluvias. Desde muy antiguo con el esparto se hacían artesanalmente pleitas, es decir, fajas o tiras trenzadas que unidas y cosidas unas con otras permitían la elaboración de serones, costales, capachos, y todo tipo de artículos de cestería que precisaban de cierta flexibilidad. Se llegaron a construir incluso calzados de esparto y colmenas.

Esparto o Tocinas (floravascular-com)

«En varias localidades almerienses el cesto en que se recogen las aceitunas (...) recibe las denominaciones de taucín y tocín (...) y Puerto Lumbreras (Murcia), registré en esta última las formas tocín-es y torcil-es, como denominaciones del tipo de cesto de esparto utilizado comúnmente en la zona para la recogida de la aceituna.

(...)  En cuanto a su procedencia, se trataría de un mozarabismo, específico de algunas hablas del sudeste español, y derivado del mismo étimo mozárabe que el español general atocha ‘esparto, mata de esparto’, del que sí existe abundante documentación. El español atocha ‘esparto’ procede del mozárabe táuca ‘id’ , y éste de la palabra hispánica prerromana *TAUCIA, que ha dado diversas formas gallegoportuguesas (touça) y leonesas (toza), con el significado de ‘mata, matorral’, ‘arranque del tronco de una planta’.

 
Antiguo tocín o esportillo (tocín tocolección-net)

(...)Volviendo a nuestra forma dialectal, este mismo étimo (*TAUCINU) estaría en el origen de taucín, tocín ‘cesto de esparto’. Por el lado semántico no hay ningún impedimento, toda vez que *TAUCIA ‘mata’ pasaría a designar ‘el esparto’ en la mitad sur de la Península «teniendo en cuenta la grande importancia que en esta zona ha tenido siempre el cultivo y aprovechamiento del esparto, según atestiguan ya los romanos» (LÓPEZ DE ABERASTURI, I.: "La manufactura del esparto en Andalucía. Dos mozarabismos léxicos", Revista de Humanidades y Ciencias Sociales del IEA, nº 16, 1998).

 
Aceitunas en un tocín (elhuertodellopez-blogspot)

La fuente anterior va más allá de la etimología del cesto de esparto de esparto usado para la recogida de la aceituna, y profundiza también en la creación de topónimos que tiene su origen en las colonias de esparto del lugar: 

«... al igual que los antiguos topónimos almerienses Tauchar, El Tauchar, Tauxar, del mismo origen, la forma taucín conserva el diptongo decreciente AU, hecho frecuente entre la mozarabía granadina (tauchil): Galmés de Fuentes (1983: 225), frente a tocín, donde se ha operado la reducción, que en época moderna ha provocado la creación de algunas etimologías populares: torcil `id’ (Puerto Lumbreras), tocinos `id’ (Campo de Níjar) » y añade la interrogante de la nota marginal «¿Serán estas la explicación y la etimología del topónimo sevillano Tocina, motivado por la vegetación local, de un modo análogo a Espartinas?». 

Recogida de aceitunas (artelista-com)

Hace referencia al municipio de Tocina situado a unos a 37 kilómetros de Sevilla, aludiendo a que el origen de este topónimo puede deberse a la existencia en su territorio de esparto, en mozárabe táuca ‘id’  como ha  argumentado.


Los topónimos grancanarios de Las Tocinas se ubican en el cuadrante suroccidental insular, que podría constituir un habitat de montaña de temperaturas extremas como las requeridas por esta planta. Posiblemente el topónimo del Lomo de los Tocinos, en género masculino, al poniente de la Cruz de los Moriscos en Artenara, guarde igual origen que los anteriores.

 

Localización en La Aldea (Espacios Naturales de Gran Canaria)

En cuanto a su posible existencia en la isla tenemos «Esparto (Gramen sparteum, Lin) Planta gramínea harto famosa, cuyas semillas traídas de España a Canaria por la Sociedad Económica de Amigos del País, se criaron frondosas, y espigaron en algunas macetas, con esperanza de su propagación.

Esta sería ventajosa para nuestra islas, por el mucho uso que tiene en las artes del esparto mayormente cuando es planta que se acomoda en terrenos áridos y peñascosos» (VIERA Y CLAVIJO, J.: Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, Madrid, 1982). 

Lomo de Las Tocinas en La Aldea (Google earth)
Imaginamos que alguna propagación de dicha planta se realizó, probablemente en estos lugares que dejaron el topónimo como huella, pero posiblemente la introducción procedente de América de la "pita" (Agave americana), que se adaptó perfectamente por su carácter invasor, permitió similares aprovechamientos al "esparto" que precisaba de unas condiciones más extremas.

 
Localización en Mogán (Espacios Naturales de Gran Canaria)

También habían otras alternativas, pues así como en otras islas se realizaban trabajos de cestería flexible con el colmo o paja de centeno, de forma común en todas se fabricaban con follado y el llamado  balayo o cesto grande de paja.

En Gran Canaria  siguiendo el modelo del balayo se fabricaba una «espuerta, cesta con asas, hecha generalmente de esparto o de junco trenzado» (MILLARES citado por PÉREZ VIDAL, J.: "La cestería en Canarias. Notas para su estudio", Revista de historia canaria, nº 135-136, 1961).

 
Necrópolis (Patrinet)

Cerca de la Punta de las Tocinas en Mogán, donde llaman las Lajas de Medina, se localiza una necrópolis aborigen que fue expoliada parcialmente cuando se realizaron las obras del Canal de Las Niñas a mediados del pasado siglo XX. 

La ficha arqueológica de PATRINET nos dice que todavía en superficie se comprobó la existencia de restos óseos humanos, blanqueados por su exposición al aire, y que un número no determinado de cuevas permanecen intactas. Se estima que esta necrópolis guarda relación con el complejo cultual de Gamona situado más al norte.
Localización en San Bartolomé de Tirajana (Espacios Naturales de Gran Canaria)

domingo, 14 de julio de 2013

TIFARACÁS (ARTENARA)

Topónimo aborigen con el que es conocido un paraje rural situado entre Tirma y el cauce del barranco de la Aldea, un pequeño barranco, una montaña, así como un pequeño asentamiento llamado Casas de Tifaracás.

Vista (Fedac)

Se trata de un espacio del suroeste de la isla cuya principal característica sea su paisaje por los efectos de las lluvias torrenciales de pasados tiempos sobre sus suelos, sufriendo transformaciones por los arrastres y escorrentías hacia las pequeñas cuencas con rampas pronunciadas sobre el barranco de Tifaracás, dejando en su superficie terrenos pedregosos de rocas desnudas donde se hace difícil el cultivo.

Alpendre-cueva (Fedac)

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII acogió actividades de pastoreo como consecuencia del desplazamiento habido en la actividad a partir de la roturación ilegal de las tierras baldías de realengo en Tamadaba y Furel, entre otras, y los Corregidores, trataron de que fueran devueltas a su antiguo estado de zonas de pasto destinadas al pastoreo, amparados por la Real Pragmática de 1748 dada por Fernando VI, dieron lugar a lo que es conocido como "El Motín de 1777".

Corral (Fedac)

«... El motín por hambre de tierra de 1777 fue la manifestación violenta de una realidad socioeconómica que trataba de imponerse en la comunidad rural. Pero este paso no se realizó sin contradicciones, sin un enfrentamiento con el sistema jurídico-político que sancionaba y mantenía el predominio ganadero en la economía agraria.

Restos de casa (Fedac)
En efecto, este dominio ganadero que a partir de 1766, fecha de comienzo de la roturación clandestina, se pone en tela de juicio, encontró su apoyo jurídico en contra de la ampliación de la superficie de cultivo en la Real Pragmática de 1748,  al provocar con sus quejas la intervención de los corregidores (...) La conflictividad entre ganaderos y labradores volverá o plantearse a medida que el proceso roturador prosiga su avance.

En 1787, los labradores recurrirán a la Real Audiencia por los destrozos de los ganados. En 1793 serán los ganaderos, por los nuevos terrenos ganados al cultivo.. Sin embargo, la fuerza política de estos últimos será nula: la Audiencia delimitará definitivamente las zonas de pasto, correspondiendo exactamente éstas a las superficies de difícil roturación por lo quebrado y abrupto del relieve ...» (MACÍAS HERNÁNDEZ, A.M.: "El motín de 1777. Su significación socioeconómica en la comarca del Suroeste de Gran Canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 23, 1977).

Cantera (Fedac)

Pero no todo el lugar es un paisaje árido, sin alimento para el ganado; aquí los pastores trashumantes encontrarán al naciente de la montaña de Tifaracás una elevación del terreno que llamarán morro de Cardo Cristo, porque allí encontraron  los mejores cardos para el ganado. Las noticias transmitidas por los lugareños no definen  si el Cardo de Cristo es también apreciado para cuajar la leche.

Flor de Cardo Cristo (floradecanarias-com)

El conocido popularmente como cardo de Cristo o cabezote ( Carlina salicifolia) « es un endemismo macaronésico, con dos variedades: "var. salicifolia" presente en todas las islas y en el archipiélago de Madeira y la "var. inermis Lowe", que se encuentra en la isla de Lanzarote y en Madeira.

(...) Se diferencia de otras especies del género por sus inflorescencias de 3-6 capítulos grandes, de 2-3,5 cm, y por sus hojas, lanceoladas, no curvadas y generalmente espinosas (Las plantas de Lanzarote tienen las hojas más anchas y sin espinas) » (FLORADECANARIASCOM).


Cardo Cristo (floradecanarias-com)

La sequedad del territorio por el descenso de los niveles pluviométricos, así como el progresivo abandono del pastoreo, ha propiciado que las huellas humanas en el territorio sean prácticamente las de senderistas que siguen el viejo camino real que lleva de la montaña de Altavista a la Aldea de San Nicolás, junto a los vestigios de las construcciones pastoriles que resisten el paso de los siglos.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

sábado, 29 de junio de 2013

SILLA, CAMINO Y MONTAÑA DE LA (ARTENARA)

Topónimo con el que se conoce una montaña prácticamente rodeada por el casco urbano de Artenara y el antiguo camino que llevaba a la Cilla, término que se corrompió por el ancestral seseo canario.

La voz cilla, tanto el significado dado por el antiguo diccionario de la Lengua Castellana (Madrid, 1783), como la segunda acepción del actual DRAE, son coincidentes en el significado de «Casa o cámara donde se recogían los granos». 

La primera acepción de este último, «Renta diezmal», nos aproxima el aprovechamiento y titularidad que esta voz tuvo desde los primeros siglos de la Conquista, voz muy usual en Castilla y que etimológicamente venía del latín "cella" con significado de "despensa".
Entrada de acceso al mirador (canario.dk)

Incorporada la isla a la Corona de Castilla, entre las rentas eclesiásticas el llamado diezmo era el que obligaba a toda la población, consistente teóricamente en un diez por ciento «... de todos y cada uno de los ingresos obtenidos, fuese cual fuese la naturaleza del trabajo empleado. (...) En el obispado de Canaria, los productos grabados por esta razón eran: los cereales (trigo, cebada y centeno), los ganaderos (cabras, cerdos, corderos, caballos, vacas y asnos), sus derivados (queso, lana, tocinetas, cueros), el azúcar, los "menudos" (miel, cera, parrales y huertas) y la orchilla » (AZNAR VALLEJO, E.: La Integración de las Islas Canarias en la Corona de Castilla 1478-1520, Madrid, 1983). En el azúcar quedó gravada la mitad de la producción por los grandes gastos de elaboración y refino en los ingenios, aún cuando motivó muchos pleitos.


El cobro del diezmo se hacía por partidos, aproximadamente los "beneficios" de cada parroquia y ermitas dependientes, encargándose de ello los miembros del cabildo catedralicio, percibiendo entre un 3 y 4 por ciento.

Como el pago del diezmo de los cereales y azúcar se podía hacer en especies, es decir en el producto obtenido, éstos eran depositados y almacenados en la Cilla. Este es el caso de la Cilla de Artenara.
El mirador en 1965 (Günter Kunkel - Fedac)

La figura de "arrendadores" del diezmo que ejercían los eclesiásticos,  al percibir su valor en especies terminaron por convertirlos en auténticos comerciantes, hasta tal extremo que por el acaparamiento especulativo en época de escasez que producía desabastecimiento, se prohibió en 1525 a los canónigos ir a otras islas, pues aficionados al comercio abandonaban el culto.


« La mayoría de las rentas de los diezmos eran distribuidas en dinero -salvo el azúcar de La Palma y diversas partidas de grano destinadas al abastecimiento de las casas de los prebendados- al venderse los productos proporcionando, sobre todo los cereales, importantes ganancias. Los cereales -en especial el trigo-, el vino y el azúcar -ésta última fundamental en el Quinientos- fueron los bienes de mayor rentabilidad en el momento de su venta para la Mesa Capitular, a los que se añadieron desde mediados del Seiscientos el maíz o millo y la papa.


El fructífero trasvase de cereales y ganados desde las islas con excedentes -Fuerteventura, Lanzarote- hacia las de demanda -Tenerife, La Palma- posibilitó unas cuantiosas ganancias y convertir al Cabildo Catedral en la institución con mejor infraestructura comercial de la región, siendo él mismo el máximo comerciante de ella. Ratificaba su posición las múltiples transacciones periódicas realizadas con comerciantes locales y foráneos, su amplio número de servidores en este ramo de la recaudación -hacedores, tazmieros, contadores-, el importante aparato de gestión o la red de almacenamiento de productos como los cereales -cillas-, que indican como la institución transcendió sus meros aspectos religiosos y socio políticos para erigirse en centro preeminente de redistribución de capitales » (QUINTANA ANDRÉS, P.: "El cabildo catedral de Canarias: una elite socioeconómica e ideológica de ámbito regional", Revista de Historia Moderna,  nº 26, 2008).
Galería de acceso al mirador (Victor Dominguez Farias's)

En el caso de la cilla de Artenara, había otra en Tejeda así como en otras parroquias de la isla, se habilitó una cueva para el depósito del grano cuya ubicación es coincidente con la entrada al conocido Mirador de la Silla que construyó el Cabildo en los años 60 del pasado siglo XX. 

Para ello llevó a cabo la perforación horizontal de un túnel de sesenta metros en el subsuelo de la montaña para conectar la entrada con el solapón que existía al otro lado de la misma sobre Las Moradas, después de la permuta y adquisición realizada por el ayuntamiento:  

«...así en 1961 se le construye a doña Corina Bertrana una casa a cambio de los terrenos que cedió en la Montaña de La Silla y se compran terrenos a don Félix Romero para la construcción del acceso al mirador turístico» (LUJÁN HENRÍQUEZ, J.A.: Aspectos históricos de Artenara, Las Palmas de GC,1994).
  

En la última década del siglo XX el negocio de restauración instalado  en el mirador es abandonado, hasta que en el año 2007 el Cabildo dentro del programa de dinamización turística de la zona acomete una nueva reforma  en sus 218 metros cuadrados, hasta que tres años después vuelva a abrirse el mirador construido en el antiguo solapón que cuelga sobre las Cuevas de Las Moradas en la gran rampa del Barranco Grande.

Localización (IDE Gran Canaria)
 

jueves, 6 de junio de 2013

PORTUGUESAS Y PORTUGUESES, LAS Y LOS (S. BARTOLOMÉ DE T., AGÜIMES y ARTENARA)

Actualización: 2013/07/20
Topónimos, todos expresados en plural y situados en espacios rústicos de las zonas altas y centrales de la isla. Lo localizamos en femenino en Artenara, dentro del territorio de Acusa al norte de Ventanieves, entre la Cruz de Acusa al naciente y la Cruz de María al poniente, el interfluvio entre las cuencas del barranco del Silo y el barranco Oscuro

En género masculino lo encontramos en Agüimes, asociado a un Morro, al poniente de Las Haciendas y al naciente del Tablón de Temisas; y dando nombre a un lugar y asociado a un Puntón en San Bartolomé de Tirajana, al sur del barranco de Soria.
Grabado tradicional portugués (grabadosantiguos-com)

No sorprende encontrar estos antro-topónimos que nos recuerdan la presencia de naturales de Portugal en estos territorios del interior que se mantuvieron como tierras de realengo, o de señoríos en el caso de Agüimes, hasta muy avanzado el siglo XVIII en que se produjeron ocupaciones ilegales para la roturación de las tierras.


Es sabido que durante la conquista de la isla participaron muchos portugueses, que en pago de sus "salarios de guerra" recibieron datas de tierras en los primeros repartimientos, y otros, vinieron con la intención de ganarse la vida. En su gran mayoría procedían de la zona meridional de Portugal, concretamente del Algarbe y del Alentejo.

Es esta primera arribada de portugueses la que facilitará la incorporación de muchos apellidos portugueses a la genealogía canaria, que al igual que muchas voces de su vocabulario mutarán para componer un léxico canario de portuguesismos, y compondrán una amplia nómina de apellidos consolidados como canarios de raíz portuguesa.
 
Cultivo de cañaverales

La pérdida de los Libros de Datas por el expolio del almirante holandés Van der Does, y el propio mestizaje de los apellidos, ha dificultado a los investigadores poder llegar a definir el volumen de las datas con que los portugueses resultaron beneficiados en la isla.


«En cuanto a los portugueses que fueron beneficiados en los repartos de tierras efectuados en La Palma y Gran Canaria es muy poca la información que tenemos. Para la primera de las islas sabemos -tras los estudios de la profesora A. Viña- que los conquistadores y hermanos Alvaro y Martín Pérez recibieron en 1501 ocho cahíces cada uno en la lomada de La Galga, o  Alonso González de Abreu que también recibió tierras en un lugar y fecha indeterminados. Lo mismo podemos decir para Gran Canaria. Sabemos que en las partidas bautismales de la parroquia del Sagrario de Las Palmas aparecen un total de 17 portugueses, de los cuales once están casados, seguramente con mujeres de origen lusitano.

Es evidente que en ambos casos tanto el número de repobladores como el de las tierras que recibieron tuvieron que ser mucho más importante que lo que nuestra documentación nos permite comprobar. Si además tenemos en cuenta que en Gran Canaria -como indican los profesores Lobo y Rivero- este grupo se instaló desde muy pronto vinculado a la introducción de la caña de azúcar, no será desproporcionado imaginar que al menos fueron tan beneficiados en los repartimientos como sus paisanos en la isla de Tenerife» (BELLO LEÓN, J.M.: "Los extranjeros en los repartimientos canarios", El Museo Canario, nº 53, 1998). 

Restos de un horno de pez en Inagua (Fedac)

Fue también muy decisiva la participación de los portugueses en los oficios y aprovechamientos que se sucedieron a partir de la conquista. Tanto en el cultivo de la caña de azúcar, como en las técnicas de elaboración de los ingenios azucareros, así como en el cultivo de los viñedos que sustituyeron a los cañaverales.

Fueron igualmente quienes introdujeron las técnicas para la construcción de los hornos para la obtención de la pez o brea destinada al calafateado de las embarcaciones de entonces, hasta el extremo de importar madera de otras islas para abastecer estos hornos dada la gran industria naval que en la isla se desarrollaba auxiliando el tráfico marítimo hacia América.
La  gran influencia portuguesa en las islas de Madeira de donde se trajeron las cañas y los viñedos a Canarias 

La nómina de apellidos portugueses, castellanizados o no, que en Canarias quedó es muy grande, y los de mayor presencia son: «Abrante, Abreu, Acevedo, Acosta, Acuña, Afonso, Aguiar, Amaral, Arbelo (también Albelo y Arvelo), Araña, Arrocha y Arocha, Avero, Bacallado, Báez, Barreto, Bello, Borges, Brito, Camacho, Carballo, Castañeda, Castro, Cejas, Chávez (Chaves), Coello, Concepción, Correa, Corujo, Curbelo, Dávila, Delgado, Déniz, Dévora (Évora), Dorta, Estévez, Fagundo, Fajardo, Falcón, Falero, Fariña, Farías, Farrais, Felipe, Feo, Ferrera, Figueroa, Fleitas, Fontes, Fraga, Fragoso, Fumero, Galván, Govea, Goya (de Goia), Guedes, Henrriquez, Jorge, Leal, Lemes, Lemus, Lima, Luis, Machado, Marante, Marrero, Mascareño, Matos, Mederos, Melo, Méndez, Mendoza, Meneses, Mesa, Mora, Morera, Núñez, Oliva, Olivera, Pacheco, Padrón, Pais, Perdigón, Perera, Perestelo, Pestano y Pestana, Pinto, Portugués, Ramallo, Ramos, Rancel, Ravelo, Rivero, Silva, Silvera, Sosa, Tabares, Tavío, Tejera, Viera y Yanes. A todos esos habría que añadir los Alvares, Cabreira, Dias, Domingues, Fernandes, Gomes, Gonçalves, Hernandes, Lopes, Martins, Peres o Pires, Rodrigues, Soares,...» (GARCÍA-TALAVERA CASAÑAS, F.: "Apellidos canario-portugueses", El Día, 2-mar-2010). 

Restos de un ingenio en Cuba
Los portuguesismos en el léxico canario harían una relación interminable de voces y expresiones verbales generalmente aceptadas: aguaviva, ajeitarse, alongar, arripiar, balde, baña, bocado, corcova, coruja, cumplido, de repente, engodar, entullir, fechillo, ferruge, fonil, garuja, gaveta, geito, hortelana, largo, machucar, magua, maresía, margullar, más nada, más nunca, mestura, millo, mojo, ruin, temoso, tupir, zafado, y un largo etcétera , además del sufijo "ero" para llamar a los árboles frutales, casos como naranjero, limonero, manzanero, nisperero, duraznero, castañero, etc. 


Todo este patrimonio ha permitido a los investigadores afirmar que «la contribución de sangre portuguesa a la conquista y colonización de las Canarias ha sido revalorizada a la luz de las modernas investigaciones, en el campo de la historia y de la lingüística regionales, dando por resultado una acumulación de pruebas en el sentido de que tal aportación fue muy nutrida y no debe en ningún caso ser subestimada» (S.F. BONNET citado por CORBELLÁ, D.: "Estudio de los portuguesismos en el español Canarias. Cuestiones pendientes", Revista de Filología Románica UCM, nº 11-12, 1994-95).


Ortofoto de Las Portuguesas en Artenara (Google earth)
Para acabar de esbozar la amplitud del mestizaje con la cultura portuguesa habido en la isla, valga la manifestación de algunos autores sobre el popular canto de los Aires de Lima que «Su melodía aparece en algunos de los cantos portugueses de la región de los ríos Minho y Limia y de ahí que se ubique su procedencia en este país» (FEDAC: Cultura Tradicional. Cantos y Bailes); se ha descartado toda influencia del Fado portugués sobre la Folía Canaria que tiene sus raíces en la Folía Histórica en su acepción barroca (LOTHAR SIEMENS).

Localización en Artenara (Espacios Naturales de Gran Canaria)
En gran medida la rápida naturalización de los portugueses desde los primeros años en que arribaron a la isla, así como la castellanización de sus antropónimos, fue consecuencia obligada de las circunstancias del momento.

Aún cuando eran apreciados por sus buenos oficios, el acceso a la propiedad de los bienes estaba limitado para los extranjeros a las Coronas de Castilla y Aragón, que sólo con dispensa real podrían acumular bienes por un valor máximo de 200.000 maravedíes, obligándose a ser estantes en la isla. Aún así, se dieron falsas acusaciones ante el Tribunal de la Inquisición para desposeerlos de sus bienes.
Grabado conmemortivo de la restauración  portuguesa

Es obvio que las secuelas de los pleitos entre las Coronas de Castilla y Portugal, unas por la fuerte competencia en el reparto del Atlántico, y otras por la alianza de la Corona lusitana con la "Beltraneja" para impedir la sucesión al trono de Castilla en favor de Isabel, enraizaron determinados rechazos entre la clase privilegiada.

La unidad Ibérica alcanzada en 1580 sería motivo para la rápida naturalización, que terminaría en 1668 con la firma del Tratado de Lisboa por el cual España devuelve a Portugal sus antiguas posesiones y reconoce su independencia.


Además de la desaparición de los libros de Datas en 1599 por el ataque del holandés Van der Does, se ha estimado que aquellos portugueses que accedieron a la posesión de los bienes eludieron de alguna manera acreditar su origen.
Ortofoto del Morro en Agüimes (Google earth)
El ejemplo lo tenemos en la petición de data de un solar para hacer una casa en Telde que dirige el 15 de noviembre de 1538  Juan Baliero; tras haberse pregonado dos veces en la plaza, el vecino Diego de Reyna la contradice manifestando que «n(o) era vezino de esta ysla e que hera portugues estrangero e no casado ni avesyndado e que por no ser casado ni tener hijos e muger no se le devian dar tierras ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


Con todo ello, se conocen por referencias posteriores de linderos en datas que se solicitaban, donde eran mencionados por su condición de portugués. Es el caso de Françisco Hernandez en Telde, o Domingo Pérez y Diego Yanez en Teror. 
Localización en Agüimes (Espacios Naturales de Gran Canaria)

El origen de los topónimos objeto de esta entrada, presumiblemente se corresponde con las siguientes arribadas de portugueses, ya de la Portugal septentrional, que pudieron llegar a la isla hacia finales del siglo XVIII, cuando se realizaban masivas ocupaciones de territorios de realengo en lo que se dio en llamar "hambre de tierras".
Ortofoto del Puntón en San Bartolomé de T. (Google earth)

Aún así, en Artenara se tienen noticias tempranas de la presencia de los hermanos portugueses Juan y Antonio Báez que se asentaron en Acusa, relativamente cerca de donde encontramos el topónimo.

Sin embargo, nos confirma nuestra apreciación que encontremos al sur del Las Portuguesas, el también antro-topónimo de Las Majoreras, que hace referencia a los colectivos de emigrantes que procedentes de Fuerteventura hicieron también ocupaciones masivas que darían lugar al conocido como Motín de 1777 en la comarca suroeste de la isla, como respuesta a la dura aplicación por los Corregidores de la Real Pragmática de 12 de diciembre de 1748, que intentaba preservar las tierras de realengo para el pastoreo (MACÍAS HERNÁNDEZ, A.M.: "El motín de 1777. Su significación socioeconómica en la comarca del suroeste de gran canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 23, 1977).

La conservación de estos topónimos nos permite que recordemos oportunamente la gran aportación que los lusitanos dejaron en estas islas que integraron sus apellidos y sus voces en el más puro de los mestizajes.


Localización en San Bartolomé de Tirajana (Espacios Naturales de Gran Canaria)